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8 SPARTACUS SPARTACUS mente satisfechos estamos, que la idea bolschevikis encuentre una tal influencia sobre los trabajadores japoneses. En el Japón, enfurece la reacción y prohibe hasta las publicaciones socialistas. Pero en los últimos años las huelgas se produjeron por centenares. Algunas de estas fueron ahogadas con la fuerza armada, resultando muertos y heridos. El puño armado del Mikado ha caido pesadamente sobre los proletarios japoneses. Nosotros saludamos a nuestros compañeros y nos alegramos de su simpática adhesión.
rios, recorridas por camiones, cargados de soldados, marineros, obreros, estudiantes armados, conducidos por jóvenes rubias encendidas por el sagrado fuego revolucionario que señalados a golpes de fusil por los sostenedores del régimen czarista antes de responder al fuego gritaban a los transeuntes de retirarse o de arrojarse a tierra para no ser heridos. Se han visto millares de soldados vivaquear por las calles, tres dias y tres noches, dormir sobre la nieve helada pero ninguno penetrar en las casas a arrasar y desvalijar atendiendo pacientes, que la población les llevara un poco de alimento para saciarse. Por qué entonces arrojarse contra un pueblo semejante o los partidos que lo han guiado?
La unión revolucionaria rusa contra la burguesía interna y externa Para los que atin permanecen dominados por la creencia, un tanto interesada, del incolmable abismo que separa a las fracciones revolucionarias rusas con los bolshevikis, le recomendamos la lectura, en particular, del primer documento y parte del segundo, donde se deja establecido, sin lugar a dudas, que la. filantrópica bolsa de occidente para lograr restaurar, en Rusia, el régimen burgués que responda a sus intereses, deberá franquear la unión efectiva de todas las fracciones revolucionarias, exponentes extraordinario de vitalidad y energia. Los bolshevikis insistian en que el poder fuera dado a los soviets, los socialistas revolucionarios insistian, en cambio, que este poder fuera dado a la Ucereditelnoie Sobranie, esto es, a la Constituyente, y tal era el argumento de las interminables y apasionadas discusiones que todos los dias, y hasta horas muy avanzadas de la noche, sucedían en Petrogrado y en otras partes, en los círculos políticos y privados y en las mismas calles de la ciudad. Los socialistas revolucionarios no tenían fe en los métodos del Gobierno Sovietista y decían: Queremos veros en la prueba, y los bolshevikis respondían: Dejadnos hacer, y lograremos persuadiros. La formación ahora ha venido, y con el mencionado acuerdo se ha creado un blok formidable de fuerzas socialistas, que no creo exagerar juzgándola no inferior a 120 millones de personas de ambos sexos, desde el profesional al más humilde obrero; yo preveo que de tal acuerdo surgirá una constituyente por organizaciones y la nueva Rusia con sus inmensas riquezas, se pondrá a la cabeza de la Europa renovada. Aprovechando la oportunidad de encontrarme sobre el argumento deseo tambien despreciar todas las patrañas esparcidas. Protesté públicamente, mientras me encontraba en Rusia, contra actos bestiales cometidos por grupos aislados de individuos que quizás nada tenían que ver con los partidos revolucionarios que habían luchado por su redención, pero estoy convencido que el pueblo ruso, en su gran mayoría es bueno y generoso. Quien ha vivido las trágicas jornadas de marzo de 1917 lo puede atestiguar; se ha visto las calles invadidas por soldados revolucionasangrienta lucha civil, y en lucha contra una parte de los obreros y de los campesinos. En consecuencia, se busca de reclamar del frente actual las tropas adheridas a la Constituyente, para dirigirlas contra Koltchak, y de iniciar negociaciones con la comandancia de las tropas bolshevikis a objeto de poner fin al conflicto y de unir todos nuestros esfuerzos contra el dictador de Onisk.
La comunicación termina con la propuesta de unir todas las fuerzas socialistas rusas para resistir a la intervención extranjera y de constituir un gobierno de coalición entre Bolshevikis y socialistas revolucionarios, responsables ante la Constituyente.
El Soviet de Ufa trasmitió de inmediato este documento al Comité Central de los Soviets en Moscú recibiendo en respuesta un telegrama de Lénine que invita al soviet de Ufa a iniciar enseguida las negociaciones con los socialistas revolucionarios, pero a rechazar toda propuesta de modificación en la Constitución sovietista, puesto que el poder de los soviets ha dado prueba suficiente de ser indispensable para obtener la victoria contra la burguesía.
Sobre estas bases el soviet de Ufa ha iniciado las negociaciones con los delegados de la constituyente.
LOS SOCIALISTAS REVOLUCIONARIOS LOS BOLSHEVIKIS El Partido Socialista Revolucionario se encontraba dividido en tres fracciones; la izquierda, el centro y la derecha. La división se produjo a raiz de la revolución maximalista de noviembre de 1917 en que los de la isquierda capitaneados por Maria Spiridonova y Kamkoff se adhirieron a la revolución prestando su decidido apoyo a los bolschevikis y participando con ellos al poder.
El centro que como se ha visto acuerda de unirse a los bolshevikis, está capitaneado por Victorio Cernoff, y es llamado centro para distinguirse de un pequeño núcleo que constituye la derecha, dirigida por el ex terrorista Savinkoff que oponía la defensa de la Patria al programa de Zimmerwald. Cernoff, ex ministro de agricultura del primer gabinete de coalición de Kerensky que abandonó por la orientación antisocialista de su gobierno, se puso luego en oposición al régimen maximalista y en particular contra los comisarios del pueblo. de 33. ΕΙ internacionalismo del alma rusa El ejército bolsheviki ha ocupado recientemente Ufa, la ciudad donde en el pasado Septiembre, la mayoría de los diputados de los Constituyentes, buscaron de constituir un nuevo gobierno provisorio. Este gobierno, refugiado en Onisk confió el poder al Directorio de los Cinco, presidido por Arksentier. Como es notorio, el almirante Koltchak derribó el directorio y proclamó su dictadura.
Ahora la presidencia del Congreso de los diputados a la Constituyente ha trasmitido al soviet bolsheviki de Ufa la copia de la siguiente comunicación. La lucha de los socialistas revolucionarios estaba dirigida contra un poder que se encontraba en contacto directo con los alemanes. Pero ahora, después de la derrota de Alemania y la intervención en Rusia de las Potencias victoriosas, esta intervención asume siempre más el carácter de un socorro acordado por la burguesia de aquellas Potencias a la reacción burguesa rusa. Para nosotros es necesario cesar la lucha contra los bolshevikis. El golpe de Estado de Koltchak en Onisk ha definido claramente la situación. Después de este golpe de Estado, se ha constituido un Comité secreto de los miembros de la Constituyente y conforme a las decisiones del Congreso ha comenzado a organizarse la lucha armada contra Koltchak y contra la reacción en Siberia. En efecto, en las circunstancias presentes la lucha contra los bolshevikis se transforma en se Gino Bia, militante durante dies años en el Partido Socialista revolucionario, escribe con anotivo de la unión revolucionaria en Rusia lo siguiente. El haber vivido y seguido de cerca, por casi un decenio, todos los diversos movimientos politicos rusos y en especial modo aquellos que se verificaron después de la Revolución de Marzo 1917, me da derecho a entretenerme sobre este argumento que apasiona todo el mundo. No es cierto que el actual acuerdo llegado entre bolshevikis y socialistas revolucionarios sea una una rendición voluntaria de estos últimos: este acuerdo que al más fácil profeta no le habría resultado difícil preconizar, era inevitable. La disidencia entre los dos partidos, consistia únicamente en quien debía regir las riendas del poder, pero idéntico permanecía el programa, idénticas las finalidades.
la democracia revolucionaria rusa no tiene mayor interés en ser patriota. La esencia del patriotismo, del amor del pueblo para si mismo (y en un momento en que está comprometida la existencia misma de este pueblo) es un fenómeno extraordinario, único en la historia del mundo. Se asemeja esto a la locura, como si todo el pueblo se sintiera presa del ansia de suicidio, del exterminio de sí mismo. somos quizás realmente locos o salvajes. seremos más bien santos? Yo creo que sea este el resultado de nuestra naturaleza primitiva y grosera. Hemos tenido, sin embargo, el 1812 y el 1813. En esa época, el pueblo había dado pruebas de patriotismo: entonces, el amor de patria habia salvado la Rusia. Nos habremos vuelto tan salvajes, desde entonces a hoy? Quizás. El salvajismo es un producto de la esclavitud. La ausencia de amor hacia la patria es la enfermedad de los esclavos; los esclavos 110 tienen patria.
La conciencia rusa, la inteligencia rusa han encontrado en una situación trágica. Ellas odiaban, con un odio justo y santo, la autocracia rusa.
La autocracia no era un antifaz sobre el rostro de Rusia; no era una fortuna exterior sino que era la esencia intima, el alma de Rusia. Rusia estaba compenetrada por la autocracia. En el campo empirico, ésta había corroido como una cadena los huesos de Rusia. he aquí que ahora los huesos se rompen al mismo tiempo que la cadena.
En el campo metafísico, la autocracia habia corroido el alma de Rusia. El pueblo creía realmente que el zar descendiese de Dios. No