José Carlos MariáteguiMarxVíctor Raúl Haya de la TorreWorking Class

308 REPERTORIO AMERICANO Del homenaje peruano a José Carlos Mariátegui Waldo Frank en La in uerte de José Carlos Mariátegui De Variedades. Lima.
grama revolucionario tendrá todos los renueva en mi espíritu el mismo dolor defectos propios de la utopía, pero hay de la desaparición de Pedro Zulen. Tras que reconocer que puso en servicio de la inquietud estética de mi generación, él, no sólo la brillantez excepcional de culminada en Valdelomar y en Eguren, su inteligencia, sino cualidades morales que aunque venía del pasado tan fuerinusitadas en nuestro medio: fé y constemente se adentró en ella, Mariátegui tancia, que son aureola de apostolado.
y Zulen, con una sólida cultura europea, representaron el esfuerzo de adaptarla a Raúl Porras Barrenechea nuestros problemas vitales. Esa labor que soñara Zulen la realizó Mariátegui Mi regreso y José Carlos con el atisbo clarovidente de su talento: como ayer en la lenta agonía de Zulen, el destino ha querido que estuviera Siento al trazar estas líneas que cumhoy cerca de Mariátegui y que otra vez plo un deber ineludible y previo: rendir asistiera al milagro de la fe en un memi homenaje a José Carlos Mariátegui.
jor destino humano que alentó hasta la TALEN Ne ha recibido, al regresar de Chile, la última vibración de sus cerebros donde tremenda noticia de su muerte. Cuando el dolor olvidó su propia angustia para volvía a decirle que en Santiago se lo hacerse ofrenda generosa.
esperaba; cuando había anunciado al púJariátegui yacente blico chileno que, dentro de pocas seEnrique Bustamante y Ballivián (Apunte de Aristides Vallejo) manas, escucharía el verbo de un apóstol auténtico; cuando esperaba ver conCreo que fué la inteligencia el más dejar exhausta. Su instinto le llevaba firmados los felices augurios de nuestra alto quilate de la personalidad y de la en ese sentido no sólo a la dictadura despedida hace cuatro semanas, no le encuentro. Nada más que el tumulto adobra do Mariátegui. No habría hiperbole del proletariado sino a la dictadura do al afirmar que fué el más vigilante y mirativo, pero por hoy no bastante, tras la inteligencia. Era un motinista antidespierto espíritu, en cosas del espíritu, guo que había leído a Marx, un oposide su recuerdo impoluto. Nada inás.
se entiendo, de su generación y del cionista que había cambiado el parlaNo he querido esperar el dia de saPerú actual. Asombra la lucidez pertinaz mento por los gremios y la consigna deber, porque me pareceria traicionarlo lida de mi periódico, para cumplir este de su inteligencia, capaz de sobrepasar del partido por el ejemplo de Moscú.
y traicionarme. Ni quiero que se ponen la iniciación, las desventajas de la Su ideología y la propia conciencia gan. en orden mis ideas, ni que la repobreza y las dificultades de la cultura severa de su apostolado le habían apar: tórica se insinúe para escribir. La muerte y do vencer más tarde al dolor y la tado del ajetreo político, pero tomaba de Mariátegui os un hecho tan doloroso, enfermedad sobreponiéndose a la angusel desquite en el campo de las letras tan significativo, tan trascendental, que tia rodante de lo fatal. Mariátegui fué promoviendo motines de vanguardia y acaudillando humorísticamente cuarteante ella no cabe dilación alguna. Cuanese sentido un héroe de la intelitos tenemos el oficio de escribir, y antes gencia.
lazos literarios.
de escribir, de pensar, y pensar con juPero aparte de esta heróica categoría Su análisis del Perú revela amor y ventud, no podemos callar nuestro triuniversal tuvo, para nosotros, las más pasión, con predominio de ésta y olvi buto admirativo y nuestra consternación.
