TROPICAL TRIALCO 378 Repertorio Americano los eu el automovil, no quería dejarnos cubrimos una pequeña y ayeriada casa Portland,. por cincuenta centavos la partir.
flotante, anclada junto a una faja de media docena. los señoritos les Tengo un bosquecillo de pipos al terreno llano donde crecían algunos gusta mucho este plato. Lo han prootro lado de la casa. explicó. Nada árboles, De pronto no vivos al propie. bado ustedes alguna vez?
mejor que los pinos. Por pada con. tario, pero al desembarcar le encontra Hubimos de confesar que no. sentiría en que los cortaran. Puedeu mos detrás de su morada.
contiouación, sentándose eu un viejo ustedes acampar allí si les parece. Semejante a un brujo de las pasadas banco, sacó un caogrejo del cubo, Vayan a echarle una ojeada.
edades, de pie al lado de una vasta estrujó y arrancó la parte posterior de Nuestras vacaciones terminaban, y hoguera destacábase su figura, negra, la bestezuela con brusco movimiento, era preciso regresar; de lo contrario fantástica, a través del rojo resplandor y la arrojó iperte y flácida en el ca. nos habríamos quedado. Pero fuimos de las ondeantes llamas. Dos grandes dero de agua hirviente, donde tomó a ver y admirar su abosquecillos: we cubos (por el estilo de los de la Stan. al punto el rojo color de las langostas.
dia docena de viejos árboles, símbolos dard Oil Company) veíanse cerca del Maniobraba tan rápidamente como las vivientes de las alegrías de su juven fuego; y de un tercero, colocado en el mujeres que descortezan las bayas.
tud, que le traían a la memoria frescas centro, se escapaba el vapor como del Se limpiar y se matan al mismo alboradas y claras tardes a cauipo caldero de algún Merlín. El hechicero tiewpo, explicó.
raso. Yo me preguntaba a mí misma era un hombre barbudo, de edad me Nos alejamos de su hoguera tan si alguno de sus vecinos compren diana y bastante mál vestido. No tenía graciosamente como nos fué posible, dería lo que para él sigoificaban aque. el aspecto siniestro atribuído a los. y encendiinos nuestro fuego al alcance llos pisos. Ninguno, probablemente. brujos por quienes han tenido ocasión de la vista y de la voz del pescador.
Se había espontaneado con vosotros de conocerlos íntimamente, Al acer Puse a hervir una olla de agua con el porque podíamos comprenderle. Casi carpos observamos que cortaba e iba objeto de cocer una docena de mazorllegó a suplicarpos que nos quedára. echando en el caldero trocitos de cor. cas de maíz tierno que debían compo.
mos hasta el día siguiente. cuando teza de naranja, en compañía de un ner nuestra comida. Mientras las des.
nos instalainos de puevo en Frankie, puñado de algo que nos pareció, como pojaba de su envoltura y se cocíada permaneció de pie junto al seto, agi. era en efecto, especias para sazouar. Jim se ocupó en disponer la tienda.
taodo sui sombrero a la despedida y. Podemos acampar aquí, cerca de Una o dos veces dió la voz al pescador, repitiendo a Jim: su casa, para pasar la noche? le pre cambiando con él alegres bromas. Prin: Vueltan ustedes por aquí cuando guntó Jim.
cipié a convencerme de que el. brujo tomen esta ruta, y quédense todo el. Por supuesto. repuso; donde tenía cierta inclinación uatural y po tiempo que quieran, iMe gusta encor ustedes quieran.
satisfecha por el trato social. Después trar personas como ustedes!
Nos pusinios a observar su alquimia, de observarnos un rato, sacó uda do.
El camino se hacía menos polvoriento y me picó la curiosidad.
ceva de buenos cangrejos de la repleta a medida que nos alejábamos de la. Qué liay en el cubo?
paila donde hervían, y nos los trajo.
ciudad, más penetrados que nunca de Agua hirviendo para cocer cau Para su comida, nos dijo. Délo que llamamos «la salyación por la grejos. Yo soy pescador de cápgrejos jenlos enfriar primero. se retiró alegríar. Al hablar de alegría no me de agua dulce.
apresuradamente, no queriendo impo.
refiero a la jovialidad persistente y. Levantó la cubierta de 1100 de los nerse a nuestra sociedad.
ostentosa de Polyanna, sirio al contento cubos del costado, y nos mostró cer.
Cuando nuestro maíz estuvo cocido, puro, íntimo y sociable que se experi tenares de ellos que hormigueaban Jim le llevó cuatro grandes mazorcas, menta al aire libre, y del cual dice John. dentro.
doradas y calientes, con un poco de Másefield. Mi pesca de hoy. dijo. Pri.
mero se cogen; después se limpian; Aceptó el obsequio con placer, pero manteca, y nuestros cumplimientos.
Los días que nos hacen dichosos nos hacen sabios. luego se cuecen en salmuera con cás.
cou cierta cortedad que nos hizo com.
caras de naranja, y se dejan eufriar.
prender que no estaba acostumbrado Los días que hicieron feliz al viejo En seguida se venden en las fondas de a recibirlos. En seguida se sentó al caballero en su juventud lo hacían bon.
lado de su fuego a comer maíz y candadoso para con los extranjeros en su grejos, mientras nosotros, sentados al anciapidad.
lado del nuestro, comíamos cangrejos La salvación por la fe y la salvación por las obras son tan antiguas como el Así se titula el reciente libro de poesías de y maíz, Entre tauto iba obscureciendo, y gradualmente perdimos de vista al Bhagavadgita; pero la salvación por la LUIS CARLOS LOPEZ hechicero, oculto por la ligera niebla alegría, cuya necesidad se dejaba ya Tenemos para la venta 12 ejemplares. ribereña. Parecía que, mezclando el sentir por el mismo tiempo, es cosa Su precio: 66 00.
hubo de su hoguera con el vapor que nueva quizá para algunos graves filóAdmor. del REPERTORIO se escapaba del caldero, hubiera levan.
sofos, aunque los poetas la hayau com.
prendido. Jini y yo hemos eucontrado persovas a quienes po atraſa la salva.
ción por la fe ni por las obras, pero que Nuestro café procede quizá la habríau aceptado por el contento. Una de ellas era cierto pescador de las más afamadas que tuvimos oportunidad de conocer.
Le descubrinios a orillas del Willa.
fincas de la meseta cenmette Slough, extensión de agua tan indolente como un espíritu aprisio.
nado. Hablamos pasado todo el día tral y tostamos soladeslizándonos lentadiente sobre su FABRICANTES. IMPORTADORES superficie, eu dirección al gran Coluni.
bia. eso de las cinco empezamos a examinar la orilla buscando un sitio COMERCIO NACIONAL: CLASES.
donde acampar, hasta que al cabo des1 POR EL ATAJO productos Merca CAO MOLIDO CAPE TOSTADOS CHOCO IC DE MAR mente las MEJORES Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica