388 Repertorio Americano como tiguar que el agricultor inglés es tan afelpadas orejitas. En seguida, el la Nos aconsejaron que no lo hiciéramos; hospitalario como el de los Estados brador volvió a interparlos cuidadosa. pero el tiempo estaba muy caluroso, y Unidos, lo cual es bastante decir. En mente en su nido subterráneo. No rehusamos atender sus consejos. Día cierta ocasión levantamos ntiestra tien estarían allí mucho tiempo, dijo. Pron. tras día nos lanzábamos a nadar en el da en la granja de un inglés de voz. to los descubrirían los cazadores fur río, y no nos envenenamos. Al cabo, tan suave y pastosa como la espesa tivos.
cierto día muy cálido, los hombres se crema, y cabellos tan rubios como los Su mujer cogió para nosotros un arriesgaron a hacer la prueba. Eodoreflejos del sol en las ondulantes espi puñado de sencillas flores silvestres y saron sus trajes de baño, se metieron gas de un campo de trigo maduro. El un manojo de esbeltas centinodias que, en el agua, y salieron con mejor cara.
y su esposa pertenecían al Salvation según nos dijo, se conservarían fres. Ninguno, que sepamos, se había en.
Army, y sostenían escasas relaciones cas durante todo el invierno. Y, de venenado. Supongo que nosotros rom.
con los aldeanos conformistas de los regreso a la tienda, entró a su casita pimos el maleficio.
alrededores. Eran tan piadosos y volvió trayéndonos un rollo de relu. Uno de estos pescadores, viejo muy el padre Eneas; y se mostraron extre. ciepte manteca toa ancha loja versado en las tradiciones de la selva, madamente benévolos para con noso. verde. Cuando nos sentamos a cenar y que había cazado en sus tiempos tros durante dos largos días de lluvia aquella poche sobre el césped, frente muchos osos y renos, estaba dotado, a en que nos vimos obligados a perma. la apetitosa manteca y nuestra dorada su manera, de tacto tan exquisito necer en la tienda por un desperfecto hogaza, pensamos que la expresión como el héroe de Hundred Collars del motor. La primera noche que mejor de gratitud consiste en hacerse (Un centenar de cuellos. por Robert acampamos allí vinieron a vernos dignos del obsequio. Dormimos una Frost. Se supone que el tacto es vir mientras yo me ocupaba en disponer noche más en aquel prado del Somer tud. o vicio. de los letrados; pero la cena.
este individuo era un ejemplo de que El labrador era hombre de pocas patambién lo poseen inpato las gentes labras, lo cual era una lástima, pues sin educación.
con su voz habría podido ser un bardo. EL CONVIVIO Sabía que Jim estaba ansioso por La poesía lírica habría adquirido ento.
pescar salmón y que hasta entonces naciones deleitosas en sus labios. Pero no había sido afortunado, a pesar de ULTIMAS EDICIONES se contentaba con decir: Oh, sío; y que había muchos en el río. No era con esto expresaba muchas cosas. Con Magallanes Moure: Florilegio.
posible descubrirlos desde la orilla a una ligera inflexión lo convertía en Con prólogo de Pedro Prado. 134 causa de los movedizos reflejos de las pregunta, en exclamación o en resondulaciones del agua; pero encara.
puesta. Podía explicar el universo páginas en octavo dos grabamándonos a los árboles y mirando el entero con estas silabas, y apenas ne.
dos. 50 in in fondo del río se divisaban largas mancesitaba de la mímica.
Isaías Gamboa: Flores de Otoño y chas de gris plateado sobre la suave Su mujer, que al instante me llamó otras poesías. 184 páginas en ocarena del cauce. querida mías, era madre solícita de tavo y dos grabados. 75 on in.
Una mañana el viejo pescador tomo media docena de chiquillos. Vivían en su viejo bote, se armó de su vieja caña una pequeña habitación, compuesta de de pescar y de la rueda nuevecita de. cuatro paredes bajas que encerraban EN PRENSA: Jim, y se instaló por varias horas, cañia tina inmensa chimenea, y situada en Juana de Ibarbourou: El Cántaro fresco.
en mano, en un tranquilo remanso.
un reducido patio con una cerca que Oscar Wilde: De Profundis.
De repente, luna sacudida! El viejo le separaba del prado. En el interior comenzó a maniobrar con el pescado, crecían en abundancia rosas y malvas, fingiendo que lo hacía con dificultad.
entremezcladas con guisantes y berzas.
Sabía que Jim estaba observándole Afuera, donde habíamos levantado set, y a la mañana siguiente empren. desde la orilla. Hizo sefias como pi.
Duestro campamento, extendíase abier dimos de nuevo el viaje. La buena diendo ayuda; y mientras sacudía a su ta dehesa de una hermosa vaca, sana madre nos despidió con estas palabras: presa hacia adelante, hacia atrás, y en y lustrosa, con un becerrillo manchado No dejen de avisarnos si vuelven redondo, Jim, respondiendo a su lla, de extravagante colores. En una char otra vez por este lado, para que mi mada, saltó en nuestra canoa, avanzó ca del prado se criaban salamandras; y marido los atienda.
hasta más arriba de donde se encon.
los granjeros, que las creían venenosas, el marido, de pie junto a la puer traba el pescador; dejó de remar y se mostraban estupefactos de ver que ta, añadió. Oh, sí.
permitió que la canoa siguiera con la Jim, que entiende algo de biologia, Era placentero saber que habíamos corriente hacia el bote de él. Pasó en las tomaba descuidadamente entre sus sido huéspedes agradables, y nos com seguida a la embarcación del viejo, marios placía también el haber librado a la impulsando la canoa hacia la derecha, Cuando supieron que nos interesa familia del temor de las salamandras. donde sabía que quedaría sujeta por ban los seres silvestres, nos llevaron a Muchas veces hemos observado ideas un botalón de madera, y se puso a recorrer su esmeraldino prado y ense. que rayan en superstición acerca de remar, dirigiendo el bote a la playa.
farnos la cosa más linda y preciosa de las cosas popzociosas, no habiendo Cuando saltaron al río con el agua que tenían noticia, tesoro de teso. razón alguna que pueda justificarlas. hasta los muslos, el salmón se debatía ros, por el momento. En un declive Cuando estuvimos de excursión en aún, azotando y revolviendo a su paso cubierto de hierba se arrodilló el labra el Canadá cierto verado, nos dijeron las venenosasi aguas del río.
dor y metió el brazo en un agujero. que hacía dafios bañarse en uno de. Puede usted engancharlo? pre.
que jamás habríamos sospechado que aquellos ríos, porque las aguan eran guntó el viejo a Jim, mientras comen.
existiera. Con aire de placer conte. venenosas. Este río estaba alimen zaba hacer funcionar la rueda.
pido extrajo un conejito silvestre, tado por fuentes y arroyuelos; salmo Probablemente había pescado ceptena.
luego otro y otro, hasta que cada uno nes y truchas, que no vivirfas en res de. salmones en su vida, pero de los chicos tuvo entre los brazos un aguas contaminadas, encontrábanse pretendía necesitar auxilio.
asustado, sedoso y agazapado anima. allí en abundancia; y, sin embargo. Ensayaré. dijo Jim, con gran lito. Les pasamos revista a todos, aca los pescadores se abstenían de tomar excitación, aunque nunca lo he hecho riciando suavemente las obscuras y un bafio por temor de envenenarse. en mi vida.