: Repertorio Americano 603283 José Martí, poeta lo tiende, muerto, por tierra.
El rayo reluce: zumba: el viento por el cortijo: el padre recoge al bijo, y se lo lleva a la tumba. Déanse los números 17 y 18. III pasan las chupas rojas, Es de una concisión, de un vigor, pasan los tules de fuego, como delante de un ciego de una potencia poética en verdad HA ABLA de su paje. torna entonpasan volando las hojas.
admirables. El idioma se flexibiliza en ces la apariencia de balada del la facilidad expresiva. Era aquel un porte. El paje es fiel, lo cuida, le gru Mas, de pronto, vendrá la idea fija lírico natural, y si su prosa contiene se, le limpia su corona de laurel. Ese en su mente, la idea del combate por muy a menudo versos, por sus versos paje no come, no duerme, se acurruca la patria, y algo como el presenti corren cristalinas y fluyentes linfas de a verle trabajar y sollozar. Le ofrece miento que su ánima profética tenía prosa armoniosa. por todo, un estreuna taza de ceniza. Se sienta junto de un heroico fin futuro.
mecedor aliento romántico que anima, a su cama, y si escribe, el paje derra.
Yo quiero salir del mundo doblemente lo real de la visión o del ma sangre en la escribanía. Se evoca por la puerta natural: recuerdo. Así cuando rememora esceel lápiz de Durero.
en un carro de hojas verdes nas de los tiempos de la esclavitud, él, a morir me han de llevar.
Mi paje, hombre de respeto, que amó tanto a los pobres y brayos No me pongan en lo obscuro al andar castañetea: a morir como un traidor: negros, dulces en la paz de los inge.
hiela mi paje, y chispea: yo soy bueno, y como bueno pios y terribles en los entreveros de mi paje es un esqueleto.
moriré de cara al Sol!
las maniguas. Pues en verdad, los mal Hay antitesis huguescas. Va el poeta pagados, iay! por la fatalidad de su rima de tres pintores, uno que raza hicieron patria con su sangre, remando por un bello lago, acon el sol sale a pintar «sobre la tela del viento tanto o más que los libertadores blanque era oro puro y en el alma más yla espuma del olvidov, otro «puesto cos. Patria. esa es, sobre todo, la de un solo; de pronto, ve ante sí, en a pintarle las flores a una corbeta idea obsesora de Martí. Una patria el bote en que rema, un hediondo pez mercantes y otro que mira al pintar que él soñaba en absoluto libre, y por muerto. Burila viñetas preciosas. El ael agua ronca del mar. con un entra. la cual temía las invasiones de un paseo de un viejo y una niña rubia le ñable amor. luego es un clamor, dan motivo para exquisitas redondiamo nuevo. a su hijo, niño, habla otra vez profético, realizado ya en la de la patria: llas. unas galanas gallardías como memoria de sus conciudadanos entre ésta: los cuales los hay olvidadizos y en Para modelo de un dios Vino el médico amarillo a darme su medicina, sus mionumentos, en su isla, si no digel pintor lo envió a pedir:con una mano cetrina nos de él, al menos señales de su ipara eso no. para ir, Patria, a servirte los dos!
y la otra mano al bolsillo: recuerdo ante las generaciones quizás Bien estará en la pintura ¡Yo tengo allá en un rincón más justas que vendrán: un médico que no manca el hijo que amo y bendigo:imejor en la ceja oscura con una mano muy blanca Yo pienso, cuando me alegro cara a cara al enemigo!
y otra mano al corazón!
como un escolar sencillo, Es rubio, es fuerte, es garzon en el canario amarillo, Viene, de blusa y casquete, de nobleza natural: que tiene el ojo tan negro!
el grave del repostero. hijo, por la luz natal!
Yo quiero cuando me muera, a preguntarme si quiero ¡Hijo, por el pabellón!
sin patria, pero sin amo, o Málaga o Pajarete: Vamos, pues, hijo viril: tener en mi losa un ramo vamos los dos: si yo muero. Díganle a la repostera de flores. y una bandera!
me besas: Si tu. iprefiero que ba tanto tiempo no lie visto, verte muerto a verte mil!
que me tenga un beso listo ál entrar la primavera!
Los tiene. patria también. y el amo, que él temía, a las puertas.
Visión de una iglesia, en la noche, Esto es fino y sano y trasciende a Canta el placer hondo de hacer el bien.
iglesia que tiene la forma de un rosas frescas. Así había de esos trozos Pinta escenas de matanza por los ahebuho. Visiones de amor fatal y defloridos y llenos de sol puro en el alma rrojadores. conmueve cuando dice sastroso. Amarguras y penas. wiPe.
de Martí. Versos que pintan una pareja de la madre desolada y valiente que le nas. Quién osa decir que tengo yo amorosa. Aparece una Eva, a quien va a buscar en la trágica noche: penas. La esclavitud de los hom.
pinta con hermosura y viste de mara.
bres es la gran pena del mundo!
villa. Ella anima la naturaleza y pone Llama una mano a la puerta Llantos de apóstol. Blande la estrofa.
resplandor en todo.
en lo negro de la noche.
No liay bala que no taladre a Tengo mis versos, que son was ¡Arpa soy, salterio soy el portón: y la mujer fuertes que tu puñallo De carne se donde vibra el Universo: que llama, me ha dado el ser: puede hacer una flor, un cielo, un vengo del sol, y al sol voy: me viene a buscar mi madre, niño; pero también el alacrán, el gusoy el amor: soy el verso! la boca de la muerte, los valientes habaneros sano, la lechuza. Y, como siempre, lindos versos, más lindos versos, se quitaron los sombreros el peor martirizador, la mujer. Decir por dos alfileres de Eva; o por un ins.
ante la matrona fuerte.
mal del tirano, del error. De la tante de celos; o por el desencanto y después que nos besamos mujer?
creencia en el engaño femenino; como dos locos, me dijo. Vamos pronto, vamos, bijo: porque la ve en un salón de pintura. Pues puede ser la niña está sola: vamos. Acuarelas brillantes y rápidas: que mueras de su mordida; pero no empañes tu vida Estoy en el baile extraño vuelve el eco de balada. Un hijo, diciendo mal de mujer!
de polaina y casaquín cuyo padre ha muerto por la libertad, que dan, del año hacia el fin, sirve de soldado a los invasores. Pasa Y, con todo, bien sabía él de Dalila los cazadores del año, cerca de la tumba fraternal, y y de Onfalia. Era generoso de contiUna duquesa violeta va con un frac colorado: El padre, un bravo en la guerra, nuo. La amistad, para él, cosa sagramarca un vizconde pintado envuelto en su pabellón da. piensa en la tumba de su padre, el tiempo en la pandereta.
Sizase: y de un bofeton escribe de tanto en tanto concrecio. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica