Full 372 Repertorio Americano Yona se estremece. Al través de las poco más aprisa. este paso no lle iPalabra de honor!
pestañas cubiertas de nieve ve a un garemos nunca. Dale algún latigazo. Oh, tu honor! No daría por él ni militar con impermeable.
al caballo!
un céntimo. Oyes. Viborgskaya. Estás Yona estira de nuevo el cuello como Yopa, deseoso de entablar converdormido?
un cisne, se levanta un poco, y de un sación, vuelve la cabeza, y, enseñando Yona le da un latigazo al caballo, modo torpe, pesado, agita el látigo. los dientes, ríe atipladamente.
que se sacude la nieve del lomo. El Se vuelve repetidas veces hacia su iJi, ji, ji. Qué buen humor!
militar toma asiento en el trineo. cliente, deseoso de seguir la conver. Vamos, vejestorio! grita enojaEl cochero arrea al caballo, estira el sación; pero el otro ha cerrado los ojos do el chepudo. Quieres ir más a cuello como un cisne y agita el látigo. y no parece dispuesto a escucharle. prisa o no? Dale de firme al gandul de El caballo también estira el cuello, Por fin, llegan a Viborgskaya, El tu caballo. Qué diablo!
levanta las patas, y, sin apresurarse, cochero se detiene ante la casa indi Yopa agita su látigo, agita las mase pone en marcha.
cada; el cliente se apea. Yona vuelve nos, agita todo el cuerpo. pesar de iTen cuidado! grita otro cochero a quedarse solo con su caballo. Se todo, está contento; no está solo. Le invisible, con cólera. Nos vas a estaciona ante una taberna y espera, riñen, le insultan; pero, al menos, atropellar, imbécil. la derecha! sentado en el pescante, encorvado, oye voces humanas. Los jóvenes gri. Vaya un cochero. dice el mili inmóvil. De nuevo la nieve cubre su tan, juran, hablan de mujeres. En un tar. la derecha!
cuerpo y envuelve en un blanco cenmomento que se le antoja oportuno, Siguen oyéndose los juramentos del dal caballo y trineo.
Yopa se vuelve de nuevo hacia los cochero invisible. Un transeunte que Una hora, dos. Nadie. Ni un clientes y dice; tropieza con el caballo de Yona gruõe cliente. yo, señores, acabo de perder a amenazador. Yona, confuso, avergon. Mas he aquí que Yona torna a estre mi hijo. Murió la semana pasada.
zado, descarga algunos latigazos sobre mecerse: ve detenerse ante él a tres. iTodos nos hemos de morir! el lomo del caballo. Parece aturdido, jóvenes. Dos son altos, delgados; el contesta el chepudo. Pero quieres atontado, y mira alrededor como si tercero, bajo y chepudo.
ir más aprisa. Esto es insoportable!
acabase de despertarse de un sueño iCochero, llévanos al puesto de Prefiero ir a pie.
profundo.
policía. Veinte copecs por los tres. Si quieres que vaya más aprisa iSe diría que todo el mundo ha Yona coge las riendas, se endereza. dale un sopapo le aconseja uno de organizado una conspiración contra Veinte copecs es demasiado poco; sus camaradas.
ti dice con tono irónico el militarpero, no obstante, acepta; lo que a él. Oyes; viejo estafermo? grita el Todos procuran fastidiarte, meterse le importa es tener clientes.
chepudo. Te la vas a ganar si esto entre las patas de tu caballo. iUna Los tres jóvenes, tropezando y ju. continta.
verdadera conspiración!
rando, se acercan al trineo. Como sólo Y, hablando así, le da un puñetazo Yona vuelve la cabeza y abre la hay dos asientos, discuten largamente en la espalda.
boca. Se ve que quiere decir algo; pero cuál de los tres ha de ir de pie. Por fin iJi, ji, ji! ríe, sin gana, Yong. sus labios están como paralizados, y se decide que vaya de pie el jorobado. Dios les conserve el buen humor, no puede pronunciar una palabra. iBueno; en marcha! le grita el señores!
El cliente advierte sus esfuerzos y jorobado a Yona, colocándose a su Cochero, ieres casado? pregunta pregunta: espalda. iQué gorro llevas, mucha uno de los clientes. Qué hay?
cho! Me apuesto cualquier cosa a que. Yo? iJi, ji, ji. Qué señores más Yona hace un nuevo esfuerzo y con en toda la capital no se puede encon alegres! No, no tengo a nadie. Sólo testa con voz ahogada: trar un gorro más feo.
me espera la sepultura. Mi hijo ha Ya ve usted, señor. He perdido. El señor está de buen humor! muerto; pero a mí la muerte no me a mi hijo. Murió la semana pasada.
dice Yona con risa forzada. Mi go quiere. Se ha equivocado, y en lugar. De veras. de qué murió? rro.
de cargar conmigo ha cargado con mi Yona, alentado por esta pregunta. Bueno, bueno! Arrea un poco a hijo.
se vuelve aún más hacia el cliente y tu caballo. este paso no llegaremos vuelve de puevo la cabeza para dice: nunca. Si po andas más aprisa te ad. contar cómo ha muerto su hijo; pero No lo sé. De una de tantas en.
ministraré unos cuantos sopapos. en este momento el chepudo, lanzando fermedades. Ha estado tres meses en Me duele la cabeza dice uno de un suspiro de satisfacción, exclama: el hospital y a la postre. Dios que lo los jóvenes. Ayer, yo y Vaska nos. Por fin, hemos llegado!
ha querido.
bebimos en casa de Dukwasov cuatro Yona recibe los veinte copecs con ¡A la derecha! oyóse de nuevo botellas de caña.
venidos y los clientes se apean. Les gritar furiosamente. Parece que. Eso no es verdad. responde el sigue con los ojos hasta que desapa.
estás ciego, imbécil!
otro. Eres un embustero, amigo, y portal. iA ver. dice el militar.
Ve un sabes que nadie te cree.
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