LA HUMANIDAD. PAGINA LITERARIAS Amor verdadero Los Gitanos (De EUGENIO DE CASTRO)
Por SANTIAGO RESTREPO Tu inditerericia aumenta nii deseo. cierro los ojos yo por olvidarte, y cuando mas procuro no mirarte y mas cierro los ojos, mas te veo Humildemente en pos de tí rastreo, humildemente sin lograr cambiarte cuando alzas lu desdén como un baluarte entre tu corazón y mi deseo.
Hermanos de Asliaverus rostálgicos oriundos de quén sabe que patria remota de leyenda, al borde del camino al fin alzan su tienda del sol bajo un manojo de la mpos moribundos.
En tin extraño idioma los graves vagabundos dialogan de manera que nadie los comprenda, y exploran anhelantes alguna nueva senda sus ojos soñarlores hundings y profundos.
Desgreñados los rostros de indefinille tipo, arrastran por el mundo singular equipo dejando en todas partes las huellas de sus pies, y cruzan las ciudad. s, la llanura, la estepa, ceñudos silenciosos, sin que jamás se sepa de donde habrán venidu ni adonde irán después.
Sé que jamás te alcanzará mi anhelo, que otro feliz levantará tu velo y estrechará tu juventu en flor! en tanto crece mi pasión y avanza: es medio amor amar con esperanza, y amar sin ella. verdadero amor!
GUILLERMO VALENCIA FEMENINAS para LA HUMANIDAD un La mujer obrera el jabón y las velas; colgando mes que bajo las ruedas se que su rástico telar de tejer u uit, jan las víctimas?
y sus barillas de trabar esteri.
CLARA LUNA Al paso que el maquirismo concentra las industrias en las llas y sus agujas de chovta pa fábricas de los ricos, las mujera cruzar la red de sus abrigos.
res que en antes se ganaban el Honestas ocupaciones que le Ingenuidad pan en las diversas ocupacio dan el pan y no le quitan el nes manuales, se han visto obli amor a su hogar y a sus chi.
gadas a engrosar las armadas quines. Pero, en las grandes Una madre regaña a su hijo de los esclavistas.
ciudades, donde el rico mono porque quiere pillar una naranMaravillados poliza todo al rededor de sus ja del cesto de un vendedor por el progre: 20 no hemos tenido tiempo de maquinarias, no le queda sino ambulante.
observar la dolorosa despandilema: hacerse esclava. Qué haces, niño. No sabes dada del hogar de las mujeres de las fábricas, o poner sus car que no se puede tomar eso?
pobres que por buscar un pan nes en la subasta pública a. Por qué, mana?
cambio de vivir!
decorasamente, abandonan el. Poi que esas naranjas no son calor de sus casitas y la Por que tenemos que acep tuyas.
sonrisa de sus hijos, por pasar tar que las ruedas del progreso Pues aquel niño tan bien vesla vida en la disciplinada man deban reventar los huesos y tido se lleva una.
sión del poderoso, macerar las carnes precisamen Pero no ha robado como Es necesario pensar que la te a la mujer pobre?
tứ querías hacer. La compro existencia de la mujer aldeana, Cuáles son los medios para con su dinero.
que naturalmente vive ajena a evitar esta refinada crueldad dónde dan dinero?
las pulsaciones del progreso que nos permite crear las rique El dinero no lo dan; se gaes menos precaria, por que las zas incommensurables con los na trabajando, aldeas no las han escluido del sacrificios inenarrables? Si pen Entonces, tú que trabajas engranaje social. Y, por eso la samos en las maravillas del todo el día. tendrás mucho di Femos en su ehoza fabricando progreso, por qué no recorda nero para comprarme naran Biblioteca Nacional de Colombia