LA HUMANIDAD Los dos campos te.
DE LA VIDA, Los obreros con migo YO CON ELLOS Desde muchos siglos atras, el munPongo a su ordeu mi do se halla dividido en dos grandes cam depósito permanente de pos de lucha: El Capital y el Trabajo.
cal, situado en la carrera El primero que en su larga y cruel 3a, cruce con la calle 18, dominación ha violado derechos y sub traída de las mejores mi yucado pueblos; está formado por tonas de la piedra calcárea das las castas de explotadores y aristóy cratas. Y, es hasta el presente el «ade Vijes y «San Marcos. mo» y verdugo de la humanidad.
Existencia permanente El segundo compuesto por la clase del artículo y cumplimien trabajadora o sean los productores, a to extricto en el transpor son la gran mayoría de los pueblan la tierra, que viven en deplorables con diciones y sufren la afrentosa esclaviMABIANO CAICEDO LOPEZ tud del Capital por un pedazo de pan duro y amargo. Y, son dominados férrea mente con el bosal de los fanatis.
mos religicsos y políticos.
EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS Los escia vistas o sean los primeros, viven en suntuosos palacios, visten En Sociedad 23 frac, sedas y zapatos de charol. En sus festines bay todos los días derroche de manjares, y champaña. Viven en la holganza, la taberna y el prostibulo, y son los tenerios que postergan y pervierten el honor de las hijas del obrero, por unas viles monedas. Son tambien los que comercian con el trabajo de los obreros y estan siempre listos a maltratarlos, vejarlos e insultarlos cuando no te arredilian ante su in solente despotismo.
Los segundos, somos los deshereda.
Repnl dos de la fortuna: los obreros que haTOME SIEMPRE bitamos en estrechos cuartuchos y covachas desmanteladas; los Tosan POPULAR batella quie mos rudamente todos los días, desde que apunta el sol, por un semi susten to que no alcanza en los hogares proletarios, para mitigar el hambre de los pequeñuelos, ni mucho menos para lardón en su abnegada lucha por la cubrir sus desnudos y desfallecientes vida. Son en fin, son todas las huestes cuerpecitos, de víctimas de la miseria, proletarios que empuñan la herramien impuesta por el sistema burgues. ta para taladrar las rocas, descủajar Son todos los parias en caterva, que los montes, construír ferrocarriles, lovan como un ejército de esclavos can comotoras, barcos, muelles y todas las tando el himno del Trabajo, llevando voluntades del progreso humano. Son al cuello las cadenas, y sufriendo el tambien los que cultivan la tierra reazote de los capataces como único ga gando la semilla y recogiendo el fruto kettleman сониб, болмаса, Thor الا que nos sirve de sustento; son los min heros que extraen de las entrañas de la tierra los ricos minerales que hacen tas grandes fortunas del burgnes expło tador; son los que levantan los sober.
bios edificios del feudal y potentada En resumen, somos la fuerza de!
Trabajo, que movemos las grandes ma quinaria del mundo, los perseguidos, los vituperados, los oprimidos, los calumniados y los encarcelados por los amos del Capital y sus recuas de laca.
yos. este campo de los vencidos pertenecemos todos los trabajadores del uni verso que ganamos el mendrugo de pan con el sudor de nuestras frentes y transitamos por la vida agoviadcs con el peso abrumador de las persecuciones y miserias. Pero. he aquí que un día, de entre esas multitudes esclavas y cansadas de sufrir, surgen como faros de luz para la humanidad, puñados de hombres rebeldes lanzan por el mundo el grito atrenador de la justicia.
Esos puñados de rebeldes fueron los primeros obreros que hastiados de so portar sobre sus espaldas, el látigo de la explotación Capitalista, tuvieron ecoraje y el valor de lanzar al rostro de los opresores el guiante de las rebeliones proletarias. Y, la voz de esos imperterritos soldados de la libertad, repercutió muy pronto por todos los con fines del continente europeo.
Hoy, despues de muchos lustros de su aparición en los países europeos, se extiende por todo el universo como un incendio abrazador de renovaciones pa ra la clase obrera. quien ha sido la madre genitora de esta cruenta y gigantesta lucha de clases, donde hoy tremola la clase obrera del mundo, la hel in osa Bandera escarlata de los libres. Pues, sin lugar a dada alguna, con tentamos que fue las misma Sociedad Capitalista que forjó con la espada de sus tiranías la rebelión de los esclaNació, pues, el movimiento liberta.
rio del proletariado del mundo, de las mismas entrañas del Capitalismo, como un reto a tanta iniquidad cometida con los pueblos. Por eso la justa y noble doctrina de los descamisados, ha sido nacida al calor de les llamas depuradoras de los grandes martirologios de la clase obrera.
Hoy rabia, vitupera, calumnia y per sigue furibunda la burguesía Capitalis.
ta, al hijo de sus propias entrañas: al movimiento rebelde de los obreros del mundo.
Tarde ha despertado de su embriaguez de absolutismos y dominación, por que ya el hijo creció, se reprodujo y lleva como arma de combate, la in vulnerable idea de redención, contra la cual se mellan todas las baterías de los reaccionarios; Saludamos al año de 1926 con un hurra! a los obreros de Colombia, ha: cia las luchas sociales.
LA BEBIDA SIN IGUAL VOS.
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