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de su población, no debilitado por emigración a atacar, hemos logrado fundar un imperio coalguna, atestigua su prosperidad. Sus recursos lonial, que nos permite tratar sobre un pie de generales aumentan con una celeridad sin pre igualdad con las potencias mejor favorecidas cedentes. Desde hace quince años, una intensa, vi económicamente. este imperio colonial, que da municipal ha cambiado totalmente el aspecto nos ha costado miles de millones, sangre y esde sus ciudades, haciéndolas irreconocibles. Ella fuerzas científicos, se pretende que lo repartaacumula millones mediante las economías de los, mos con los países más prolíficos de la Europa más humildes, aplicándolos a empresas cada día industrial! Eso puede pasar como humorada tumás numerosas. Sus ventas en los mercados in desca, pero no dejará de aumentar entre nosotros glés y francés aumentan. Sus diarios, revistas esa repugnancia a la camaradería alemana y periódicos fuman, desde una generación, el que se ha ido fortaleciendo en todos nuestros incienso que ella quema ante sí misma sin can. congresos nacionales (1. sarse. es este el momento elegido por algunos Que no se me tilde de exagerado. Para Hil.
socialistas para gritar que se la extrangula. que debrand la cesión del Congo es un paliativo.
se halla en el caso de legítima defensa. y que sus. Notbehelf. clases obreras deben acudir en auxilio de una Las increibles desproporciones existentes en Alemania tan aplastada. Pero e por quién nos el reparto del dominio colonial europeo, debetoma para creernos impresionables ante tales rán desaparecer. Las legítimas reivindicaciones amenazas. Bismarck solo hubiera encontrado la de los estados hasta aquí menos favorecidos, depalabra necesaria, porque él sólo sabía emplear berán ser puestas en evidencia y reconocidas estratagemas de igual cinismo: Se nos toma por los demás estados. Hildebrand. o. cit. por un Parlamento. y por un Parlamento página 27. alemán.
De lo contrario vendrá la guerra. Austria Gerardo Hildebrand habla de reparto so Hungría, debido a su fuerte natalidad, tendrá cialista del dominio colonial. Pero entonces, y derecho a despojar a Turquía en Europa y Asia en nombre de ese socialismo singular de cuáles Menor. Pero hay otros países ya señalados cootros bienes no se podría igualmente exigir un mo víctimas. Sería insensato dejarle a Portugal nuevo reparto: Poco nos faltará para que los unas colonias que desde hace siglos demuéstrase cinco mil millones que la Francia ha cedido de su incapaz de hacer prosperar. Alemania (que mepatrimonio líquido en 1871, sean presentados nos de cincuenta años atrás no había logrado como una medida de socialización; y en efecto, prosperar ella misma) asumirá una especie de el socialismo revisionista, sin exceptuar el de tutelaje de las naciones rezagadas, y asegurará Bernstein, habla de los acontecimientos de 1866 virtualmente la prosperidad de Angola o Moy 1870, como de una revolución probablemente zambique anexándolos. Para amansar a Inglaproletaria. Hildebrand traza un cuadro de los terra, tutora secular de Portugal, le arrojará dominios coloniales de los estados europeos: los una piltrafa.
kilómetros cuadrados devueltos Alemania le Sin duda alguna se le ofrecerá una indemniparecen pocos. Por qué no hacemos lo mismo, zación a la república portuguesa. Pero si por pretextando la pobreza de nuestro subsuelo en dignidad la rechaza. Entonces será la guerra y carbón y en hierro! Quizás los principios sociaPortugal se quedará sin las colonias y sin la listas de Hildebrand nos autorizarían a pretenindemnización. Francia tendrá que ceder a Itader las minas de Bélgica y alguna compensación sobre la Ruhr. Puede nuestra población des (1) Ya Arístides Briand decía en el Congreso arrollarse sin las riquezas del suelo que han he. de Amsterdam: Me tiene fastidiado esta cho posible la expansión demográfica de Alema. Genosserie. Los alemanes designan eso con el nia! No soinos más bien nosotros los extrangu nombre de Genossen. Alguien pretenderá valolados, debido a la diplomacia y a los aconteci rar los motivos que han originado el cambio de mientos seculares que nos han negado esas fron. política del señor Briand. Pero hay otros que teras naturales perseguidas hasta el Rhin por han experimentado la misma decepción ante la la política de nuestro antiguo régimen y la Revo actitud de los socialistas alemanes. En Amsterlución Francesa. Nosotros, sin embargo, hemos dam, el mismo Bebel, arrebatado por su patético renunciado a ella. Poco importa que este renun lealismo, había dicho que el emperador estaba ciamiento haya sido determinado por razones por encima de los partidos. El admirable lu.
