REPERTORIO AMERICANO Editor: GARCIA MONGE MIL. TONO SAN JOSÉ DE COSTA RICA, LUNES DE ABRIL DE 1923 No. 30 Alfonso Reyes (NOTAS FRAGMENTARIAS)
POR JOSE MARIA CHACÓN CALVO (Del tomo Ensayos Sentimentales, que acabados de publicar en las edicio.
Des del REPERTORIO ANERICANO. ASA.
Nº puedo pensar en Alfonso Reyes, el.
sus mer homenaje rendido a la memoria del En la alcoba vecina, Pedro Henríquez Ureña desconocido introductor de ese y otros de. suspira por las heladas regiones de Minnesoportes en la España de Carlos IV. ta. El viene de un país casi glacial y aquel Con un ambiente tan bello (si aceptamos frío, aquel ambiente de frío misterioso, le la plaza de la Alegría, la predilecta, tal vez, es completamente desconocido también. Alpara Gutiérrez Solana, el gran pintor de la fouso Reyes conversa y recuerda, en las España negra. con un ambiente tau dia lèves interrupciones a su trabajo. Es el trafano y puro ¿por qué seutiauios tanta deso bajo lleno de sosiego. Tiene la serenidad lación, por qué me sentía yo rodeado de una necesaria para que nada más podamos pepenetraute tragedia cuando entraba en aque dirle. En tanto, en la conversación en el lla casa de General Pardiñas número 32? recuerdo, pasa la sombra lírica, espiritual, ALFONSO REYES Venía a eila después de haber cruzado la fugitiva del lejano Monterrey.
gran llanura de Castilla. Conocía ya el frío LA CASA DE HIELO profundo de sus noches de otoño. De Soria LA DOCTRINA DEL IN.
a Burgos, en una diligencia que atravesaba PULSO RITMICO gran escritor reymontano, sin que venlos pueblos diezmados por una epidemia, ga a llenarme de angustia el recuerdo de la sentí el secreto del dolor de Castilla y ese Dónde ba expuesto esta teoría Alfonso casa en que le conocí, donde él vivió más de soplo de vida franciscana que viene de su Reyes. Puedo estar seguro de que la cinco años y yo vivo todavía.
llanura. Después de haber visto caer la nieve ha llegado a exponer en alguna parte. Es.
No puedo cantar la elegía de esa casa tráfrente al Doncel de Sigüenza, la más lírica tará sólo en las conversaciones con gica, porque me parece que sería cantar un escultura que vi en España, me sentía bien amigos? Teugo vagos recuerdos y no puedo poco a mi misina muerte. Pero ahora, en preparado para el frío y para la muerte. precisar pada. Quizá fué a propósito de un este mediodía del trópico, con el ambiente Pero al llegar a aquella casa sentí que mi romance viejo cuando vació la atrayente húmedo por la lluvia reciente, con la venilusión se desvanecía.
doctrina, fecunda en derivaciones. Quizá un tana abierta sobre el palmar, quiero contar No era el frío de la llanura ni el de la amigo de Reyes la recogió, la puso en sus el secreto de aquella casa, ese misterio promontaña; era un frío único, completamente labios y propietió, en nombre del ensayista, fundo que tan claramente me reveló el bedesconocido para mí, que no parecía venir un largo y próximo libro. Lo cierto es que roísmo cotidiano y tranquilo de Alfonso del aire sino salir de lo más profundo de la desde hacía mucho tiempo. casi tengo que Reyes.
tierra. No olvidaré nunca la imagen dan. remontarme a mis años de folk lorista, En la apariencia era una casa como todas tesca que esta dura impresión me sugería: siempre que quería representarme a mi las demás. Como tautas otras del Madrid la casa tenía por cimiento un enorme tém amigo, me lo imaginaba como el bombre del nuero se había construído con los desechos pano de bielo. Así se explicaba que los bri impulso rítmico.
del Madrid viejo. Los escombros de las callantes radiadores estuviesen completamente Engañan pocas veces esos presentimiensas antiguas y señoriales ban levantado casi helados. Así se explicaba también la ascen tos de la amistad. Yo sentí que era real wi todo el barrio de Salamanca, ese barrio gris ción inacabable del frío, que lentamente figuración el mismo día en que conocí a Aly elegante, que tiene un fondo tan claro en cubría de una capa de hielo todas las cosas, fonso Reyes. Día de la llegada: el primer la nieve de la sierra. Miraba nuestra casa a Estaban cerradas las puertas y las ventanas. calor del verano de Madrid, cansancio de la pequeña plaza de Salamanca. lo lejos ¿De dónde venía aquel aire sutil que apagaba las cosas, impresión gris de las gentes. De se veían, pasar todos los entierros de Ma. el vacilante brasero? Sentíamos que junto al pronto, en medio del Retiro, cerca del gran drid, que se despideu en la ruidosa plaza de frío que venía de las entrañas de la tierra, estanque. Reyes me dijo: Auda usted con la Alegría. Un poco más lejos estaban las un ambiente de misterio envolvía nuestra mucha lentitud, todavía trae usted puestro líneas de los lentos tranvías. más lejos casa. por encima del frío doloroso y rom. ritmo de América. Desperté ante la palabra aún se veía la silueta diafana y bellísima piendo la urdimbre del misterio cotidiano. mágica y sentí una gran alegría: comprendi del Guadarrama. Ah, y frente por frente, Alfonso Reyes dejaba libre su faxtasía y su el secreto del escritor, veía, con una visión estaban unos admirables campos de tennis, triunfal ímpetu lírico le hacía feliz.
clarísima, proyectarse el maravilloso espíritu en donde, por el invierno de 1920, fyoda Le veo enyuelto en su enorme inanta de del hombre. Sentí entonces la profunda luz mos puestro Moratín tennis club, el pri Palencia, entregado a su labor infatigable. del espíritu que llegaba de claridad la ima. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica