LA HUMANÆDAD. PAGINA LITERARIA MU LOS GANSOS Fábula del poeta ruso Krilof la villa cercana un labriego dos gansos conducía para venderlos al siguiente día, y la pareja hermana, por esquivar las ansias de la muerte, al árbitro inflexible de su suerte así lo repetía. Aldeano tosco y rudo, cómo tu brazo cautivarnos pudo?
No sabes, di, que bulle en nuestras venas la sangre generosa de esa raza glcriosa que libro a Roma de eternal rüina cuando los galos, con artera maña. lamparo de noche pavorosa, talada la campiña, se echaron sobre el alto Capitolio como aves de rapiña?
La ciudad reposaba en hondo sueño el avę vigilante lanzó de alarma formidable ito, y la turba malvada de lo alto de la cima de granito al abismo rodó precipitada: desde entonces el ganso en suis altares lució el albo plumaje; ave sagrada, su trono tuvo en los romanos lares.
Contésta nos, galvaje; ya que de aquella estirpe descendemos, derecho a tu respeto no tendremos?
Al punto y con viveza el labriego responde a los hidalgoe. Pues ya que el sacro fuego de esa raza alienta en vuestro pecho, relate cada uno la proeza con que compró la gloria y la nobleza.
Azorados los ganzos y confusos bajaron la cabeza, y en medio de estruendosas carcajadas el rústico les dijo. No habéis hecho cosa que me haga ver vuestra grandeza.
jAl azadorl, entonces, camaradas!
a Guillermo VALENCIA талаас, Prosas selectas diente de toda fatalidad. Un contento de alma segura y pagada de sí misma, libre de todo pre juicio, satisfecha de vivir y de olvidar. El alma.
sencilla de un solitario y el alma completa de La felicidad existe! Yo, en ciertos momen un filésofo ¿no hayan su satisfacción en sí mis tos la he sentido, la he gozado, la he, bebido. co, mos sin pedir tada a las cosas exteriores? si mo un vino añejo, ardiente y oloroso; una es alguna vez se asoma a la corriente viva y espui pecie de felicidad. viva y tangible, mezcla de ale mosa de la realidad juos sieuten divino placer gría fisien y expansión del alma: un júbilo de to en la contemplación desintoresada de los he?
dos mis átomos absorbiendo la luz de este cielo: chos? El hombre sencillo y el sabio son se nejan purísimo; un esponjarse de todo mi cuerpo; un tes a los niños: les encanta el vuelo de un pája derretirse de toda mi alma; una efusión, completo, el correr do un manantial, la caída de una te de nai yo, ávido de explayarse, de verterse, de hoja.
unirse a la arinoniosa corriente de las cosas.
que para ser feliz hay que ser perpetua ¿No es esto la felicidad. No es salnd el equi mente niño, conservar toda la vida esa frescu librio de todos los órganos, la agilidad y la ta de sensaciones, esa virginidad del corazón fuerza, la beatitud del ánimo?
que tenemos en los primeros años.
Cierto que quedará en el fondo de toda vi Hay un arte de vivir, como hay un arte de da, per lumirosa que ésta fuere, el abismo del cincelar el mármol y la palabra, na escultura misterio, una duda grave y belada, que en cier. moral que logra hacernos bellos y armoniosos tas horas calará los huesos como un soplo de lo por dontra y por fuera, en nuestros pensamien infinito; pero ese acibar que hay en el fondo de tox y en nuestras acciones. Todo seres suscep todos los cálices, aunque en ellos se escancie tible de modelarse a su gusto y fabricar un viuo de Chipre o vivo de Málaga, sirve también mundo aparte en el mundo de las realidades para dar sabor y condimento a la vida, que es cotidianas.
un mapjar algo desabrido al natural, y que es preciso subsanarlo con la sal de las lágrimas.
Ricardo LEON Si; existe una felicidad positiva, indepen LUS Biblioteca Nacional de Colombia