REPERTORIO AMERICANO 373 Tranquilizaos, pues, los que optéis por el sacrificio: puede haber calvarios en todos los caminos; hay cruces sobre todas las cumbres.
En compensación, para tan altos deberes, no era posible que os hiciera falta una cooperación suficiente; y con efecto, la justicia y la prudencia social han empezado ya a prepararos, con la educación de la mujer, un auxiliar poderoso. La mujer, educada, traerá a vuestra obra de civilización su espíritu, que nada tiene que envidiar al de vosotros, y su sentimiento, que sí tiene mucho con qué mejorar el vuestro.
Los otros maestros hallan todos, o pueden hallar, un término en la enseñanza que dan; como que es en definitiva la propia razón, dueña de los hechos por la experiencia y de las leyes de los hechos por el examen, la que pone en posesión de la ciencia verdadera, la cual dista mucho, vosotros lo comprendéis, de la noción escolástica de los libros. Los otros maestros tienen su término en la enseñanza; mas no así la mujer, que jamás abandona el magisterio del bien.
Ahora permitidme, para concluir, dos palabras. La una es el justo aplauso a vuestros directores y maestros, que mantienen entre vosotros el orden, no como esclavitud, sino como armonia; que os preconizan la ciencia, no como poder, sino como verdad; y que os enseñan anar la libertad, no como belleza, sino como justicia. la otra, que es la siguiente, de recomendación a vosotros mismos.
La Universidad necesita, para seguir representando la unidad del país, del apoyo de los Estados y de la simpatía de los ciudadanos; apoyo y simpatía que la ley ha podido darle al nacer, pero que sólo vosotros podréis consolidar, reflejando sobre ella la luz de una vida privada llena toda de honor, y la de una vida pública toda llena de patriotismo.
Sea por tanto vuestro saludo, al reuniros en sus claustros sagrados, mientras ellos os sirvan de hogar; y sea vuestra despedida, cuando ya os separéis a los cuatro vientos de la República, esta advertencia reciproca: hijos de la Universidad, nuestra propia conducta será la medida y la razón de la vida de nuestra madre común!
Santiago Pérez En las ediciones del Convivio hay un cuaderno de Articulos Discur808 del Dr. Santiago Pérez.
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Desde el infinito instante en que Aquel Satan fuera una fuerza distinta de los hombres. cuyo nombre debió de pronunciarse en cua entre Fausto que representaba la Inteligentro letras según el verso áureo de PitágoToda la vida es unor: cia y Margarita que simbolizaba el Amor; el mal es el enigma.
ras hizo inundos y esferas, Satán ya ofren y accionó en la efímera actitud del que daba, como los querubines, su monótona Valle Inclán debía ser vencido por el femenino eterno alabanza al Creador, Como ellos, su satisde una dulce mujer.
forma fue entonces feliz. Sintió otra vez el facción era entera: sus voces y el són de su citara virtuosa subían hasta Dios el Maggozo especial de llamarse Hijo Luminoso de la Mañana. Portador de la Luz. Luz Han pasado los tiempos y el juicio de nífico. el Onnisapicnte y el Justo. como una nota de campana sin eco en el Astral. como en sus días de gloria pasada. los hombres (soñando) ha venido a situar abismo intinito e invariable del tiempo. Erā Se conceptuó, después de Dios, el más ponde el Edén sobre la tierra. El primitivo Satán, rado de los Seres. era cierto! Los hom el Angel de la Muerte, ha cambiado su sig, feliz como los peces estúpidos y vagabundos nificación, si no su esencia: como a Jehová de las aguas. Pero no siempre fue así. llegó bres, al recordarlo, sentían el calofrío siniestro del miedo. Entonces, físicamente, lo se le llama el Adversario. el Agente momento en que Dios, para mirarse en su obra, regó el haz de la tierra y formó el vistieron de frac: lo declararon alto, asce provocador. Cain mismo, hijo de Eva y ticamente flaco. de nariz aguileña (al fin, de Samael. Pero qué. sueñen o piensen hombre con alma racional. Fue un segundo los hombres, al recordarlo, todos ven como terrible: Satán se contrariaba con ansiedad judío. de barba pequeña y angulosa y de de martirio; ya había recorrido el sendero ensortijado pelo en la frente. En el orden Hclena: que 110 hay Demonio alguno; que de las prevaricaciones y veía cómo el hombre moral, lo vicron como el espíritu de nega no hay Mal fuera de la humanidad que pro(potencialmente divino por la Voluntad ción, mordaz, crítico, tentador. así, Ša dusca un demonio: que el mal es una neceSuprema) hacía su liberación, poco a poco, tán el alyecto, llegó a ser necesario en la sidad y uno de los sostenes del Mundo madel lodo caótico de que estaba formado. La redención de los hombres. qué! De antes, nifcstado; es una necesidad para el progreso Naturaleza le impuso, al criarlo, una voluni no había sido. Sus falsedades (las false y la evolución. del mismo modo que la tad que lo exaltase y una imaginación que lo dades del corazón y las íntimas falsedades noche es necesaria para la producción del día llenase de fantasías y de ensueños, y Satán de la inteligencia) no contribuyeron en algo y la muerte para la de la vida para que a la afirmación definitiva de las cosas? El el hombre pueda vivir por siempre. es miraba cómo, en opuesta realidad, aquél tenía las preocupaciones del avance, del crepanteismo (le Goethe lo ponderaba así. En que sólo así puedes tener oh Satán! natucimiento y del constante esfuerzo. eso acto propio del poeta lo conminaron como si raleza. amplio y vasto reinado universal!
clavaba en su frente la espina filosa de una Victor Cañ as incomprensión. Fue asi conio, un día de tanLimón, agosto de 1929.
tos (de exagerada extensión en el principio (Envio del autor. lel mundo) vino a su mente el inmenso desastre de su vida anterior. Jehová lo había castigado sin tasa, y su justicia había sido tan recia, que no fue capaz de absolverlo Nuestros amigos con el dulce perdón que para el mundo (Colaboración inalita)
pregonara siglos más tarde un judio bueno y cnjuto de Nazareth. Recordó otra vez su Me invitaron al lwich cierto dia en Nueva niinadoras, no ocuparse del idioma de los caída; su enorme caída de ángel culpable, York, en las oficinas de The Nation. En pueblos sometidos. y yo, ya bien quisiera. de planeta en planeta, dle abismo en abis el semanario tenía yo algunos amigos persodarme el lujo de nó hablar otra cosa que mo, de peñón en peñón. memoró, cómo nales, amigos de mi época de Ministerio, mi español. La comida empezó tranquila, fue el réprobo, el excomulgado de Dios y de anrigos a quienez entonces parecía muy bien cordial; se hicieron referencias gratas a las las Leyes. Pero ocurrió que la necesidad todo lo que yo hacía, pero que apenas deje numerosas veces que The Nation se hay el desco movieron a los hombres el con el Ministerio empezaron a encontrarme di Lía ocupado con encomio de los trabajos traste sublime de una rebeldía como la su ferente. Se me anunció que en la comida que me tocó dirigir en Educación Pública, ya, y de esa manera, sobre el espíritu de cada tendría yo ocasión de explicar a todos los en mi patria. Todo esto era, sin embargo, ser inconformne se alzaron en la noche de sus redactores de The Nation y al propietario preámbulo; lo que a unos y a otros interedesengaños dos alas inmensas de condena del periódico mi propio punto de vista so sala, y estala presente también un espía del clo. El hombre sintió el motivo punzante de Isre la situación mexicana. Por eso acepté la gobierno mexicano, lo que interesaba era una novedad y Satán pudo admirar, de un modesta comida en la intimidad comidas llegar al instante de entonces, a mis críticas moclo distinto, el paisaje sin eco de las re con agua helada que, por lo que hace a co violentas contra la administración de Calles.
giones celestes. Alguna vez malgré su mi cina son inferiores a las de un albañil de ¿Pero, cómo, si era su colega en el Minisseria presente fue adorado en las fiestas cualquier nación latina. Pero la compañía co terio. Pero, acaso, no está continuando su de los jóvenes y fue alabado como a Dios menzó siendo agradable y desde luego, dis propia politica en Educación Pública. Por mismo. El Sublime Arquitecto le concedió tinguida, importante. El propietario millo qué no mejor regresa usted a México a coel atractivo de las cosas grandiosas, y en nario y de abolengo liberal, trataba a todos laborar con sus antiguos amigos? Yo no haInglaterra, un ciego por las trazas un poe. con la gentileza del gran señor. Los redacto bía ido a escuchar consejos sobre mis prota vino a cantar su caída en versos libres res, corresponsales, entre ellos había una pias resoluciones, ni tampouco a pedir opiy prosaicos. El estro latino de un vate ale clama, eran todos hombres ilustrados, viaja niones sobre la marcha de los asuntos de mi mán lo ponderó ante el mundo como si fuera dos. No hablaban otro idioma que el inglés país; en todo caso estaba dispuesto a dar yo una fuerza intermedia eficiente, y de esa pero al fin, eso es propio de las razas do esas opiniones y así empecé a hacerlo; lo hice Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica