Repertorio Americano 293 Poulbot, el célebre dibujante de dureza cantando; si se mete entre el sabía encontrar distracción durante las gosses habría encontrado en el mundo vicio y la miseria es rayo de sol que se tediosas veladas entre madre e hija, ya infantil de Galdós, tanta línea trágica, hunde en las charcas sin marchar sus contando los hoyos y pelos que la des.
tapta curva cómica! su lápiz habría oros. Si no, veámoslo vivir bajo la te graciada doncella soportaba en su ros.
copiado lleno de emoción, los gestos rrible protección de don Pedro Polo, tro, ya atendiendo a los distintos ruí.
dramáticos, los ademanes desgarrado de doña Claudia, de la fea Marcelina, dos que hacían las puertas, viejas de res, las muecas disputadas por la risa y de la maritornes de la casa, natura dos siglos, con goznes que no conocían y el llanto, las piruetas que provocan lezas más o menos berroqueñas; o arro. el sabor del aceite y que imitaban al la carcajada, las actitudes que nos ha. jado por éstos de sus pétreos lares, cerrarse o abrirse el mugido de un cen tendernos hacia ellas deshechos aiguién lo seguirá a las casas de dor. buey, el llanto de un niño o clamaban en terpura, mir, a las compañías del Rastro, a los frases que el muchacho traducía así: Celipío es uno de los predilectos de bodegones, a las tabernas, a los teja. Mira que te cojo. mientras la Gra Galdós, como Fortunata e Ido del Sa. res y chozas de Arganzuela y las Ye mática en donde debía estudiar la de.
grario.
serías, a la vagancia, a las rondas del finición del participio, se deslomaba Aparece en «Marianela.
Sur, iouodadas de estiércol, miseria y ante él, en vano. Dios de los tontos!
Es Celipín el hijo menor de la Se. malicia?
porque aquello era lo mismito que asar ñana. Tiene doce años.
Tremenda cosa es el amparo de este manteca.
De noche, cuando todos duermen, don Pedro Polo, capellán de las mon. Además, allí estaban para hacerlo levanta en up rincón de la pobre co. jas mercenarias calzadas de San Fer olvidar pepas, Juapito del Socorro su cina, sus castillos en el aire ante la pando, pastor de una escuela en la casa camarada predilecto, epredador y ma.
Nela que desde la cesta que le sirve de que estas santas señoras le proporcio. rrullero, cuya lengua era un ovillo de alcoba le escucha embebida. Ella le paran, contigua a su convento, Ima. mentiras y aquellas superbas corridas ayuda en tan agradable tarea pues le gipad que «no era un maestro severo de toros.
acarrea puñaditos de mortero de humo sino un honrado vándalo. Entraba a ¡Y qué fortuna la suya. Qué babría para la erección de las torres altaneras saco los entendimientos y arrasaba dicho la Nela si lo viera ep caramado que han de llegar a agujerear nubes, y cuanto se le popía delante. Era el evan. en el desván que le dieran por dormi.
uno que otro guijarro de verdad para gelista de la aridez, que iba arran torio, el cual servía a las nuonjitas para los cimientos. las monedas que de cando toda flor que encontrase, y guardar las piezas del monumento de cuando en cuando le da alguna alma asolando las amenidades que embele. Semana Santa e imágenes lisiadas! Al caritativa. Ya la niña lo ve arrellabado san el campo de la iofancia, para plan. principio diéranle miedo las carotas en un coche, calzadas con guantes olo. tar luego las estacas de un saber dise. estrambóticas de los judíos o la tiesura rosas las manos, apoyado en el bastón cado y sin jugo. Después doña Claudia hierática de las vírgenes y evangelis.
de porra dorada o bien escribiendo madre de Polo y de Marcelina, vieja tas, pero poco a poco se acostumbro a aquellas recetas que se han de aderezar malhumorada, que consolaba sus sem tan inofensiva compañía y llegó el día con una docena de mosquitos y palos piternos dolores de cabeza con rodajas en que hasta al respeto les faltara, de mimbre.
