CapitalismHermanos Flores MagónWorking Class

NUESTRA TRIBUNA.
NUESTRA TRIBUNA La mujer y la libertad DOS MUJERES Como se verá al pie de estas fotografías, cuatro de los diez recluidos fueron asesinados en sus respectivas celdas. Seis permanecen recluidos en las siguientes condiciones: Abraham Cisneros, a purgar la pena de 99 años de prisión; Rougel, a purgar la misma pena; Ch. Cline, sentenciado a cárcel perpetua; Jesús Gonzá. lez, a purgar la misma pena; Pedro Perales y Leonardo Vázquez, a purgar la pena de años cada uno respectivamente.
Estos seis presidiarios se encuentrn actualmente purgando su delito en las bastillas del Estado de Texas (Estados Unidos. trabajando en los campos penales bajo el calor más sofocante y los fríos más crudos de los intensos dias de invierno. Si su suerte no cambia, si el proletariado no los arranca de las garras del capitalismo yanqui, permanecerán allí hasta el fin de su existencia; estrrellarán su vida con las rocas, pensando en el cariño de los suyos; verán fenecer su existencia con sus ojos clavados en el azul del firmamento.
Ved aquí, pues, la obra criminal que el capitalismo yanqui aún perpetúa.
Evoquemos este de Mayo la tragedia dolorosa de estos nuevos mártires, saliendo a la calle en afirmativa protesta contra todas las tiranías sociales que coartan la libre expresión del pensamiento. Mujeres! Vayamos a la plaza pública y abramos allí nuestros corazones sensitivos para cantar con nuestro lirismo supremo un salmo recordativo a esta trágica y epopéyica jornada!
es aplaudir el crimen, porque Germana Berton no fué criminal. ella fué una valiente justiciera que desafiando las iras de los temibles reaccionarios de Francia, los camelots. y con el corazón ardiendo por los ideales generosos que eran la fuerza dinámica de su vida y que le da bars virilidad para realizar un gesto de tal trascendencia, dió muerte a uno de los jefes que hace años capitanean en Francia la reacción abominable de la monarquía.
Por eso no fué un crimen, sino un gesto de justicia realizado con demasiada conciencia, puesto que ello ha sido el fruto de las iras reaccionarias de los monarquistas franceses.
Los gestos de esta naturaleza se admiran y se glosan en salmos poéticos. Germania Berton: heroína!
Servilismo y sumisión era su dote, porque esto se le ha enseñado que era por la voluntad de Dios y no del hombre. fué la mujer por tan largo tiempo alimentada con esta clase de narcóticos que aun hoy hay millones que creen en esta superstición.
La mujer igual al hombre, fijó su mente en el mundo futuro de las religiones, con un paraíso de bellezas reservado para los que sufren aqui lo suficiente para alcanzarlo, y se olvidaron completamente de este hermoso mundo en que nosotros vivimos y que fué desarrollado por la naturaleza para el gozo y la felicidad de todos los humanos seres por igual.
El día de la emancipación de la mujer ha llegado, ella debe tomar posesión de todas las oportunidades que se le presenten para entrar en todas las ramas de la actividad humana, que le servirán para ensanchar sus conocimientos y desarrollar su mente y su talento. El mundo tiembla al ver avecinarse la inevitable hecatombe económica que transformará la sociedad.
La ciencia ha abierto las puertas para que la mujer entrara en los conocimientos del adelanto moderno. En ningún país moderno se obstaculiza el desarrollo mental de la mujer por cuestión de su sexo. La mujer debe olvidar para siempre los viejos dogmas y supersticiones de todos los caracteres y junta con su compañero y familia dedicarse con interés a las discusiones de los más vivos tópicos del día.
Ayudemos a las mujeres que sin temor y con conocimientos de causa, hablan y escriben en pro de la emancipación de nuestra clase. Pongámonos en línea con todos aquellos que laboran para que en el mundo reine la paz y la feliciddad; para que los niños en el futuro vivan para amar y ser criaturas amadas. no los seres atrofiados entorpecidos por la miseria y la pobreza, la iglesia, la guerra, los cuarteles y la explotación capitalista que los hace víctimas.
Hermanas, adelante; adelante mujeres de todo el mundo, prestadnos vuestra ayuda en la gran batalla de las edades, por la abolición de la esclavitud del sistema de salario. Hace cinco años que la tierra fértil de este planeta, estaba roja, bañada con la sangre de los trabajadores, ahora sobre los enrojecidos campos de batalla, los hijos y las hijas del trabajo enarbolan la roja bandera de la libertad. pesar de que entre éste y aquel continente, nos separan millares de millas de distancia cubiertas por las olas del mar que se agitan continuamente, las distancias para nuestro ideal nada significan, ayudémosles, hagamos de su causa nuestra causa; ha llegado la hora para que la esclavitud del salario caiga de rodilla ante su fin, nte su muerte.
Saludemos al nuevo día.
Traducido especialmente para NUESTRA TRIBUNA, por José Marinero. Boston, Mass. Norte América. OOO oooo. 27 de Enero de 1924.
Reconozco que los únicos medios de conseguir la emancipación económica y moral de la mujer, son: el trabajo y la cultura. Mas es tan grande su inconsciencia como reina del hogar y el medio corruptor de hipocresía que nos rodea es tanta, que francamente desconfío haya muchas que lo logren, porque no son capaces de romper de una vez y para siempre con la vanidad y el orgullo tan peculiares en ellas.
Conozco compañeras que en un tiempo más o menos corto han conocido las ideas anarquistas y se han declarado mujeres libertarias, porque no aceptan ya ninguna idea religiosa ni autoritaria; aunque pocas son las que no bailan como trompos, ni se dejan de pintar como payasos, ni dejan de transformarse en figurines vivientes; pero hábleles usted contra los mismos empalagosos y el de recho a creerse dueñas absolutas del hombre con quien tienen relaciones amorosas y veréis como revientan.
Verdad es que la estulticia del hombre, que estima más en ellas su belleza física, su posición social y su virginidad, ha hecho que la mujer asegure su subsistencia y la de sus hijos, de ahi el matrimonio. pero en la unión sexual libre. no tiene el mismo derecho de exigir al padre de sus hijos (viva con quien viva) de sostenerlos mientras no se ganen ellos su pan? por el contrario, si la mujer es la que cansada por el despego de su compañero, hastiada de él (pues nada es eterno y en la variedad está el gusto) o por la falta de afinidad moral e intelectual desea marcharse a vivir con otro compañero no puede dentro de esta sociediad capitalista internar a sus hijos en un colegio de confianza. Vale una mujer por su cuerpo o por su inteligencia y corazón?
Resumiendo: Una mujer verdaderamente libertaria debe bastarse a sí misma; unirse con su compañero, sin más testigos que su voluntad; ser partidaria de los secretos de la generación consciente; complementarse, afinarse y elevarse con él de modo que luchen los dos por el triunfo de la libertad y así el amor no se extinga en breve y cuando ello suceda, en lugar de engañar al hombre como acontece con la mayoría de las mujeres, ser sincera y manifestárselo; pues el amor libre es precisamente, no subyugamiento de nadie, ocultamiento ni menos a mancornar por partida doble.
Compañeras! Si no sois felices, no os quejéis a la suerte. la ignorancia es la causa de todo. Instruíos y fijáos en un compañero que no se oponga a vuestra cultura, ese hombre es digno de todo; pero, si a pesar de ello a vosotros no les alcanza el tiempo para nada. no acuséis al hombre de que como muñecas bonitas sólo se sirve de vosotras para divertirse. Adornáos entonces exteriormente como esclavas que sois. la prensa obrera del Sud la noche mientras todos dormían. cuando al finalizar su carrera tuvo en sus manitas sedosas su diploma de maestra, se consideró una mujercita integramente feliz y vinieron entonces las interminables horas de antesala peregrinando de Consejo en Consejo, en busca de empleo. Había tantas maestras. Para qué servían entonces las noches de insomnio, de estudio constante. Fué su primera desilusión. Entonces pudo ver claro el execrable favoritismo que se escondía en todas partes lacerando su alma buena que había siempre practicado el bien.
Cuando al cabo de dos años de espera le llegó su turno en el trabajo y trabajaba feliz, repartiendo entre sus niños el caudal de sus conocimientos y ternuras, Cupido, el niño terrible, golpeó suavemente con los nudillos a la puerta de su corazón inaccesible.
Ella nunca había pensado casarse. Sin saber por qué sentia un miedo instintivo hacia los hombres. Había oido a su madrela historia de muchas pobres mujeres que sacrificaron inútilmente su vida por ellos.
Ella misma, en sus excursiones de estudio a los asilos, habia acariciado con sus manitas de seda el rostro macilento de los pobres niños anónimos que no conocieron nunca el calor de un beso maternal, porque la perversidad de muchos hombres había destrozado la vida de muchas pobres mujeres que lo sacrificaron todo en aras de un amor mentido.
Pero ante aquel rostro pálido, de adolescente casi, ante aquellos ojos azules que la miraban llenos de melancolía, como implorando una migaja de ese cariño santo que ella guardaba para la intimidad del hogar, la bondadosa maestrita se sintió vencida, y pródiga, volcó en aquel muchacho provinciano todo el amor que albergaba en su almita transparente de pureza.
Pensó ella entonces en un amor único, en un hogarcito pequeño y feliz como un nido de pájaros allá lejos, muy lejos de la mezquindad del mundo. Ycomo los grandes ideales fracasan siempre, fracasó también el suyo.
Ni la había amado nunca, aquella castidad, aquella pureza de alma eran como un mudo reproche, a su vida pasada, gastada en los antros doi la juventud argentina envenena su alma.
Por eso la había abandonado sin atreverse siquiera a rozar la carita pálida, llena de adorable inocencia. la pobre maestrita, herida en su amor propio de mujer idealista, creyendo que todo se reducía a aquel abominable positivismo que veía flotar sobre todas las cosas, sintiendo que lo odiaba sin poder olvidarlo. lloró mucho y enfermo de pera. una mañana tibia de Primavera, cuando los pájaros, cantandoalegremente en el jardín de su casa, saludaban a Natura, su almita buena incontaminada, escapando de su cuerpecito de frágil muñeca, volo al infinito.
Yo que supe comprender la excelsitud de sú espiritu, que escuché de sus propios labios la narración de aquel poema sublime, tronchado en sus primeras páginas, al verla en el féretro con los ojos hundidos, la naricita afilada por la muerte, juntas sobre el pecho las pequeñas manos y la boca contraída en una mueca de supremo dolor, he pensado. cuánta verdad encierran los versos del célebre Gustavo Bécquer!
Al brillar un relámpago nacemos. aún dura su fulgor, cuando morimos. Tan corto es el vivir. La gloria y el amor tras que corremos Sombras de un sueño son que persegui(mos. Despertar es morir!
Estela Viñales OOOOOOOOOOOOOOOO OOOOOOO DOO RECUERDOS DE Compañeros. Salud!
Hemos emprendido una campaña de agitación, para libertar los presos del salvaje Estado de Texas, en este pais; y para salvarlos, invitamos a la prensa en general, para que nos ayuden en nuestra labor que con decisión hemos emprendido para salvar a nuestros hermanos de una muerte segura, si es que no acudimos a tiempo en su auxilio de salvación. Invitamos a todos los periódicos del Sur, para que nuestra voz de protesta se haga más potente y repercuta en todos los ámbitos de ambos mundos, y hacerla llegar retumbante hasta el Capitolio de Washington, para que nos devuelvan a nuestros hermanos en vida, y no cadáveres, como lo hicieron con nuestro mal logrado hermano Ricardo Flores Magón.
Suplicamos la distribución de estas hojitas, entre sus periódicos vecinos, para que nuestra hoja sea conocida por todos los gremios de trabajadores en esa región. No les mandamos directamente, por no conocer sus domicilios. Salud y Revolución Social! Rubio.
El Comité Pro Presos de Oakland y San Francisco.
3279 Hanah St. Oakland, California. de CALEDONIA Las leyes que los capitalistas hicieron para defender y afianzar cada vez más sus intereses y sus privilegios de mando tuvieron en su comienzo un dejo de consideración para el sexo débil. cuando aún la mujer permanecía herméticamente cerrada en el claustro de la ignorancia y relegada únicamente en la crianza de su numerosa e ilimitada prole y en atender las faenas domésticas que reclama la atención del hogar.
Las avanzadas vertiginosas del progreso con sus incesantes renovaciones políticas y económicas, realizadas en la misma médula de los pueblos retrogradados, han permitido a la mujer sacudir su soñolienta modorra e ir rompiendo paulatinamente con el cúmulo de prejuicios y convencionalismos sociales que albergara un dia su mente poco ilustrada en lo que atañe a la misión que le está equipada a la mujer cumplir en la vida, como madre y compañera del hombre, frente a las instituciones y la sociedad.
Cuando la mujer alcance a conquistar un cierto grado de cultura y de independencia personal que le permitieran valorizar en su justa esencia los múltiples y complejos problemas sociales que hace muchas décadas están planteados para su solución ante la conciencia de los pueblos, la ley olvidó ese dejo de respeto que tenía con la mujer en relaciónó al hombre.
Hoy, igual que ayer, si la mujer trata de defender su personalidad y expresar su pensamiento en tópicos de cualquier naturaleza, como igualmente luchar en beneficio y emancipación de los eternos explotados, la canalla burguesa no repara en castigarla como al hombre, resultando más que un mito un escarnio la ficción de respeto que para la mujer blasonan las leyes jurídicas en consonancia con los incisos del código.
La mujer que lucha por su emancipación; la mujer que lucha en bien de sus hijos del porvenir; la mujer que se entrega con abnegación a defender la causa del pueblo vejado, sufrido y esclavizado; la mujer que tiene la entereza de expresar su pensamiento de madre y de novia, de pensadora y artista, contra el crimen malvado de la guerra, esa mujer, repito, cae bajo la sanción de los códigos igual que el hombre y en este terreno, oh elasticidad de las leyes. la mujer resulta gozar de los mismos derechos que goza el hombre ante la diosa Themis. Pero en cambio, no goza de estos mismos derechos en los fueros jurídicos, cuando se trata de su independencia personal, de su igualdad civil ante el hombre, las instituciones y la sociedad.
No hay tal respeto para la mujer porque la mujer ha hecho tabla rasa de esa clase de respeto que las leyes fingen concederle. Porque han sido violadas por la mujer emancipada que sabe donde va y qué misión debe desempeñar en la vida, todas las leyes que han patentizado el despojo de la clase oprimida y consagrado como una gran cruzada civilizadora el horrendo crimen de la guerra.
Las leyes, que en su esencia representan todas un carácter injusto, cuando son combatidas, ironizadas, satirizadas, detestadas, sean hombres o mujeres que ejerzan esta crítica, los encargados de velar por las mismas, se encrespan, miran el código y ordenan el arresto de los que han tenido la herejía de burlarse de ellas.
Que ha sido una mujer la que ha satirizado los fueros falsos de la ley. La ley no se preocupa. castiga. Ante ella no goza de respeto la mujer.
Aunque con este procedimiento se perjudican y se ridiculizan los mismos legistas, ello debe alegrar a la mujer, porque apreciando con justeza esta medida de la ley, viene a dar a la mujer el valor real e intrinsico que posee. CANTO DE LOS CAUTIVOS)
Aqui jamás se siente frío; el bosque siempre su verdura ostenta, y desde el mar hasta el ramaje umbrío llega la fresca brisa que lo alienta. es tal la paz, tan grande y permanente, que al zumbar del insecto solamente interrumpe el rugir de la tormenta.
La locura y la barbarie de la gran guerra europea fenecida, aún retiene entre sus garras a algunas víctimas que tuvieron la valentía de gritar su desprecio contra semejante crimen en medio del furor bélico y la borrachera de un patriotismo chabacano e insolente.
Entre esas tantas víctimas expiatorias que purgan tras las rejas de la cárcel semejante delito, el delito de expresar el pensamiento contra el crimen bárbaro de la guerra, se encuentra una mujer, Juana Morand, que por ser tal merece el calificativo de altiva y valerosa. Juana Morand! La sola pronunciación de su nombre y el saber por qué causas se halla actualmente privada de su libertad, deveria avergonzar, no solamente a los jueces y tiranos del capitalismo, si que también a la generación presente.
Juana Morand es una víctima de la barbarie militar de 1914 que hizo del solio fecundo y fructífero de vastas y extensas comarcas agrarias e industriales, un montón informe de cadáveres para alimentar a los insectos y las fieras del desierto. Juana Morand hoy se halla recluída en una lóbrega celda por haber escrito mucho contra el gran crimen europeo. la locura de barbarie guerrera, respondía ella con su pluma: Que haya paz entre los humanos. Escribió mucho contra la guerra. Propagó la paz y cl amor en medio de la tempestad, En junio de 1922 Juana Morand fué condenada por el Consejo de Guerra de Burdeos a cinco años de prisión por inteligencia con el enemigo.
Es esta una prisión dolorosa para una mujer cuyo único delito ha sido predicar la paz y el amor. Figuraos lo que significa para una mujer la soledad fría de una celda lóbrega. Esto, para una inujer, por su carácter sensitivo y sentimental es hás que una catacumba donde se entierra a los vivos: es el sepulcro de los vivos como acertadamente lo calificó un gran escritor ruso cuyo nombre no viene a la memoria.
La justicia burguesa se ensaña con esta nueva víctima que ya tiene entre sus garras lacerando su espíritu y su cuerpo con la agonía lenta y paulatina de ja muerte prematura.
Una noticia desoladora llega a la cautiva prisionera: Su anciana madre está a punto de morir de un ataque. Después de grandes esfuerzos y de cumplir un sin fin de fórmulas que prescribe la ley, se da permiso a Juana Morand para verse hablar con su anciana madre.
La alegría fué infinita. Las lágrimas y el mutismo de madre e hija son la expresión elocuente de un cuadro trágico, triste y desolador. Después de una hora de plática tierna y amorosa de madre e hija, la ley aconseja por medio de sus codigos e incisos la división de ambas. La separación, más que sentimental, es por demás trágica y desgarradora. El len cio puso término a este cuadro de tristeza y amargura. veces cuando envuelto en negro manto la sombra de la luz pasa la valla, se escucha el dulce y prolongado canto que las conchas entonan en la playa.
En tanto que la flor en la espesura, unida por su amor al aura pura, constantemente va donde esta vaya.
LA EVOLUCION DE LA MUJER Mirad como las olas hacia el cielo dirigen la rizada cabellera, y con marcha veloz y raudo vuelo cruza el profundo mar nave ligera. en la noche cubierta de esplendores brotan fosforescentes resplandores del seno de las ondas hacia afuera.
Elena Aduado Corre, ven a salvarnos, nave amiga.
cambia de mala en buena nuestra suerte; aqui nos hiere y mata la fatiga, el presidio es más triste que la muerte.
No nos falta la fe y la constancia, y si algún día volviésemos a Francia sería para luchar con brazo fuerte.
LA MAESTRITA Por LUCIA PARSONS La evolución de la mujer en su larga existencia de servidumbre, abuso y esclavitud fué paulatina y áspera. Pero el día de su emancipación llegó al fin.
Si nosotros tornamos la vista hacia el pasado y miramos a través de la obscuridad de los siglos, veremos a la mujer sentada a la entrada de la caverna, despellejando el animal que el hombre había cazado. Ella lo cocinaba y el macho se comía la mejor parte; ella curaba las pieles y las curtia para hacer vestidos que utilizaba para cubrir y proteger de la intemperie a su prole. Esta, nuestra madre salvaje, fué la primer cocinera, la primer curtidora de pieles, la primer constructo ra de calzado y vestidos que ha exis tido. Fué ella quien ha edificado el puente por el cual atravesó la humanidad desde su estado de salvajismo y barbarie hasta la civilización moderna actual.
En su cuerpo se engendraron los niños que la madre natura alimento, amó y crió hasta la edad madura. Ella ha sostenido y dirigido los destinos y la suerte del hombre.
Ella como una silenciosa y paciente centinela fué la única que vigiló el camino a través de las obscuras edades por las que ha viajado el progreso del hombre. Pero, ella fué siempre considerada y tenida en condición degradante. Ella fué usada, abusada y despreciada por el hombre salvaje; y por el hombre civilizado es sencillamente tolerada y considerada como una criatura débil y tonta, sin sentido común capaz para pensar de por si y con su propio cerebro, y es considerada solamente como una cosa, un objeto de adorno o un mueble necesario. Pero, nunca, ni antes ni ahora, fué considerada mentalmente la igual, la compañera del hombre. Por siglos incontables, a ella le fué prohibido el viajar por el sendero de la vida en el que pudiera desarrollarse intelectualmente, conquistando ocupaciones que la elevaran mentalmente al nivel de los causantes de su malestar y de su condición de esclava: El hombre.
De entre los cuatro muros de la servitud de su hogar le fué permitido entrar a la iglesia, al convento o al monasterio en donde le inculcaron en su mente la superstición de que, debía sufrir por la voluntad de dios para alcanzar un alto asiento en los cielos; y que debía someterse a los deseos, voluntades y caprichos del hombre que la ley eclesiástica o civil hizo su esposo. Esto sin diferencia alguna, ni tener en consideración la clase de bruto que este hombre fuera, su deseo, su voluntad o su capricho era ley.
El fuego del combate nos inflama, la libertad al bueno presta ardor, ya la batalla a todos hoy nos llama de los desheredados el clamor. la sombra la aurora ha confundido, y ya en el horizonte enrojecido un mundo surge de Verdad y amor.
Luisa Michel Era pequeña y espiritual, tenía los cabellos blondos y sus ojos renegridos, la dulce inocencia de los que conocen el acerbo dolor de la vida.
Hija de un poeta, había heredado de su padre la grandeza de su alma emotiva; aquella alma que por ser demasiado superior, la incapacitaba para luchar contra el mezquino materialismo del mundo.
Cuando apenas contaba once años, murió su padre, y el pajarillo que cantaba en su alma haciéndola vibrar con cristalinos arpegios, llenando todos los rincones de la casa con sus infantiles gorjeos, calló de pronto y la pequeña Elena tornose triste, llena de una seriedad impropia de sus pocos años.
Estudió y mientras su madrecita, que era modista, cosia las sedas que habían de cubrir las deficiencias morales de muchas niñas ricas; ella, la pequeña Elena, cosía también a su lado para poder comprar sus libros en los que estudiaba por OOOOOOOOO MIS PROCLAMAS De los 000 números de Mis Proclamas que debíamos recibir, hasta la fecha hemos recibido solamente 600, y quizás no recibamos más.
De estos 600 números recibidos ya hemos satisfecho los pedidos y nos quedan algunos números para la venta.
Los que deseen adquirir este folleto pueden dirigirse a nuestra administración.
Para emitir un pensamiento o dirigir unas cuantas frases de admiración valorizando un hecho o criticarlo al mismo tiempo si asi se desea, jamás es tarde.
Séame permitido, entonces, dirigir a la valeroşa y abnegada Germana Berton, a través de las frontesras y los mares, mis más infinitas alegrías al saberla libre de las garras policiales, que quisieron marchitar su juventud en venganza de sus tempestades sembradas en el corazón de El acto justiciero de esta valiente muesta joven.
chacha, Germana Berton, es un ejemplo Si la ley se mostró piadosa con Gerde valentía femenina que pasará a los mana Berton absolviéndola de la posible anales históricos de la gran cruzada por condena de unos años, no fué por cierto el derecho y la libertad humana, y una demostración harto elocuente que en el en respeto a su sexo, sino por la presión impetuosa que el proletariado francorazón de la mujer palpitan grandes cés tuvo durante el curso de este proceso ideales renovadores que alcanzan a comy por un momento psicológico de vacila prender el valor de la injusticia históción que tuvieron los testigos, jueces y rica.
demás reaccionarios.
Aplaudir un gesto de tal magnitud, no Este es el ensañamiento y el suplicio que la tiranía francesa ha impuesto a esta valerosa mujer. esto sucede nada menos que en la república que tuvo por cuna la declaración de los Derechos del Hombre. Salud, Juana Morand!
Cuando la pena termine, continúa como al principio; mantiene incólume tu independencia de pensamiento. Contra la guerra y el patriotismo!
Juana Rouco