Anarchism

Pág. 10 SPARTACUS SPARTACUS Pag. 11 que. no había solicitado el permiso correspondiente cuando la fundó.
Pero la obra de Ferrer fué continuada por los profesores de la Escuela Moderna en las sucursales y el mismo Ferrer, aun residiendo habitualmente en Francia, se había reservado la dirección de la escuela.
El movimiento revolucionario de Barcelona En el 1909, Ferrer, visitó, como era de cos tumbre, su pueblo nativo en Antella.
Estando enfermo un miembro de su familia.
se detuvo más de lo que acostumbraba. Así lo demostró más tarde el mismo Ferrer. Sucedie.
ron mientras tanto los hechos de Barcelona. Qué mejor ocasión para los reaccionarios, los curas, los frailes, los jesuitas para acabar con su temible rival?
Los enemigos que no pudieron hacer conde nar a Ferrer en 1906, no descansaban. En vano Ferrer, arrestado después del movimiento revolucionario, demostró de ser inocente; en vano estableció alibi. presentó numerosos testigos y pruebas evidentes, luminosas.
La justicia militar que lo tenía entre sus garras quiso castigar, con todas las aparien cias legales, al hombre que era la expresión más pura de la voluntad que tenía la joven España de renovarse y emanciparse y lo condenó a muerte. los jesuitas se han vengado de él, haciéndolo alusilar. Es un nuevo mártir de la idea. Por otra parte, le daban caza desde hace mucho, los jesuitas. La policia española intentó comprometerlo en el atentado ocurrido aquí en París, en la calle de Rohan, contra Alfonso XIII. Más tarde, lo acusaron de complicidad en el atentado de Morral, en ocasión de las bodas reales, mas se vieron obligados a absolverlo, por falta de pruebas. Esta vez de nada le ha servido la falta de pruebas y ha tenido que caer víctima de la venganza clerical: una venganza que queda inalterada e indomable a través de los siglos. Ferrer no había tenido ninguna participa ción en los dos atentados, ni tampoco en los sucesos de Barcelona, porque, lo repito, era un teórico, un soñador que habia abandonado los principios y los medios de lucha en nombre de los cuales insurgió el pueblo de Barcelona. Lo que es realmente inconcebible es la aetitud del rey Alfonso. El tenia ahora una buena ocasión para hacer tolerable la guerra misteriosa de Marruecos y hacerse perdonar las infamias cometidas en su nombre en las últimas semanas. El indulto para Ferrer, condenado sin prue.
bas, habría popularizado el nombre del rey; en vez, no: los jesuitas, que son los dueños absolutos del rey, querían la muerte y el rey la concedió. No es posible concebir nada más idiota del punto de vista politico y nada más feroz y salvaje del punto de vista humanitario. De cualquier manera, el infame delito cometido esta mañana por el rey Alfonso y sus ministros es de aquellos que tarde o temprano se pagan.
EL ARTE BURGUES La orden de ejecución El testamento Humanité. del 27 de octubre de 1909. publicó el Testamento de Ferrer, del cual pubiicamos la primera parte. Protesto ante todo con toda la energia posible contra la situación inesperada de la con dena que me ha sido impuesta, declarándome convencido que de aquí a muy poco tiempo mi inocencia será públicamente reconocida.
Deseo que en ningún ocasión, ni próxima ni lejana, y por ningún motivo se celebren ante mis despojos manifestaciones de carácter politico o religioso, considerando que el tiempo que se emplea en ocuparse de los muertos, seria mejor empleado en procurar el mejoramiento de las condiciones de los vivos, cosa que necesitan la mayor parte de los hombres. En cuanto a mis restos mortales. yo deploro que no exista en esta ciudad un horno crematorio, como los hay en Milán, en París y en otras ciudades, porque hubiera pedido que mis restos fueran quemados, y formulo votos para que muy pronto los cementerios desaparezcan por razones de higiene y puedan ser substituidos por los hornos crematorios o por otros sistemas que permitirán con mayor rapidez aún la destrucción de los cadáveres. Deseo también que mis amigos hablen poco y nada de mí, porque se crean idolos cuan.
do se exalta a los hombres, lo que es un gran daño para el porvenir de la humanidad Solamente las acciones de foc hombres de sen ser estudiadas, enaltecidas o rechazadas: hay que alabarlos para que sean imitados cuando parece que concurren al bienestar con mún; hay que criticarlos, para que no reinci.
dan, cuando se consideren nocivos para el bienestar general.
Un juicio de Amilcar Cipriani Cipriani, que nada sabía aún de la ejecución de Ferrer, así contestó a un corresponsal de Il Secolo. que lo entrevistó. Es una verdadera y colosal inlamia. He conocido a Ferrer en París hace 23 años, cuando él podía vivir apenas dando lecciones de español. Entonces Ferrer era anarquista, pero exclusivamente teórico: era casi un doctrinario.
Poco a poco Ferrer se alejó de las filas de los militantes y se transformó en un filósofo solitario, dedicándose a la propaganda anticle.
rical. Su anarquismo iba transformándose en anticlericalismo puro, porque él había comprendido que en España había que luchar ante todo y sobre todo contra el clero. Cuando Ferrer recibió, hace años, una luerte herencia, la dedicó toda a la propaganda; fundó escuelas laicas, se convirtió en editor de publicaciones liberales e intensificó la hermosa, audaz y noble lucha para libertad a España del yugo de los jesuitas.
El traslado de Ferrer desde la Cárcel Modelo al tristemente célebre castillo de Montjuich no daba lugar a dudas.
El mismo día del traslado 10 de octubre las actas del proceso, realizado frente al Tribunal Militar habían sido elevadas a Madrid para ser examinadas y aprobadas por el Tribunal Supremo y por el Consejo de Ministros.
El Tribunal Supremo puso el visto y transmitió las actas al presidente del Consejo: Maura.
Los ministros examinaron la parte política del proceso y confirmaron la sentencia.
La confirmación de la pena de muerte fué telgrafiada en la mañana del 12 por Maura al gobernador militar.
tos primordiales, igualmente se torna repugnante a nuestras facultades superiores.
Conclusion: como el pan, para que sea ape.
tecible y útil al estómago, tiene que ser el pan verdadero, el pan de cada dia, y no ya un pan esculpido en el mármol o pintado en colores: de igual modo el arte, para que resulte agradable y provechoso al espiritu humano, tiene que ser arte verdadero, sustancial, esencial, y no un arte artificioso, aparente, falso. el arte que nos brinda la moribunda ci.
vilización burguesa, ces arte, o artificio. es idealidad, o formalismo. es sustancia o apariencia?
Si yo fuera Salomón, no dudaria un solo instante en contestar: Vanitas vanitatum et omnia vanitas. lo que en buen castellano sig.
nifica: la nada.
Desde mi mocedad hasta hoy, he venido siempre comprobando que todos aquellos que, al escribir algo, ponen extraordinario cuidado para la pulcritud caligráfica, son comunmente las personas no flustradas, poco intelectuales.
y tal vez del todo necias.
También he siempre notado que, entre las mujeres, las menos favorecidas por la naturaleza, son precisamente las que con mayor Lempeño e inteligencia se afanan al atavio y al afeite. asimismo he siempre sabido que los odres vacíos son los que más sonido despiden.
Dejando las alegorias, voy a sentar desnu.
damente esta sencilla verdad. Cuando el arte no sirve al ideal, se convierte en una manualidad de artificios.
Naturalmente hay que salir del principio que, en cualquier arte, el ideal no es más que la sustancia, la esencia, la vida y el alma misma de toda manifestación artística. Sin este valor intrínseco, el arte queda reducido de inmediato en un virtuosismo formalístico, es de.
eir, en una vana apariencia. Qué es que me haría un bien apuesto y joven mozo apasionado, si para satisfacerle sus ensueños amorosos, le echara entre los brazos ansiosos una hermosa muñeca espléndida, en vez de una linda muchacha? ué es que me haría un hambriento, si.
para contentarle el estómago, le ofreciera alimentos pintados sobre un lienzo, en lugar de cibos reales?
La apariencia es lo opuesto de la realidad.
es decir, falsedad. ésta, del mismo modo que resulta insatisfactoria a nuestros instinLa ejecución Ferrer marchó hacia el patibulo, estóico, sereno.
Cuando le colocaron frente a los tiradores se volvió a mirar el sol. El oficial dió bruscamente la voz de fuego: en seguida, se oyó seco el ruído de los disparos que resonaron por to.
do el castillo.
Ferrer, herido por tres proyectiles en la cabeza y otro en la garganta, giró sobre si mismo, abrió los brazos y cayó. Su último grito había sido. Viva la Escuela Moderna!
La muy benemérita sociedad privilegiada, igual que asesinó a la justicia y a la moral entre los hombres, desfiguró y aniquiló el alma estética en las artes. Si de las criaturas humanas hizo bestias de cargas y máquinas de producción, de la belleza estética hizo un trivial juego de acrobacia y de virtuosismo. La clase ociosa, soberana absoluta de todas las riquezas sociales, llamó a todos los artistas y les dijo con imperiosidad Adaptareis vuestras artes, por precio de dinero, a mi exelusivo gusto y deleite.
Entonces los poetas, los músicos, los pintores, los escultores, y demás sacerdotes de las Musas, se convirtieron en una majada de asalariados, y, por un plato de lentejas. tuvieron que apostatar de su sagrada misión.