(...)Prólogo y traducción de José Carner.(...)
(...)Mueblería EL HOGAR, Situada 200 vrs. al Este de la Iglesia del Carmen.
Apartado 1384 Teléfono 3339(...)

(...)La concisión de estas páginas dramáticas es superior a la concisión tan alabada del autor de Carmen.(...)

(...)Vilchis Baz, Carmen. Mujeres de barro, 93. El error de amar. 111. Patria, 142.(...)

(...)Lucila del Carmen, por Augusto Arias. Con el gran educador don José de la Luz y Caballero.(...)

(...)Luis Alberto Cabrales y José Coronel Urtecho Carmen Conde Montaigne entre sus libros página Por RICARDO(...)

(...)La Industria del callen Ansérica. Colombis econsmica. Por ANTONIO JOSÉ RESTREPO.(...)
(...)Envios de Carmen Brannon)
EL CONVIVIO La tarde se desliace cu nevada de rosas.(...)

(...)De la amistad con la baildmento su dulce lira.
rina surgieron unos amores Como una reacción a la tristes(...)

(...)recogió en sus versos elegiacos esas voces múltiples, las mismas que habían dejado sus sonoridades en la lira(...)
(...)figura del estudiante que hace versos, la del muchacho que, tras de investigar los misterios de la carne(...)

(...)Toma la lira y el plectro, ven a cantar los melancólicos versos, esos que llegan al alma, esos que cantan(...)

(...)El corazón doliente de mi lira está enfermo de un dulce apetecer, quiere, para encenderse como pira unas(...)

(...)Receptáculos de sutil espíritu ganado por esa sobre vida que se llalos tonos menores de la ma sensibilidad.
lira(...)

(...)María Borrero, Juana de Ibarbourou, CarRegocijene «El Mercurio» de que el men Lira, Gabriela Mistral,(...)

(...)Arbol, lira en verdores de las trovas del viento, isla de primavera donde se engendra el trino.(...)

(...)alma y acaricia, Haya mofa el estulto, rift el necio, Señora, o vocifere porque salude to blasón la lira(...)

(...)Son murciélagos fríos en el techo del hombre, son pedazos de aire como carne dormida en un garfio de(...)
(...)Serán tal vez recuerdos de algún germen perdido en un vientre de nadie. en los hondos aleros donde cuelgan(...)
(...)México, Una estaca de luz, enferma lira y lagunas de sol y todavía.(...)
(...)Con carne de rocas y montañas las nubes acarician su deseo y preso cual eterno Prometeo algo inmenso(...)

(...)acaricia, y se refleja en el oro de las hojas, calla, silencioso, en las hojas que se desprenden y caen(...)
(...)con rumor de alas. veces semejan bandadas de pájaros y corren luego con pasos menudos, presurosos sobre(...)
(...)Otras, alas sueltas, sin rumbo, solas, despaciosas, caen y quedan sin movimiento, amarillas, rojas en(...)
(...)Lira, pasión, alma, corazón convierte tu deseo en sinfonia, en fulgente, viviente verso.(...)

(...)eternales va este himno justiciero cual llevado por el viento, No ha concluido: con las notas de una lira(...)

(...)me deja estupefacta.
y me avergüenza el lote de la humana miseria domino la pauta que armoniza en mi lira(...)

(...)Carmelo Almela desde la huerta valenciana. Oh soledad callada!
Nadie habla a mi corazón.(...)
(...)Una lira inmorta. pensó Gautier necesitaran. Oh música sonora. Oh soledad poblada!
Todos me dicen.(...)

(...)la lira del mexicano Díaz Mirón al modular estas alabanzas, de fervores hímni cos, desgranaba chorros(...)

(...)EN LA CARCEL DE OMOA: totalidad, de elementos afectos al régimen im 63 Juan Callejas perante.
64 Humberto(...)
(...)EN LA CARCEL DE SAN PEDRO SULA Tata bastante deficiente de las personas que 70 20 Francisco Lanza Vilchez(...)
(...)Carlos Cruz Lara de reos de Estado, y que, con todo y sus defi72 Presentación Zepeda Urbina 119 Liedo(...)
(...)Constant no Garay.
78 Francisco Bográn CON LA CIUDAD POR CARCEL.(...)

(...)Sones de la lira de Humberto TEJERA. Sacados del libro Aire de Sierras.(...)

(...)desde aquel entonces su red, como la lira de Arión privilegiado, atraía a los peces.(...)

(...)Capdevila Para Revenar No para Max Jménez Yolanda Oreamano De homenaje salvadoreño a Ambrogi Claudia Lara(...)
(...)Como asi cuada de enjuiciar criticamente al difundió el crimen horrendo por go una carta del profesor(...)

(...)hacerse presentes, conservando la armonía de tal manera que no sabemos a qué hora pasamos del oro al carmín(...)
(...), del carmín al violeta. salimos de este baño anímico como del jardín o del remanso, como de la alegría(...)