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NUESTRA TRIBUNA NUESTRA TRIBUNA BIOGRAFIAS LUISA MICHEL incolocables: el uno por el hábito de mitido que la vida sexual es nula o suibuscar el calor de las bujías que lo bordinada a la de su compañero. legal chamuscan perfumando la casa: el otro, o ilegal) que a ella le ha tocado. Ella porque tiene un carácter de perro. debe vivir y sentir por él pasión si el cuando se le reprocha por guardar lo es: aparentar indiferencia si en él ese gozquejo legañoso y maullón, ar nota frialdad.
guye cariñosa: Pobre animalito, con Hasta hoy el hombre ha considerado semejante traza a dónde queréis que el deseo sensual como cosa para la cual vaya si yo no lo recojo!
el debe regirse esencialmente, rehuDadivosa singular, que da su poco sando reconocer en la mujer un ser dinero a más miseriosos que ella; que moral y físicamente organizado como reparte sus vestidos a las andrajosas: lo sea él mismo.
que parte su pan con los mendigos y Esta es cuestión que ya bordearé recoge las migajas para sus deshereda ante todo dentro del estudio El amor dos de cuatro patas, yo desearía llega libre que dejo para otra oportunidad.
sen hasta esta habitación sus negadores, para ver a esta obrera creyente y Magdalena Vernet.
pensadora.
Digo pensadora, 110 librepensadora.
Luisa Michel ha sido cristiana, y, aunque ella no quiera, lo recuerda. Su fra Machos, pero no hombres, seologia está llena de reminiscencias; habla del infierno de los pobres y del Heinbras, pero no mujeres paraiso de los ricos y levanta los ojos al cielo cuando anuncia una esperanza.
Ha pasado por el catolicismo, y creo Observando el vasto escenario soque los que par él cruzaron entre incial, en el que todos, más o menos, socienso y cánticos y armonias, conserinos actores y protagonistas de la grau van eternamente la gracia y la terntitragedia humana, podemos comprobar ra. Ved la rigidez luterana y pensad cuán lógica, aplastante y cierta, resulen las niñas que saldrán de sus tem ta todavía, a pesar de los siglos trausplos fríos y de sus institutos.
curridos, aquella amarga y punzante Ninguna se resiente tanto de sus ori ironia de Diógenes, cuando en pleno genes como esta Luisa, de quien me dia encendía una linterna para buscar decía una hermana de la caridad: un hombre. Cómo nos disgustamos el dia de ¿Qué buscas, Diógenes. le presu marcha! Tenía vocación. Qué gran guntó uno. al enterarse que bajo los desgracia que la hayan desviado! ardientes y luminosos rayos solares llevaba una linterna encendida y la diSeverine.
rigia afanosamente a todos los lugares. aris 1893 como buscando algún objeto perdido.
y Diógenes le respondió con toda naturalidad: Busco un hombre.
Diógenes buscaba un hombre donde habían de que llevabani no admiten que el hombre use y abuse de su personalidad, las que coadyuvan a la demolición de la sociedad burgucsa, las que aportan sus entusiasmos y sus servicios a la Revolución Social las que sienten en el corazón y llevan en el cerebro la chispa radiante de los ideales fraternales y humanos. Esas son mujeres, las únicas que tienen derecho a llamarse tales.
Hay inachos, pero no hombres; hembras, pero no inujeres. Hombres y mujeres faltan en todas partes, como superabundan en todas partes machos y hembras.
Trabajemos, pues, por el acrecentamiento de los hombres y la disminución de los machos; por la multiplicación de las mujeres y la reducción de las hembras.
Por la revolución y la anarquía, compañeros. guerra a las hembras y a los machos.
Lutecia Gorky.
Iquique, junio, 1924. nienudencias del tenor. Entablamos conversación y contestóme. Tengo, hasta ahora. me dice buena clasificación; me porto bien, también; pero tengo una maestra desgraciada.
No sé, a mí que me fascina su vocalización, parecióme esta palabra tan mal vocalizada, casi una interjeción. pero la maestra es desgraciada. Dime, Oreste. por qué tratas asi a tu maestra. No sabes, que aunque de vez en cuando te suela dar una reprensión o un reto, no es merecedora de ese calificativo y sí, en cambio, de todos tus respetos de alumno hacia la maestra?
Me miró de soslayo, y avergonzado y con respeto, dijonie. Tenés razón, Aurora, otra vez 110 usaré esa frase, pero, muchas veces, la he dicho delante de papá y mamá y nunca me han reprendido; dije asi a la maestra, acordándome de los pelliscones que me da a mí y golpes de regla que da a otros niños, y que nos deja muchas veces solos en clase para ir a conversar en rueda con las demás maestras.
Una interrogación se anudó en mi garganta como nudo gordiano. será el proceder de la maestra que hace decir a mi primito y otros muchos alumnos esa palabra poco culta. Me respondi que sí, al recordar la superficialidad con que la mayoría de las maestritas educan a los niños. La grosería, los pelliscones y los punterazos y los golpes de regla, sustituyen la dulzura, la persuación y el razonamiento del educando y el docente en la enseñanza.
La psicologia de la totalidad de los alumnos está en el odio al maestro y nunca a la enseñanza. Dónde está la causa que los niños traten así a sus educadores?
Aurora Castillo.
Buenos Aires.
NA PALEO FU En este pueblito hay como una cspecie de gobierno en embrión, una delegada y un delegado de la comuna de Balcarce. La señora, la delegada. atiende la correspondencia: clasifica, retira y envía a su destino la que le place. NUESTRA TRIBUNA ha caído bajo la censura de esta señora delegada. De ahi que a los suscriptores de ese pueblito no le llegue el periódico quincenalmente con su debida puntualidad.
Participamos a esa señora delegada que desista de retener en su censura a NUESTRA TRIBUNA y respete el derecho inviolable de sagrada correspondencia, puies de lo contrario tomareinos las medidas pertinentes que el caso reclama.
Estas pálidas obreritas que suelen ir los sábados al registro a entregar el producto de su trabajo semanal, pasan la mayor parte del día encorvadas sobre la máqunia de coser, gastando sus energias y malogrando su salud.
En cambio, las otras, las niñas de sociedad, invierten sus horas domésticas. en afeitarse los sobacos, depilar se, perfumarse el cuerpo, lustrarse las uñas, pintarse el rostro y ensayan post uras ante el espejo y hablar por teléfono de trivialidades amorosas con algún niño bien o con el fraile de la parroquia. De El Peludo. El matrimonio y el amor pantalones y los atributos naturales FOLLETOS EN VENTA Psicologías de la gran urbe ¡Luisa Michel. Una cristiana al comprendemos, al verla con su ropa revés.
ferozmente negra pegada al asta de su Anteaver, en el cementerio Pere Lacuerpo, la bandera que defiende!
chaise, cuando la muchedunabre anar Los caricaturistas la ridiculizaron quista iba a linchar a un infeliz fanánuestro caballeresco pueblo se ensañó tico que disparó contra ella. Luisa Mien verso, en prosa, en grabados, con chel repetia dulce y lagrimeante: de esta proscrita que es mujer, desampajadlo, es un pobre loco, no ha querido rada y pobre. Los malignos y perverhacer daño, no tenía intención de ha.
sos, aguzaron vanamente sus chistes y cer daño.
sus odios; pluma y lápiz han resbalaInterponia su gran piedad entre el do por esa epidermis bronceada por el crimen del sectario la cólera de la sol de Nuinca, provocando el cosquimasa, como alzó su indulgencia entre lleo, padre de la risa. Yo sé que algunas aquél que quiso matarla y los rigoris tardes, Luisa Michel, no hallando hammos del código. Siempre heroica y buc brientos, empleaba sus últimos céntina, sufriendo en su propio cuerpo las mos en la compra de sus caricaturas, heridas abiertas en los cuerpos de los para pegarlas en la pared de su cuarotros.
to, asegurando la alegría por toda una No quiero hablar de ella como ba semana. Porque los labios de la Mirricadera, oradora, ni literata, porque, chel son reidores, y cuando esa pitonibajo toda esa púrpura, yo no he senti sa desciende del tripode, sirve en las do el aletear de su alma albina, de su avanzadas del buen humor.
alma de niña. En Luisa Michel veo, Dije era una desgraciada y hablé alégrome de verla así, la mujer tan mal injustamente. Perdón, una mujer 110 conocida, tan mal comprendida. fre suele hacer justicia a otra mujer. Cuancuentemente por su culpa, ya lo sé. do los ojos lucen y rien los labios con y por ello quiero la vea el pueblo en buena sonrisa, con chisporroteo de iromis escritos, siendo ella misma. con nia de ternura, nadie puede hacer sus pequeñas manías, sus inmedibles acusación de desgracia.
virtudes y su don más femenino y per Las fotografías callejeras de Luisa sonal: la bondad.
Michel, dan únicamente sus trazos, una He dicho la bondad y 110 debéis ni arquitectura de jaula estrafalaria, de la sorprenderos, ni sonreiros. Esta petro que, como un pájaro, voló el alma, polera es una abuelita que mece a los niendo en Luisa escorzos de ogra o niños de pecho, cura a los viejecillos, inarimacho. Un marimacho la que vela y cuida a los heridos. Quien a ella burlea a los burgueses del tranvía Lese acerca, forzosamente se impresiona rallois París, esos burgueses con pátila respeta. Los que separados de 11a de pequeños rentistas, que siempre Luisa por el batallar político 110 la co inachacan en la eterna conversación 110cen o la conocen mal, son los solos sobre la localidad y sus vecinos! En capaces, por ignorancia, de insultarla Lul momento dado, Luisa se aventura. o calumniarla. Pero oiga, caballero, no habita Ella sabe esto: porque ella, la anar en la comarca un horror de mujer. quista, tiene también su orgullejo. Cómo la llaman. Esa que quiere hablar de algún detractor, responde: matarlo todo. Quién. Fulanito? No me conoce, se An, sí! Luisa Michel.
ha formado de mí un montón de ideas Eso mismo.
falsas. Si hablásemos tranquilamente Si, señora, si: la presencia de esa una horita, acabariamos por ser bue inujer desentona en estos parajes.
nos amigos. añadía: Si sólo fuese. No se la podría expulsar. prerealista. nos podríamos entender.
gunta ingenuamente Luisa.
Porque esa alma gigante, ama lo ex. Esa pregunta os honra, señora.
tremado, el albor de la nieve o el rojo Tenemos los mismos sentimientos.
incendiario de la siempreviva. Toda fe Desgraciadamente, la ley tiene lagusincera le apasiona; toda convicción leal, la respeta, aunque esa fe y esa. Es posible!
convicción sean antagónicas a las su La conversación dura hasta la calle yas. Desborda sus indignaciones en los de Víctor Hugo. Luisa Michel, prepadel centro, aprovechadores del ajeno rada sobre el estribo para bajar, torna esfuerzo, los Thenardiers del parlala cabeza hacia el pequeño rentista, mentarismo, los Thiers que venden a confundido en salutaciones a una peruna reina y ametrallan un pueblo. sona tan sensata, y con un gesto de Gavroche. Pobre mujer! Desgraciada como la. Caballero. Yo soy Luisa Michel. miseria, descarnada como el hambre, El burgués cae de espaldas y mieninsexuada como el dolor, qué pronto tras el cobrador lo recojc de debajo el asiento. Luisa entra en su casa, sen. tándose en la escalera para reir más a tad ajena a la suva, no puede sacudir gusto.
su inercia, no hace nada sino cuando se lo ordena otro, En su casa.
Dificilmente podrá haber una fuerQuisiera llegasen a este pobre domiza más insidiosa y más disolvente pacilio los acusadores que han voceado ra el desarrollo del carácter humano vive de la propaganda, de sus confeque el producir, por medio de la edurencias. No pasarían el dintel, sin quicación actual, constantemente, hábitos tarse los sombreros. lo juro!
de servidumbre. Esos hábitos se han La vivienda del obrero más explotainculcado mayormente a la mujer en su do, la celda del carmelita inás clausrelación con el hombre.
tral. el retiro del hombre de ciencia, La dependencia de la mujer al favor 110 ostenta más indiferencia por todo personal del hombre ha producido una lo que hace de la vida una comodidad excesiva habilidad de adaptación. Ha y un encanto.
visto la mujer en el hombre la seguri Una pieza estrecha, a la entrada, con dad de su pan para el futuro. Esa de oficios de vestibulo, sala y comedor, pendencia ha dado a la mujer hábitos luciendo una mesa central redondeada de servidumbre, que sólo los pierden y cuatro o cinco sillas; una maleta en las mujeres que se van bastando a sí un riconcejo y una estufa de hierro mismas, con su propia e independiente colado en otro. Después, un cuarto no actividad económica.
más amplio que el interior de un ómA la mujer se le niega la libertad nibus, con un lecho como camilla de física, la libertad mental y la libertad hospital, una silla y una rinconera moral. La vida será mejor cuando los abrumada de libros. La cocina chiquihombres y las mujeres tengan iguales tita, un nicho para dos personas. na.
derechos y deberes, cuando vivan en da más. Pero qué lujo de animales!
una condición de igualdad en sus re Los admirables gatos traídos del arrolaciones económicas. Entonces, tendre yo, botan, corretean, curvean los lomos mos un mundo mejor.
en espera de colocación. Luisa no se Carlota Perkins Stetson. ha reservado más que verdaderamente EL GUARDA nes nuevas.
nas.
no las compañeras que tengan ansias de elevar su mentalidad, le recomendamos la lectura de los signientes folletos que tenemos en venta en nuestra administración.
Huelga de Vientres. Bulffi. 20 Generación consciente, Sutor. 40 La Mujer, Teresa Claramunt 15 Los crímenes de Dios, Faure 15 Contestación a una creyente, Faure. 15 Degeneración de la especie humana, Robin. 15 La mujer esclava y la mujer pública, Chaughi Robin 15 las mujeres, Prat 20 Inmoralidad del matrimonio. Chaughi 15 El porvenir de nuestros hijos, Re.
clús 15 La mujer en la lucha social, Diez 10 Mis Proclamas. Juana Rouco. 20 La juventud en marcha, Teresa Maccheroni 23 Cartas a una mujer, Luis Fabbri. 50 La conquista del pan, Kropotkin. 50 Todos los pedidos deben venir acompa ñados de su correspondiente importe, más 20 para franqueo.
es 11112 que distinguen al sexo masculino femenino.
Se hace verdaderamente necesario Verdad que esto es una ironia?
Lina probar que el amor puede y debe ser ironia, sí; pero una ironíà mortificante, libre.
preñada de veraeidad, elocuente, por El amor, los pintores nos lo reprelo mismo que uo puede ser desmentida.
sentan en sus exposiciones, como a un Los hombres son pocos, poquísimos, bello niño alado con los ojos vendados, lo cual justifica que Diógenes enceny los poetas, en sus cantos alegres, diera su linterna para buscar un homfantásticos o tristes, nos lo muestran bre. Pues, los que abundan son los machos.
caprichoso, veleidoso, cambiante, siempre en busca de horizontes y sensacio Para hallar lina mujer labria que hacer lo de Diógenes: encender una.¡El amor es un niño bohemio! linerna. Pues, escasisimas son las muEsta es la verdad. Ninguno de 110sjeres y superabundantes las hembras.
otros puede responder de la estabiliMachos y no hombres son los que dad del amor. Más que todos los senviven conformes en este régimen de timientos del ser humano, él es volu latrocinios, los que obedecen ciegamenble y fugaz, porque solamente es una te, los que se dejan explotar lacayunamanifestación del corazón; más toda mente, los que doblan la cerviz ante vía un deseo de los sentidos y uma 11eel látigo del verdugo, los que soportan cesidad física.
las miserias y bajezas estoicamente, iQue no se confunda el amor con el los que se regocijan o agradecen con matrimonio! El matrimonio engullir un asqueroso bodrio, vestir conveniencia social y el amor es una harapos y dormir inalamente, los que ley natural.
110 sienten las palpitaciones ardientes El matrimonio es 1111 contrato y el de ideales justos y libres, los que ignoran las satisfacciones morales y espiamor es un ayuntamiento carnal voluntario.
rituales.
El matrimonio es una prisión y el Son hombres y 10 machos, los que amor es una expansión regocijante. bregan por su perfeccionamiento inteEl matrimonio, en una palabra, es gral, los que aman la vida libre, los la prostitución.
rebeldes a todas las rutinas y convenPara que el amor conserve su bon cionalismos, los que no quieren mandad, su belleza y su dignidad, debe ser dar ni ser mandados, los que no anhelibre, no pudiendo ser más que cuanlan ser explotadores ni explotados, los do esté regido por una sola ley, no de que no callan el crimen ni doblegan la biendo haber sobre su capítulo de concerviz ante el verdugo, los que no se sideraciones de orden material y mo desposan con la tiranía, los que juegan ral, más que lo siguiente: Dos seres su libertad y su vida por la liberación se aman, se desean, ellos deben tener total de la especie humana. Esos son el derecho de darse el uno al otro sin hombres, los únicos que tienen derecho que ninguna razón extraña a sus de a llamarse tales.
seos intervenga entre ellos; como tam Son hembras y no mujeres, las que bién deberán tener el derecho absoluto aceptan resignadamente la esclavitud de dejar de donarse el uno al otro el odiosa del marido y de la sociedad, las dia que dejen de amarse, cuando ya no esclavas del hogar y del que dirán, las se deseen.
que viven en consorcio intimo con el reafirmo: el dia que dejen de espejo y el afeite, las que aceptan la amarse y que no se deseen porque esvida tal cual la han conocido, las que tas dos cosas son distintas.
nada hacen para librarse de la tiranía Se puede dejar de desear a una muconyugal y del despotismo social, las jer y amarla todavía; dejará de queque viven aferradas al pasado y se satisfacen con dormir, ataviarse y comer rerse a la amante y quedar fiel a la amiga. Es éste un caso psicológico cualquier cosa.
muy reconocido y es por lo que yo inSon mujeres y no hembras, las que sisto más aún sobre el lado que tiendo frente a los hombres y a la sociedad a insistir, que es el lado de la cuestión proclaman la igualdad de derechos y que concierne a la mujer.
deberes, las que no aceptan la pretenPara la mujer está generalmente addida inferioridad de la mujer, las que.
No describiré de él sus buenas o malas aptitudes de su trabajo cotidiano.
Su cultura y su coinportamiento con el público es lo que me induce a escribir estas líneas.
En el conjunto numérico del público está incluida una insignificante minoria de personas. Estas, por su acentuada cultura, son dignas del mayor respeto, ya que cualquier groseria vendría a herir la sensibilidad de sus sentimientos, pero, aunque el público en general no es culto hasta la sensibilidad de sus caros sentimientos, es, no obstante, digno del mismo respeto que se prodiga a los más eximios representantes de la cultura, puesto que es sumamente humano el respeto mutuo de los seres, máxime los que, por su clase de trabajo, vénse obligados a servir diariamente al público.
Los guardas gozan actualmente del mismo prestigio que gozaban otrora los carreros: nal educados. no es esto un dicho popular. Su comportamiento diario con el público lo atestigua fehacienteinente.
Viajaba días pasados en un tranvía de la línea 48 y como iba el coche completo quedéme parada a un margen de plataforma. Al guarda de dicho coche se le había puesto entre ceja y ceja no hacer subir ninguna mujer y sí a hombres. En cada esquina, como quisieran subir mujeres, se despachaba el hombrecito éste con terminitos sumamente indecentes e indignos. Mujeres de mier. no sirven más que para hacer perder tiempo.
En otra esquina repetía lo mismo. si alguna mujer con sombrero intentaba subir, entonces sí que su exasperación era mayúscula: mascullaba una frase indecente y se ponía nervioso hasta el paroxismo. Completo. completo. al acoplado. no siente. qué mier. tocaba el hombrecito cuatro campanillazos fuerte, con nerviosidad extrema. Como no parara en su tren de insolencias, cijele: Digame, señor guarda. es suomisión insultar a las personas que en todas las esquinas intentan subir. Es su trabajo faltar el respeto a las señoras y señoritas, que al igual que los hombres salen de sus respectivos trabajos para trasladarse a su querido hogar? Quisiera Vd. explicarme por qué profiere esos insultos a personas a las cuales debe respetar?
No contestó. Ante las miradas de los pasajeros, púsose de mil colores. Solamente balbucco: Es que vamos atrasados, señorita.
Que todos los guardas son de esta pasta, no afirmo; pero que en sti totalidad son malos educados, sí. todo reside en la cultura, en la educación.
EL MOTORMAN.
De la misma manera que el guarda falta al respeto y mira oblicuamente a los pasajeros, lo hace el motorman con los carreros y chauffeurs, y éstos viceversa con él.
El motorman odia al carrero por tradición histórica. el carrero, por las pretensiones y el poco culto comportamiento del motorman aunque los de este gremio también dejan mucho que desear en lo referente a cultura lo odia también a muerte. Son dos odios tradicionales que las condiciones del trabajo colocó uno frente al otro. Diariamente vemos estallar estos odios reconcentrados en los hombres de estas dos profesiones en las calles más centrales de la gran urbe.
Unas veces, pocas, suelen originarse una especie de tragedia, y otras, ridiculos sainetes callejeros cuyos únicos protagonistas son el motorman y el carrero, y el chauffeur, alguna que otra.
vez.
Imagináos un tranvía y ante él un carro en dirección a la via que no puede hacerse a un lado porque el tráfico es numeroso y compacto. Veréis de pronto al motorman nervioso, molesto, exasperado, ya, tocando insistentemente la típica campanilla. El carro puede aún hacerse a un lado porque otros vehículos se lo impiden. Entonces el motorman vocifera, grita, toca la campanilla a rebato, recrimina, gesticula. Cuando el carro empieza a hacerse a un lado, el motorman lo roza con el coche y. ahí entonces empicza el sainete. Desgraciado. atorrante. sinvergüenza. ahora nomás me bajo y te rompo el alma. lo hace a propósito.
ya te conozco. el carrero que, por su tradición pendenciera, cuando no desafía a pelcar espera que lo inviten, baja del carro látigo en mano y el motorman con su típica manija. Están juntos. Gruñen como viejos. Lanzan interjeciones al aire. Dicense palabras gruesas. Se amenazan. pero la sangre no llega al río.
Interviene la policía. Se bajan del coche los pasajeros. Se produce una aglomeración de público. allí termina el sainete.
Son cuadros edificantes de cultura, pero, momentáneamente, los guardas y motormanes, se preocupan más de la jubilación que de instruirse y respetar al público.
EL ODIO AL MAESTRO.
Días pasados fui a Belgrano a visitar a unos parientes. Ahí un primito mío que tengo predilección a los otros que converse conmigo. Tiene una voz tan timbrada, una vocalización tan clara, una expresión tan bella, que lo prefiero a los otros para conversar!
Como no teníamos tema para conversar e ir matando el tedio de la visita, preguntéle si progresaba en la escuela, qué clasificación tenía, cómo se portaba, qué tal era la maestra, y otras GRUPO EL SEMBRADOR Anhelando contribuir a la cultura de la humanidad, un grupo de compañeros voluntariosos han constituido el centro que sirve de epigrafe esta nota. Albergando el sublíme ideal de la anarquía, nos proponemos desarrollar una cultura vasta en nues.
tro campo, en la creencia que aportaremos a los compañeros y agrupaciones, toda clase de lectura anarquista, que se ha escrito y que se escribe. Tenemos semilla anarquista para quien la solicite. He aquí nuestros propósitos por los cuales nos sumamos a trabajar por la anarquía. Correspondencia y valores a Rosario Rametta. Galicia 739. Piñeyro. Avellaneda, NOTA. 0. 20 tenemos en venta las siguientes obras: La religión y la propiedad terrena. por Tolstoy; La sociedad del porvenir. por Grave; Lo que son los yer.
bales. por Barret; La anarquía ante los tribunales. por Gori; Dios y el Estado. por Bakounine.