RENOVACION Año No. Este Boletin aparece el 20 de cada mes Lo que me dijo un esqueleto Una luciérnaga de Larreta.
que duer. tarse.
onniston abiese de aparecer: BOLETIN MENSUAL DE IDEAS LIBROS REVISTAS DE LA AMERICA LATINA por Julio Flore. Me hablaban. Sentí un estremecimiento en las El de Febrero de 1823 falleció en Barranquilla el emtsombras y oí una voz que me dijo. Levántate! Hoy nente poeta colombiano Julio Flórez, a quien coronaes el dia de todos los santos y hoy tendrás muchas vi. ran, solemnemente sus conciudadanos pocos días antes sitas. Despierta polvo vano que hace mucho de su muerte.
mes.
Espejismos del crítico Jean Paul Una luz. indescriptible iluminó de pronto el horrible Nuestro indiscreto colega: La ta; sus versos, buenos pero artificia. con ello el teatro nacional se incorrecinto en que me hallaba. mi derecha, acurrucado Nación ál dar, sonora publicidad les, revelan mucho ingenio para ver parará las más alta y noble prodne y tiritando de frío, reſa otro esqueleto, húmeda y ama una artística fantasía de Enrique sificar, pero están exentos de lirici ción lírica con que pueda contar has rillo, con una risa espantosa, horrible, siniestral Larreta, titulada La Luciérnaga. dad: no se trata de poesia sino de ta el presente. no se crea que ha cometido. plancha de confiar su excelente prosa metrificada. Tráta¿En dónde staba yo. En la tumba. De repente penésta es una frase escapada de entre presentación a un distinguido críti se, en efecte, de un escritor cultisilos puntos de la pluma, el señor sé, y a mi memoria vinieron los reenerdos de mi última co teatral, el señor Jean Paul, quien mo, incapaz de escribir mal, ni aun Jean Paul se explica: La más alagonía. Después de haber recibido el desdén de la mujer que había sido en el mundo el sol, el bello sol de mi ha cumplido con su deber de cortesía queriéndolo, pero no es lícito al se :ta,. porque su lirismo no es, como a sin percatarse de lo que tenía entre ñor Jean Paul decirnos que un ar casi siempre fue, vana retórica, sino alma, me enloquecí; y una noche muy negra llegué a mi manos, o acaso a pesar de perca tista de profunda sensibilidades si sincera turbación del espíritu ante lo casa con el pecho henchido de amargos sollozos.
Temblé al mirarla. La soledad era profunda. Entonnónimo de poeta de alma ardiente incierto y frágil de nuestro destino.
ces, baſado en sudor frio, ta dije estas palabras. Me Existe un género especial de crí. y conmovida. Larreta es artista Lo más noble, no wa solamente por has herido el corazón de muerte. está sufriendo mutica que consiste en no leer las obras del estilo y no es poeta; sabo hacer su límpido y armonioso verbo, ni cho. y vengo delante de ti, a acelerar su inmensa a gocriticadas, guiandose por el título. versos excelentes, pero no turbados por su composición de línea clasica, nía. Agarré con mis manos temblorosås una arma tría Si alguien la aplicara en este caso en momento alguno por una emoción sino también por su filosofin. Er que llevaba conmigo.
Por una irresistible tentación de la de poesía. El artista cincela, a pun. go: la más alta porque su lirismo no memoria. Ay! cuán injusta a ve ta de buril; el poeta vuela, a golpe es lírico sino racional y la más noble Una nube roja me empaño los ojos; mi amada no ees! el tal crítico recordaría las de ala.
porque tiene una composición de 11memorables Luciérnagas de Ga. fuer de justos sólo elogios popodía estar en pié; quiso hablar, pero las palabras se nea clásica a pesar de titularse cuenbriel Carrasco, cuyo comentario dió le helaron en la boca lívida como su rostro. Ah, si dríamos prodigar al señor Larreta, to romántico. Aparte, naturalmente, hubiese hablado. tal vez.
celebridad en un día a Enrique Ca ya que de él no esperábamos buena de su filosofía.
prile, entonces director de La Na poesía, descubierta. por Jean Paul, Filosofía aparte. la que llamarán hoy filosofía. debemos de Recuerdo la detonación. Al rodar mi cuerpo por el ción. pero, a simple inspección del sino los refinados versos explicables JULIO FLOREZ suelo como una masa inerte, bañado en sangre, aquella objeto, no obstante brillar en verso por sus antecedentes; pero debemos clarar que la luciérnaga de Larreta como la de su antecesor, se advierte agregar también que, en más de un nos parece ụna malísima composi mujer cayó sobre mí como una loca, llorando a raudales.
raudal de lágrimas purisimas resbaló por su faz arrugaque esta flamante Luciérnaga perte punto, admiramos la excelencia de ción dentro del género dramático y Convulsa me besaba en la frente, en la boca, me pedía da; abrió sus labios trémulos y con el timbre más puro niece a distinta especie luciferina, Se las imágenes, que empero nos guar. creemos que no marcará fecha alguperdón y apretaba con su manecita pálida su cabellera blonda, sobre la herida de mi frente, que manaba sanque había escuchado sobre la tierra llegó hasta mí esta trata de una Luciérnaga solitaria, de damos de confundir con el estro poé na en la historia del teatro naciofrase: Hijo mío. vasta superficie luminosa, que irratico.
gre a borBotones, como queriendo eon las delgadas he. nal, aunque tal vez, su estreno la Era mi madre.
bras de sus cabellos, detener esa sangre que huía con mi dia más luz que todas las de Carrasmarque en la vida social literaria, Julio FLOREZ.
vida, Su boca anhelante humedeeis mis labios cuando 60, a. punto de parecer más bien. laes decir, en la literatura aplicada mativo faral que efímero insecto; y la vida social, como llamamos por dejé de respirar.
como su argumento se desenvưelve aquí al mundanal ruido.
en la época de Rosas, ante carceleros La trama del argumento, sobre no Cuánto tiempo hacia que estaba en la tumba? No con traje, chiripá y gorro de manga ser nueyo, es casi infantil; un Don lo sé. pero mi carne había sido devorada por los gu2ncarnados (según prescriben las Juan insatisfecho de su esposa, está sanos. Me llevé la mano a la frente, temeroso de que acotaciones. la diferencia se acenen la cárcel y acaba por enamorar aquello no fuese más que un sueño; pero tropecé con Acaba túa substancialmente en el colorido, se de una desconocida que está en el agujero, que había formado la bala al penetrar.
pues en vez de humildes lucierna guila celda contigua y resulta ser su prollas de pálido celeste creemos hallar.
pia esposa; una de sus amadas los Una lluvia de blondos cabellos resbaló lentamente nos en presencia de un aparatoso falibra de la prisión y se. resigna a por entre mis dedos descarnados. Son de ella, exclarol colorado.
verlos irse juntos. No hay novedad mé con voz ronca. Cuántas veces los habia acariciado. Muy de alabar parécenos que el en que la amada sea Manuelita Ro. Sí, murmuró el esqueleto que tiritabd a mi lado, ella setor Lärreta, hastiado de narrar en sas, pues en no menos de cinco pro desesperada por tu suicidio, cortó sus trenzas y rogó fuey su noble estilo paisajes y costumbres ducciones teatrales argentinas figura sen colocadas entre tus manos al dejarte para siempre de otras tierras, haya honrado al fin Manuelita enamorada de un unita en esta cueva.
con su atención a nuestro desvalido rio a quitn salva la vida.
país,. escogiendo para in rojo lucierTécnicamente es un desastre. Des quién eres tú, esqueleto horriblet, pregunté nagón el escenario altamente dramade el primer larguísimo monólogo, al montón de huesos que me hablaba. Soy la muerte, tico de la tiranía rosina. No creemos el público se hartaría de la pieza, me replicó, yo soy quien te he despertado. se echo ENRIQUE LARRETA a reir. bien, si eres la muerte, por qué le brindas que ello le abaje mucho, ya que igual En sumia, como trabajo literario, que en lo demás se reduce a tres tentación teatral tuvieron el redivi nos place la luciérnaga de Lárreta; cuatro largos diálogos explicativos ahora la vida a un esqueleto. vo Echaglie, el ampuloso Peña y el creemos que su publicación ha sido del asunto, hasta rematar en el breabundante García Velloso, amén del perjudicada por los impropios elove monólogo final de Manuelita que, Oyeme: la noche que te suicidaste, dijiste al expiincógnito Groussac y sin tomar en ese sí, nos parece delicado, lleno de rar: devuélveme la vida. Era imposible devolvértela engios. con que el señor Jean Paul la cuenta tres o cuatro docenas de sal ha precedido, perdiendo una buena ternura y de emoción, aunque sin tonces, y hoy que puedo, lo hago.
neteros. Todos aquellos, en efecto, y originalidad.
Hace seis años que moriste. Hoy es el día de todos opertunidad para no firmar el perlos santos y hoy tendrás muchas visitas. comenzó en verso los más, han legado a la nicioso reclamo, reducido por lo de.
posteridad su dramita rosino, gun más a veinte líneas si se exeeptúa cl Teatralmente que es otra cosa a reir de nuevo. vendrá, no es cierto! Ya lo creo.
que tal vez sobreviva a todos el insla luciérnaga de Larreta podría como que por aquí tiene un pedazo de sus entrañas. resumen del argumento. Para qué pirado Luz de Lana y Luz de In estallar en la exclamaciónPoder alcanzar un modesto éxito, propor luego confirmo. Ves esa rendijita, aquí, detrás de tu cendio. que estrenó en su juventud maravilloso del poeta, que comunica cional a las condiciones de los inter lápida! Por ahí podemos ver a los visitantes. Asómate el meritſsimo Martín Coronado. El ver Larreta por estos caminos rea las ajenas la recondita vibración prétes y a las calidades del decorado. y mira.
del alma propia. Quedará comEn este sentido, sin embargo, no gocija justamente al inexorable eri placido el señor Larreta con que le creemos que pueda durar tanto en Acurrucado me asomé, y reconocí aquel sitio del tico Jean Paul, cuando termina su atribuyan tal maravilloso poder1 No a cartel como otras obras verdade cementerio. Los árboles se mecſan meneando con pereza presentación con estas sesudas pala hubiera holgado recordar el pensaramente teatrales. de igual épo sus copas macilentas. Un perfume delicioso de flores rebras: Bueno que vuelva el hijo miento de La Bruyére: Los hom.
ca nosina, por el estilo de la Amacién abiertas entraba por aquella huertecita. El sol esta: prodigo a beber las aguas vivas de bres que gustan de tabanzas delom lial. de Julio Castellanos, y la Ma ba un poco alto. La hierba mustia y hollada apente, se la Tierra maternal. Pues, en efecto, didas nunca están satisfechos de las nuelita Rosas. de Ed. Rossi, que movía a impulsos del céfiro. Oh, qué hermoso me pare. hay en nuestro ambiente, en muesció, el mundo y eso que no miraba más que el cementra historia, en nuestras costumbres, tan de ellas se sienten ofendidos de que se les prodigan; dos que no gus actualmente llega al centenar de representaciones en el teatro Marco terio.
viva materia de arte y poesía. Es, en verdad, justo declarar que si las que se les confunda con los otros ini. Acaso pueda Larreta encontrar Mesura, pues, señores críticos, muuna Manuelita menos jamons que Entre varios grupos de personas que paseaban repálidas luciérnagas de Gabriel Ča. cha mesura.
Blanca Podestá, pero su asunto no conocí a muchos amigos míos, que charlaban bajo las rrasco no carecían de color local permitirá que el decorado iguale al Oficial de afilador, me parece el Vamos a la consideración de La Mareoni, lo que sin duda podria flores de los cipreces; sentí ímpetus de abrazarlos y esperé con impaciencia que alguno de ellos se acercara tiempo pierdes. el farol colorado Luciérnaga dentro del género drasalvar el espectáculo, agregado al a mi desierta fosa. Pero, oh, decepción. al poco tiempo de Enrique Larreta tampoco. carece mático, técnicamente: En cierto moprestigio mundano y literario del ause despidieron sin lanzar una mirada siquiera sobre mi de el Sé que hasta el tigre en do, Larreta se cubre de antemano al tor.
desteniida lápida!
la cueva quiere amor. siendo en Hamarla cuento romántico. en tal Probable es que el señor Larreta, fin tan frecuente divisar las unas caso nada habría que decir, pues a quien tanto admiramos como proéomo el otro en los suburbios melanDe cuando en cuando llegabs mis ofdos el eco nos en una sador exquisito y maestro del estitriste de los tesponsos de los clérigos. De repente, por eólicos de las poblaciones argentinas simple fantasía literaria, cuyo, valor lo, se asombre de que o inocente euento romântico. sin pretensio grandes y brillantes apareció, entre mis euencas vacías, entre los sepqleros viejos, una mujer de ojos negros, artístico nos satisface. Pero es el caso que el señor Jean Paul, especianes de obra dramática, motive coEchemos lleve a la indiscreta mecomo una visión celeste. Mis huesos crujieron y estuve a lista en crítica teatral y autor de vamentarios que juzgará extemporápunto de romper la lápida que me impedia llegar a rios libros sobre la materia, se emneos. Si tal cosa ocurriera. cogas moria. Larreta Hama a su pieza teapor ella. pero mi compañero ne detuvo. Traia una corona tral en un acto cuento romántico. peña en dejar mal a Larreta con veredes, al fin y al cabo. ctilpe de de flores blancas y azules. Venia. con dirección a mi ello a nuestro distinguido colega cuento es, ciertamente, y romántico sus excesos laudatorios. Dice, nada. a carta cabal. Dealigado de toda vetumba. Era mi novia. Qué dulce es la fruición de un La Nación. que tuvo el poco tactrends, que por su calidad artística, to de confint a un crítica teatral la esqueleto, el ver la mujer por quién ha dejado la vida!
rosimilitud histórica, el cuento de La Luciérnaga está llamada a. Ya llega, decía yo, viéndols acercarse, ya llega, ya esLarreta gira en torno de una sonct marear una fecha en el desenvolvi presentación de su lúciérnaga.
tá aquí. pero, ni una mirada tampoco. Pasó, pas6 sirolla fábula, artisticamente desenyuel miento del teatro nacional. y que Raul PRESILLA sa con su linda corona. Entonces, un estremecimiento poderoso escurrió por mis huesos y dos gotas de sudor quemante cayeron de las cuencas de mis ojos. Sentira bia y quise de nuevo desprender la lápida, correr a ella y arrojarle a la cara aquel montón de huesos, que en eee instante rompía y estrujaba entre las falanges. de mis dedos, pero tan sólo pude murmurar: Ingrata!
acaba de reimprimir Mi compañero volvió a detenerme. Déjala, me dijo, pobré esqueleto, ella va en busca de la tumba de su un. acaso dos más, como que hace cuatro años que the cand, balbuceo la Muerte, riéndose todavía.
Aloir estas palabras, se doblaron mis huesos inerpor Domingo Sarmiento tes, y car al fondo de mi ataúd.
De repente, of li misma voz que me decía. Levántate y mira, no te pesará, tu eres el ingrato.
Podía ser ella. Hice un esfuerzo imponderable, me enderece y mire por la grieta.
Una mujer con la cabeza cubierta de cabellos blancos, vestida de negro, y con una corona en las manos, de rodilla gemía sobre el césped que rodeaba mi tumba.
De pronto alzo los ojos, unog ojos tristes y turbios, y un Organización Nacional Pelliza LA CULTURA ARGENTINA min.
Mejo, muerto hace un año.
FACUNDO En todas las Librerías min. en todas las Librerías