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PAGINA L в к No. А 0 PAGINA LOS SEGUROS SOCIALES La situación política en LA VOZ DE LOS PUEBLOS el Uruguay En la Región de Supe y Pativilca El partido Nacional y el partido Colorado COMO NACIERON COMO FUNCIONAN Por Jaime Morenza Como muere el comercio local y ambulante, sofocado por los tambos de las haciendas ticia a explotar sin control a los trabajadores de las haciendas.
Las municipalidades, si no quieren acabar de desprestigiarse, deben darse cuenta de su misión de defender los intereses vitales de las poblaciones que representan. Porque si permitimos que el comercio de las grandes haciendas, como ha ocurrido en el valle de Chicama, arruine el comercio local, el Perú verá languidecer más aún sus poblaciones, y la ignorancia, la pobreza y la indiferencia reinarán en todas partes, en vez de que la industria y el comercio prosperen y los beneficios de la agricultura sirvan pala proporcionar un poco de bienestar a todos los centros urbanos.
orEl presente articu está hecho base de un trabajo, sobre este tema.
de Smith y Dansky, y de otras fuentes más.
Intentaremos en líneas generales establecer las características distintas de los seguros sociales en los países capitalistas y en la república de los trabajadores, en la Unión Soviética. Nuestro articulo constará de dos partes: lo: Los seguros sociales en los países capitalistas; y, 20. Los seguros sociales en la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.
progresistas nuestros pueblos. li.
brándolos de las garras de los monopolins de las haciendas, haciendo eter.
tivas la libertad de comercio e industria. y que los artículos de consumo se impongan por su calidad o su precio no por el privilegio feudal que un hacendado otorga a un tambo, autorizándolo contra toda ley y toda jus.
Un pequeño comerciante, Resumiendo todo lo dicho por nos otros, podríamos afirmar que los ser guros sociales en los países capitalistas, aun donde mejor se hallan ganizados, sufren defectos capitales, comenzando por su organización y acabando por los miserables beneficios que reciben los trabajadores, de los mismo. Y, a pesar de ello, estas pequeñísimas conquistas arrancadas a ia burguesía, gracias a la lucha clasista del proletariado, se encuentran ante dl inminente peligro de ser perdidas.
Paralelamente a la ofensiva del capital contra la clase obrera, se pretende dar un golpe mortal a los seguros sociales.
Tal es el cuadro que nos presentar los países capitalistas, sobre todo, de Europa. En los de la América Latina, la situación no es mejor sino mucho peor. Salvo uno que otro país, donde se han dictado algunas mezquinas leyes de pensiones a la vejez sobre accidentes del trabajo, los seguros sociales son totalmente desconoci dos, y las masas no tienen ni idea de ellos.
te, las burguesías necesitan ten siempre la llamada reserva del jército del trabajo, es decir, a los des ocupados que no tienen medios de vida, dispuestos a venderse por cualquier salario.
Sin embargo, en los últimos tiempos, en varios países se ha introducido el seguro obligatorio contra la desocu pación. Esto se debe a que los gobiernos burgueses se encontraron ba jo la amenaza de la revolución proletaria y trataron, por todos los medios, de tranquilizar a los obreros, sobre todo, a la enorme masa de desocupados.
Este seguro, en todos los países puede caracterizarse de la siguiente manera: seguros muy pequeños y dados por un período muy corto, una serie de limitaciones en los registros de la bolsa del trabajo, obligación de los obreros a aceptar cualquier trabajo que se les proponga, a pesar de no ser su profesión. Y, al fin, la dirección de los seguros contra la desocuración se encuentra en manos de órganos que existen para el reclutamiento del desocupado, administrados por funcionarios del Estado, en donde no participan para nada los representantes obreros.
EL SEGURO SOCIAL EN LOS PAI.
SES CAPITALISTAS El terror de los caciques Montesinos en la provincia de Grau las Denuncias sensacionales de exacciones y atrocidades UNIVERSIDAD ¿QUE ES LO QUE LE SACA AL OBRERO EL SEGURO SOCIAL?
Director: Germán Arciniegas Apartado 91 Bogotá.
Agente en Lima: Minerva, Sagástegui 669.
Durante cinco años de continuos viajes por las poblaciones y haciendas de la región de Supe y Pativilca, nos hemos pedido dar cuenta de la creciente decadencia del comercio de las poblaciones, así como del comercio ambulante, a consecuencia de la acción absorvente de las haciendas. Todas los que trabajamos en este comercio.
experimentamos perdidas que nos demuestran el caracter avasallador de los monopolios de las haciendas que cierran sus puertas al vendedor anbulante, al comerciante el pueblo vecino, en provecho de los tambos, los cuales explotan a los peones y sus amilias, sin ningún control ni comnetencia Es, sin duda, por esto que aunque la agricultura se desarrolla y obtiene considerables utilidades, aunque haciendas prosperan y la producción aumenta, las poblaciones urbanas, en rem de prosperar y crecer, como sería lógico, languidecen en el más descon solador estancamiento. Las haciendas, con sus tambos, con sus métodos feudales en general, matan las energias de estas poblaciones, les impiden des.
envol rerse, sin que las municipalidades, que debían ser los órganos de los intereses comunales, se preocupen absolutamente de esta situación, y de alguna manera traten de amparar el ineremento del comercio local, del cual dependen el monto de las rentas municipales y el crecimiento de las localidades. Por lo regular, los alcaldes olvidan completamente la misión de los municipios, en obsequio a vinculaciones con los hacendados, contra cuyos privilegios el pueblo no tiene así quien lo defienda. Los hacenimponen su voluniad en todas las cuestiones internas de las poblaciones, que se convierten casi en una prolongación de sus feudos. Los alcaldes, los miembros de las municipalidades e mantienen sordos a todo clamor, porque para ellos solo tiene importancia su amistad con los poderosos terratenientes. DER Los documentos que publicamos a continuación contienen, sobre todo e!
primero, cuya redacción no hemos tocado, las más graves denuncias sobre los abusos y crímenes cometidos en la provincia de Grau por los agentes de los caciques Montesinos, de famosa historia. Estas denuncias están amparadas por fimas responsables. Reflejan una situación de terror que es frecuente en esas desgraciadas provincias de la sierra feudal donde impera el térror bárbaro de algún gamonal prepotente. El memorial que insertamos es un documento de acusación, que es peramos provoque alguna medida favor de las víctimas, además de una investigación de los hechos denunciados.
STURM sus a MENSUARIO DE ARTE DE VANGUARDIA Director: Herwarth Walden Postdannerstrase 134 a Berlin los trabajadores: el tiempo que se reciben los seguros, en todas partes es limitado; nunca se pagan los seguros desde el primer dia de haber perdido la capacidad de trabajo o desde el primer dia de encontrarse desocupado.
Siempre y en todas partes, el Esta.
do economiza a costa del enfermo. del desocupado. En todas las leyes sobre seguros sociales se establece un período de espera.
Por ejemplo, en Alemania, en caso de parte, la madre obrera tiene que haber cotizado por lo menos con diez meses de anterioridad si quiere tener seguro.
En Inglaterra para tener derecho al seguro de invalidez, el damnificado tiene que haber cotizado por lo menos, durante dos años.
Y, para finalizar, después de todo, existe la famosa simulación.
Las leyes burguesas, los dirigentes de los órganos de seguros, patrones y funcionarios del Estado, en cada enfermo, herido, inválido, anciano o desocupado, ven siempre un simulante.
Para ellos, el obrero se enferma adrede. para recibir el seguro, él mismo se hiere con el mismo pretexto, se aumenta los años o abandona por haragán el trabajo, etc. etc. cuando se trate de determinar la pensión, los cuerpos de expertos, los médicos de los patrones y sus abogados, de un enfermo, en un cien por ciento, conviértenlo en un ser rebosante de salud. En una palabra, el trabajador para recibir su pensión o su seguro, casi en todos los casos tiene que llevar a cabo una verdadera batalla pala destruir las artimañas de los tribunales de los funcionarios.
He aqui por qué os de fundamental importancia saber en qué manos se en.
cuentra la dirección de las organizaciones de seguros, he aquí, también, por que la consigna de los trabajadores de be ser: La organización de los seguros sociales debe encontrarse en manos de los trabajadores. Quién administra los seguros sociales. En los países capitalistas, a la cabeza de las organizaciones de Seguros sociales se encuentran casi exclusivamente, los patrones y funcionarios del Estado. este respecto, existe una teoria burguesa específica, que rezn así: El que paga administra.
En la dirección del aparato que administra los seguros para caso de desgracia, los obreros están completamente descartados. Alí los seguros se administran, como en Alemania, exelusivamante por lo; patrones CONC en Austria, por funcionarios de Estado, o como en otros países, donde son simples instituciones burocráticas pertenecientes al gobierno. La relativa participación que tienen los obreros en Austria, en las sociedades de seguro, o la intervención de los mismos en Alemania, en la claboración de las mcdidas para evitar los casos de desgracia y accidente del trabajo, es una intervención formal de apariencia solamente.
En forma muy distinta se plantea la cuestión en las Sociedades de Socorros Mutuos obreras, por cuanto aqui no pueden tener participación los patrones. Pero, nuevamente, el Estado burgués obliga a estas últimas a actuar dentro de las normas que les dieDentro de tres dias se efectuaran aqui unas elecciones. Se renovara totalmente la Cámara de Representantes y, en forma parcial, el Consejo Nacional de Administración y el Senado. El acto, como todos los que de esa naturaleza se vienen realizando en este pais, seri considerado desde el punto de vista demoliberal un magnífico ejemplo de dumocracia práctica. Aparte de esto, el hecho promete tener una gran importancia para el Uruguay. De su resultado, dificil de pronosticar, dado el equilibrio de las dos grandes fuerzas tradicionales en lucha, dependerá que el Gobierno de la República, ahora nominalmente en manos del Partido Colorado, pase, con todas sus responsabilidades, a manos del Partido Nacional, alejado del poder desde hace más de setenta anos. Esta circunstancia da a los comicios que determinan este comentario, una trascendencia innegable. No se trata de una mera transcendencia politica, sino de algo que puede alcanzar los caracteres de una gran transcendencia histórica. El triunfo del Partido Nacional, si llega a producirsecosa, si no segura, por lo menos, probable será, para esta agrupacion, el punto final de una larga y cruenta lucha. Verá colmada, de ese modo, su más vieja aspiración. Para el país puede significar la apertura de un nuevo ciclo en la hiscoria de su evolucion politica.
Con su ascension al poder el Partido Nacional entrará, fatalmente, en un periodu de aguda crisis.
La conplejidad de los problemas de gobierno le planteará una situación nueva. Ya no puca vivit, cumo hasta aqui, con el susturlu ideal del pasado; tendrá, que adaptarse, necesariamente, a las circunstancias del momento y preocuparse seriamente por las del futuro.
De no hacerlo asi precipitara la desintegración a que está condenado. Para subsistir con todo el vigor que necesita un partido de gobierno, verá obligado a desechar, por inútil, el pesado lastre de la tradición. En do sucesivo el recuerdo de los episodios dramáticos correspondientes al periodo heroico de las guerras civiles clausuradas en 1904, con la derrota de Masoller, ya no tendrá eticacia electoral.
Para conservar fuerza no le bastarán los factores psicológicos, de orden sentimental. El electorado le exigirá algo más conereto. Se verá obligado a demostrar que su actuación gubernamental es pródiga en resultados beneficiosos para el país. Y, para poder hacerlo, tendrá que afrontar, decididamente, problemas que reclaman urgente, pe.
rentoria solución. Cómo lo hará? He ahi el enigma. Cabe suponer, sin enibargo, que, dada la perspicacia electoral de sus hombres más representativos, no lo hará dando un virage suicida hacia el pasado, sino enfrentándose resueltamente con el porvenir. Las condiciones politico sociales del Uruguay no permiten retroceder.
Hacerlo es exponerse a graves tras.
LOTTOB, El Parvido Nacional aventuraza a provocarlos. Tendrá, pues, que realizar una política de continuidad De donde resulta que el espíritu del Partido Colorado, o, más concretamente, de su fraccion ba llista, concinuará reinando en las es feras de gobierno. en ese fenómeno, aparentemente paradojal, residira la transcendencia histórica de estas elecciones. La fisonomia política de los partidos, y aún del país, esta propensa a sufrir, por eso mismo, una fronda y radical transformación.
Lima, noviembre 28 de 1928.
nos, será inevitable. De los distintos grupos en que actualmente se halia dividido, sólo dos tienen posibilidad de subsistir: el batllista y el riveris.
ta. Las otras fracciones están conde.
nadas, irremediablemente, a una tinción total. La fracción riverista perdurará porque encarna, dentro del mecanismo institucional vigente, una manera de ver particular. Lo esencial de su programa reside en la protesta permanente contra el actual sistema de gobierno colegiado. Su acción es.
ta animada por una aspiración plato nica de reforma constitucional. Es ta aspiración, tiene cierta eficacia proselitista. Es el aglutinante que une a un reducido grupo de conservadores ansiosos de ver restaurado el poder unipersonal, mitigado, apenas por cierto barniz parlamentario. La frac ción batllista también subsistira. que así ocurra contribuirá su carác.
ter popular. El batllismo es un Partido de masas. Más del 80 por ciento de su caudal electoral se recluta entre los obreros y los empleados de condción modesta. Su programa reformis.
ta, confuso, de un confusionismo alarmante en ciertos aspectos, le da, sin embargo, un tono socializante alia: mente simpatico. Contra él, como la hace ahora, enfilará todos sus raios de acción el Partido Nacional, en el caso de que llegue a triunfar. De qué manera. Iniciando una era de retrogradación político social? No es de esperar Eso le acarrearia conse cuencias electorales funestas. Aquí pais de exaltado electoralismo ningún partido se nxpene a esos riesgos. Cómo, entoncus. Ya lo hemos insinuado: haciendo suy, por lo menos en esencia, gran parte del programa de su adversario.
Es fácil colegir que la circunstancia apuntada creará al batliismo ura curiosa situación: la de verse combatido con sus propias armas. Cório re defendera? No es difícil preverlo.
Acentuará su avancismo social. Llegara. por ello, a hacerse socialista?
De ninguna manera. Es notorio que el concepto integral del socialisino no encuadra en la mentalidad de los dirigente batllistas. Estos, a pesar de todas las apariencias, no han podido desprenderse todavía de una cantidad de prejuicios inherentes a la vieja ideologia del liberalismo clásico. La actitud de este Partido continuará, pues, siendo confusa. Sin declararse francamente socialista el concepto que informa toda su política económica y financiera descarta, en absoluio, esta posibilidad seguirá desempeñando ilegítimamente la función de un partido social demócrata. Sus proyectos y sus realizaciones llevarán el sello de un socialismo de estado. Pero ese 30cialismo será tibio, anodino, muy enparentado con el radicalismo frances y con ciertos matices del laborismo inglés. Hasta cuándo podrá seguir haciendo ese juego. Le será posible prolongar indefiridamente y sin quebranto esa situación? Es aventurado predecirlo. Ello depende de una canvidad muy compleja de factores. Por un lado dependerá del tacto, de la cuetilidad y de la visión más o menos inteligente de que esten dotados sus directores, para sortear los inconvenientes que, cada vez con más intensidad, vendrán a entorpecer su diaria labor. Por otra parte dependerá de factores politicos imprevistos, del giro que tome la evolución económica del país y, en gran parte, del grado de conciencia política que adquiera la clase obrera. estos dos últimos factores, más que a ningún otro, se deberá, en última instancia, la suerte futura de batllismo. no sólo la del bat)lismo: también la de los otros partidos tradicionales.
Jaime Morenza.
Montevideo, 22 11 928.
ley un grupo determinado de personas, que caen bajo los efectos de la misma, estan obligados a aceptarla, independientes de su voluntad. Ese grupo está obligado a pagar las cotizaciones de igual manera que está obligado a pagar cualquier otra clase de impuestos establecidos por las leyes.
Los seguros sociales obligatorios se denominan también, seguros sociales o, como generalmente otros denominan, seguros sin cuotas, cuando los trabajadores reciben los seguros sociales gratuitamente del Estado, sin tener la obligación de cotizar los obreros ni los capitalistas.
Es necesario señalar, sin embargo.
que la liberación de los trabajadoles de la paga de la cuota en este sistema es puramente formal. En substancia, los trabajadores ch su calidad de pagadores de impuestos, participan de todos los gastos del Estado y, por lo consiguiente en los gastos de seguTo social.
En una forma más o menos completa, los seguros sociales existen solamente en Inglaterra y Alemania.
En lo que respecta a los otros paises, los seguros sociales son incompletos. En una serie de ellos, éstos se encuentran y atraviesan por una taz embrionaria todavía, y, en la gran mayoría, existen solamente una o dos clases de seguro social.
Hay también una gran cantidad de países donde se hun decretado una serie de leyes sobre seguivos sociales, para tranquilizar a los trabajadores, pero en la práctica no se cumplen en absoluto. En otros, los seguros ociales en lugar de progresar, retroceden. Todo esto en uropa. En la mérica Latina, la situación de los Obreros es infinitamente peor, por cuanto aquí los seguros sociales son casi desconocidos.
En los primeros períodos después de la guerra mundial, paralelamente a una serie de leyes sobre legislación obrera, fueron decretadas también nuevas leyes sobre seguro social, pero después con la reacción general y la 0fensiva del capital, y debido también a la insuficiente resistencia del proletariado. ellas fueron reducidas o suprimidas, Muy a menudo sucede, en muchos países, que los seguros sociales solamente comprenden a una parte de trabajadores y empleados de la gran industria. El resto de los trabajadores no se asegura y no participa en las Sociedades de Socorros Mutuos, por 10 estar en condiciones de pagar las cuotas.
Como se ha dicho antes, Inglaterra y Alemania. son los dos países más avanzados en esta materia. Allí hay los seguros sociales para los casos de accidentes de trabajo, enfermedad, maternidad, invalidez, viudez, mortalidad, vejez y desocupación. Pero, naturalmente, los gastos de esos seguros caen casi exclusivamente sobre la clase o brera y, para recibir sus beneficios, siempre reducidos, los trabajadores deben pasar por una cantidad de condiciones, trámites, esperas, etc. De toclos esos seguros, el menos difundido y el que menos ha progresado, es el de la desocupación, sobre el cual nos detendremos brevemente.
El escaso progreso del seguro sobre la desocupación, se debe ante todo, al enorme porcentaje de desocupados y a los vaivenes y fluctuaciones de la desocupación; cuando la producción se eleva y la desocupación disminuye, los trabajadores no sienten una gran necesidad del seguro contra la desocupación. Pero, en los periodos de crisis, cuando la desocupación aumenta vertiginosamente, generalmente los fondos no alcanzan. Aparte de esto, los gobiernog burgueses en general, están contra el seguro de la desocu.
pación porque temen que los trabajadores puedan utilizarlos durante los conflictos huelguísticos.
Además, y esto es lo más importanSeñor don Juan Francisco Pazos Vase tinamente empiezan a oprimirnos, imponiéndosenos, primero, pagar yerbajes de nuestros animales que comen estando en nuestros propios terrenos, fijándonos para esto el tipo de un sol por cabeza de ganado vacuno, de ovejuno por cabeza, 50 centavos, advirtiéndonos a un principio, que nos otros tenemos la obligación de desempeñar toda clase de servicios: de mitanos, pongos, envarados, de servir de alguaciles, etc. servimos como bestias de carga, en todo tiempo, con nuestros animales en los sembríos de su hacienda, cosecha y traslado de carka a lugares de comercio, minas de Trapiche, Abancay y Cuzco, a cuenta y riesgo de nosotros mismos con el infimo salario de un sol por los quince o veinte días de viaje que se tiene que hacer; si hay alguna pérdida en el viaje, nos hacen cargo de enormes cantidades, para pagar con nuestros bienes.
40. Para desempeñar estos gratuitos servicios, salen destacamentos compuestos de cincuenta sesente hombres, secuaces de estos gamonales, armados con armas del Estado, recorren en son de terror todo el pue.
blo de Coyllorque y sus anexos impartiendo órdenes terminantes, para constituirnos a la hacienda Matalla o al pueblo Coyllorqui, con las mulas y caballos que disponemos con sus respectivos enseres de cargamento y suficiente número de peones, el día señalado, o al trabajo forzado, o a cercar canchones, o a regar alfalfares con nuestras propias herramientas.
EDICIONES DC MA T rela, Diputado Nacional por la Ante todo, convengamos sobre el significativo y la acepción que damos a la expresión de seguro social.
Por seguro social se entiende, generalmente, una ayuda organizada, a cuenta del dinero público, a los trabajadores y empleados en los momentos más difíciles de su vida. Por ejemplo: En caso de enfermedad del obrero, o de algunos de los miembros de su familia, invalidez, muerte, parto, desocupación, accidentes de traba jo, etc.
La necesidad de asegurarse a si mismo, y a su familia, frente a tales casos, ha sido siempre, y con toda razón, un problema de vital importancia para los trabajadores, por cuanto sus salarios de hambre no le daban la posibilidad de tener ahorros y asegurar su existencia frente a tales caS08.
No es de extrañar, entonces que desde la cona del movimiento obrero, los trabajadores hayan luchado por la creación y obtención de tales seguros.
En los inicios del movimiento obrero, empezaron a crearse por los trabajadores, y con estos fines, organizaciones voluntarias bajo la denominación de Cajas o Sociedades de Ayuda Mútua. Estas Cajas adquirieron una gran proporción y extensión en paises como Inglaterra, Estados Unidos de Norte América, Suiza, etc. Pero ellas no podian satisfacer las necesidades de la masa trabajadora toda, por cuanto al obrero de salario mediano le era completamente inposible arrancar de su reducido presupuesto las cotizaciones mensuales, y por eso esas Cajas beneficiaban, ante todo, a los obreros calificados, a los que ganaban salarios elevados. medida que progresaba el movimiento obrero, la clase trabajadora lanzaba cada vez con más insistencia y decisión, la consigna de la paga de Beguros sociales por cuenta del Estado.
Bajo la presión de las organizaciones obreras, en diferentes Estados capitalistas decretáronse algunas leyes sobre Beguros sociales parciales, por cuenta del Estado. Allí donde la clase obrera se ha organizado e ingresó en la arena de la lucha de clases, con más anterioridad, allí los seguros sociales se impusieron, también, con anterioridad, obteniendo algunos éxitos. Alemania.
Inglaterra, etc. etc. Pero a pesar de todo, en ningún país capitalista, aún en los más desarrollados, los triunfos de la clase obrera, en materia de seguro social, pueden compararse, como lo veremos más tarde, con los obtenidos por los trabajadores rusos gracias a su Octubre rojo.
Extensión y organización de los seguros sociales. En los países capitalistas existe el seguro social voluntario y obligatorio.
Seguro social voluntario, es cuando no existe la coacción estatal que obliga a asegurarse. El obrero o el empleado, de acuerdo a su voluntad, puede o no participar en las sociedades voluntarias de seguros o en las sociedades de ayuda mutua. Lo mismo ocurre con respecto a los capitalistas, al asegurarse frente al accidente de trabajo de sus obreros.
Otra cosa son los seguros obligatorios. Al decretarse la correspondiente 66 Provincia Grau.
a En los países capitalistas, en general, para seguros sociales se invierte poco dinero. Fuera de ello, la gran parte de la suma que se invierte en seguros se obtiene de los descuentos que se hacen a los obreros en sus salarios.
La otra parte corre a cargo de los patrones y, en una medida aun menor, a cargo del Estado y de las Comunas o Municipalidades.
El seguro contra los accidentes de trabajo es el único que en todos los paises corre por cuenta de los patrones. El único que el trabajador no tiene que pagarlo con su propio salario. Sin embargo, es necesario señalar que las sumas totales asignadas para este seguro, no pasan del al por ciento de los salarios. Posiblemente sea este el factor que explique la largueza y bondad de los patrones.
En todos los restantes seguros sociales, son los obreros quienen tienen que pagar de su bolsillo la mitad de las cuotas ya veces las dos terceras partes, como sucede con el seguro contra la enfermedad en Alemania y Austria. Además, no hay que olvidar jamas que el Estado forma su presupuesto gracias a los impuestos y el peso principal de los mismos recae siempre sobre la clase trabajadora. Por eso, en las asignaciones del Estado, los trabajadores también participan indirectamente. Si es que hay excepciones favorables a los trabajadores.
hay más a menudo excepciones desfavorables para ellos.
Economias a costa de los trabajado.
res. Hoy dia las burguesías, no conformes todavia con el hecho de que la gran parte de los seguros son pa gados por los obreros y lo son en una pequeña fracción por los patrones. cuundo en realidad son éstos últimos quienes deberian pagar integramente los seguros. no dejan de gritar por intermedio de la prensa burguesa, como así mismo los políticos, de que las contribuciones de los capitalistas las Cajas de Seguros, son cargas muy pesadas para la economía del país, intentan siempre disminuirlas. SiemPresente.
su LUIS VALACRCEL. Tempostal en los lados JOSÉ EGUREN. Poesias 00 JOSE CARLOS MARIA TEQUE. Enseyes to interpretación de 13 realidad peruana 80 RICARDO MARTINEZ DE LA TORRE. El Merimisarts Obrere BR 1918 58 De venta en las principales librerías Bupósito: LIBRERIA NIBERYA, SAGASTEGUI 689 La Administracion de Amauta envio franco de porte a provincias, al recibo del importe en estampillas, Próximamente: Obras de Antenor Orrego, Jorge Basadre, Uriel García, Xavier Abril, Magda Portal, Armando Bazán, Alberto Hidalgo, Abraham Valdelomar, César Falcón, Emilio Romero, Martin Adán, etc.
no Faltos de toda protección, los pueblos sucumben; su pequeno comercio, su pequeña industria vegetan miserablemente; no hay una firma que este en situación favorable; las municipalidades no pueden acrecentar sus recurSos y no pueden, por consiguiente, atender debidamente a las labores necesarias. Qué comercio, qué industria van a desenvolverse, si todo está en manos de las haciendas, si a la población consumidora de estas se les obliga a proveerse en los tambos, si los tambos hacen competencia en muchos casos al comercio local en sus propios centros! Donde no hay comercio ni industria, no puede haber progreso ni riqueza. Este es un axioma que en nuestro país se olvida, porque así conviene a los intereses privilegiados de los terratenientes. los pueblos solo les queda llorar su desamparo, sumirse en la indiferencia, renunciar a todo progreso y a todo ideal, abandonarse el juego, al vicio, que agravan sunriseria, que aceleran su ruina, mientras todas las utilidades comerciales e industriules enriquecen a unes cuantos.
Pero todos no deben rendirse al desaliento, porque el silencio es la mejor forma de sancionar los abusos, y si no se opone alguna valla a égtos, si no se invoca las leyes y los intereses nacionales, no habrá esperanza de que las cosas cambien. Pronto scrá inaugurado el ferrocarril de Huacho a Barranca. Que el pito de la locomotora. rasgando el aire de Supe y Barranca, despierte a esta poblaciones a una nueva vida, recordándoles que tienen la obligación de trabajor mejorar! que el adelanto no con siste solo en mostrar calles bien pavimentadas y algunas casitas nuevas, pues el ornato local no vale nada sin industrias y sin comercio. Exhibir fachadas y pavimento lamantes, cuando pe carece de trabajo y bienestar, es lo mismo que vestirse elegantes sin una peseta en el bolsillo. Es preciso hacer verdaderamente prosperos 50. Si por alguna casualidad imprevista, hubiera alguna desgracia en nuestra familia, enfermedad u otras cosas, y no hemos podido cumplir con lo ordenado; entonces somos de hecho despojados de nuestros bienes y castigados a nuestras personas, sin compasión alguna, de todos nuestros derechos y declarados esclavos eternos en su hacienda, como lo somos actualmente, y si uno opone resistencia a es a inhumana disposición, es despejado. arrojado a emigrar a ocros pueblos, como pasó con Simón Orosco, con toda su familfa y apropiarse de su finca Colque Pata, a Mariano Boza y otros, que seria enorme enumeral.
se Pablo Nuuri, vecino del pueblo de Coylorqui de la provincia de la que os usted su digno representante, an.
te usted, con el debido respeto, ne presento y expongo: 10. Que los hermanos Santiago, Guillermo, ya finados. Rufino y Alejandrina Montesinos, fueron y son los eternos latitundistas de enormes terrenos comunitarios del pueblo du Coyllorqui, sus nueve anexos: Faco. Chisccahuaylla, Chuylllullo, Ma.
na que, Chahuay, Kahuynlle, Ssijahuai y Acpitan, desde hace veinte años.
20. Para llevar a cabo esta enorme apropiación indebida de los terre nos. Se han valido. y se valen de los me dios más repudiados, por la civilización y lo que es peor todavía, sin sen.
timientos de humanidad, pues nos imponen bajo pena de muerte a la en.
trega exhibición sistemática de nuestros propias documentos de propiedad de antaño, como legítimos herederos de nuestros antepasados padres: la destrucción de estos documentos de propiedad, una vez en posesión de ellos, a nuestra propia vis.
ta con el cinismo y descaro que ima.
ginaree pueda. Nosotros. qué hacer si somos analfabetos en un 99 por ciento, si por nuestros ojos pasan jueces y autoridades, codeándose y en mancomunación con estos bandoleros. quién quejarnos, tanta desgracia y fatalidad? Lloramos y lamentamos hace cuatro siglos, como bestias de carga; de generación generación, y no hemos encontrado james una mano extendida en actitud de selvernos y sólo confiamos en las benditas manos redentoras de nuestro egregio mandatario actual, señor Augusto Leguia.
3o. Plenamente convencidos estamos de que aquellas tierras, jamas podrán ser reclamadas con la destrucción de nuestros documentos. comien.
za la via crucis para nosotros) paulaa a ta.
e encuentra en la dirección de las Ca.
jas, intenta aumentar las cuotas no tomando en consideración que este au.
60. Estos gamonales, para apropiarse de toda nuestra pequeña industria ganadera y tener la estadística de la procreación de éstos a la mano, tienen sus secuaces repartidos en todos los anexos con el nombre de mayordomos, que responden a los nombres de Dionisio Diaz, Leoncio Pilpinto, José Ascue, Manuel Romero, Julián Avilez, Agustín Romero, Hipólito Oros, Laurian Letona.
en pre, cuando la tracción obrera que re La Libreria Minerva acaba de recibir los libros de Pablo Neruda, Gabriela Mismento recae ante todo sobre los traba tral, Eduardo Barrios, Vicente Huidobro, Joaquin Edwards Bello, Marcelle Auclair, Enrique Molina, Rafael Maluenda selectas obras chilenas.
SACASTEGUI 68.
jadores, invariablemente los representantes de los patrones, en la dirección, siempre se oponen y niegan el aumento Los Seguros en todas partes son miserablemente pequeños. Las cantidades que establecen las leyes están muy lejog de recompensar los salarios de Las observaciones que anteceden nos inducen a considerar la probable situacion en que quedará el Partido Colorado, en el caso, no improbable, de que se confirmen nuestras predicciones. En primer término nos parece evidente que si llega a perder las elecciones, el proceso de descomposición iniciado en este partido hace ya largos años, se acentuará en forma vertiginosa. Su desaparición, entidad tradicional, orgánicamente capacitada para las funciones de gobierу otras NOTA DE LA REDACCION: En las elecciones han ganado una vez máy los colorados. aunque muy estis chamente. Las consideraciones de nuestro distinguidu colaborador pierden, en general, su validez.
To. Victimados por estos eternos criminales, Morales, en pleno pueblo de Coyllorqui, Dominga Calde.
rón, victimado por el ecuaz Agustín Romero, a Pablo Piltinto, muerto y torturado lamentablemente, por despojarcomo no