FeminismViolence

NUESTA TRIBUNA NUESTRA TRIBUNA ARTE LITERATURA FRUTOS DE LA GUERRA Rebelión en sus viLa rima es el tirano empurpurado; Es el estigma del oselavo, el grillo Que acengoja la marcha de la Idea.
No aleguéis que es de oro. El pensamiento No se slaviza a un vil cascabeloo!
Ha de so libre de escalar las cumbres Entero como un sol, la crin revuelta, La frenie al viento. Acaso importa Qué adune el ala lo que oprime el vuelo?
El cs por sí, por su divina esencia, Música, luz, color, fuerza, belleza! qué el carmin, los perfumados pomos?
Por qué coñir sus manos enguantadas herir teclados y brindar bombones Si libres pueden cosechar estrellas, Desviar montañas, empujar los rayos?
Si la cruz de sus brazos redentores Abarca el mundo y acaricia el cielo! bajo Caridad!
La a sus 110 mujer. De la belleza sufre y se subleva. Si es crir la diosa en pleno pecho Mermar el torso divinal de Apolo Para ajustarlo infima librea!
Para morir como su ley impone El mar no quiere diques, quiere playas!
Asi la idea cuando surca el verso Quiere al final de la ardua galeria, Mas que una puerta de cristal o de oro, La pan pa abierta que le grita. Libre. Delmira Agustini.
FECUNDIDAD ZAMORA Divino amor glorioso: tu bendecido don en mi vientre palpita como otro corazón.
Soy surco germinado, en donde la se(milla de la vida triunfante gesta la maravilla.
Yo llevo en las entrañas la promesa de un mundo, y a csila vibración de mi vientre fecundo, baño ti da mi carne en la euforia gloriosa, de sentirme inmortal, como una semidiosa.
rótico con que Teresa de Jesús canta a.
Cristo. La divinidad se haco carno or sus éxtasis y en sus amores, como en los sueños de Safo se diviniza Faón.
Hija bastarda de la literatura, aborte monstruoso de la preclara obra do pi.
cardía, aparece la novela sicaliptica prostituyendo a la mujer.
Es producto de un siglo corrompido que se deshace en vieios hipócritas, sin la grandeza artística de las antiguas cortes de Atica y del Lacio. Desmoralizando el gusto, asqueando de la mujer, la novela sicalíptica de nuestros días es obra de niños estragados, de viejos eunucos y de jóvenes invertidos. No saber sentir a la mujer, y en sus libros no Abajo, sí que en los modernos tiempos está la mujer, sino un efebo o una queEn que, rotos los moldes del pasado, rida complaciente que no sienten verso Se enseña, con bellísimos ejemplos, desflorados en páginas de imprenta, como Una ley fraternal en lo creado; cebo de una lujuria cerebral.
Hoy que ya tiemblan los antiguos templos No hay intimidad en estas mujeres que Donde tanta mentira se ha adorado, nos pintan. Màs que la intimidad es en Se imponen las ansiadas igualdades ellas importante el traje y los broches.
Rigiendo las modernas sociedades.
Se ros vilipendia como a criaturas incaCaridad, cupo acaso, entre otras gentes, paces de pens:! o de una maldad refinada. No se a mira Cuándo ignorantes las generaciones, ya la belleza y la bondad, sino lo que tiene la belleza de Se inclinaban esclavas, complacientes, utilizable. La venus de Milo, sana, her.
Ante escudos, castillos y blasones?
mosa y fuerte, no es màs que una beCuándo un rey adoraban obedientes lleza inútil. Está desnuda. No puede Cómo a un Dios las estúpidas naciones, caminando del engaño en pos.
desnudarse. Ni se podrá vestir! Se prefiere una lísica de huesoso armazón, Creían tanta infamia hecha por Dios?
ojeras moradas y labios cárdenos, perCuando el hombre sufría sin quejarse versos (este este es el lenguaje. que ni aún siquiera compasión pedía, sepa desnudarse, caer con gallardía.
Creyendo una gran falta rebelarse, El arte de ciertos mal llamados novePues Dios a sus «señores protegía. listas está en desnudlar Anujeres, porque Más ya pasó el tiempo de inclinarse no saben verles el alma la mayoría Ante verdugos, y se acerca el día de ellos se contentan solo con desmudarEn que caigan al suelo los tiranos las. Después. Nada. Son pavesas de se abracen los pueblos como hermanos.
lujuria y les basta con avivarcillos ¡No más la frase que al caido humilla!
otros la llama. Se parecen a esos enfer¡No más favor, porque el favor ofende!
mos del estómago que se complacen en Fuera la compasión, que es la cuchilla, ver preparar manjares que no pueden Qué mata el pundonor, la sangre enciende!. comer. que no son dignos de comer.
Hoy que de libertad la antorcha brilla, por eso no dejan mas que sensación de Sólo amor fraterual ya se comprende; hastío, un bostezo de mala digestión.
Sea, puès, ley del mundo la igualdad No busquéis en elles algo grande y abajo la humillante caridad!
noble. No penséis en un grito de pasión.
Esos son libros escritos para hombres Belén Sárraga.
por hombres en contra de las mujeres.
Algunas se engañaron oyendo que se habla de su hermosura, porque las ingenuas leen por encimu lo refcreute a la mujer. Quieren verles a ellos en la novela y no notan lo lejüs que esti el hombre de la novela por lo lejos que está de ellas la mujer novelesca.
Las Si nos fijamos bien, indignan esos hombres novelescos por su poca gallardía y por su precocidad; hombres que El alma colectiya, la gran alma feme sonado y su monumental chimenea.
nina, que resume un siglo, la reunión Gusto más aplaudir el triunfo de un hombres que no ven a su mujer se inno saben imaginar a su mujer; y esos de siglos contados en evolución de cos amado que de cosechar laureles propios; feriorizan. se pierden. En esús novelas lumbres y analogia de licchos, se trans y lo confieso, siento cierta envidia hacia forma lentamente dejando como un in esas mujeres servidas amadas, que haliar un hombre.
no hay para las mujeres el interés de menso retrato en la linterna de la época. presidían los torneos, donde los paladines Nuestra literatura castellana, desde que ostentaban sus colores. Son más artistas de usexuales o de onanistas. Se pone El futurismo nos encamina a un país sale de las primeras Gestas, es austera que las qne nos disputamos el voto en un empeño en hacer mujeres! Los lacomo el alma de Castilla. Rima la figura el torneo sin gloria de nuestra vida martinianos hacen madres y hermanas de la dama con el grave silencio del social.
Así, pues, dejando a un lado si aquel amantes que no son ni madres ni herque no son amantes; castillo. Hasta que florece la literatura los otros haceu picaresca se le conserva la servidumbre estado de cosas favorecía a la mujer, me manas. En todas ponen un gesto de y no hay figura de mujer repugnante limitaré a consignar que desde luego demimondaine y no de mujer de hogar.
ni dama sin servidores.
favorecía al hombre.
La Cuando aparece la caballería, la exal El modelo de la hidalguía española preparan para el espectáculo. Todos son empresarios de Edén Concert; buscan tación de la mujer llega a su colmo. Son está en aquellos caballeros, servidores en ellas lo decorativo, lo momentáneo; musas y señoras, inspire:doras y dueñas. de las mujeres, que sabían sacar la es les fabrican el templete y las exhiben.
Toda mujer es reina, y las Cortes de pada en defensa de todo desconocido y Hasta a las que quieren rendirles homeAmor les rinden rasallaje. Se ha discu tenían a orgullo pregonar sus amores ynaje las ofenden contando intimidades tido en tiempos de feminismo y de tran: hasta el sufrimiento por los desdenes de en las cuales se evapora el perfume del vias. yo creo que los enemigos de la una hermosa.
misterio. Una novela de amor vivido, es mujer son les tranvias y el feminismo, Conservóse este espíritu caballeresco una infidelidad.
porque en ellos nos disputamos el sitio. hasta después de la decadencia literaria.
si la galantería medioeval era o no ad En los novelones de la época de tran Lomentables también cuando las hacen nuestro sexo, Las modernas sición, llenó la mujer todas las páginas vivir un melodrama. No dejan de ser Pentesileus abominan de que se conce literarias, se mezcló en todas las fabulas, en medio de todo mujeres de Edén Concert.
diera a nuestra gracia lo que ellas recla intervino en todos los conflictos. Más o man por la fuerza. No entraré en la menos perfecta de formas y de plena Por eso las mujeres debemos protescuestión, porque si el gustar de amor y originalidad, los escritores continuaron tar y protestamos de figurar así en una de caricia es antigualla, confiésome una siendo muy hombres, muy humanos; literatura que es la vergüenza de un siatàvica impenitento, que añora el raso hasta la literatura mística siente el in glo. Por fortuna es una corriente de mal del palanquin y la plácida dulzura del flujo sexual. San Juan de la Cruz canto gusto que no puede ser durable. Basta comedor familiar, con su allo techo arte la María con el mismo entusiasmo neu pararse y dejar pasar. Pasarsin sin dejar huellas todos estos libros esbo pidos y It que siembra viestos recoge tempestades mal escritos, en los que no hay un ur telleo de ingenio ni un momento de arte.
Volverán a imperar el Arto y la Na El jardinero, en cambioturaleza, y con ellos lo sano. Las con que siembra flores, recoge viencias honradas sin perversiones, lo pétalos y aspira sus perfuanarquizante por llevar escrita la ley mados olores.
natural: culto de la hormosura y de la No hace mucho, con motivo de la mujer. Entonces, vez de figulinas muerte del gran pacificador de la buscaremos personas do carne y hueso.
Las mujeres y los hombres con Patagonia, alguien dijo: Varela ha muerto. nuestro corazón pareció aligerarse de In cios y pasionos, pero siempre humanos, honrados. No contra Natura. Mujeres un enorme peso. no es que pensemos que amamantarán hombres futuros, que que la muerte de un tirano signifique la terminación de la tiranía; de ninguna al respetarlas no las prostituyan como los novelistas sicalípticos prostituyen a manera. Ni tampoco que seamos partidarias de la violencia, no. Pero nuestro sus madres, a sus hermanas y corazón estaba rebosante de dolor y de osposas. por vender unos cuantos libros más, explotando la bestialidad de los amargura, por las injusticias y los crímenes cometidos por el militar, caya inexpertos.
muerto nos anunciaban cientos de obreros No quiere esto decir que en toda obra hermanos nuestros y el llanto y la pena se cante el amor sexual. No; el amor de tantas madres y de tantos niños, pa.
a la mujer es independiente de ciertas pasiones. Sin esas pasiones y su cortejo reció repercutir en nuestros oidos. es por esto, que al saber su muerte de celos y venganzas pueden hacerso no sentimos pena, como se siento grandes obras. Hay mucho que estudiar pena cuando se mata un reptil venenoso y que escribir más importanto; la humanidad tiene misión más alta que la hallado en el campo, y en cambio se evita el pisar una tierna y delicada flor de ocuparso sólo en las uniones sexuales.
Pero en toda obra de hombre, trate de silvestre; porque de el replil silo es dable esperar que nos inocule si venono, lo que trate, habrá siempre gmor do madre que amamanta, de inientras que la flor alegra nuestra vista compañera que alienta, de hermana que y nos regala su perfume.
acaricia. La influencia femenina se siente así, nosotras, considerando que el en toda obra de hombre hombre, aungr hombre que tiñó sus manos de sangre no se hable de ella. Es como el sol, proletaria y que no litubeó en asesinar mo la luz, que genera los colores. llaa los que en son de paz dejaban las blamos de los colores sin hablar de la armas a sus piés, merecía el calificativo de hombro. fiera; y como tal no era, no luz, pero ella está en todo.
Empecemos por abominar de esta lipodia ser acreedor a nuestra piedad, y teratura todas las mujeres, no on nombro si a nuestro desprecio.
de ana moral falsa y acomodaticia en Más hoy, cuando una voz. resonó en nuestros oidos diciendo: Kurt Wilkens la mayoría de los casos, sino por su falla de corazón, de verdad y de delicadoza ha sido asesinado, no queriamos creerlo.
intelectual.
Imposible, dijimos, al sentie la fúnebre noticia. Más hubo que rendirso a la Los aplausos de ciertas hombras que evidencia. Los grandes diarios nos da envían tarjetas y cartas a los escritores ban la noticia, con todos sus detalles.
sucalipticos, son sólo aplausos do pobros Wilkens había sido cobardemento asosininfómanas.
nado mientras dormía. y probablemente 226 Carmen de Burgos.
soñaba con una sociedad miís noble y viril que la actual. ocasión que el asesino aprovehí para matarlo. Y, cobarde He aquí un cuadro que nos ofrece la guerra.
y vil, como el acto que lleváiba a cabo, La Sinaiente Una madre con cuatro hijos, viuda, sola, abando buscó la penumbra de la noche al igual nada, pues su compañero de vida y de infortunio pereció que las fieras en el bosique que se agndespedazado bajo el cañón y la metralla.
zapan tras de un matorral para echarse El arroyo que pasa murmurante Ahora anda mendigando de puerta en puerta un sobre su incita vilina. Ni siquiera el saberlo enfermo y detuvo su purece que de un sueño despereza; mendrugo de pan para llevar a la boca de sus débiles y es igual a una vieja cuando reza mano criminal. Quizi lies lo que lo niños.
su rosario con vista lagrimeante.
estimuló: el saberlo imposibilitado para ¿Y la patria, por quién murió despedazado en el la defensa.
El sol, que ya depone su talante campo de batalla su compañero, se olvidó de amparar a Un ente de la clase del asesino y ebrio augusto con inmensa ligereza, tiene la hombría éstos seres. Ah, la patria, canalla de patriotismo, 10 vil mentira! tiñe en la púrpura de su realeza de atacar de día y de frente, tal Frente a estos frutos malvados de la guerra, exclael blanco níveo de una nube andante.
cual lo hiciera Wilkens, no merece commamos una vez más. Abajo la guerra y el militarismo! paración. El uno representa la verdadera soy la pauta que al silencio quita justicia y el amor fraternal; el otro la el privilegio de su nota muda barbarie y el despostismo.
como el sollozo de una flor marchita.
Wilkens; todo amor tus hermanos los proletarios, hèroe y en covachas oscuras, y el cuello daban al cordel nefando; soy la causa que dejar no impera con ardoroso afán, pálido el rostro.
mártir de un ideal de justicia y amor, on e! fondo letal do las pasiones, a ésa soledad, que por ini muda nosotras te recordaremos constantemente.
contra la infamia y la injuscicia urdieron con los ojos ya fijos su nombre y se reviste de cualquiera. en los momentos en que el descotemerarias conjuras.
en el vacio sepulcral, y el hielo razonamiento esté a punto de hacer Bs Aires. Teresa Maccheroni.
de la muerte en los huesos, presa en nosotras recordaremos lu valor por un ideal potente iluminados, al esplendor de un porvenir ignoto intrepidez que no vacilí para vengar ideal de dolor y rabia, de justicia y amor, ellos el himno ofensas ajenas, aún sabiendo que sacrien las húmedas celdas escribieron del ideal dijeron.
trozos de historia con bermeja. sangre ficabas tu juventud y la libertad. el sólo recordarte no servira do y pedazos de alma.
No; ninganó sufrió! De las humeantes estímulo y nos dará nuses brios para llagas y de los pechos!
continuar la lucha.
Meditad: eran niños y con ronco marchitos, de las bocas contraidas, cstertor on la santa barricada, de las fieras pupilas y los miembros Fidela Cuñado.
entre el polvo, el humo y el silbido helados de los muertos, Necochoa.
Eran mujeres y hombres pensativos, de las balas cayeron se esparcía una voz sacra y tromenda una gran fé tenían, abiecto el pecho y rota la garganta!
de dicha y de esperanza, jóvenes eran, más sus blancos labios do espasmos y do amor; ninguna fuerza ni sus pechos austeros parecían Erau trómulos viojos ya sin fuerzas, brutal puedo aterrar en ardua via En nuestros dins las cosas han camhechos para el amor; la aguda y lenta, y entro hierros vivieron; al ideal que avanza.
biado, sinu radicalmente, en parte. La la sublime y convulsa eran sombras de tísicos murientes, fiebre interna sentian.
mujer comprende que no es una deshonra y altivos desafiaron la ignominia. Qué importa si por él caen millares tener algunos conocimientos, y, aunque que mina el cuerpo y enardece el alma, la borca y el tormento!
las víctimas. El queda más fuerte que el amor y que la vida.
como fragor de truenos incesantes, con terribles sucrificios, asiste a la escasla fiebre de la idea.
la y aprendo alli el máximan que el Hrau virgenes rubias, y en las llamas cual fulgurar de lampos precursores régim a imparante le permits. Mis tartlo, de nuevas tempestades.
rugientes de la hoguera, despuis de abandoaae el colegio primaDesnudo el pecho, combatir: con este como en un lecho de purpúreas rosas Beso que marca con ardiente sello, rio, continua sus carsos secundarios, o, Sunico fin nacieron dieron al ideal un casto cuerpo fó que nunc perece, mis generalmente, entra a embrutecerse Sencillos goces, balbuceos de cuna, y el alma pura y águila eterna que se lanza al monte, bella!
entre las paroles de un taller.
sueños, deleites, la tranquila vida sobre el tiempo, el espacio y las ruinas, de un hogar honesto: ninguno salrio. Rientos, cantando triunfante permanece.
Angelina Arratia. todo lo rechazaron! escondidos subían al patíbulo Ada Negri.
Mi vientre, igual que el surco, toda la vida encierra, y soy fuerte y ſecunda como la Madre (Tierra. mujeres y la literatura Saloadora Medina Onrubia.
y nobloza para Wilkens. Martir la tumba nol le mártir Te llevaron asesinado, Los que matan y condenan Por el pan y por la paga. Los patrioteros soldados. Las víctimas del ideal Tu sangre derramada Por un ideal tan noble Impele al revolucionario, Al idealista, al ácrata. Vengar tu nombre. Caiste, noble hermano, Genio do lucha y de annor, Por el plomo de un cosaco Que no sabe del dolor!
versa a Más tu nombre esclarecido Se esculpirá en la memoria de Santa Cruz la historia Recordarán los obreros Con sagrada indignación. América.
Lucia Oses.