Año Buenos Aires, Agosto de 1917 Núm.
REVISTA SOCIALISTA PUBLICACION MENSUAL DE DOCTRINA CRITICA SOCIALISTA CULTURA GENERAL DIRECTOR ALBERTO PALCOS REDACCIÓN ADMISTR.
CORRIENTES 1982 ADMINISTRADOR CISNEROS TERÁN SUMARIO. Nuestros propositos. El socialismo y la guerra, H, Austin.
Antecedentes de la revolución rusa, Alejandro Oastineiras. El socialismo imperialista en la Alemania contemporanea, Carlos Audler, El concepto de la patria, Graciano Reca. Las ompresas y nuestras politica ferroviaria, Gaido Cartey. Sobre Juventudes Socialistas, Justo Pascali. Jaurós, La muerte do Jaurés, Marcelle Capy.
Notas internacionales: España, Inglaterra. Varias.
SUBSCRIPCIONES: Semestre adelantado 00 Capita. Ano 00 Semestre adelantado 1, 20 Interior. ΑΠΟ Numero suelto 0. 20 NUESTROS PROPOSITOS Vivimos una hora singular, precursora de glaterra, la nación más industrial de la Europrofundas innovaciones. La sociedad está dis pa, con su opulento y ensoberbecido capitalismo pitesta a ensayar rumbos nuevos, dejando a sus y con su proletariado hudido en los abismos espaldas los horrores del pasado. Tan enérgi más desgarradores de la miseria y del dolor, co es el deseo de inaugurar otra etapa que, a no iluminan la conciencia obrera con las páginas mediar el concepto de la continuidad histórica, sobrias y robustas del Manifiesto Comunistentados estaríamos de afirmar que la historia ta. Vienen, años después, las jornadas del 70 aparecerá escindida, a la vuelta de algún tiem y el ensayo de la Comuna, efímero por su durapo, en dos partes, por las conmociones sociales ción, transcendental por su significado. en que la revolución rusa comenzara y que se ex nuestros días, después de una labor consideratenderán, sin duda, a las demás naciones del con ble de esclarecimiento y difusión, después de la tinenteLas formidables entrañas de hierro y fuerte efervescencia provocada por la siembra fuego de la inmensa tragedia, apresuran la ges de los modernos ideales sociales, vislumbres de tación de un nuevo órden social, que se cimen horizontes más luminosos y humanos, alientan, tará, cada vez más, sobre la justicia fraternal y en medio de la hórrida tragedia, la tenaz espeel universal amor.
ranza del proletariadow Cada treinta e cuarenta años, y desde hace La guerra, en nuestros días, es un odioso anaun siglo y cuarto, el mundo social es sacudido cronismo; exhibe a nuestros ojos un espectáculo por acontecimientos de gran intensidad y de espeluznante que llena de congoja y de vervastos alcances. Fué primero la Revolución ienza a todo hombre sensato. Desencadenada Francesa, que levantó al rango de señora y. dés por la barbarie capitalista ya que la conflapota de la sociedad, a la entonces joven y ro gración universal no es otra cosa que una fabubusta burguesía; en sus flancos, desenvolvíanse losa empresa comercial acometida por una cáfila los gérmenes de una nueva fuerza, obscura e de delincuentes el proletariado, que aspira a inorgánica aún, pero briosa y llena de instin dejar de ser dócil instrumento de los gobernantos vitales: el proletariado. Informe, vago, como tes, debe ya que no lo pudo evitar aproveel primer esbozo de un amplio plan que con el charse de ella, tornándola favorable a sus ideaandar del tiempo, en la avizora escrutación de les e intereses, coincidentes con los ideales e inla realidad, adquiere proporciones y se define tereses de la Humanidad. Procediendo así, los con luminosa claridad, Babenf, Saint Simon y trabajadores internacionalmente organizados, Fourier impregnados de bastantes elementos podrán volver la contienda mundial contra su burgueses los dos últimos bosquejan los ras propio autor, el capitalismo agresivo, cortándole gos de una sociedad en la cual se desconoce la las garras, siempre dispuestas al despojo y a la extorsión económica de los trabajadores. Más depradación, insaciables de sangre inocente.
tarde, durante el sacudimiento del 48, el prole Las guerras suelen semejar a un viento hutariado se caracteriza con mayor nitidez y pro racanado que difunden, con extraordinario emcede con más energía. la sazón, Marx y En puje, las semillas prodigamente aventadas en la gels, observando el sombrío cuadro social de In atmósfera social, a la hora de estallar. Las pro