de prudencia. Manteniendo en los Vosgás una chador es hijo de un sub oficial prusiano. Cuanbarrera que la misma Alemania no se atreverá do se tiene eso en las venas, hay para rato.
lia la Somalia y Obock, y se dará por bien servi temente delicada pues una modificación de su da si en cambio le ceden la Guayana portuguesa. política podía importar una rectificación de sus En cuanto a Bélgica y Holanda no tendrán más finalidades.
remedio que caminar derechito. Se las acaricia. No se ha llegado aún en los diversos partidos Son más virtuosas que Portugal. Se les permi en que esta cuestión se ha planteado a unifortirá conservar sus colonias del Congo e Insulin. mar la política agraria de los mismos. Por el conde, con tal que garanticen formalmente la puer. trario, las divergencias de táctica amenazan conta abierta. Por qué no se dispensa igual tra vertirse en divergencias de principios. El soto a Portugal? Hildebrand no considera so cialismo revisionista, cuya corriente sigue nuescialista que el pequeño Portugal tenga gran tro partido, ha encontrado en la economía rural des colonias. Los títulos históricos no le preocu nuevas fuerzas para afirmar que el movimienpan, pues tiene la audacia de decir y creer que to es todo y embarcarse en su política de pequeellos son provisorios y pueden invalidarse en nos beneficios a base de pequeñas transgresiones.
cualquier momento, cuando un pueblo tan prolí. Exponer brevemente algunas ideas sobre la fico y virtualmente activo como Alemania, ne debatida cuestión, es nuestro propósito.
cesita del dominio de los más débiles o atrasados para desarrollar sus fuerzas productivas. Es ta brutalidad no es novedosa, pues hay rastros La tendencia de la producción agraria de ella entre los plumíferos asalariados de la teutomanía corriente, aristocrática y burguesa. Afirmase por muchos que la concentración de De ella vive la Gaceta de la Cruz, y la libe la producción, evidente en la industria, no se ve.
ral Gaceta de Voss sigue sus huellas. En el rifica en la agricultura, y que, por el contrario, mismo sentido delira el profesor Hans Del hay en ésta una tendencia hacia la descentralibrück en la Preussische Jahrbücher. y Marx zación.
Harden, en la Zukunft hace su negocito azu.
Unas estadísticas indican, en efecto, que, en zando con su grita frenética los chauvinistas del muchas partes, el número de las pequeñas exploimperio. Pero hasta hoy no se había tenido el taciones agrícolas aumenta, aunque débilmente, descaro de presentar como socialismo semejan disminuyendo el de las grandes, y que la supertes brutalidades.
ficie media de todas las explotaciones decrece.
CARLOS ANDLER Otras, por el contrario, evidencian el fenómeno (Continuará)
opuesto.
El último censo del trabajo levantado en Alemania en 1907, indica que mientras las explotaciones de menos de hectáreas, de a y de a 20 hectáreas aumentaron, comparadas con las existentes de 1882, en 10, 00, 2, olo y 15 olo, El movimiento de emancipación proletaria, vió respectivamente; las de 20 a 100 y mayores de se, desde que rebasó los límites de los centros 100 disminuyeron en 6, y 5, olo. Sin embargo, fabriles por su desarrollo político y gremial, es de notar que estas explotaciones, si bien défrente a graves problemas planteados por la pro bilmente, aumentaron en el período comprendiducción del campo.
do entre los censos de 1882 y 1895.
Con una clara táctica nacida de su teoría de El siguiente cuadro estadístico da idea clara la cvolución capitalista, érale necesario verifi del número y la distribución de las explotaciones car ésta cou la producción agraria, para ratifi en Alemania en los años de los tres últimos car o rectificar aquélla. La cuestión era eviden censos: La cuestión agraria Número de explotaciones 1882. 1895. 1907 Superficie 1882 1895 1907 Aumento. Dieminueión Bobro 1882 Menos de hect. 061. 831 236. 367 378. 509 361. 678 o sea. 10. De 5 hect. 981. 407 016. 318 006. 277. 24. 870. De a 20 hect. 926. 605 998. 804 065. 539. 138. 934. 15.
De 20 100 hect. 281. 510 281. 767 262. 191 19. 319 Más de 100 hect. 24. 991 25. 061 23. 566 425 13 276. 344 558. 317 736. 032. 459. 738 o sea.