de papa en las sienes sostenidas por pues sin muchas ceremonias le cogió Después va y viene en dos tomos, una venda; y Marcelina, tan fea, la po la cabeza al toro de San Lucas. y en.
un montón de páginas en donde la bre, con su cara que «se salía de los sayó las suertes conque quería deslum.
vida se mueve con sus misterios y sus términos de la estética y era verdade brar a sus amiguillos, en los indefensos ridiculeces, implacable, doliente, iró ramente una cara ilícita. Mas, los santos, dejándolos más descalabrados pica. entre este follaje, sombrío coscorrones podían llover y menudear de lo que antes estaban.
aquí, alumbrado allá, la infancia del los ayunos y regaños, que el doctorcillo Veamos en lo que consistían estas doctorcillo Centeno es siempre el pá. Centeno asi bautizado irónicamente célebres corridas: jaro que. repleta de gorjeos la gar Celipín por el ogro de su maestroganta como de granos el granero de En la calle de la Libertad, más allá de la un rico labrador, canta y canta en esquina de la casa donde la redacción estaactitud de gracia infinita, sin pensar En canícula ba, había un solar: vacío, separado de la en la rama seca en que está posado di calle por una cerca de desiguales y viejas ep la noche que se viene encima.
tablas. Dentro sólo se veían algunos montoEn aTormento) comienza a esfu.
Estamos en canícula: por eso nes de escombros, media docena de escobas marse en el mozo el muchachillo sin como en días. plscepteros, decembrinos, y otras tautas carretillas que dejabau allí vanidad, y así le decimos adiós cuando el polvo se remueve y se levanta los encargados de la limpieza urbapa. Tenía lo encontramos con alfiler en la cor de la espalda agrisada del camino.
la tal valla una puerta que estaba cerrada casi bata y envuelto en una capa.
siempre; pero Juanito del Socorro y otros Es la del doctor Centeno, una de En la brisa sentimos un secreto, chicos de la vecindad, asistentes a la escuela las figuras infantiles más encantadoras las cosas dos parecen más divivas, de Pedro, habían hallado medio de colar.
de Galdós. Le perdemos de vista la y las rosas parece que perdieron se dentro, arrancando una tabla y apartando noche en que huye del hogar paterno, el adorno terrible de la espiva.
otra; y posesionados del terreno, lo dedicaen el momento en que Marianela lo ron a plaza para hacer en él sus corridas.
encuentra en el camino, con el pegueño El ambiente es muy otro y es inuy uno: Habiendo sido adinitido un día Felipe a lío pendiente de un palo puesto al tiene una sideral delicadeza esta diversión infantil, hallo tanto gusto en boinbro, la marcha resuelta rumbo a en la cual se diluye toda el alma ella, que se hubiera estado todo el santo dia los Madriles, en donde va a estudiar como en una gran copa de belleza.
en la plaza, sin acordarse para pada de sus para médico. Lo volvemos a encontrar deberes escolares y domésticos, ni de Peen Madrid, prendido de la capa de Conviértese en ruïjas el palacio dro, ni del santo de su nombre. Mientras Alejandro Miquis el niño grande a de la tristeza pobre y lastimiera, más el juego se repetía, inás afición le coquien alguien definiera como up abom y sentimos arder, divinamente, braba, y los domingos por la tarde, si sus bre en versov.
el gozo de vivir sobre la tierra.
amos le permitían salir, entregábase con frePosee ouestro héroe un optimismo MARCO TULIO SALAZAR nesí a las alegrías del toreo. Saltar, correr, extraordinario: si anda entre piedras montarse sobre otro, ser alternativamente es madeja de agua que salta sobre su Barba, 13 VII 1923.
picador, caballo, banderillero, mula, toro y 5 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica