LA HUM NIDAD En defensa va.
de un honrado trabajador sino también la de mis semejantes, durante el tiempo que estuve como maquinista de Locomotoras viajando entre vías Occidente, Norte y Sur, respectivamente, en este Ferrocarril.
Con sentimientos de alta consideración, soy del señor Director atento seguro servidor, LUIS GIRALDO RESTREPO Sr. Director de LA HUMANIDAD Mayo 12 de 1925.
Un botón de la farsa No con el el fin de vindicarme de ciertos injustos cargos que de una manera apasionada y temeraria se me llegan a imputar, con motivo al accidente ocurrido en el kilómetro 191 del Ferrocarril del Pacífico, y actuando como maquinista de la locomotora número 34, lo cual ocurrió el día del pasado abril, siendo tan sólo mi ánimo el de dar a conocer ciertas injusticias que a diario se cometen en dicho Ferrocarril y que la misma Empresa sabe pero guarda silencio. vengo a suplicar a usted, de la manera más respetuosa, se digne dar hospitalidad en las columnas de ese periódico, a la siguiente exposición. ella lleva el marcado sello de la veracidad y desnuda de todo viso de calumnia o de mentira, armas que me son crmpletamente desconocidas, pues mi porte de caballero y mi reputación de hombre honrado me alejan por completo de todo aquello que sea ajeno a la dignidad, úuico escudo que me acompaña tanto en mis actos públicos como privados.
Bien sabido es que por espacio de varios años venge, prestando a la nombrada Empresa mis leales servicios como maquinista, siéndome muy satisfactorio en dejar bien marcada la estela del deber cumplido, y de ello da fiel testimonio el señor Superintendente de Talleres en su oficio distinguido con el número 179 de 22 del pasado mes, documento que me permito transcribir en su parte pertinente y cuyo tenor es así. te quedará como maquinista del portar el peso de aquella, faltan39 clase permanente en la reser do a la vez la cantidad de cascajo necesaria suficiente para dar Soy de usted atto. mayor solidez al terreno ocupado por la carrilera. Pero sucede que CAICEDO la Empresa, lejos de preocuparse Superintendente. por remediar semejantes males, que envuelven seria amenaza paComo lo digo, en parte el con ra el público, se consagra a señatenido de la aludida pieza encie lar como delincuente a un emrra el reconocimiento de mis ap pleado que con gran celo cumple titudes para el buen desempeño con sus deberes y a imponerle de mi expresado empleo, no sin por vía de castigo, de una falta que a la vez envuelva una mar no cometida, la pérdida del valor cadísima ofensa un tanto atenta o carácter que imprimía el emtoria contra mi delicadeza puesto pleo que venía ejecutando, ofreque allí se me ofrece un pusto de ciéndole uno de menor categoría.
inferior categoría al que se me Y, para que se tome nota de había confiado, dejándose ver un cosas que en la actualidad se escastigo no merecido, una vez que tán sucediendo, las cuales he vismi conciencia no me acusa de to, pongo de presente lo siguienhaber cometido falta que me haya te. hecho acreedor al procedimien1? Tiene el Ingeniero señor to tan ingrato y nada aceptable de Romero abandonada la vía del parte de la Empresa. y de aquí Norte, especialmente entre las el que haya presentado mi re estaciones Cali, Palmira, Guacanuncia con el carácter de irrevo ií y Tuluá, declarándose enemigo cable, lamentando el tener que acérrimo de aquél que le llamare separarme de algunos Jefes y la atención sobre el particular; compañeros a quienes profeso El Ferrocarril está pagando singular cariño.
un sueldo de 400 más en el Ahora bien. dice el señor Su Taller de Dagua, sin necesidad perintendente que los incidentes de ello. Cuando la Jefatura estaen cuestión obedecieron a mi ma ba en manos de don Jorge Lee la suerte, perjudicial a la Empre Roy, éste tenía un ayudante gasa, sin que pueda explicarme tal nando 150, y 330 que devenaseveración, puesto que creo im gaba aquel, dan un total de 480, posible el que um hombre pueda marchando el Taller en completo sondear el fuero interno ni mu orden y perfecto estado; y, hoy cho menos el atreverse a señalar, hay un Superintendente, señor como razón fundamental, en las José Caicedo, un Jefe de Taller desgracias o fracasos humanos llamado Inocencio Galindo y un análogos a los que se contemplan, Jefe de mecánicas, o sea don a la mala suerte, pues si ésta me Evangilista Gutiérrrez. el primepersiguiera a semejanza de una ro tiene un sueldo de 400, el ave negra y fuera mi inseparable segundo, uno de 330 y el tercecompañera, me aislaría de su se ro de 150, resuljando con ello no la sociedad por juzgárseme graves perjuicios pecuniarios paperjudicial no sólo para la Em ra la Empres y la malversación presa sino para el mundo en ge del Taller; y, por lo que hace al neral.
señor Caicedo, carece de los más Sin nadar en un error, a mi triviales conocimientos en mecájuicio comprendo que lo que ha nica; no sale de su oficina y tan guiado a aquélla para alejarme sólo se ha dedicado a imponer a de su lado es una mala voluntad los obrerosi njustas multas, elapor haber dado a conocer en días borando circulares un tanto vertnmediatos al en que tuvo lugar gonzosas, las cuales no tienen rael último accidente lo que motivó zón de ser.
semejante fracaso, acogiéndome Listo estoy a llevar al terreno al concepto que sobre el particu de la robanza los hechos que lar emitieron los señoros Inge dejo consignados: y, para terminieros particulares quienes, sa nar, exijo de la Empresa de una biamente dicen. los maquinis contestación categórica y termitas no tienen la más mínima cul nante a la siguiente pregunta: Pa en nada que desfavorable Fuí, soy o seré responsable de mente les ocurra» dejándose con los accidentes consignados en la ello ver que aquellos están excen citada nota número 179 emanada tos de culpabilidad o responsabi. de la Superintendencia de Tallelidad, como me hallo yo, pues res de Dagua? Y, caso la causa primordial ha sido y se respuesta me fuere desfavorable, rá el mal estado de servicio en desde ahora me anticipo a desque se encuentra la parte de lí mentirla, bastándome alegar conea férrea que, partiendo de esta mo razón ese espíritu de consercindad, va a Tuluá donde se no vación que a todos nos acompa ta que, a trueque de economías ña, inclusive a los animales irramal entendidas y en las cuales cionales. de ello, dí en múltitiene quizá parte el Ingeniero se ples ocasiones pruebas muy eviñor Romero, se hace correr la dentes, desafiando y venciendo máquina por traviesas un tanto muchos obstáculos y peligros, podridas y nada capaces de so salvando no sólo mi propia vida.
Los suscritos, colombianos, em pleados del Istablecimiento «Café Hamburgo. indignados por las injusticias que se están cometiendo con el apreciable caballero don Román Casas, de nuestra libre y espontánea voluntad DECLARAMOS. Que el señor Casas es un hombre altruista qne sabe practicar oportunamente el bien a cuantos lo necesiten, sin que haga alarde de ello, como lo hacen otros. Nos consta que cuando un empleado se enferma, no sólo le da facilidades para curarse, sino que jamás ha dejado de pagarle los días que ha faltado al trabajo. No es cierto que el señor Casas haya injuriado en manera alguna a la señorita Rosa María Reyes, como se afirma en cierto pasquín, sino que se limitó simplemente a manifestarle con fran.
queza, que él aceptó el cargo de Tesorero, en la creencia de que se trataba de allegar fondos para la Casa del Pueblo, por creerlo una acción noble, pero que si el hubiera sabido que se trataba de recoger dinero para gastarlos en automóviles, vestidos y sombreros, no habría aceptado el cargo, y que por consiguiente no reconocía más cuentas de gastos supérfluos.
Nosotros presenciamos esta conversación y por eso la hacemos pública.
Cali, 13 de mayo de 1925.
Tulio Rivera, Pedro Guzmán, José Escobar José Narváez, Luis Torres. Dagua, abril 22 de 1925.
que la Señor Maquinista Luis Giraldo Cề li.
Debido a los dos accidentes en que en Locomotoras números 26 y 34 ba actuado usted como maquinista, respectivamente, así. el del kilómetro 1, vía Sur, en noviembre de 1924 y el del kilómetro 191, vía Norte, del del ptesente mes, en los cuales PUEDE UD. NO SER CULPABLE POR IGNORANCIA, DESCUIDO IMPRUDENCIA, pero que en todo caso pueden tenerse en consideración para creer que hay en usted una mala suerte que le es perjudictal a la Empresa, paso por la pena de manifestarle que desde el mes de mayo en adelanEn el Barrio Obrero Agencia de víveres, de Marcelino Gómez a precios de Fá.
bricas, situada en la casa del Sr.
Francisco Gil.
Ventas al contado. Biblioteca Nacional de Colombia