Repertorio Americano 6) 155 siempre una pajilla de alero, temblo recoger la belleza de la Tierra como tienes la tarde sobre ti. para decirte rosa del miedo de vivir. oyéndolos uva agua que se recoge con los labios. todo lo demás que se quiebra en las yo he cerrado los ojos para esconderles y también por la riqueza de dolor que palabras sin tersura, voy quedándome la única verdad. Porque yo siento me puedo llevar sin morir en la hondura en silencio.
nos firme mi cabeza desde que no ne. de mi corazón.
GABRIELA MISTRAL cesita tu brazo bajo ella, madre.
Para creer que me oyes, he bajado.
He hablado entre la muchedumbre los párpados y arrojo de mí la maMéxico, 1923.
de las gentes y después he sentido el ñana, pensando que a esta hora tú (El Mercurio. Santiago de Chile. descoptento de cuanto dije vieudo que la sencillez de tu hablar se ha que brado en mí, tal vez por vanidad, tal vez por el necio deseo de dar cosas intensas a hombres endurecidos que El escritor dominicano don Manuel Cestero, para sentir necesitan del fuerte aletazo del buitre.
responde al cuestionario del Repertorio Americano México, 28 de febrero de 1923.
Señor Vincenzi, San José, Costa Rica, De las enseñanzas que me diste. una se adentró muy hopdo: la de de.
volver. Así, madre, yo he hecho las canciones de cuna tuyas y ninguna otra cosa más quisiera hacer. En la mitad de la vida he venido a saber que todos los hombres son desgraciados y necesitan siempre una canciou de cura que apacigüe su corazón.
De todo lo inútilmente pensado, de todo lo hinchadamente dicho, olvídate tú, po lo mires, y recibene sólo esas canciones.
Mi querido y estinado amigo: cepto la invitación que tú me haces para responder al Cuestio.
nario del REPERTORIO AMERICANO.
Primero. El clima, la forma de gobierno, las costunibres, la religión, el espíritu, con difereocias mínimas. son iguales en todos los países iberoCUESTIONARIO: Ahora yo te hablo con los ojos ce.
rrados, olvidándome de donde me hallo para no saber que estoy tan lejos; con los ojos apretados para no wirar que hay un mar tan ancho entre tu pecho y mi semblapte. Te converso cual si estuviera tocando tus vestidos y tengo las manos un poco extendi.
das y entreabiertas para creer que la tuya está cogida.
Como te dije, llevo el préstamo de tu carne, hablo con los labios que me hiciste y miro con tus ojos las tierras extrañas. Tú ves por ellos también las frutas del trópico, la pifia grávida y exhalante y la naranja de luz; tá go.
zas con mis pupilas el contorno de estas otras montañas, agudas como joyas, tan distintas de la montaña desolada y roja bajo la cual tú me criaste; escuchas por mis oídos el habla de estas gentes que tienen el acento más dulce que el nuestro y las com: preodes y las amas; y también te lace.
ras en mí cuando la nostalgia en algún momento es como una queniadura y se me quedan los ojos abiertos y sin ver sobre el paisaje mexicano! Cree Ud. que la enseñanza debe uaificarse, con determinados propósitos raciales, en los países latince de nuestra América. 22 Cree Ud. asimismo, en la pecesidad de coinanizar, hasta cierto punto, las constituciones de nuestras repúblicas?
3? Eatima Ud, conveniente que se haga un gran esfuerzo por orientar puestros intereses aconómicos, bacia determinados rumbos, con propósitos diplomáticos defensivos? Qué se podría empezar a hacer para cstrecber nuestras relaciones económicas internacionales?
5? Qué nuevos principios nacionalizadores aconseja Ud. a la intelectualidad de América? S? Estima Ud. prudente que nuestra Amé.
rica Latina tome una actitud determinada en su enseñanza, en sus leyes. eo su economía, en su producción espiritual ante el caso de los Estados Unidos del Norte?
americanos. Dicho esto, la contesta.
ción a la pregunta de asi debemos uni.
ficar la enseñanza eatre los países de nuestra América. se cae de los labios.
Sí debemos upificar la enseñanza. adoptando los mismos textos para ciertas y determinadas materias fupdamentales, sobre todo para la ense.
ñanza de la Hisioria de América y de la Filosofía de la Historia. Eu este sentido enipezaría por enseñar a Bolí.
var, por coseñarlo amplianicote, en todos sus aspectos: Bolívar legislador; Bolívar sociólogo; Bolívar orador y poeta; Bolívar místico; Bolívar ciuda.
dano. Las campañas bolivianas rela.
cionadas con la geografía y. la historia particular de cada país de América. Tal como se viene epscñando la Historia en la mayoría de nuestras escuelas sólo sirve para convertir los educandos en generales y pendencieros. Segundo. Leopoldo Lugones poe.
ta conservador argentino piega que searios una raza quizás tenga razón desde el punto de vista etnológico en lo que no la tiene es en aquello de api sabemos cómo se coustituirá cuan.
do pueble a estos países la concurren.
cia de todas las gentes del mundo. Los Estados Unidos son una raza apare te de la inglesa y se ha formado preci.
samente al margen de la inmigración de todas partes del mundo. dado por cierto lo dicho por el poeta con.
servador argentino, de que no somos una raza. como si la raza fuera cuestión de ángulos y de idiomas. precisa, urge entonces formar esa raza ewpezando por unificar la enseñanza, por inyectarle a cada alma de las que conviven con nosotros y sou extrañas a nosotros. esto se hace en los Estados Unidos de América. puestro propio espíritu, nuestros propios ideales, estas son las cosas que forman las ra: zas; las ideas, poeta, llevando a la vez al espíritu de nuestros pueblos ese boliviapismo generoso y amplio que es materia suficiente para ir formando o solidificando nuestra raza dispersa en fragmentos en veinte patrias de Amé.
rica.
Respuestas anteriores: Las de Varona, Habana; Brenes Mesén, Syracuse, Ney York: Lugones, Buenos Aires; Sanin Cano, Paris; Pacheco.
París; Elena Torres, México; Landázuri, México: Sur, Paris; Fed.
Garcia Godoy, La Vega, Rep. Domipicada; Santos Chocano, San José de Costa Rica; Francisco Contreras, París; Juan Carazo, San José de Costa Rica; José Vasconcelos. México, Gracias en este día, y en todos los días, por la capacidad que me diste de SOLICÍTENOS estas obras: ANFORA SEDIENTA, poemas de Ra.
fael Heliodoro Valle, Precio: 50. MI ESPAÑA (páginas diversas. de Pedro Henriquez Ureña, Precio: 4. 50. EL JARDINERO DE AMOR, del Tagore. Nueva edición (en las del «Convivio. con un Prólogo, para esta nueva traducción, de García Calderón, Precio: 50. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica