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RENOVACION RUBEN DARIO Joaquín González BOLETIN MENSUAL DE IDEAS LIBROS REVISTAS DE LA AMERICA LATINA por Pedro Zonza Briano en Buenos Aires 10 Centavos NOVIEMBRE de 1924 SUMARIO Euclides Jaime.
Anatole France Max. Soto Hall.
Rubén Dario en Buenos Aires Sánchez Viamonte La derecha vía universitaria Javier del Rio.
Francia y la Rusia de los Soviets Pedro Zonza Briano.
Joaquin González Narciso Laclau La enseñanza y la investigación Triste ocaso de Guillermo Valencia Germán Arciniegas Haya de la Torre Manuel Seoane.
Cartas a Rabindranath Tagore Luis Amadori FO Vargas Vila Plutarco mintió Conrado Eggers Lecour Eduardo Posada Ernesto Higuera Estaba hablaba Arturo nido César Falcón El viaje de Cervantes a América Valle Inclán en el Hospital El patrono de América Notas y bibliografías.
Etc. Etc.
Gabriel Moreau. Mira Año II. 11 Este Boletín aparece el 20 de cada mes iniciaba TARIFAS DE AVISOS (Calificados)
SUSCRIPCION POR DOS ANOS Argentina. a Exterior. oro Columaa ancha, por centim. a.
angosta, por. Diríjase toda correspondencia: Casilla Correo 1625, Buenos Aires con amor a La Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata inauguró un bus.
to a Joaquin González, obra del insigne estatuario Zonza Briano, quien Amigos de juventud. Lugones. Ingenieros pronunció el siguiente discurso al hacer entrega de la obra.
Señoras y Señores: Entrego el Busto de González, el por Soto Hall.
soñador, para esta Facultad que el tanto amo donde fué maestro Cuando Va. señor Decano, me pidió la reproducción, en bronce, del busto La enfermedad aceleraba su marcha tores de las nuevas escuelas literarias, de este eminente patriota, se despertó de dia en dia; sus pasos se marcaban particularmente de Francia. Eso sirvió.
en mi un orgullo de argentino.
eiaramente en la fisonomia del poeta de mucho. Impuse nombres de autores No podía sino esperar tan justo hoy su organismo, debilitado, cada vez que han dejado huella imborrable. Fuí menaje. En vida del doctor González, era menos resistente para la lucha. Se algo pedagogo, lo que no se me había ejecutaba esta obra, con la convicción hallaba en ese periodo en que los de que alguna vez debía emprender en ocurrido nunca y mis enseñanzas no fermos parece que quisieran alargar la resultaron mal. LOS RAROS dejaron viaje desde mi taller a esta casa.
vida a fuerza de recordar el pasado. de ser raros en los núcleos intelectua La hice con entusiasmo de artista, Una doble existencia procurada por la les de Buenos Aires.
porque sabía que al interpretar su camemoria que se dinamiza en los que En cuanto a la juventud que se lebeza de pensador, llevaba a los argenllevan clavada en el corazón la jaba vantaba, se advertía la fuerza, el vitinos a la meditación.
lina que solo se arranca con el aliento gor, la originalidad de que venían La hice como un homenaje al gran último.
armados sus miembros. Sus victorias amigo y al gran artista. Al artista que Dario miraba mucho hacia atrás; le de hoy proclaman sus méritos: ahí tie supo amar la belleza del silencio, tal placia rumiar cosas lejanas; desenvol nes a Gerchunoff, Rojas, Martínez Cui como es la forma, porque ella ver pergaminos arrollados; hasta re tiño, Manuel Gálvez y otros que honran el alma armoniosa del Universo.
expresa buscar flores muertas entre el polvo de su país.
La hice con dolor y alegría: con la larga carretera recorrida. qué me dices le pregunté dolor, porque observaba las huellas Caiamos siempre en su vida bonae de Ingenieros y Lugones, los dos rense, salpicada de anécdotas y liena amargas que dejan en estas naturale.
de nombres que le eran queridos; que más amplia popularidad tienen en zas sensibles, las maldades de los homAmérica Latina? Sus nombres tú la bres; con alegría, por lo merecedor mayor parte de compañeros de lelo sabes. no pertenecen sólo a los de luchas.
que era de la glorificación del bronce.
tras y círculos selectos de pensadores y arasí como supe de La Montaña. tistas, sino que han penetrado hondaYo lo admiraba, acompañándolo en donde trabajo con José Pardo, José sus momentos de amarguras y expanmente en toda la masa que estudia y Ingenieros, Leopoldo Lugones y Maceque lee.
siones espirituales, pues fué, un artis.
donio Fernández.
ta, en el más bello sentido de la pa.
De Atlántida. en la cual, a los an.
labra. Artista que vivió en la contemtes citados, se agregaban Jaime Freire, plación de sus montañas, elevando su Quiero mucho a Lugones. reel boliviano, hoy Ministro de su patria puso. Nuestra amistad intima data, pensamiento por encima de ellas.
en Washington, Leopoldo Díaz, los dos sobre todo desde París. Lo conoci, co.
Su genio organizador, su alma llena Berisso, Carlos Ortiz y un compatriota mo en otra ocasión te he dicho en el de poesía, su hondo pensamiento, emasuyo, un centroamericano, de quien me diario El Tiempo.
ve nado de su persona, cubrían su bella recién cariño con siempre: de provnicia y era un muchacho cabeza con un velo transparente, de Ambrogi, salvadoreño y y representativo muy formal. Enemigo de andar de trás del cual se movían fuerzas imverdadero de las letras de pais farra, como dicen en Buenos Aires, no ponderables; fuerzas que más de una que ha tenido un Vicente Acosta, or tenía conmigo mucha intimidad. Nuesvez ha de invocar la posteridad, penefebre del verso, y un poeta innovador tras relaciones eran más que todo li trando en el alma grande y luminosa y hondo, como Francisco Cavidia, amterarias. Además, se casó y la esposa, de este sabio; fuerzas que entran en los bos exponentes de la virilidad literaria de a quien yo quiero mucho, me parece aquella República Centroamericana.
que, fuera de las redacciones, no apro me decía Darío. ya ves baba nuestra compañía. Muchas veces lo que ha hecho Ambrogi: Viajó por le he dicho eso, en son de broma, el Sur. En Buenos Aires amistó bien, aun cuando ella ha protestado enérgi.
consiguió el aprecio de los buenos; se estimó su obra, que apenas se camente, sigo creyendo lo que dejo di cho. En Paris fué otra cosa. Yo Si se queda vegetando en Centroamérica, se muere de anemia y permanece Aparte del ambiente literario, de ariscon visitar este matrimonio sim 80zaba eternamente desconocido. Hizo muy tocráticas letras, me placía el sabor bien en ir por allá, hoy es otro. Has de hogar.
Los domingos era huésped leido sus últimos libros? Sanos y imprescindible de su mesa. Horas defuertes liciosas he pasado con ellos, gustando espiritualmente de París o recordando Buenos Aires.
Lugones vale mucho. Yo hubiera querido tener su preparación clásica.
Es sólido. Sabe castellano a a maravilla.
Su léxico es inagotable. Me admira, pero no le apruebo, los múltiples asuntos, diferentes, casi todos, en que divide sus actividades y emplea sus poJOAQUIN GONZALEZ derosas energías. Yo lo quisiera sólo hombre de letras, poeta, prosista, dan dominios del arte que es la apoteosis do todo el jugo de su cerebro fuerte de la belleza y que inmortaliza a estos y bien nutrido.
hombres que han abierto vías al espí.
parece el mejor poeta de la ritu humano.
Argentina? repuse.
El arte, en su sencillez ideal con que No es fácil decirlo. Están alzánrinde sus homenajes encierra para la dose muchos de gran vuelo. Viene una historia de los pueblos una poesía, una cosecha de inspirados que promete. moral, una filosofía. Es ejemplo defiCapdevila, entre otros, me gusta mu nitivo e inmutable. Coloca a sus prócho; llega hondo y dice bien. Sólo una ceres de frente al porvenir, para que RUBEN CARIO vez le he hablado en mi vida y accisigan, con la luz de su verbo, ejercierdentalmente. Pero lo leo con intenso do su sacerdocio.
placer. Respecto a Lugones, lo que si Yo no sé si he llegado a interpretar La enumeración de publicaciones da puedo decir es que es de los grandes.
lo que verdaderamente he sentido. He ba siempre margen a largos paliques, Tiene asiento de primera en el cenácuquerido decir, con el único medio de lo del arte.
en que, entre otras, se nombraban El Mercurio de América. de Eugenio expresión que tengo a mi alcance, muDiaz Romero y El Sol de Alberto chas cosas. Quise penetrar la amada Ghiraldo, que parecían haber dejado personalidad del doctor Joaquín González para poder revelar a través en su alma una inolvidable reminis.
Pasamos a Ingenieros.
de esta forma, su mundo interior. Quicencia Dario se entusiasmo.
se que este bronce tradujera una esen.
Tengo la memoria llena de recuercial cualidad de belleza para que en dos en que se mezcla el nombre de todo instante pareciera bella. Quise Ingenieros. Aunque más joven que yo, convertir en cosas visibles, su mundo invisible, para que hablara con la exA propósito de su obra realizada en fuimos desde un principio excelentes amigos, es algo más, buenos camara presión de su silencio, más que la pa.
Buenos Aires, me dijo algo que cons.
misma. La palabra define; el das. Yo nunca he podido darme cuentituye una valiosa confesión literaria.
silencio de la forma sugiere.
ta de cómo hace este hombre para Es una faz de su espíritu que posible.
Cuando lo ejecutaba, la masa infor mente no reflejó sino en aquella, sa alargar el tiempo. Era de los que tras.
me de arcilla esperaba con su llanto, brosas intimidades, nochaban conmigo hasta ver clarear el las voces evocadoras de ese poeta de día, en esas veladas de que te he haLos que conmigo iban. decía imágenes infinitas; las esperaba para. es decir los que entraban de buen blado, y, sin embargo, tenía horas painterpretarlas en su lenguaje coudo y ra consagrarse al estudio y como el lo grado por la bisena senda, no eran los clocuencia singular.
hace, con conciencia. Su amistad me que me producian mayor placer. Los ha servido de mucho. Su energía, su Lo primero que apareció fué como quería como se quiere a los nuestros, un blanco sudario y la curva de un resolución, han sido más de una vez, a los que comulgan con nuestro pan, ala ideal de mistica existencia. Su frenariete para mi debilidad. Es, por otra pero me halagaba ver cómo los con te generosa, pletórica de pensamiento, parte, un conversador prodigioso, in frarios se iban plegando a las filag agotable, de una amenidad que siem se desprendia del volumen surgiendo conquistadoras. No eran vencidos, cran con serenidad. Frente llena de ideas; pre atrae. Cualquier tema en sus labios convencidos. Eso demostraba la fuerza es interesante. Todos los trata en una ideas que volaron atravesando los con y la verdad del movimiento iniciado tinentes, desde sus queridas montañas, forma tan inteligente y hábil, que haspor mi desde años atrás y que ya conta los más estériles, los hace agrada hasta el indico Ganges.
taba con adalides de positivo valer. Cuántas personas ilustres, ya de ca bles. No tienes más que leer sus libros. Sus párpados, caídos por el peso de Es un estilista. la inversa de lo que sus ersucños, uniánse con la suave libellos blanqueados y respetables por et merecimientos, vi en lucha, entre pasa con los que se dedican a la lite.
nea de sus ojos de expresión interior y velada. Ojos que vieron los homéri.
ratura científica y que descuidan su el pasado que los atraia stávicamente, decir, el no, pule y labra. Su párrafo cos crepúsculos del Famatina, el vuelo y el porvenir que los seducir con sus de sus simbólicos cóndores y las rosamirajes! Los unos cedieron, por lo me es lleno y sonoro, forjado reciamente, claro y preciso. cuando se propone das auroras de eterna juventud. En la nos en el juicio, al que restaron seve.
ridad, tratándose de juzgar la escuela con más empeño en hacer letras, es un parte inferior de su rostro, en el cigo.
escritor maravilloso. Su artículo a las mático derecho, um gesto subconscien invasora: otros, más rebeldes, quedaTon anclados en el fondeadero de sus manos de Eleonora Duse, es una joya. te, amargo y doloroso, traducia filo No creo que nunca se haya cantado sóficas deducciones; que sólo ví des.
viejos principios, pero sin mayor profesta a unas manos más bien ni mejor. Lue aparecer el día que se hizo invisible, De todos modos, en eso estaba mi go, tiene siempre una idea nueva, un at semejanza de los astros que se alejan triunfo y mi satisfacción pensamiento original, un giro propio. de nuestro planeta, dejándonos el reYo hice en ese tiempo la mejor par Todo lo suyo lleva sello y sello re cuerdo de su luz. La noche que lo vi dormido de de mi obra de reformador. No pre. gio. Sin que influya en mi opinión el una de esas noches azules tendi hacerme apóstol, ni nenos em afecto que le profeso, creo que es una que él tanto amaba. es gesto quedo de las figuras de que puede estar or velado por sonrisa de amor y pufar yo soio el cetro. Me empefié en gloria. dar a conocer a los más ilustres escri gullosa nuestra América Francia reconoce el gobierno del Soviet Te por Javier del Río inermes y estéril.
el cuanCuando en 1917 estalló en la vieja Rusia de los zares la revolución, los gobiernos burgueses se agruparon en un solo haz defensivo, poseídos de una justificada sensación de pánico. Era un nuevo sistema de convivencia económi.
ca y social la que surgía ante la crisis del sistema capitalista en aquel país.
Era asimismo la resultante de una larga crisis política agudizada por la consecuencia de una guerra desastrosa los pueblos de las demás naciones, trabajados por las mismas angustias económicas los unos, y ensangrentados por estériles contiendas fraternales los otros, podían copiar su ejemplo. Erizadas murallas de bayonetas de todas las naciones trazaron un amplio cordón sanitario. tupido y cos.
toso, en su afán ingenuo de amurallar ideas.
Pero los resplandores del incendio vinieron a iluminar la conciencia de esta oscura muralla humana; los soldados que destacaba la avanzada capitalista fraternizaron, en un común sentimiento de redención igualitaria, con aquellos legionarios mesiánicos que dejaban las barricadas gloriosas para volar al frente y decir al mundo desde la atalaya de su revolución que era una misma en el mundo la causa de los oprimidos.
Aun se oía el retumbo de los caño nes beligerantes hablar con el lengua je desolador de las masacres en nom.
bre de un atizado patriotismo que candorosamente ingenuo, hacian caer a los pueblos contendores de la gran guerra europea en el doloroso error de creerse cada uno defensor de la propia independencia ante la injustificada opresión de su contrario.
Larga y pacientemente había sido maquinado por sus respectivos gobiernos este embuste siniestro que llevaba rmes veinte millones de jóvenes a la destrucción y a la muerte.
Era el caro tributo que periódicamente en una ya larga peregrinación de años viene pagando la mansedumbre ignorante de los pueblos a la avaricia sin tregua de los capitalistas.
Bien es sabido que cuando un grupo de capitalistas, que son los amos de los gobiernos, quiere asegurar tum de un negocio frente al grupo de sus colegas adversos, se agitan las banderas del patriotismo.
Así se agitaron en Europa para asegurar a los capitalistas norteamericanos, ingleses y franceses el predominio absoluto sobre la industria alemana. de triunfar esta última habría sido a la inversa.
Siempre el mismo fenómeno de la avaricia insaciable de unos pocos antepuesta al bienestar y a la vida de millones y millones de hombres.
Bueno, pues, el pueblo ruso no quiso pagar las deudas que esta casa de sus opresores habín contraido con sus privilegiados colegas de las otras na ciones.
Largo tiempo hacia ya que por boca de los precursores de la revolución rusa, este pueblo advertía a amos absolutistas y tiranos que cuando sonara la hora de la redención y la justicia, él no pagaría a sus acreedores esta deuda en que se le hipotecaba sin consultarle la hora llegó, con esa lógica sc guridad con que se van cumpliendo las etapas de un proceso; y, como es de suponer, el gobierno de los soviets se negó rotundamente a pagar las deudas del capitalismo zarista. las naciones acreedoras cerraron círculo de estrecho boicot a la naciente república proletaria.
Pero primero Alemania, con aquella sorpresa bomba de la conferencia de Génova, y después Italia y otras naciones de segunda categoría, reconocieron de hecho al gobierno de los soviets, demostrando la deleznable consistencia de su argumentación de acreedores que no trepidan en quebrar sus proclamadas inflexibles normas sobre que reposan todos, cuando algún particular beneficio puede darles ventajo sa situación financiera frente a sus contrarios Hoy es Francia, mañana será Norte América, gran resumidero de la corriente del oro mundial, y finalmente todas tendrán que reconocer al gobierno de los soviets.
No puede reconstruirse Europa, lo han declarado ellos mismos, sin las carnes y los cereales rusos.
Nuestro gobierno y el norteamericano podrían aprovechar esta lección, hoy que los capitalistas argentinos a la sombra de los bancos y las bolsas están hipotecando nuestro país al oro Yanqui, a espaldas del pueblo.
Bien sabemos que además del petróleo, los bosques y los ferrocarriles, cada año se saca un fuerte y nuevo empréstito para pagar los intereses de nuestra ya grande deuda externa.
Córdoba. Noviembre de 1924.
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