FascismIndividualism

RENOVACION CASEGE ORGANO DE LA UNION LATINO. AMERICANA Onuno Director: MANUEL SEOANE BOLETIN MENSUAL DE IDEAS, LIBROS REVISTAS MONTEVIDEO 751 BUENOS AIRES Representante general en Europa HAYA. DE LA TORRE DE LA AMÉRICA LATINA FEBRERO MARZO DE 9 8 Repudiación del panamericanismo oficial y de la diplomacia secreta. Bases de la UNION LATINOAMERICANA MENSAJE DE ROMAIN ROLLAND La Sexta Conferencia Panamericana, que acaba de terminar sus reuniones en la capital de Cuba, no difiere, en realidad, de las anteriores, sino en que ha evidenciado, claramente, la inutilidad absoluta y el fracaso irremediable del panamericanismo.
Reunión de representantes de los gobiernos y no de los pueblos, poco podía decir en un momento como éste, cuando el divorcio entre gobernantes y gobernados adquiere caracteres definitivos. Escasas oportunidades históricas han ofrecido un espectáculo como el de nuestros días. Tanto en las regiones del trópico, como en las regiones australes, gobiernos de fuerza imperan sobre la transitoria debilidad de los pueblos. Obligados a mantenerse por medio de violentos esfuerzos, que denominan jactanciosamente actos enérgicos. necesitan, como sostén principal, el apoyo definitivo de los dólares. La banca neoyorquina, a su vez, ansiosa del mercado subcontinental, proporciona empréstitos, con más rapidez que liberalidad, a sabiendas de que los tales con una doble garantía de negocios y de sumisión. Conferencia de gobiernos! Pero ¿qué pueden hacer frente a la fuerza norteamericana, omnipotente y desatada, los convencionales representantes de más de doce gobiernos maniatados por las deudas? la Habana concurrieron, sin embargo, jibados por las imposiciones de Washington, disimulando apenas, en gestos de comedia, la terrible imposición del grillete esclavizante.
Nuestro pueblo, nuestro conglomerado latinoamericano, que sigue una corriente ideológica muy distante de la política servil de la mayor parte de sus gobiernos, no ha estado en La Habana ni un momento. Quizá si en determinado minuto se identificó con las representaciones que elevaron su protesta frente a la declaración cínica que solicitaba EE. UU. por intermedio de una de las representaciones más dóciles a sus proyectos. Pero, en los demás actos de la farsa, sólo tuvo el gesto digno y enérgico de la condena y el repudio.
Balanceando los resultados de esta reunión se comprueba fácilmente que el panamericanismo oficial no es sino un instrumento más de los que utiliza el imperialismo norteamericano para el logro de sus propositos.
Pese a la troagedia de Nicaragua intervenida, donde los aviadores yanquis han venido asesinando pueblos indefensos en los mismos momentos en que Coolidge pronunciaba su discurso pacifista, la Conferencia Panamericana ha sido ua amable reunión sin más disputa que las del derecho a la mayor cortesanía.
Esto es lo que irrita, lo que subleva y lo que, felizmente, desenmascara a gobiernos y panamericanistas: el silencio sobre el crimen de Nicaragua invadida, como si nadie supiera nada, como si el hecho no hubiese existido. La Conferencia se reunió diariamente, para tratar de asuntos panamericanos, y excluyó, sistemáticamente, considerar la violación indisculpable que EE. UU. su inspirador principal ha cometido en la pequeña república centroamericana.
Cuando el servilismo del delegado peruano quiso establecer, entre las nieblas de abstractos principios de justicia, el derecho brutal de la intervención, vibro, sin embargo, el espíritu latinoamericano. Medrosamente, como quien sabe que contraria al más fuerte, surgieron algunas protestas, entre las cuales cabe destacar la argentina y la salvadoreña.
Pero luego el silencio más absoluto. fué el propio Mr. Hughes, quien, en el 18 de febrero, osó ensayar una justificación a los actos del imperialismo, con los argumentos resobados de la necesidad de defender a sus conciudadanos. cuando en realidad, lo que urge es defenderse de estos conciudadanos de Mr. Hughes, que traen detrás de sus dolares la punta de sus bayonetas y el gatillo de sus cañones.
Luego hubo otro sonado incidente: la renuncia del delegado argentino, provocada por la cuestión de las tarifas aduaneras. EE. UU. para defender la colocación de algunos productos agrícolas en su mercado interno ha elevado barreras aduaneras a la producción extranjera. La delegación argentina pidió que en el preámbulo de la Unión Panamericana se consignase una cláusula favorable al libre cambio relativo. No hay por qué pronunciarse sobre el aspecto personal de este asunto, pero cabe, en cambio, destacar el vigor excepcional de que dió pruebas Estados Unidos secundado por sus satélites, en el sentido de excluir ese postulado contrario a sus intereses imperiales.
Finalmente, busquemos la lápida de esta Conferencia leyendo el indice de resoluciones recomendadas, lo que nos demuestra el espiritu superficial o hipocrita que ha presidido las reuniones de la farsa panamericana. Destacamos algunas: código ético del periodismo. Qué sanción habrá para la prensa antiimperialista? creación de un Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Cómo figuran Panamá, Cuba, Niacaragua, Haití y cómo la historia de las respectivas violaciones? Congreso de peritos en bibliografía, invitación a las sociedades femeninas para hacer declaraciones sobre la conferencia. Podrán opinar las sociedades feministas revolucionarias? adopción de una moneda común ¿el dólar, como en Panamá, cuba, etc. publicación de un diccionario castellano, reforma del calendario, recomendación a los estados para que reformen sus legislaciones en el sentido de permitir la organización de sociedades anónimas sin el requisito previo de la denuncia de su capital. esto no puede ser más grave, ni más favorable a los tentáculos del imperialismo. convención sobre la neutralidad maritima, firmada con reservas de los Estados Unidos etcétera.
Para concluir, sólo queremos destacar dos resoluciones, que constituyen un verdadero ascarnio y cuyo contenido, manifiestamente falso, nos redime de todo comentario, poniendo al descubierto la hipocresia de la sexta Conferencia. Helas aquí: Resolución que establece la unidad panamericana, cuya unidad moral tiene por base la igualdad jurídica de las repúblicas del continente y el respeto mutuo de sus derechos inherentes y Resolución sobre la declaración de la ilegalidad de la guerra agresiva en la que se establece en primer término que toda agresión es ilícita y prohibida y en segundo que los Estados americanos recurren a medios pacíficos para resolver los conflictos que entre ellos se producen.
Mentira. la humillada Nicaragua de hoy!
En respuesta al número extraordinario que sobre el gran pensador europeo publicara Estudiantina. éste envió el siguiente mensaje, con cuya publicación nos honramos. Mis queridos amigos: He sido afectuosamente emocionado por vuestro testimonio de simpatía, que me transmite Estudiantina. Habéis querido festejar en mí al representante de la antigua Europa, que ha tenido, uno de los primeros, la visión de vuestros gloriosos destinos. Esta visión tengo que compartirla con vosotros. Ella no comporta vanas satisfacciones de orgullo y de poder. Implica rudas penas y heroicos deberes. Necesita que tengáis plena conciencia yfirme voluntad. Conocéis claramente el ideal de vuestros pueblos y debéis ser sus servidores. Cada una de las grandes civilizaciones que se han sucedido sobre el globo ha tenido por razón de ser y como sacramento, una misión propia impuesta por el destino. Cada una ha marcado, sucesivamente, en la historia del hombre, un paso de la conquista del caos ciego para el espíritu. Esta ha reencendido la llama religiosa. Aquélla ha libertado el pensamiento. Una terceraa ha conquistado las libertades cívicas. Aquella otra ha forjado los poderes del orden y de la organización social. La construcción de esta catedral gigantesca y siempre inacabada la Humanidad reclama equipos innumerbles y diversos de buenos obreros. Le toca a la vuestra ahora. Pero, en la gran obra de la vida, que ella escojo exactamente el rol que le está asignado. Vuestra aparición sobre la cantera de la acción presta una significación especial a vuestra formación étnica y en la hora histórica en que vuestros pue.
blos llegan a la conciencia de su unidad. Herederos de las viejas razas del Mediterráneo y de su rica cultura, depositarios, en el Nuevo Mundo, de sus instintos artísticos y de su libre individualismo, principio de las fecundas audacias de la ciencia moderna y de la Revolución Francesa. jóvenes hombres de la América Ibero latina, no olvidéis ja.
más los deberes que os crea esta magnífica ascendencia: el culto de la belleza y la defensa de la libertad! Recordad, recordad, que el uno el primero vuestros sere lo representan contra la piedad estrecha y la vulgaridad de las democracias yanquis; que sois los campeones del otro contra las amenazas asesinas del fascismo mundial, esta peste salida de Roma, que roe y deshonra los países latinos de Europa. Eu vuestro Nuevo Continente, tan rico en climas diversos, desde los collares de fuego de los Trópicos hasta las puertas heladas del poloasociados a las fabulosas razas indianas y por ellas guardando lejanos lazos con las Indias del otro lado del Pacífico, con los enormes pueblos del Asia tenéis ia misión grandiosa de realizar eso que ninguna nación ha hecho, después de los vastos imperios de la antigüedad: la alianza y la unión de los pensamientos y de las fuerzas de las razas blancas de Europa y de las civilizaciones del Asia.
Esta es una tarea soberana, la más Romain Rolland alta a la cual puede pretender un pueblo. es esta propiamente a la que estáis predestinados. Inscribidla en vuestros corazones y sobre los pliegues de vuestras banderas. Pero si deseáis quee lla no sea solamente una palabra si estáis resueltos a que ella se encarne en la acción viva, a lo que ella marque de vuestro sello en el porvenir de la humanidad debéis, mis amigos, aportarle en don entero y absoluto todas vuestras vidas. La voluntad que exige esta tarea colosal no es de aquellas que se satisfacen de un arranque de entusiasmo, dado de un solo golpe, y al instante gastado! Estas llamas estrepitosas, pero breves, no son más que meteoros que descubren el mundo, sin haberlo avivado. Lo que la obra espera de vosotros es la tenacidad de un esfuerzo difícil, obstinado. prolongado durante décadas, durante un siglo quizá a más. Os hace no ser apresurados. Nuestros grandes pueblos de Europa han mostrado a lo largo de toda su historia esta heroica paciencia. La civilización francesa se ha forjado en catorce siglos de trabajo escrupuloso, encarnizado, tanto en el dominio del pensamiento como en el de la política. Este trabajo ha sido a menudo arruinado, jamás abandonado por desaliento. Después de todos los desastres, las buenas gentes de Fran.
cia han recomenzado a elevar piedra por piedra las catedrales del espíritu y de la sociedad. Esto hace ver y querer más allá de la vida, como lo han querido forjar por la vida de los siglos. No os contentéis con ruidosas declaraciones celebrando el avance de vuestra superioridad y la debilidad de las otras razas! Testigo y juez severo de estas razas a las cuales pertenezco por la sangre, a menudo he combatido sus crímenes y sus errores; pero sé su grandeza y su labor milenaria. Si deseo que vayáis más alto que los que os han precedido, os encargo no menospreciarlos. Ellos pueden ofreceros el ejemplo de espléndidas energías. lo mismo si la hora de la usura viene, quizá, para ellos tiene bien ganado el derecho al Requiem. Pero vosotros, jóvenes hombres, jóvenes pueblos del porvenir, estáis en los primeros pasos. Medid la extensión de los espacios donde iréis enteros. Ceñid vuestros sentidos, blandid vuestros músculos, llenad de aire vuestros pechos, forjad vuestras voluntades y templad el acero ardiente en el baño de una viril disciplina. Tomad en común y cada uno por sí mismo, un voto solemne que 08 ligue al deber, al servicio sagrado que habéis elegido a fin de que nunca podáis renunciar a él! Prestad juramento de sacrificio de vuestro ser al Ser