PAGINA LITERARIA ΕΙ EI NIÑO SOLO TU SOLA Como escuchara un llantu, me paré en el repecho Tú, que mi lucha y mi dolor comprendes, y me acerqué a la puerta del rancho del camino, tú que nis niales en silencio lloras un niño de ojos dulces me miró desde el lecho, y de mi vida en las desiertas horas y una ternura inmensa me embriagó como un vino. la santa chispa del Amor enciendes; La madre a quella tarde se quedó en el barbecho. Tú, que ni nie traicionas ni me vendes, El niño, al despertar, buscó el pezón de rosa tú, que del mundo la perfidia ignoras y rompió en llanto. Yo lo apreté contra el pecho y con tus manos purificadoras y una canción de cuna me subió temblorosa. en mi sendero la Esperanza prendes; Por la ventana abierta, la luna nos bañaba, Tú, tan mía, tan candida, tan buena, el niño ya dormía, y mi canción bajaba sé siempre, por piedad para mi peua como otro resplandor al rostro adormecido y por misericordia a mi destino: y, cuando la mujer, trémula, abrió la puerta, Un faro en la borrasca de mis mares, me vería en los ojos tanta ventura cierta, una rosa de luz en mis pesares que me dejó el infante en los brazos, dormido. y un refugio de paz en mi camino.
GABRIELA MISTRAL RESTREPO GÓMEZ ESCLAVITUD que los avances de la civilizaDE CATULLE MENDEZ ción abren más amplios hori La alondra dijo un día: xontes y despiertan nuevos de. He oído el canto de una alondra.
seos, ellos son abatidos al nivel la nube rosada que acertaba a pa. Cerca de la ventana, junto a de los brutos por las necesida sar, dijo. Es tu canto el que has oído.
la cual escribo, hay un gran des animales.
No, dijo el ave, no es mi canto.
toro sujeto por un anillo en la Amarge mente conscientes La violeta dijo un día: naris. Paciendo ha enrrollado de la injusticia, sintiendo en el Ha llegado hasta mí el perfume de su cuerda en torno al poste, fondo de sus almas que han si una violeta.
Hasta que ahora, permanece do hechos para algo más que el túpido césped en que se mezclaban diminutas fresas, dijo: prisionero, tantalizado por los para una vida tan angustiosa. Es tu perfume el que has aspiricos pastos que no puede al también ellos luchan y claman rado.
canzar, incapaz hasta de sacu desesperadamente. Pero, hasta. No, dijo la flor, no es mi perfurre.
dir su cabeza para ahuyentar que asciendan del efecto a la La púrpura dijo un día: las moscas que se apiñan sobre causa, hasta que vean como. He visto el color encendido de la sus lomos.
están encadenados y cómo púrpura. el armiño del manto cardenalicio Una y otra vez forcejea en pueden libertarse, sus esfuerzos que arrastia por las gradas del templo, vano, y después de lastimeros y sus clamoros serán tan vanos dijo: bramidos, cae en místro silen como los del toro. Más inú Es tu color lo que has visto.
cio.
tiles aún, No, dijo la púrpura, no es mi Este toro, verdadero tipo de Yo libertaria al toro hacién. color.
la fuerza bruta, el cual, por dole desenrollar su cuerda; pe Entonces la alondra, la violeta y la lalta de inteligencia para liber ro. quién dará libertad a los púrpura, exclamaron: Es bien extraño, y no se explica, tarse, sufre necesidad a la vis hombres? Hasta que usen la que haya canto de alondra que no sea ta de la ab ındancia y está des razón y la empleen para liber de alondra; perfume de violeta que ne.
amparado y oprimido por erja. tarse, nada será eficaz. Porque es de violeta, y color de púrpura que turas más debiles, me parece para ellos, no hay una especial no es de un manto de púrpura.
Pero yo, que las estaba oyendo, un símbolo de las masas traba Providencia, exclamé: jadoras. De qué os asombráis? Bajo la roEn todos los países, los homHENRI GEORGE sada nube, entre el césped mezclado, bres cuyo esfuerzo crea abunde fresas y, por las gradas del templo, dantes riquezas, son hostiga Las necesidades nos hacen cada vez Matilde ha pasado con su voz musical, Hos por la miseria, y al ar más listos y peores.
su embriagador perfume y sus labios rojos, muy rojos. Biblioteca Nacional de Colombia