BourgeoisieCapitalismOpportunismRussian RevolutionSocialismURSSViolenceWorking Class

No. No. L B PAGINA A O PAGINA La catástrofe de Morococha Los seguros sociales esta pregunta responden muy bien las siguientes cifras: Suma asignada por el Estado para seguros sociales.
Contra la demagogía burguesa Año En rublox Por Ricardo Martinez de La Torre Del No. 20 de AMAUTA El sistema de trabajo de la Cerro de Pasco Cooper Corparation. Nuestros obreros indios 1924 25 1925 26 1926 27 1927 28 474. 000. 000 708. 000. 000 852. 000. 000 946. 000. 000 En la Rusia varista, la primera ley sobre seguros sociales fue sancionada recién en el año 1912, y englobabe solamente a los obreros de la gran industria, quienes debían contribuir con unas 35 partes al fondo de se.
guros. Dicha ley se refevia, solamente.
al seguro contra accidentes de trahajo. La ayuda médica, por cierto sumamente deficiente, era dada directamente por los patrones. Seguros contra las enfermedades profesionales, invalidez, desocupación, etc. no existian en absoluto. En una palabra, la Rusia de antes de la Revolución, en materia de seguros sociales, presentaba el mismo aspecto que la mayoria de los países capitalistas de hoy Seguros sociales sin tocar en absoluto su salario, cosa que no existe en ningún pais capitalista.
Veamos brevemente, que es lo que es lo que recibe prácticamente, el obrero soviético en los distintos segul ox.
En el caso de una pérdida parcial de su capacidad de trabajo, el obrero recibe su salario integro desde el primer dia del accidente hasta su completa curación. Recibe, además, toda la ayuda medica necesaria gratuitamente.
esta laboración capitalista, intentada por nuestros burgueses, intelectual y prácticamente colonizados. por los métodos y el espíritu del imperialis mo yankee.
De otro lado, el elemento produc.
tor, el obrero consciente, la falanje más robusta de nuestro proletariado.
saben que su única posibilidad de emancipación es el socialismo, y para llegar a él, está el sindicato evolucionario, la acción clasista.
No ha de ser, ciertamente, Tizón y Bueno, con sus partidas de football y sus artículos quincenales en la Página Industrial de El Comercio. guien tuerza el natural desenvolvi miento de nuestras masas productose en día.
El reformismo racional, la dema.
gogia ensayada por los patrones y lí.
deres de la burguesía, adquieren en la personalidad del ingeniero Ricardo Tizón y Bueno un acabado perfecto Tizón y Bueno es el vocero de los industriales, gerente de la Fábrica de Tejidos de La Victoria, miembro del es ado mayor general civilista, partidario entusiasta de los métodos de racionalización capitalista, del tayloris nio, del fordismo. Aplaudido por los elementos que capitanea, se ha impuesto la tarea de pensar por ellos.
SU POLITICA DEMAGOGICA.
Frente a las masas obrelas adorna con los recursos del criollismo uportunista, del que nuestra historia nos ha dado ya tan destacados tipos Campeón de la paz social. del tranquilo progreso de la industria, a costa de los obreros sujetos a un misero salario y condiciones de vida verdaderanen. e clamorosas, apadrina instituciones deportivas como medio de canalizar el impetu revolucionario cla sista de las masas, y acaso, con miras posteriores de oportunismo político burgués.
No nos extraña que algunos traidoles a sus propios principios, sirvan de comparsa en esta bufonada de ca se ras.
IN.
SU POLITICA DUSTRIAL. más pero se miraron y se comprendie ron.
Decididos a regresar, moviéronse sobre el rastro del día anterior, por la orilla de una laguna donde las senales desaparecian. Sus huellas en ei barro eran pequenos Pozos que se inundaban. Sin embargo, el rumbero cogió la pista, gozando del más abso luto silencio como hasta las nueve de la mañana, cuando entraron a unos chuscales de plebeya vegetación don de ocurria un fenómeno singular: tropas de conejos y qualines, dóciles atontados, se les metían por entre las piernas buscando refugio. Mo.
mentos después, un grave rumor como de linfas precipitadas se sentía venir por la inmensidad. Santo Dios. Las tambochas!
Entonces sólo pensaron en huir.
Prefirieron las sanguijuelas y guarecieron en un rebalse, con el agua sobre los hombros.
Desde allí miraron pasar la primela ronda. semejanza de las cenizas que a lo lejos lanzan las quemas, caían sobre la charca fugitivas tribus de cucarachas y coleópteros, mientras que las márgenes se poblaban de arácnidos y reptiles, obligando a los hombres a sacudir las aguas mefíticas para que no avanzaran en ellas. Un temblor continuo agitaba el suelo, eual si las hojarasca, hirvieran solas.
Por debajo de troncos y raíces avan zaba el tumulto de la invasión, a tiem po que los árboles se cubrían de una mancha negra, como cáscara movediza, que iba ascendiendo implacablemente a afligir las ramas, a saquear los nidos, a colarse en los agujeros.
Alguna comadreja, desorbitada, algún lagarto moroso, alguna rata recién parida eran ansiadas presa de aquel ejército, que las descarnaba, entre chillidos, con una presteza de ácidos disol.
ventes. Cuánto tiempo duró el martirio de aquellos hombres, sepultados en cieno liquido hasta el mentón, que observaban con ojos pávidos el desfile de enemigo que pasaba, pasaba Yolvía a pasar? Horas horripilantes en que saborearon a sorbo y sorbo les alquitaradas hieles de la tortura!
Cuando calcularon que se alejaha la última ronda, pretendieron salir a tierra, pero sus mieinbros estaban paralizados, sin fuerzas para despegarse del barrizal donde se habían enterrado vivos.
Mas no debían morir alli. Era preciso hacer un esfuerzo. El indio Venancio logró cogerse de algunas matas y comenzó a luchar. Agarróse luego de unos bejucos. Varias tambochas desgaritadas le royeron las manos. Poco a poco sintió ensancharse el molde de fango que lo ceñía. Sus piernas, al desligarse de lo profundo produjeron chasquidos sordos. Upa, otra vez y no desmayar. Animo! Animo!
Ya salió. En el hoyo vacío burbujeó el agua.
Jadeando, boca arriba, gyó desesperarse a sus compañeros, que implo.
raban ayuda. Déjenne descansar!
Una hora después, valiéndose de palos maromas, consiguió sacarlos a to.
los bejuqueros no le dejaban abrir la trocha, las ramas se le escondían bajo el cuchillo y repetidas veces qui.
sieron quitárselo. Quién tenía la culpa ahora, por qué diablos se ponian a gritar. Qué lograban con hacer tiros. Quién sino el tigre correría a buscarlos. Acaso les provocaba su visita? Bien podían esperarla al oscurecer!
Esto los aterro y guardaron silen cio. Más tampoco hubieran podido hacerse entender a más de dos yaldas: fuerza de dar alaridos, la gare ranta se les cerró, y. dolorosamente hablaban a la sordina, con un jadeo gutural y torpe, como el de los gansas.
Antes de la hora en que el sol sanguíneo empenacha las lejanías, fuéles imperioso encender la hoguera, porque entre los bosques la tarde se enluta. Cortaron rainas, y, esparciéndolas sobre el barro, se amontonaron al rededor del anciano Silva a esperar el suplicio de las tinieblas. Oh.
la tortura de pasar la noche con hambre, entre el pensar y el bostezar, sabiendas de que el bostezo ha de intensificarse al día siguiente. Oh, la pesadumbre de sentir sollozos entre la sombra cuando los consuelos saben. muerte! Perdidos. Perdidos! El insomnio les echó encima su tropel de alucinaciones. Sintieron la angustia del indefenso cuando sospecha que alguien lo espia en lo oscuro. Vinie ron los ruidos, las voces nocturnas, los pasos medrosos, los silencios impremionantes como un agujero en la eterpidad.
Don Clemente, con las manos en al cabeza, estrujaba su pensamiento para que brotara alguna idea, lúcida.
Sólo el cielo podía indicarle la orientación. Que le dijera de qué lado nace la luz! Eso le bastaría para calcu.
lar otru derrotero. Por un claro de La techumbre, semejante a una claraboya, columbró un retazo de éter azul, sobre el cual inscribía su varillaje una rama seca. Esta visión le recordó el mapa. Ver el sol, ver el sol! Allí estaba la clave de su destino. Si hablaran aquellas copas enaltecidas que todas las mañanas lo ven pasar. Por qué los árboles silenciosos han de nerarse a decirle al hombre lo que debe hacer para no morir. Y, pensando en Dios, comenzó a rezarle a la selva dna plegaria de desagravio!
Treparse por cualquiera de aque.
Los gigantes era casi imposible: los troncos tan gruesos, las raras tan altas y el vértigo de la altura acechando en las frondes. Si se arteviera Lauro Coutinho, que ahora dormía abrazándolo por los pies. Quiso llamar.
lo, pero se contuvo: un ruidillo raro, como de ratones en madera fina, rasguñó la noche; eran los dientes de rus compañeros que roian pepas de tagua!
Don Clemente sintió por ellos tal compasión, acercándole las caras oscuros. Qué hay le susurraron a media vaz, acercándole las caras oscuras. palpaban los nudos que le ciñeron. Estamos salvados!
Estúpidos de gozo, repitieron la misma frase. Salvados. Salvados!
Y, postrándose en tierra, apretaban el lodo con las rodillas, porque el dolor lox dejó contritos, y entonaron un gran ronquido de acción de gracias, sin preguntar en qué consistía la salvación. Bastó que otro hombre la prometiera para que todos la proclawaran bendijeran al salvador.
Don Clemente recibió abrazos, súplicas de perdón, palabras de enmiende. Algunos querían atribuírse el exelusivo mérito del milagro. Las oraciones de mi madre.
eita. Las misas que ofrecí. El escapulario que llevo puesto!
Mientras tanto, la Muerte debió roirse en la oscuridad.
De acuerdo con las cifras que in.
dica el Gosplan. Comité de planificación de la vida económica de la para el año económie de 1928 29, se invertirá en seguros sociales la suma de 141, 000. 000 de rublos, es decir, habrá un aumento de un 17. más que el año económico 1927 28.
Para poder apreciar en todo su valor estas cifras, es interesante señalar que en Alemania, por ejemplo. que se considera entre los países burgueses, el más adelantado en esta materia) donde la cantidad de obreros asegurados alcanzan a la cifra de 20. 000. 000, para seguros sociales se invierten menos de 900. 000. 000 de rublos o sean menos de 450. 000. 000 de dólares. Es decir, allí a cada obrelo le corresponden 27. 50 dólares americanos, mientras que en la Unión Soviética, donde hay diez millones de asegurados, para cada asegurado en el año 1927, le correspondían 52 dólares. Además, no hay que olvidar jamás, que en esa suma de 450. 000. 000 de dólares que invierte Alemania 225.
000. 000 o sea la mitad, está pagada por los mismos trabajadores.
Para que el lector tenga una idea aún más completa de lo que recibe el obrero asegurado en la Unión Soviética, damos a contimiación algunas cifras comparativas sobre el asunto en cuestión: Nunca será bastante todo lo que se diga acerca de la catástrofe del de diciembre producida en Morococha, en la que ha perecido un nú.
melo aún no establecido definitivamente de obreros siendo los informez oficiales solamente por 26, según los registros de la Oficina de Tiempo.
Antes de la entrada a las minas los obreros deben presentar sus tarje tas en los Oficina de Tiempo para que les hagan la apotación, medida que se observa muy irregularmente, haciéndose, en algunos casos, antes de la entrada al trabajo y en otros, después, o sea a la hora de salida, no sa bemos si porque algunos obreros llegan sin tiempo para cumplir con esta formalidad, bajando a las minas sin la anotación espectiva, pues la reglamentación de trabajo de la Empresa solo admite la entrada de los obreros que se hallen presentes a la hora fija que señala este reglamento, perdiendo sus derechos de trabajo, los que no cumplan con este requisito, perdiendo, también el derecho de pago.
Ante el temor de perder el derecho de jornal, algunos obreros ingresan a las minas sin la anotación correspondiente en sus tarjetas de trabajo, razón por la cual los libros de la Oficina de Tiempo solo registran 26 víctimas en esta catástrofe.
No se dirá nunca lo bastante, porque hasta ahora no se ha tratado, ni intentado siquiera, por razones que desconocemos, descubrir el origen del hundimiento de la laguna. Todo lo que hay al respecto solo son suposiciones deducidas de la forma de explotación minera que emplea la Cerro de Pasco Copper, o de la poca eficiencia profesional que han revelado sus técnicos, no teniéndose por ahora un fundamento científico irrefutable para responsabilizarla. Es esta la situación que explota la empresa norteamericana para hacer su defensa, siendo este un caso en que no cabe defensa, alguna por las muchas circunstancias que se produjeron antes y después de la catástrofe, que son suficientes para comprobar la culpabilidad de la Compañía; pero es así de ridicula, como se ha puesto la situación creada por este accidente, estableciéndose una parcialidad deliberado en favor de la Cerro de Pas.
co.
Ha aparecido un hombre apellidado León que se le contaba entre las vietimas y esa aparición le ha valido a la Compañía para alenuar las proporciones del accidente, y aún más, para aparecer ante los ojos del público como estafada por los obreros peruanos. En los informes que han dado, dijeron que la familia de este resucitado gestionó la correspondiente in demnización, pero que la policía con que cuenta la Compañía descubrió al individuo. la pregunta que se haca la Compania es la siguientes: Cuán.
tos otros habrán fugado para aparecer como víctimas. no cabria bien que nosotros preguntáramos si ese hombre no ha sido comprado pal a establecer la defensa de la Empreminera?
El accidente se produjo anticipándose con un aviso que dió la misma naturaleza. Ocho días antes se produjo un hundimiento de diez metros cuadrados, más o menos, que no significaba ningún peligro, según opinión de los técnicos yankes, pero sí, para los, obreros peruanos, a pesar de sus conocimientos empíricos, que valen mucho más que los otros, porque han sido adquiridos en la práctica. Ellos son los que dieron el aviso oportuno y si no que digan por qué tienen preso Hermoza, pariente de una de las víctimas que dió la alarına y que a pesar de ello se le obligó a seguir trabajando.
Son dos las causas posibles que produjeron el hundimiento de la la guna del Una, porque pretendieron hacer una chimenea a la mina Yanke la que debía salir por el cerro de la mina Cecilia. pero que por un error de trazo resultó en la laguna, trazo que se hizo sin ningún estudio preliminar. La presión que hizo el peso de la laguna sobre las paredes de la chimenea provocó la catástrofe.
Es esta una de las suposiciones más posibles en el origen de la catástrofe.
La otra, menos probable, es que la Compañía abrió una labor para extraer mineral de una pertenencia ajena, no reforzándola por razones de economía y porque no era propiedad de ella. Después de extraer una cantidad de mineral la abandonaron tratando de borrar las huellas que pudie.
ran denunciarla, dejando el interior completamente vacio y sin refuerzo Porcentaje en relación al salario.
La pension a la invalidez se paga de acuerdo al salario, y el inválido que ha perdido completamente su capacidad de trabajo, recibe un seguro equivalente a su salario integro. En la misma forma reciben la pensión aque llas familias que han perdido al jefe de la familia.
Una especialísima atención se presta en la Unión Soviética a las obre.
ras madres. Este es el único país donde a la obrera, en oportunidad del parto, se le dan prolongadas vacaciones, dos meses antes y dos meses des pués del parto, o sean cuatro meses en total, con percibimiento integio del salario.
Fuera lo dicho, a las obreras madres, a las mujeres de los asegurados, aunque no trabajen, a las desocupadas y mujeres de obreros desocupados e inválidos, se les dá una suma especial y de una sola vez, para la compra de objetos necesario para el recién nacido y se dá, además, otra suma destinada a alimentación para el niño, durante el trascurso de nueve meses.
En caso de muerte del asegurado, desocupado o pensionista, o de muerte de uno de los miembros de su familia, la Caja de seguros paga el costo total del entierro.
En caso de desocupación, el desocupado recibe el seguro durante el trascurso de 18 meses, en el período de cada desocupación. Es decir, si el obrero obtiene trabajo y vuelve a encontrarse desocupado, recibe nuevamente el seguro durante los 18 meses es.
tablecidos. La proporción del seguro se establece de acuerdo con el grado de calificación del asegurado. Aparte de esto, el desocupado casado recibe un seguro proporcional, de acuerdo con la cantidad de miembros de su familia.
Además de todo eso, el asegurado recibe otras clases de ayuda, como sanatorio, Kuror. y casa de descan80. Esta última en el período de vacaciones del obrero. Para esto se ntili.
zan los mejores palacios que fueron confiscados por la clase obrera a la aristocracia y a los capitalistas. Qué cantidad de capital es el que se invierte en estos seguros sociales?
Al día siguiente de la Revolución de Octubre, el gobierno soviético introdujo inmediatamente un nuevo sistema de seguros sociales, del que pasamos a ocuparnos.
Ante todo, los seguros sociales en la se hallan concentrados en una única y perfecta organización, no existe esa innumerable cantidad de tan diferentes organizacio.
pes, como hemos podido observar al referirnos a los países capitalistas. En cada localidad hay Cajas locales con múltiples innumerables redes llamados en Rusia puntos de pago. Esto da la posibilidad al obrero asegurado, sin pérdida de tiempo de recibir el seguro, las Cajas locales dependen directamente de la Caja gubernamental o provincial y éstas, a su vez, dependen de la Caja Central de la República. Un sistema tan centralizado como éste, al mismo tiempo que da una gran comodidad en las tareas de administracción y dirección, permite una gran economía, por cuanto el aparato mismo de la organización es menos costoso. Fuera de esto, en todos los sindicatos existen Cajas de Socorro o de Ayuda, pero, ellas tienen un carácter de ayuda complementaria a la del Estado. En los órganos de seguros sociales de la Unión Soviética, están agrupados todos los diferentes seguros: contra accidentes de trabajo, invalidez, enfermedad, a la maternidad, vejez, fallecimiento, desocupación, etc.
Este sistema es muy cómodo para los obreros que vienen en demanda del seguro, evitando asi lo que sucede en los países capitalistas; una lamentable pérdida de tiempo en bus.
ca de las diferentes organizaciones encargadas de administrar los distintos seguros. Los seguros sociales de la son obligatorios para todos los trabajadores, pero, son pagados a costa exclusivamente, del Estado o de las pocas empresas particulares que existen en el país. De este modo, los trabajadores reciben los Soviética Alemania Inglaterra (Por pérdida transitoria de la capacidad de trabajo. 100 50. 75 10. 30 (Por invalidez absoluta)
10050 50. 75 23 del salario (Por invalidez parcial. 33. 66 alguno que hiciera resistencia en la bo.
veda alta.
Tampoco deja de ser la zonable esta suposición. Además SE sabe que la Compañía observa forma de trabajo y una prueba de ello es el juicio que por muchos años ha sostenido con un conocido minero de esa región.
No hemos podido obtener una de claración de las víctimas salvada de la catástrofe, porque han sido amenazadas con pena de carcel y destitución del trabajo.
Los resultados de este accidente serán, en lo que respecta a nuestros obreros, los mismos que tuvieron en la de Golliraisquizga, en el que pere cieron más de trescientos hombres, dos cuadrillas integras, y la comisión de gobierno enviada por Pardo sólo dió cuenta de treinta!
En cuanto a las indemnizaciones, se hacen y se han hecho siempre a criterio de la Compañía, como si se tratara de animales, como de caballos, o como mulas.
Los obreros de las minas 8011 tra.
tados peor que bestias, obligados a trabajar doce y catorce horas, mal ali.
mentados, peor vestidos y dentro de unas condiciones de higiene que sólamente se puede observar en las trincheras de los campos de batalla. Tor das las funciones del organismo se ha cen dentro de las minas, respirandu un aire nocivo por las emanaciones de los minerales, sin protección ninguns para las filtraciones, y amenazados a todo instante por la uuer te.
Estas son las condiciones en que trabajan los obreros de la Cerro do Pasco, a quienes se les exige traba.
jar hasta el agotamiento. Es un trabajo de bestias y esas bestias S01 nuestros indios, productores de 18 economia del país. Estos indios var buscar el pan y encuentran la muer te en las minas! Como en la fundi ción de la Oroya que huele a muerte y que nos hiere las pupilas de desolación.
Cerros esqueletizados y planicies calvas, pudiéramos decir, que es otrora fueron praderas donde el ganado era lúcido y nuestros indios cono cian la alegría. Hoy se han tornado tristes por la desolación y la muerte que han sembrado esas industrias mi neras que son peor que la peste.
En la sección donde se funde el plomo mueren a diario los obreros después de que se les han caído todos los dientes. La ignorancia de nuestros indios cree que es una peste, conic creía cuando se les moría el ganado.
Los médicos de la Compañía explotan esta ignorancia en favor de aque.
lla. Son los efectos de la peste. cuando no pueden curarlos los man dan a que se mueran abandonados en sus chozas, al lado de sus tierras. Que alegría la de sentirse morir al lado de sus tierras, de sus chozas!
Los obreros peruanos prefieren morirse antes de pisar los hospitales yankes porque son tratados en sus cu raciones peor que animales, con la indolencia más grande y con la brutalidad más inconcebible. Ahí no han Hegado los adelantos modernos de la cien.
cia, o mejor, no se han hecho para nuestros obreros porque no son seres humanos, sino carne de explotación Hay muchos indios dentro de los cuatro millones que tenemos en el Perú.
En los campamentos obreros lea está prohibido hacer algún ruido des pués de las diez de la noche. No pue.
den los obreros alegrarse después de las diez de la noche porque los amos lo han ordenado. esta hora se da un toque de señal por el huachiman para hacer el silencio hasta la mañana siguiente.
Las escuelas y los hospitales funcionan porque a los obreros se les haceun descuento forzoso del misero jord nal que perciben.
Los empleados no son empleados Están al servicio de la compañía se gún se especifica en sus tarjetas de identificación.
El yankee es el señor, los peruanos, carne de explotación.
Enero, de 1929.
Julián Petrovick.
10. 35 15 (Por pensión a la vejez. 33. 66.
10. 35 10. 20 (Por seguro a la Maternidad. 100.
50. 75 000 HEARD Tizón y Bueno fracasó ruidosamente al emplear los métodos brutales que vió ejecutar en el extranjero a una burguesía capitalista fuerte y bien organizada. No olvidamos su desgraciada actitud a fines del año 1925, al pretender destruir la Federa: ción Textil. Su lucha contra el Sindicato de La Victoria, que resistio compacta y solidariamente el lock out.
Resonante descalabro que le acarreó la acre censura de los directores de la firma Grace y Co. aún hoy descubrimos su máscara patronal, al leer en el número de LABOR, la revelación gravísima de sus procedimientos en lo l especta al elemento femenino de la fábrica La Victoria. Es para nosotros una paradoja conciliar a Tizón y Bueno como gerente, y a Tizón y Bueno como presidente honorario de la A80ciación para fomentar el mutualisRO CABEZA DE RATON DEL REFOR MISMO.
Convencido de su incapacidad en el manejo de los métodos enunciados, quiere ser, en vez de cola de león del capitalismo, cabeza de ratón del mutualismo.
Se dedica a desmoralizar a los tres bajadores de su fábrica. En este ex.
perimento parece que progresa vambién con mucha lentitud. lo inejor va a esultar cola de ratón. Los verdaderos obreros no le siguen. No pueden ni deben seguirle. Pero a Tizón y Bueno le basta con encabezar una murga mercenaria para engañarse a si mismo y a los industriales.
Fracasado en el lock out, se corona hoy campeón del mutualismo. Crea el de enero como fiesta de la mutualidad. Dentro de algunos meses, los obreros olvidarán el 1o. de Mayo la Fiesta de la Planta, la Revolución Rusa, la lucha de clase. Festejarán el de enero, bajo la bendición franciscana del mentor del mutualismo amarillo.
NO TRANSIGIREMOS CON LOS OPORTU.
NISTAS.
Hemos de ser implacables en soñalar y desenmascarar a los embaucadores de la ingenuidad y desorientación de las masas. los que pretendan aprovecharse de la inferioridad cultural a que son condenados los obreros con el monopolio de la instrucción ejercido por la clase dominante.
No aceptamos, por ejemplo, la tesis de necesarias etapas determinadas que deben recorrer los pueblos.
Las conquistas de los más avanzados, en el terreno de la ciencia y la industria, aprovechan a los retardados. Un yanacón de nuestra serranía puede.
si sus medios económicos se lo permiten. mientras tarde la implantación del socialismo reemplazar el modesto y primitivo arado de madera, por el moderno tractor.
Las etapas laboriosas, que han sido salvadas, ahorran a los demás pueblos el recorrerlas. en esto se distingue el socialismo del capitalismo: persigue poner a disposición del proletariado de la ciudad y el campo las conquistas de la burguesía en el terre.
no del progreso material e intelectual, que benefician casi en su totalidad a la clase explotadora. No a los instrumen tos con que el capital crea esta riqueba que es social, porque pertenece a la sociedad al haber sido creada social.
mente.
de la soga dos. LA POESIA DE HOY cifras del año 1927 28. En los mismos años la pensión mensual a la invalidez equivalía a 12, 17 y 20 rublos respectivamente y aumentará ahora en un 20 Una de las particularidades mas importantes en los seguros sociales soviéticos es que la dirección y administración de los órganos de seguros.
está en manos de los mismos asegu.
rados. Esta es una aspiración, sueño y anhelo, que no han llegado a conquistar los trabajadores de ningún país capitalista, anhelo que consiste en administrar y repartir los fondos por los mismos trabajadores, sin intervención de los patrones y del Estado.
Naturalmente, en el sistema sovietico de seguros sociales hay aún una serie de defectos e insuficiencias que se explican, ante todo, no por la mala voluntad del gobierno obrero y campesino, sino por la dificil situación económica que ha venido atravesando el pais, siempre combatido, y amenazado de ser atacado por los capitalistas.
Pero, a medida que progresa y mejora la economia del país, mejoran y aumentan también los seguros.
Ese es, en líneas generales, el cuadro que presenta la Unión Soviética en este dominio de cosas. Comentarios especiales no se requieren. Los hechos hablan por sí mismos, y cualquier trabajador puede sacar perfectamente las correspondientes conclusiones de estos dos sistemas expuestos por nosotros: el capitalista y el sovietista.
La diferencia en la estructura, er los métodos de trabajo y sobre todo en los resultados y beneficios para los trabajadores son tan evidentes, que todos los que han observado perfecta.
mente el sistema soviético de seguros sociales, no solamente, amigos sino aún enemigos, todos, invariablemente, leconocen la superioridad de este subre todos los otros sistemas, aún de los paises como Alemania e Inglaterra.
La causa de los constantes pro gleros del seguro social en la es muy comprensible y sencilla.
En la República de los Obreros y Campesinos, son los trabajadores mismos quienes organizan, crean y adminietran los seguros. Ellos son los duenos y los edificadores de esta obra, obra que constituye una parte fundamental de este gran edificio que se llama Unión de las Repúblicas Sovieticas Socialistas.
El sistema soviético de seguros sociales debe ser el modelo y la meta hacia la cual deben orientarse las luchas proletarias para el mejoramiento de su situación. Sobre todo, los trabajadores de la América Latina, que viven en países donde los seguros son casi desconocidos, deben recoger esa enseñanza y luchar por conquistarlos. De El Trabajador Latino Americapo. En cuanto al seguro sobre desocupación, además de recibir todas las cantidades en dinero efectivo, ante.
riormente mencionadas, el obrero desocupado no paga y recibe gratuitamente la casa, luz, agua, servicio higiénico, etc. recibe también, otra subvención de los sindicatos, y aún cuando, por su condición de desocupado, deja de pagar toda clase de cotizaciones a las organizaciones a que pertenece.
él sigue gozando de todos sus derechos. De este modo, aunque nominal mente un desocupado recibe menos dinero efectivo en la que en Alemania e Inglaterra, en realidad en la recibe una ayuda el ectiva mucho más grande y está garantizado en su vida, él y toda su familia, que en aquellos otros países.
Para corroborar nuestra afirmación que en los paises capitalistas son los trabajadores mismos quienes pagan, en su gran parte, los seguros.
damos a continuación las siguientes cifras: un ver.
corazones y les requintaba un furor de náufrago, que no reconoce deudos ni ainigos cuando, a puñal, mezquina su bote.
Manoteaban hacia la altu.
ra al interrogar Lauro Coutinho. No ves nada. Hay que subir más y fijarse bien. Laura sobre la rama, pegado al tronco, acezaba sin responderles. tamaña actitud, tenía la apariencia de un mono herido que anhelaba ocultarse del cazador. Cobarde, hay que subir más!
Mas, de pronto, el muchacho intentó bajarse. Un gruñido de odio esonó debajo. Lauro, despavorido, ley contestaba. Vienen más tambochas! Vie nen más tambo.
La última slaba le quedó magulla da entre la garganta, porque el otro Coutinho, con un tiro de carabina que le sacó el alma por un costado, lo hizo descender como una pelota.
El fratricida se quedó viéndolo. Ay, Dios mio, maté a mi hermana, maté a mi hermano! Y, arrojande el arma, se echó a correr. Cada cual corrió sin saber a dónde. para siem pre se dispersaron.
Noches después, los sintió grita: don Clemente Silva, pero temió que lo asesinaran. También había perdido la compasión, también el desierto lo poseía. veces lo hacía llorar el remordimiento, mas se sinceraba ante su conciencia con sólo pensar en su propia suerte pesar de todo, regresó a buscarlos. Halló las calaveras y algunos fémures.
Sin fuego ni fusil, vagó dos meses entre los montes, hecho un idiota, ausente de sus sentidos, animalizado por Esta fué la postrera vez que sufrieron juntos. Hacia qué lado quedó la pista? Sentían la cabeza en llamas y el cuerpo rígido. Pedro Fajardo empezó a toser convulsimamente y cayó bañándose en sangre por vómito de hemopuisis.
Mas no tuvieron lástima del cadá Coutinho, el mayor, les aconsejaba no perder tiempo. Quitarle el cuchillo de la cintura y dejarlo ahí. Quién lo convidó? Para qué se vi.
no si estaba enfermo? No los debía perjudicar. en diciendo esto, obligó a su hermano a subir por una copaiba para observar el lumbo del xol.
El desdichado joven, con pedazos de su camisa, hizo una manea para los tobillos. En vano pretendió ad.
herirse al tronco. Lo montaron sobre las espaldas para que se prendiera de más arriba, y repitió el forcejeo titánico, pero la corteza se despagaba y lo hacía deslizarse y recomenzar Los de abajo lo sostenían, apuntalandolo con horquetas, y, alucinados por el deseo, como que triplicaban sus estaturas para ayudarlo. Al fin ganó la primera rama. Vientre, bra.
zos, pecho, rodillas le vertían sangre. Ves algo. Ves algo? le preguntaban, con la cabeza decia que la floresta, despreciado hasta por la muerte, masticando tallos, cáscaras hongos, como bestia hervíbora, con la diferencia de que observaba qué clase de papas comían los micos, para imi tarlas.
No obstante, alguna mañana tuvo epentina revelación. Paróse ante una palmera de canangucho, que, según la leyenda, describe la trayectoria del astro diurno, a la manera del girasol. Nunca había pensado en aquel misterio. Ansiosos minutos estuvo en éxtasis, constatandolo, y cre.
yó observar que al alto follaje iba moviéndose pausadamente, con el ritmio de una cabeza que gastara doce horas justas en inclinarse desde el hombro derecho hasta el contrario.
La secreta voz de las cosas le lleno su alma. Sería cierto que esa palmera, encumbrada en aquel destierro como un indice hacia el azul, estaba indicándole la orientación? Verdad o mentira, él lo oyó decir. creyó!
Lo que necesitaba era una creencia definitiva por el derrotero del vegetal comenzó a perseguir el propio.
Fué asi como al poco tiempo en contro la vaguada del río Tiquié. Aquel caño de estrechas curvas parecióle rebalse de estancada ciénaga, y se puso a tirarle hojitas para ver si el agua corria. En esa tarea lo encontraron los Albuquerques, y, casi de rastra, lo condujeron al barracón. Quién es ese espantajo que han conseguido en la cacería?
guntaban los siringueros. Un picure que sólo sabe decir. Coutinho. Peggi. Souza Machado. de que POR JEAN EPSTEIN unica traducción española. Ha llegado por tercera vez a la Libreria Minerva Compre Ud. su ejemplar antes se agotea!
CURRERAL Participación de los asegurados en las sumas totales de los seguros Alem.
Por enfermedad: 66.
Por invalidez: 38.
Por desocupación: 50.
Inglat.
38.
38.
33.
tral, Amaneció.
La ansiedad que los sostenía les scentuó en el rostro la mueca trági8. Magros, febricitantes, con los ojos enrojecidos y los pulsos trémutos, se dieron a esperar que saliera el sol. La actitud de aquellos dementes bajo los árboles infundía miedo. 01 videron el sonreír, y cuando pensaban en la sonrisa les plegaba la boca un rictus fanático.
Recelaron del cielo, que no se divisaba por ninguna parte. Lentamente empezó a Hover. Nadie dijo nada, La Libreria Minerva acaba de recibir los libros de Pablo Neruda, Gabriela Mis.
Eduardo Barrios, Vicente Huidobro, Joaquin Edwards Bello, Marcelle Auclair, Molina, Rafael Malwenda y otras selectas obras chilenas.
Enrique En la los obreros no pagan nada y todos los gastos son a costa de las empresas y del Estado obrero.
Las sumas que reciben los trabajadores soviéticos, por los seguros sociales, aumentan de año en año. Por ejemplo: desocupación en el año 192426, rubros; 1925 26, 11 rublos; 192627, 15 rublog; 1928 29, habrá un de aumento en comparación con las les preno!
Ya ni se acordaban de hacer silencío para no provocar la selva. Una violencia absurda les pervertía 109 SAGASTEGUI GOS