altas cualidades de la inteligencia verdo de la historia, pero con una recia Mariátegui representa el porvenir, renácula. pesar de su moldeamiento fuerza impulsiva de renovación. Su puesto presenta no en pretérito sino en preeuropeo, Mariátegui conservó intactas to está por eso al lado de los grandes cons sente el nuevo Perú, representa todo das las raíces de su espíritu. Su inteli tructores de descontento, principalmente cuanto hay de fuerte, de puro, de señero gencia fué siempre esencial y típicamente junto a González Prada. Su obra caute y heroico en estos años de terco matecosteña. Tuvo las más características rizadora fué, sin duda, menos rotunda rialismo y de porfiado escepticismo. Como cualidades del criollo de la costa: preco y arinoniosa, menos cuidadosa del plie pocos, tal vez, como ninguno excepto cidad, agudeza, agilidad mental, culto gue de la túnica que la del Maestro. Prada y Vigil fué un escritor con fe, instintivo de la forma y elegancia arUsó el bisturí satírico, sin el anestésico con una fe. Con una filiación y una fe. tística. La precocidad le hizo gacetillero de las metáforas, pero tuvo en cambio como insistentemente remarcara cuando festejado cuando era casi un niño y le mayor agilidad, cierta moderna destreza polemizamos hace tiempo. Filiación y condujo con prodigiosa autodidaccia, a periodística, que hizo su obra más efife, que daa a todo lo suyo el carácter ser apóstol y conductor de multitudes caz y más próxima a la masa, o sólido y duradero de lo que se ha senen el umbral de los treinta años. La palabra suya, más beligerante que la tido, de lo que se ha elaborado con la agudeza, gaje de auténtico criollismo, prédica radical. Su verbo, a diferencia vida entera.
es la nota más insistente de su produc de el del Maestro, no fué simplemente Le acompañaron al cementerio, los ción saturada de humor sonriente, de tribunicio y arengatorio, sino esencial obreros, los estudiantes, los escritores.
travesura ingénita y de una maliciosa mente dialéctico y polemístico.
Debieron ser todos. No debió faltar uno inclinación al adjetivo desconcertante e Por todas esas condiciones Mariátegui solo. Porque Mariátegui es un símbolo.
incisivo. Su misma actitud demoledora será con Haya de la Torre. aparte disi Es triste que muera un hombre joven; era de criollo desavenido y galaizante dencias sectarias. uno de los máximos y más aún cuando ese hombre joven que, de vuelta de Europa, rompe al mismo representativos de la inquietud de las tiene ideas e ideales. Pero, si además, tiempo con la tradición y con el idioma. generaciones nuevas del Perú. Su pro de ideales, tiene la pureza, tiene el heSu insurgencia era no solamente indiroísmo, tiene la valentía de afrontarlo vidual, sino hondo mandato étnico en el todo, y de vencerlo todo porque Mariáque revivían antiguas virtudes cívicas CONTEMPORANEOS tegui fué un vencedor pese a su enferde combate. Su oposicionismo fué siemRevista Mexicana de Cultura medad y a la campaña en contra no pre desde las Voces de El Tiempo hasta hay palabra para lamentar la ausencia sus sketchs últimos de políticos centris Bernardo Gastélum, Jaime Torres Bodet, irremediable de quien, sin embargo, nos tas europeos, de pura cepa criolla, ju Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo deja su espíritu vibrando, quizás con guetón y caústico, parcializado a sabienAparece mensualmente mayor fuerza, al lado nuestro, aunque das, con cierta tiránica disposición a Un número.
Dils. 50 perdida la eficacia de la formidable esexcluir los credos ajenos y a posesio Suscripción a Nos. 50 trategia y el realismo vigilante, que, narse dogmáticamente de la verdad como Apartado Postal 1811.
dentro de su filiación y su fe, le hizo de una sinecura política que había que MEXICO, vislumbrar en todos los campos, cuanto con EDITORES. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica