LA HUMANIDAD PAGINA LITERARIA La cigarra muerta. Yo he sentido palpitar entre mis brazos a rubias y a morenas, y en horas de pasión hechas pedazos mis ardorosas venas.
Yo dorni febrilmente en los regazos de dalces Magdalenas, desperté con suaves latige 70s las lúbricas colmenas.
En el jardía de lilas que ha vestido traje nupcial de armiio tembloroso una joven cigarra sé ha dormido plácida y muda en el final reposo.
Abre tu seno, blando y oloroso musgo, al letargo del poeta herido, cuya égloga estival ha estremecido fuentes, prado, colina y monte umbroso.
Fugaz alondra, hermana de las nubes que a embriagarte de sol cantando subes, haz gemir el cristal de tus avenas Ya no agita el liróspro minúsculo, al ritmico vibrar de sus antenas su cimbalo de bronce en el crepúsculo.
Leopoldo DIAZ Yo he gustado el placer con ansias locas, The bebido el amor en muchas bocas do mujeres en flor; pero al mirar la realidad desnuda siempre me invade la terrible duda en dónde está el amor?
HELIOS TEET La sonata empañada Acaso usted, encantadora síntesis de excelsa juventud y limpias alegrías, de inefables ternutas y preciosos sueños, ha expérimentado ega iniprecisa sensación de sentirse adorada hasta lo infinito y de hundir sus dedos afilados en la fastuosa sederia, que, cual una araña man Cuando al llegar la noche, usted, primoro gica, va hilando para usted el ritmo acelerado sa muchachita esbelta de los ojos azules. los de mi rebelde corazón.
cabellos de oro, se embebe en la lectura de Tal vez, sin darse cuenta, se ha hundido quién sabe qué exquisito libro, no siente algo una y mil veces en el hordo remanso de este como una onda de sutil inquietud que la acari.
suave cariño que se abre a sus pies a cada paso, cia y le lleva las pupilas luminosas a la absorta contemplación de un pequeño recuerdo que se como para esconderla definitivamente a todas las miradas, conio para guardarla, a la manera desvanece a cada instante, vuelve a golpear en de una perla, on ainplio estuche de diáfanos su cerebro y a envolver su corazón como una cristales amplia faja de sua visina seda?
No escucha usted, mientras las letras buY, sin quererlo, seguramente sin pensarlo, yen bajo el ala diafana de su dulce mirada, la en más de una ocasión ha abandonado la exqui música escondida de una lira que la exalta con sita lectura de su libro y ha acariciado mi reingenuo cariño, con profunda ternura y leve cuerdo con esa profunda ternura con que se aca persistencia?
ric a lo que se presciente, lo que se adivina que No siente usted, princesita del cuento, el pos besa en la sombra, aleteo glorioso do mis versos sentidos que leCésar Casas MEDINA gan a busearla como una turba de pájaros alegres, salpicadas las alas de rocío na banero, flo ridos los picos de fragantes rosas, o enjoyados los cándidos plumajas con el oro fugitivo de la tarde?
Antes de arrojarse al peligro se le debe No oye la angustiosa sucesión de los minu preveer y temer; pero metido ya en él, no hay tos que le llevan cada uno et fulgor escondido sino despreciarle.
de mi pensamiento que arde cual lámpara voti.
va frente a la hernacina de su clara belleza?
PENELOV Biblioteca Nacional de Colombia