324 Repertorio Americano LA PATA DE LA RAPOSA LA pata de la raposar: así se llama dente dentro de un mundo perecedero, se ponían en un ridículo cós.
mico. El de los guisantes y el de los POR MIGUEL DE UNAMUNO garbanzos, no; no perseguían fina.
lidad alguna, sino que cultivaban la destreza por la destreza, desdeñando se ajuste tan bien o mejor a su título, usarla en altos empleos. Alejandro esta nueva e intensa novela de y ésta es una entre tantas excelencias y Carlos creyeron triuofar de la Ramón Pérez de Ayala, que acaba de como atesora este libro.
muerte pasando a la historia. iMen.
publicar la BIBLIOTECA RENACIMIEN Eso de la idea de la muerte parece guada historia la que tiene por To. Quiere ser continuación de aquella perseguirle a Pérez de Ayala, que es fuerza limitado y fatal cómputo de otra del mismo autor, titulada «A. un buen español educado por jesuitas. páginas! Pero el de los guisantes y La vida en los colegios de En el capítulo VI hay dos páginas el de los garbanzos sí que triunfa.
jesuitas. que tuvo un justo éxito muy hondas. en una de ellas dice: ros de la muerte porque triunfaron literario, pero otro mucho mayor, y, en la vida misma, comprendiendo no sé si tan justo o menos o más, de a Los filósofos griegos llamaban a muy cuerdamente que no morir es escándalo.
la muerte causa fundamental de toda ignorar el mañana, es exaltar todas ¿Por qué se titula como se titula filosofía. Nuestra vida, en el mo las facultades y ponerlas en el preesta nueva y tan intensa novela de mento de nacer, es como una caja sente eterno de un esparcimiento Pérez de Ayala? Tras del título trae, vacía, cuyas paredes son de dia. arbitrario y sin propósito final. Dena modo de lema, este techo de Musset mante negro. Las paredes son la tro de un universo infinito comque traduzco: muerte. Nuestra vida está limitada puesto de seres y cosas finitas, la de muerte por todas partes. Con única forma de inteligencia activa «En el caso de que nadie las tome qué. hemos de llenar la caja? He es el obrar conscientemente sin en cuenta, habré sacado este fruto aquí el verdadero problema moral. finalidad. de mis palabras y es de haberme luego siguen cinco deliciosas curado mejor y como la raposa cogi. poesías. No veis en este pasaje tan preciso da en el cepo habré roído mi pata la intima relación que media entre la cautiva. Pero tanto o más que la idea de la preocupación de la muerte, el amorir muerte le persigue a Alberto, el prota. habemos. y el sentimiento del ridículo en el capítulo XIII Tita Anasta. gonista de esta novela, el educando de cósmico. Pero él, Alberto, el protasia al ver a Fina y Alberto platicando los jesuitas, la idea del propio ridículo. gonista de esta novela y de aquella en estrecha concordia, después de ha. Un buen español! Este es un don otra en que nos contó Pérez de Ayala ber ella perdonado las ingratitudes y Quijote íntimo y redivivo, un don la vida en los colegios de jesuitas, se desdenes de su novio, se acerca a la Quijote consciente de su propia comi. contenta con esa solución estética? No, pareja y dice: cidad y que el sentirse cómico le inca. no se contenta con ella; es demasiado pacita para la acción.
buen español para contentarse con eso. Cuañdo la raposa cae en el cepo, Hay en la novela tres otras páginas eso que en España tenemos las dos, dicen que se roe la pata hasta que admirables en que, Alberto discurre soluciones: la estética, cuya fórmula la troncha, y huye con las tres como aquellos dos hombres, que el es ala cuestión es pasar el rato, o bien uno ante Alejandro Magoo arrojaba a ase vive. y es la de aquellos que hacen distancia guisantes sobre una aguja y tiempo para matarlo, y la otra, la luego los espetaba todas las veces sin errar religiosa.
golpe, y el otro ante el emperador Aquel terrible danés de que tantas «por la noche, a solas en su estan. Carlos metía garbanzos desde lejos veces os he hablado, y de que tantas cia, Alberto rumiaba la frase de Tita por un cántaro de boca aogosta, eran otras aun os tendré que hablar, KierAnastasia. La idea de la muerte es superiores a los dos emperadores que kegaard, decía que hay la ilusión de el cepo; el espíritu, la raposa, o sea mandaron darle al uno una mata de antes del conocimiento y es la poesía, virtud astuta con que burlar las ce guisantes y al otro dos hanegas de gar y la ilusión de después del conociladas de la fatalidad, Cogidos en elbaszos.
miento y es la religión.
cepo, hombres débiles y pueblos dé.
Es fácil que algún lector de ese país biles yacen por tierra; imaginando.«Me parece. dice Alberto. que nuevo, de gentes nuevas, donde según cobardemente que una mano bonda tanto Alejandro como Carlos peca Salaverría apenas se ve viejos por las dosa y providente los ha puesto allí ron de estolidez supina. la larga calles, al leer lo de los espíritus recios por retenerlos y conducirlos a nueva (una larga que siempre, era muy y los pueblos fuertes que no se dejan y más venturosa existencia. Los corta) la propia importancia tiene coger en el cepo de la idea de la muerte espíritus recios y los pueblos fuertes conquistar el mundo antiguo, como y desentrañar la desmesurada belleza reciben en el peligro clarovidente hizo Alejandro, o imponer el papis. de la vida, se haya sentido balagado y estupor, desentrañan de pronto la mo al antiguo y al nuevo como pre. acaso sobre hombre, especialmente si desmesurada belleza de la vida y tendio Carlos, que clavar guisantes es que ha leído, como puede muy bien renunciando para siempre a la agi en una aguja o meter garbanzos en ser, a Nietzsche. Pero que no se forje lidad y locura primeras, salen del un cántaro. Con una diferencia en demasiadas ilusiones. Hay pueblos, así cepo con los músculos tensos para disfavor de entrambos soberanos, y como hombres, que han dejado de la acción, y con las fuerzas motrices es que sus empresas fueron ridícu. pensar en la muerte, y hay otros, del alma centuplicadas en ímpetu, las; porque el ridículo no es otra individuos como pueblos, que no han potencia y eficacia. cosa que un desacuerdo entre el pensado aún en ella. Pero llegarán a esfuerzo y el resultado, entre lo que eso. Hay quienes no han salido del Tal es por lo menos la moraleja que piensa que se va a hacer o se cree período estético y otros que llegaron el autor mismo, Pérez de Ayala, saca que se está haciendo y lo que real al religioso. Lo terrible, lo trágico, es al cuento de su novela. Tal vez un mente se hace. Alejandro y Carlos, el de los que salieron del uno sin halector desprevenido le saque otra que persiguiendo una finalidad trascen. ber llegado al otro, perdieron la ilusión sanas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica