184 REPERTORIO AMERICANO Dos novelas de Máximo Soto Hall cer un ch L terininar el siglo recién paa los fueros superiores del espísado, es decir, en 1899, pu. ritu; sea como fuere, hay una blicó aquí, en San José de Costa cualidad muy valiosa en la raíz Rica, Máximo Soto Hall, que conde ese afán, un poco bahuno, al vivía con nosotros hacía ya alEl Problema. Soto Hall. Casa Editorial: Maria de Lines. Imprenta y Libreria parecer, que, ante todo, impele gún tiempo, una novela de cortas Española. Sun José de Costa Rica, 1899. el ingenio del hombre hacia la dimensiones en que, como resulconquista de las cosas materiatado de nobles inquietudes, se les; a esa cualidad debe el yanmanifestaba el escritor sesudo, qui su condición de pueblo sano título nuevo y de valiosa supoy robusto y, como consecuencia, sición en quien, sobre esto, ya su aptitud para llevar a cabo se gallardeaba en el mundo liobras cuya realización exige el terario con la aureola de poeta; empleo inteligente de las fuerdespués de todo, bajo los arcos zas físicas, en las que, como natriunfales de la poesía suelen hadie ignora, reside, además, el su aparición victoriosa en germen de superiores virtudes.
ese mundo los escritores de casAdonde quiera que vaya, el desta. En El problema. este nomcendiente de los viejos puritanos bre tiene la obra a que me relleva la loable preocupación simfiero. Soto Hall hace aparecer a plista que lo induce a sanear, nuestros ojos, en viviente siempre por métodos. concienzucuadro, la visión babilónica de dos, los parajes agrestes en donde lo que el canal de Nicaragua se propone ejercer las poderosas sería unos treinta años después facultades de acaparamiento que de construído. El canal de Nien él hasta la exacerbación escaragua, cuya apertura parecía timula el insano, el implacable inminente por aquel entonces, apetito de oro. y qué. después es decir, hacia la época en que de todo, constituye obligación El problema era editado en esta imperiosa, mejor dicho, primaria, ciudad por la Librería Española, depurar la naturaleza de los no llegó al fin a construirse; pero elementos patógenos que en no por ese accidente, que desella existen en constante acecentraba el episodio de su escecho contra la vida del homnario, la novela disminuyó cosa bre; en ese generoso empeño el alguna en mérito o en alcance. yanqui ha triunfado, mal que Al leer hoy sus descripciones nos pese, y en ese triunfo radica nos encontramos, sin que para parte no pequeña de su temible ello se le imponga esfuerzo alcapacidad dominadora; otro legiguno a la imaginación, tout naMaximo Soto Jall timo reclamo de la fisiología hace turellement, diríamos, ante la zona Visto por Noé Solano. que este hombre se esmere en por entre cuyas poéticas márreunir bajo su techo las comogenes el canal de Roosevelt exdidades rutinarias, aunque un tiende sus anillos constrictores con len tre Dios y los hombres; una Venecia tanto señoriles, que en buena ley demanda titud de boa aperezada por el fuego del moderna, con una sola calle anchísima, un ponderado confort, por su eficiencia Trópico, o, más bien, según me doy ma limitada por dos grandes océanos. en bien de la salud; de buen talante reliciosamente a pensar, por lo segura que ¿Por qué se armoniza tan cabalmente conozcamos también, como es justo, que en sus dominios parece sentirse. Voy a lo que Soto Hall. fantasea y describe en en ese plausible celo hay una tendencia insertar aquí un bello trozo de El Pro 1898, dándole por teatro la faja de te a la dignificación de lo que en nosotros blema. el que corresponde a la primera rritorio a lo largo de la cual parecía primariamente corresponde a la econopágina; dígame quien lo lea, en el su próximo a abrirse entonces el canal, mía animal y que, gracias a tales copuesto necesario de que alguna vez ha con lo que hoy, ahí al lado, pero en natos de dignificación, el materialismo recorrido la ruta maravillosa por donde otra parte y años después, se ofrece a de la raza se enuoblece no poco. Obzigzaguea el canal, si esta descripción nuestra vista como la realización mila servemos, además, el gusto nada artifino traduce, en unos pocos trazos, como grosa de un sueño. Es sencillamente cioso que el norteamericano tiene por lo quiere un simple rasguño, el paisaje porque, al escribir su novela, allá por las flores, a las cuales acude siempre íntegro de la vía urbanizada, tal como el año 98, Soto Hall conocía, tan bien solícito para embellecer su morada, que hoy se muestra a la mirada del mundo como hoy, según lo vemos en La Som se acurruca entre bien cuidados vergeatónito. El trozo a que antes me referí bra de la Casa Blanca, su novela re les allí donde se ofrece algún espacio es éste: ciente, de que voy a hablar, la psicología a las manifestaciones de la intuición ar«El gran vapor se deslizaba majes del pueblo norteainericano. No obstante tística; en ese ingenuo arregosto se trastuoso por las dormidas aguas del canal. ser un producto híbrido, en que se con luce indudablemente un nuevo y más una y otra margen, reflejando sus fa funden, hasta formar un todo compacto. alto sentido de la belleza. Soto Hall cochadas sobre la turbia linfa, quintas las razas más antagónicas, como en un nocía perfectamente esos aspectos de la circundadas de altas verjas de hierro, gigantesco y poderoso crisol, el pueblo psicologia en que se informa el carácdonde culebreaban, llovidas de flores, las norteamericano tiene una concepción de ter del hombre norteamericano y pudo tupidas madreselvas, dejando apenas ver, la vida que es en él distintivo de su así describir con cabal exactitud en 1898 entre su verde tamiz, el blanco manchón personalidad étnica; todo en este pueblo lo que algunos años después sería la de las escaleras de mármol que se iban joven, y, en muchos casos, primitivo, se zona canalera: el canal requería marco estrechando al subir como una ola es realiza conforme a las determinantes de digno de su grandiosidad a ese efecto puinante; oficinas con sus amplias ven esa concepción, que, ciertamente, no pe debía contribuir la potente civilización tanas y sus piezas inundadas de luz, ca de complicada. No podría, sin em utilitaria de los Estados Unidos con lo fábricas severas, claustrales, cortando el bargo, decirse con verdad que en la ci que en ella hay, sin embargo, do ameespacio con sus chimeneas altas, ergui vilización de ese país faltase éste o no y de hermoso, en cuanto expresión das, que lanzaban constantemente sobre aquel otro elemento de cultura; no; pero de un arte que se insinúa apenas en el diáfano azul del cielo bocanadas de hay algo que en ella desborda sobre todo forma elemental; en El problema el cahumo negro y pesado. Era toda una límite, que resulta exorbitante, que sus nal discurría majestuosamente a lo largran ciudad, alargada, extendida en las cita asonabro: la grandeza material, enor go del Río San Juan, por entre márgeriberas de aquel río hecho a medias en memente desproporcionada con relación nes encantadas, tal como lo contemplamos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica