CapitalismIndividualismJosé Carlos Mariátegui

No. L B No. R PAGINA PAGINA L B R CUADRO DE LA PINTURA MEXICANA Extensión del movimiento Breve historia del movimiento cooperativista en Inglaterra. antes de Rochdale LA VUELTA de un REBELDE de El Aguila y la Serpiente.
INTERPRETACION ECONOMICO SOCIAL DE LA REVOLUCION ARTISTICA Por Marti Casanovas (CONCLUSION)
Por MARTIN LUIS CUZMAN (Véase el No. de Labor. en cona un jardín orgía, el del pan.
COpoco brusca de temperaturas peculiares. Habin infinitas gradaciones en el frescor de los zaguanes, puestos en el conflicto de dos regiones de sol: el sol del patio, el sol de la calle.
En el Paseo de la Reforma corria el coche en dirección del Bosque. Al final de la avenida, cerrando la doble fila de troncos y follaje, la arboleda cortina del cerro caia a plomo; su terciopelo verde se tendía de nube a nube. más arriba, al abrigo de los anos, descollaba sin alardes la estructura del castillo castillo sobrio de linea y de prestancia, castillo extraño en su fuerza sobre el mar movible de los ramajes gigantescos. Seguía el coche corriendo: venía el entrar, como de aire, en las oquedades hechas de verdura. Luego, más allá, el perfume de las frondas anosas ¿no son ésos los árboles más antiguos del valle? añadia otra dimensión a la quie.
tud. Los enormes troncos rojos, las soberanas copas de filigrana de cobre en mechones gigantescos y desmelenados se nutrían allí de quietud, bebían quietud de la savia que elaboraban en el suelo las raíces milenarias.
El coche seguía corriendo. Tibia al principio la atmósfera, se enfriaba de pronto, a medio decurso de la Gran Avenida, al acercarse a las sombras perpetuas. Iba el coche por la región donde las ramas, o gran altura del suelo, se juntaron para siempre. La avenida del Rey lo acogía en su misterio.
Pero si el misterio del bosque me comunicaba uno de los estremecimientos más auténticos del alma de mi ciudad, otros lo hallaba divagando por las calles más tradicionalmente o más modernamente mejicanas: desde Don Juan Manuel, desde Ildefonso, hasta Cosme o Versalles. Me lo daba, de preferencia, la contemplación del Zócalo. El Zócalo! Mucho había sufrido en el recuerdo la hermosura de la gran plaza al compararla con las plazas de o tros países. Más he aquí que mirándola otra vez, reconquistaba de un golpe la supremacía, hacia que a su lado desapareciera la emoción conservada de todas las demás. Qué era lo que volvía a haber en la sencillezhorizontal y austera del viejo palacio colonial. Qué en el perfil barroco, atormentado (y en las grandes superficies lisas y grandiosas) del conjunto de la Catedral y el Sacrario?
Los soportales tornaban a aparecérseme como los evocadores de toda una historia, como los testigos de las hazañas de toda una raza. ese era el latido ciudadano que traba más profundamente en el corazón del rebelde vuelto a su casa, a su ciudad. Aquella plaza nacional, como la mente de quien la concibió al otro día de derribar una civilización entera, concordaba con la grandeza del ámbito del valle, era amplia como el gesto del pueblo que allí debió haber crecido, como sus ambiciones, como su obra. Algún día sería ese pueblo. Sería el mismo que nosotrospor deber o por pasion ensangrentábamos ahora en interminable lucha de móviles casi ciegos?
Entre los anos de 1827 y 1840 se fundaron varios centenares de Cooperativas, como resultado de las predicaciones de Owen, King y otros; pero por el Prof. HALLS en 1840 casi todas ellas habían desaparecido. Por una parte, eran empresas demasiado idealistas; por otra, los justo titulo, se encuentra la para la obtención de ar culos de en.
beneficios no eran inmediatos, y los Gran Bretaña entre los países que pri sumo en mejores conditores de cali.
socios se cansaban de esperar.
dad y precio. Estas telativas se maAlgumero iniciaron la idea de la cooperanas comenzaron sus operaciones sin ción. Dos razones fundamentales ex nifestaron primeramente en la forma tenet suficiente capital; otras tuvieron de molinos harineros y Cooperativas plican este hecho. Una estriba en que mala dirección, debida a la poca er.
de panadería, como los el inglés es, por naturaleza, entusiasta establecidos periencia de los que las regían. Huen Hull, Sheerness y otros puntos, de lo que significa cooperación. Muesbo también algunos casos resonantes fines del siglo XVIII y principios del tra de ello es, de una parte, la orgade falta de honradez de las personas nización agrícola y social que XIX, o bien la de Asociaciones para reino en Inglaterra durante un largo perio la compra en grande de articulos die que figuraban al frente de las Cooperativas, y de escasa protección por consumo a los precios del comercio do de su historia, y, por otro lado, el parte de las autoridades al patrimoal por mayor, y su venta al menudeo hecho de que, al comenzar la era innio común de los socios.
a precios inferiores a los corrientes dustrial, todos los trabajadores adoptaron la organización gremial Por estas y otras causas, se ceen el pequeno comercio.
para En un periódico de Edimburgo, publicado fomentar los intereses comunes, merraron casi todas las Cooperatives y el el movimiento sufrió una paralización año 1801, se lee que las Asociaciones diante la unión de las fuerzas indivicompleta, hasta que los fundadores de obreras de aquella localidad recibieduales. La otra razón radica en que Rochdale hicieron del año 1844 el punron trigo por valor de 45, 000 libras Inglaterra fué el país en que primero to de partida del moderno cooperatisesterlinas, en el transcurso de un año, se desarrolló la gran industria, y con mo ella el sistema de fábricas; es decir, y así pudieron dar a sus socios el pan que allí tomó el capitalismo, antes que a un precio considerablemente infe.
en ninguna otra parte, su forma más rior al del mercado, y que todo el cacaracterizada y aguda.
pital anticipado para las operaciones LOS PRINCIPIOS ROCHDALIANOS El hecho ultimamente citado, que de aquellas habia sido reer bolsado, se produjo a fines del siglo XVIII y después de cubiertos todos los gastos.
Estos principios se reducen a cuatro: principios del XIX, trajo como conse juicio de la misma publicación, ei cuencia muchos males. Los salarios funcionamiento de aquellas AsociacioPrincipio económico. Los beneeran bajos; los precios, elevados, y nes había impedido el alza del precio ficios de una sociedad cooperativa la jornada de trabajo, larga. Por tovuelven al consumidor según sus compras. Es este un beneficio dado al das partes había obreros en paro; la miseria era grande, y no existían insRobert Owen esfuerzo y no un provecho del capital tituciones de auxilio para los trabajainvertido.
dores en caso de enfermedad o de acPrincipio jurídico. Todos los cidente. En aquella época, no tenían comienzos del siglo XIX comencooperatistas son iguales, cualquiera los obreros fuerza política alguna, y zó a hacerse sentir el influjo de Ro.
que sea el capital desembolsado por las clases directoras estaban imbuídas bert Owen (1771 1858) a favor de las cada uno; en las Asambleas generales del principio de laissez faire. de empresas de cooperación. Sus parti.
ninguno tiene más de un voto, a peAdam Smith Los Gobiernos no ha darios fundaron numerosas Cooperatisar del número de acciones que posea.
cían nada para mejorar tan deplora vas. Owen fue el primero que orgable situación social. La clase trabajanizó cientificamente la cooperación, Principio comercial. Una Coopedora, irritada por esta pasividad, se articulándola con todo el organismo rativa debe vender al precio normal procuró por sí misma la mejora de su social y dando a los fines cooperatisdel mercado. La venta así entendida situación, utilizando sus tradicionales tas una significación más amplia permite hacer reservas. Las uniones y tendencias a la solidaridad y al mutuo una mayor extensión. él y los que de compras que vendan por encima apoyo, y se organizó en cuatro clases le siguieron se debe la fundación, no del curso normal, no tienen nunca de asociaciones: sólo de Cooperativas y Sindicatos, sino sino una vida efimera.
10. Sindicatos, encaminados a también de las llamadas Comunidades Principio financiero. La acción la obtención de mejores salarios y con. Communities. asociaciones desticooperativa tiene un valor fijo y no diciones de trabajo más favorables.
nadas a sostenerse por sí mismas, sin depende de la cotización en Bolsa. Se 2o. Cooperativas, cuyo objeto auxilio extraño alguno, procurandose reembolsa el valor de la acción entreestaba limitado, primitivamente a la sus modios de vida en todos los orde gada. y el exceso es devuelto a las adquisición de los artículos de prime nes.
instituciones colectivas no son ra necesidad a precio más barato.
nunca propiedad de los accionistas.
Todos estos fracasaron, ensayos 30. Sociedades obreras, que teAl lado de estos principios estátiporque el pais no estaba aún preparanían por fin el auxilio a sus miemcos, existen leyes dinámicas de evoludo para estos grados superiores de la bros, en caso de enfermedad o de micion: extensión indefinida de las Emcooperación, condición indispensable seria.
presas y de las personas; adaptacion para el éxito de tales obras. La acti40. Clubs o asociaciones politividad de Owen no se limitó, empero, al tiempo y al espacio (desarrollo en cas, que trabajaban por conseguir que todos los países y en las formas más a estas tentativas: fué, en todo molos obreros tuvieran el derecho de ele.
varias. evolución y desenvolvimiento gir y ser elegidos miembros del Parmento, un ardoroso propagandista de en armonia con el progreso mismo.
lamento, y, así, lograr la abrogación las ideas de cooperación; pronunció de las leyes perjudiciales para aquédiscursos a centenares y escribió carllos, y su sustitución por otras más tas a miles, sin contar los muchos trabeneficiosas.
bajos que publicó; y por estos diverLUCIANO CASTILLO sos caminos difundió las teorias cooEn las primeras décadas del siglo XIX, existía una estrecha compenetraperatistas entre todas las capas sociaABOGADO ción entre estos diferentes movimienles inglesas.
Atiende con solicitud defensas de tos. Las principales figuras de cada empleados y obreros uno de ellos intervenian también en Matavilela 330 Teléfono 1732 alguno de los otros, y muchas de las El Dr. Willima King Dr. AMADOR MERINO REYNA asociaciones tenían más de uno de los Ex médico de los hospitales de Lima.
fines antes enumerados. Por ello, También el Dr. King (1786 1865. Medicina Cirujía General aunque el tema de las presentes líneas Enfermedados génito urinaria.
tiene derecho a que su nombre figure se limita al movimiento cooperatista, la intima relación del mismo con los entre los primeros propugnadores de CONSULTAS DIARIAS: demás hacia necesaria la mención de las ideas de cooperación en Inglaterra.
de a p.
Médico de alta cultura, muy interesaéstos.
Calle Canete No. 761 Teléfono 3166 La historia de la cooperación en do por todo lo que se relacionase con Dr. LUIS ESPEJO los problemas de reforma de la ensela Gran Bretaña, puede dividirse en tres períodos: ñanza y de la organización social, vió MEDICO CIRUJANO MEDICINA 1o. Antes de 1844.
el procedimiento en la cooperación GENERAL 2o. De 1844 a 1868 69.
para eliminar los males de la socie.
Teléfono 39 84. Pobres 986 (altos)
30. De 1869 a nuestros dias.
dad moderna y crear mejores formas Horas do Consulta: da a l.
Con el final del primero se cierra de vida. En 1827 fundó una Coopela época de las tentativas. El segundo rativa en Brighton, en unión de alguDr. EDUARDO GOICOCHEA comprende la creación de la Coopera nas personas, influidas por sus enseMEDICO tiva de Rochdale, avanzada de las ins ñanzas. En marzo de 1828 comenzó Especialista en enfermedades do ni.
la publicación de una revista mensual, tituciones de su clase, en 1844; la funños. Graduado en las Universida.
The Co operator, que siguió aparedación de otras Cooperativas del tipo des de Londres, Madrid y Lima de la de Rochdale, y el establecimiento ciendo hasta agosto de 1830. En ella Consultas de a 25 Quilca, 204 desarrolló el Dr. King una teoria de de las organizaciones nacionales, coTELEFONO 34 82 mo la Asociación Cooperativa inglesa la cooperación que hizo centenares de para las compras al por mayor (1863. adeptos entre los trabajadores de la Dr. JOSE MANUEL CALLE la de igual carácter establecida Gran Bretaña. y dio lugar a la creaen ABOGADO ción de una multitud de Cooperativas, Escocia el año 1868 y la Federación de organizadas conforme al sistema Divorciadas 618 Teléfono 47 14 de Cooperativas de Gran Bretaña e Irlanda, fundada en 1868. El tercer King. Este sistema era, en resumen, EDGARDO REBAGLIATI período es la época de consolidación el siguiente: cada socio aportaba una lo y florecimiento.
El objeto que nos pequeña cantidad semanal, y con ABOGADO recaudado se abría una tienda. Las Lima Edificio Italia 204 206 ocupa es únicamente el primero de ellos.
ganancias obtenidas en ella se han Apartado 24 85. Teléfono 50. 94 en un fondo común, destinado a con Dr. CARLOS ROE prar tierras o casas, que poseían lue.
CIRUJIA PARTOS go en común todos los socios. La idea LA EPOCA DE LOS ENSAYOS que guiaba estas empresas era la de LIMA. Amargura 975.
Teléfono 30 36 que el obrero mejorase su situación Los primeros experimentos en ma.
por sí mismo, sin recurrir al auxilio CALLAO. Sáenz Peña No.
teria de cooperación fueron tentativa de los capitalistas generosos, como Teléfono 105 de los obreros, que, espontáneamente Robert Owen.
y por propio impulso, se organizaron un un leve impulso del mismo pie donde VT me apoyaba, para subir a bañarme en el abismo de luz de las más altas re Conforme el tren se acercaba a giones y quedarme allá, sujeto al mola capital de la República, el recuerdo vimento libre y majestuoso de lo que de la tarde de la traición de Huerta no pesa ni cae.
y de las horas que inmediatamente la Ebrio de claridad pero de claridad siguieron volvía a mi con ahinco, me sin crudeza, pues un poder impalpatraía la evocación más y más próxima ble parecía pulir hasta el último de de la experiencia espiritual que me los reflejos en los primeros momenprodujeron aquellos sucesos. Un grutos de mi regreso no tuve sino ojos po de esbirros lo veía ahora con la para ver. Había nada comparable, misma emoción de entonces había ido en el cielo o en la tierra, a la beati.
a poner fuego a la casa del presidentud de contemplar otra vez el ritmo te Madero; otro cavaba en doble y blanco del Popocatepetl y el público el hoyo donde se echaría el Ixtacihuatl, con cuya beleza magni.
cadáver, aún caliente, del pobre Gusfica estuve familiarizado desde la in.
tavo; y, mientras tanto, por las calles fancia? Montañas de blancura ma.
más céntricas de la ciudad, varios grute en las primeras horas de la maña.
pos de alumnos de la Escuela Militar na; forinas gigantescas de azogue re.
de Aspirantes andaban celebrando en de automóvil, con gritos fulgente cuando el sol, fino en los máy alto, deja abajo libres colores y matriunfo de los traidores. En la avenitices; montes ideales, montes de enda del Puente de Alvarado los jóvesueño, montes de cuento de hada nes cadetes pasaron frente a mí, y yo, củando la tarde los cubre con los más indignado por la felonia que ababa tenues y distantes de sus mantos: el de cometerse, no pude con ener mi corosa, el azul, el lila, el violeta!
lera: como un insensato me solté inAnte esta presencia me parecia evi.
juriándolos a voz en cuello. Por fordente la necesidad de que el cinturón tuna, caminaba a mi lado Pedro Henríquez Ureña fraternal amigo, maes montañoso del valle se elevara en o tros sitios para que no se rompiese tro de entereza de carácter, consejero discreto y él me volvió a la cordu la armonía a proporciones también grandiosas. Por eso la fuente de la ra con palabras admonitoras y enérbelleza natural no se cansaba de progicas. Qué sentido tenía ahora el evocar ducir allí las supremas de sus obras: las imágenes de aquella escena, que en las de lo grande inconmensurable en realidad no había olvidado en uno so lo inconmensurable armónico. De los jo de mis días revolucionarios. Se dis dos volcanes nevados mi vista pasaba ponían quizás los recuerdos a perder posarse sobre el Ajusco: ola de oca.
su carácter de resortes vengadores? mole arrolladora en quien la quictud ¿Consentían en borrarse al fin, pur. incomprensible sin el auxilio de togados por el derrumbamiento de los da una mitologia es dinámica pura, au ores de la muerte de Madero? Lo fuerza en cúmulo. En el Ajusco senevidente era que a los diez y ocho me tía yo latir todo el vigor del valle.
ses de cometido el crimen el campo Aquella enorme divinidad sonreía a estaba expedito para llamar a eso cri veces, y entonces, deteniéndose en los men, para llamarselo en propio lutonos menos profundos de su azul, gar de los sucesos, y en tal circuns mostraba complaciente los detalles citancia fundaba yo, en un plano casi clópeos de su musculatura: anchos essimbólico, la esperanza de que mi re pacios de luz llenaban los ámbitos de greso me valdría una profunda satis sus anfractuosidades; la mayor de sus facción moral: sentia irme acercando comisuras se veía poblada de inmens al polo opuesto al de mi furor de an sos bosques; por sus desfiladeros y tes.
precipicios bajaban las sombras a toPero hay estados de ánimo imprevi rrentes. Pero no siempre sonreia. sibles: entre ellos, el del joven politi dusto por temperamento, bajo la mis.
co que abandona la ciudad de Méjico ma mirada que un momento antes lo para lanzarse a revolucionar en terriviera sonreír recobraba de pronto su torios remotos, y que luego tras vagesto propio: el tempestuoso. Enton.
rios años o meses de lucha vuelve a ces lo envolvían las tintas más suyassu valle maravilloso en la cresta de las obscuras, las sombrías, las le bo.
una onda guerrera y triunfadora. Porrraban todo accidente superficial y lo que lo que entonces se experimenta no hacían crecer, crecer en la unidad aes, sobre todo, el sentimiento del triunbrumadora de su masa. Sobre su cifo o de la victoria. Al fin, triunfo ma señera se aborrascaban las nubes sobre hermanos. Victoria efímera.
más negras; bajaban de ella los true Egoismo. Vanidad. Ni es tampoco nos más ingentes.
el sentimiento del deber cumplido La mera visión de las montañas del cosa dura siempre o melancólica; pro valle restituyó mi espíritu a su pivote xima al llanto cuando afecta alegría. de origen: como si hubiere un modo Ni menos aún es el bajo halago de más fácil de ser, insensiblemente persentirse en el sendero del éxito feli.
dido en la ausencia, que ahora recupe.
cidad engañosa, deformadora del alra de súbito; como si la nitidez de un ma y la verdad. Es algo fundamenclima interior espiritual y orgánico talmente desinteresado y jocundo: la renaciera al contacto de la nitidez sorpresa, acaso no traducida en ideas lel clima externo. ese entrar en mi ni palabras, de haber reconquistado mismo se robustecía en el ambiente con ansia, con sacrificio, con dolor, el de la ciudad, al influjo de la perfecta Valle de Méjico, una cumbre de belle rectitud de sus calles, en lo espacioso za natural cuyo sabor pleno torna asi de su gran plaza, bajo la sombra flo.
a gozarse, ahora con la frescura de rida de sus jardines dentro del miste.
las primeras impresiones y la sabi rio de su bosque.
duría de las de antes.
Todo tenía el mismo valor que an mi el aire sutil de la gran ciu tes. y, sin embargo, todo resurgia con dad transparencia donde reside la trascendencia y brillo nuevos: con la mitad de su hermosura; atmósfera que aclara, que purifica, que enjuta me etusión que hay en el fondo de todo reconocimiento.
descubrió de nuevo (como si esta vez Series infinitas de lo hiciera sólo para mis sentidos) tosensaciones redescubiertas se apodedo un mundo de alegría serena, cuyo raban de mí, venían a acumularse de valor esencial estaba en la realización lo humilde a lo grande, de lo suave il perenne del equilibrio: equilibrio del lo intenso, en arpegios que afloraban: trazo y el punto, de la línea y el coa un tiempo en toda la superficie de lor, de la superficie y la arista, del mi sensibilidad. Mi cuerpo había vuelcuerpo y el contorno, de lo diáfano y to a su perfecta ecuación de su musculo sólido.
El contraste de las somlar y lo táctil: sus límites periféricos bras húmedas y las luminosidades de coincidían con el sentido de su masa oro me envolvía en la caricia suprey su peso: su volumen ocupaba el es ma que es el juego de la luz. Las sen.
Era la misma la ropa sación orgánica de encontrarme ligeque me cubría, y. sin embargo me aro, de reconocer en cada movimiento moldaba a ella más suave y exactade mis miembros o cada palpitación mente, cual si un invisible forro, de de mi carne una fuerza alacia y etefluido seco y fresco, corrigiera a carea, trascendia a mi espiritu en forda paso el ajuste. El simple hormima de secreta seguridad de poder vogeo de la sangre en el tránsito de las lar. Si: mis pics pisaban la tierra, mas primeras haras de la mañana aque.
la nisaban por encaprichamiento de la Hlas en que el sol calienta me parecia voluntad, por gusto, porque eso era la de una novedad secreta, honda.
tierra en que habia estado yo soñando.
igualmente, el mero paso de la acera porque era mi tierra: habría bastadio umbrosa a la acera zoleada me revela.
ba toda una gama gama unica y El escenario de la revolución y de la vida mexicana, eran sin embargo, demasiado sugestionantes para hacerse el sordo y no caer ellos. Poco a poco, los pintores se acercan a él con pasión y curiosidad crecientes. Aun cuando casi todos los pintores, o buena parte de ellos, formaron en las filas revolucionarias, y en todos ellos palpitaba el ideal y la fé revolucionarias, la revolución, no obstante, no había aun cristalizado en formas sociales lo suficientemente claras y explícitas, ni se habían revelado aun traducidos en hechos y realidades vivas, cual era su fondo humano, su sentido económico y social, su contenido de posibilidades latentes, para que éstas se proyectaran sobre la nueva pintura mexicana, sirviéndole de fondo moral e ideológico; porque, en realidad, más que la moral revolucionaria, y el nuevo sentido económico y social que la revolución mexicana venía a imponer, lo que pesa sobre los nuevos pintores, atrayéndolos, es la escenificación y el panorama agitado y apasionante que la revolución vino a crear. No obstarte, a medida que este nuevo espiritu va concretándose y las realidades que a su pago va dejando, como huella fecunda, la revolución vienen formando un ambiente y una atmósfera, más densa cada día, este nuevo espíritu se proyecta con fuerza y poder crecientes, pesa entre los nuevos pintores mexicanos. y en sus obras se marcan ya, con signos inequíVocos, su presencia y sus huellas. Ya costa de interesarse estéticamente por él, de escudriñarlo y auscultarlo, de sentir su sugestión apasionadora, los pintores se sienten vencidos por la grandiosidad de ese escenario, llegan a descubrir su gran fondo humano, su enorme potencial, su valor social y moral, las raíces mexicanistas de este gran acontecimiento que ven desfilar y viven día tras día. si antes la revolución era para ellos una fuente de interés y de posibilidades estéticas, acaban por apasionarse por ella, por identificarse con sus latidos y palpitaciones, consagrándose, ellos y su obra, a los ideales y grandes fines humanos que aquellas persiguc.
Es en este segundo momento, que señala un paso de incalculable trascendencia en el proceso de la pintura mexicana, que surge la pintura pedagógicamente revolucionaria, ilustrativa, utilizada como arma de propaganda. Un cambio profundo se produce en el espíritu y los propósitos de la pintura mexicana, al situarse en ese camino: el indio mexicano, la revolución, los escenarios de la vida mexicana, no son ya, como hasta entonces ocurría, simples fuentes de curiosidad estética, un mero pretexto de realizaciones plásticas, de anecdotismo local, o de pictoricismo descriptivo. Identificados con el espíritu de la revolución, con sus héroes y sus gestas, los pintores mexicanos se ponen a su servicio y hacen de su obra un instrumento valioso y eficiente de propaganda y edificancia revolucionarias: cantan y exaltan los hechos culminantes y propiamente significativos de la revolución y sus héroes, hacen una crítica acerba e implacable de sus enemigos y de las clases e instituciones que la revolución viene a combatir, el terrateniente, el hacendado, el politicastro, el intelectual aburguesado. Se convierte, de hecho, la pintura mexicana, en un arma pedagógica de inapreciable valor, en un instrumento de ilustración colectiva, eminentemente popular. Tal es el valor y el principal interés, dentro de ese proceso, de los frescos de Leal, Alva y de Canal y Revueltas en la Nacional Preparatoria, de los de Rivera con los patios de la Secretaría de Educación, de los de Clemente Orozco, casi todos los que se pintaron en este momento interesantísimo de la nueva pintura mexicana. Cuáles son los orígenes y motivaciones de esta corriente y cómo se llega a este punto? Es el acerbo y el impulso colectivo, diendo al campo artístico, los que imponen esa dedicación pedagógica entr. los pintores, haciéndoles sentir la necesidad de un arte social, e impulsár. doles a él? No, ciertamente. Integran esta falange, y afluyen a ella, los más destacados y valiosos pintores mexicanos a impulsos de estímulos y reacciones puramente individuales, llevados, únicamente, por un sentimiento individualista y un estímulo individual exacerbado y alerta. El interés y la curiosidad que despertaron los temas y el escenario de la revolución, en sus primeros momentos, cuando los pintores trataban de acabar con las viejas rémoras y abrirse a nuevas posibilidades, fueron determinados por la necesidad individual, por el afán que todos ellos sentían de renovar las fuentes y posibilidades artísticas, de descubrir nuevos horizontes y nuevos caminos, de producirse libremente, sin lastres, de ser ellos mismos y ser mexicanos. Este afán y esa curiosidad, guían sus primeros pasos, les ponen sobre el camino, y a medida que ahondan en éste, y entran dentro del ambiente creado por la revolución en la sociedad mexicana, divisando en todo su alcance la trascendencia enorme que, social y humanamente, por sus raíces económicas y la reivindicación que de la indiada encierra aquélla nace en ellos, ese afán y esa necesidad de dedicación pedagógica, de apostolado social, que constituye la más clara característica de la segunda etapa de este proceso que viene siguiendo la pintura mexicana, etapa que aun no puede darse por terminada y cuyo paso es cado por obras y testimonios interesantísimos. Es ésta una pintura de una clara plasticidad, de una gran simplicidad de elementos, en la cual, la sugestión escénica, el simple interés estético, que eran los únicos valores que se tenían en cuenta en la etapa inicial, de esta evolución, ceden en parte, a favor de la edificancia pedagógica, de la edificancia ilus trativa, de su trascendencia social, en las obras que se producen. Hemos citado ya cuáles son las obras más propiarmente características de este período, fecundo e interesantísimo.
Han trascurrido dieciocho años desde que se iniciara la revolución: a sus momentos de confusión desbordante, turbulentos, caóticos, guiados por un afán irrefrenable de reparación de los grandes errores injusticias que amparaba el régimen prerevolucionario, sucédeles su período constitucionalista que da a la revolución un contenido político que consagra las conquistas hechas sobre los campos de batalla y los anhelos que guiaran al pueblo mexicano en esas luchas. Se abre el período constructivo de la revolución, y surgen, necesariamente, pero con vigoroso impulso, con audacia, ricas en posibilidades, las formas culturales, que es como decir, la nueva moral que la revolución ha creado y está creando, al crear nuevas fórmulas económicas y un nuevo orden social.
Es en este instante, cuando se producen las primeras manifestaciones de éste que, a nuestra manera de ver, constituye el hecho culminante y de mayor trascendencia en la trayectoria y proceso de la nueva pintura mexicana post revolucionaria. Si en realidad, como así fué y sigue siendo, antes como aspiración, ahora como propósito y norma constante de la política revolucionaria, el eje y el más trascendental objetivo de la revolución, es la rehabilitación económica y social de la indiada y con ella, el resurgimiento indígena, en todos los órdenes y manifestaciones de la vida y cultura, es indudable que el surgimiento de un arte indio, hecho por indios, por gente de sangre y espiritu indios, señalara la culminación de este proceso renovador que viene operándose en el arte mexicano, porque se trata ahora, con estas manifestacio.
nes de arte indio, no, simplemente, de una variación escénica, o de un cambio de finalidades estéticas, sino de algo mucho más profundo y fundamental: de la presencia y manifestaciones de un nuevo material humano. Hasta ahora la pintura mexicana se obligaba y respondía ya a estímulos meramente estéticos, intrartísticas ya a propósito de edificancia social y pedagógica: ahora, con la iniciación y primeras manifestaciones del arte indígena mexicano, las fuentes impulsoras y el estimulo están y hay que buscarlas en el fondo humano, en las maneras de enfrentarse a la vida, en las modalidades raciales, de sensibilidad y de visión, que el indio mexicano trae consigo. Se ha producido, pues, un cambio de términos y factores, total y categórico: la revolución mexicana, que hasta este momento constituía para la nueva pintura mexicana un proceso que se producía de fuera para adentro, céntricamente, que de la vida y la realidad exterior pasaba a la esfera artística, sirviendo aquella de fuente y estímulo sus realizaciones, ahora se produce y manifiesta gracias a un impulso centripeto, de dentro para afuera. Nos explicaremos: dieciocho años de revolución han dado tiempo suficiente para que una generación, que nació con ella, se formara dentro de su ambiente. Para esta generación, los ideales revolucionarios no son ideales en gérmen, sino realidades vivas y substanciales, dentro de las cuales se mueve la vida mexicana, con ritmo propio: la semilla revolucionaria ha dado sus frutos, la revolución ha entrado ya, plenamente, en su período constructivo, y los muchachos indígenas de las escuelas libres de pintura, con sólo producir y manifestarse, dando rienda suelta a sus instintos y a su personalidad, siendo ellos mismos, sin necesidad de recurrir a escenificaciones revolucionarias, producen un arte de substancia y emoción genuinamente revolucionarias, de un racialismo esencial y humanísimo.
Este es el arte que está surgiendo de las escuelas libres de pintura mexicana y de las enclavadas en los suburbios obreros de la capital.
Naturalmente que este arte, es un arte sin otro valor y otro interés que los de la más pura emoción; y la fidelidad con que logra expresarse, esta ofreciéndonos una visión directa e inmediata, con sólo esa emoción y el sentimiento personal como motor y contenido. Para expresión, emotividad pura, que talvez no puedan clasificarse, tal como se entiende la cosa entre los círculos de profesionales de la pintura, comb valor o categoría artística, puesto que desde un punto de vista estrictamonte formalista, es de calidad inferior. Esta es, en efecto, la crítica que se está haciendo a la obra de estas escuelas, que nosotros consideramos sencillamente admirables; porque, aún aceptando estas reservas salvedades, que solo pueden formularse y aceptarse desde un punto de vista intrartístico, exclusivista y cerrado, hay en la obra de estas escuelas, con toda su ausencia de técnica, de malicia, de especulaciones, de vicios, una tal sinceridad, que se nos presenta y ofrece mo un arte saturado de emoción, de sentemiento, de honda y profundísima pasión, de material humano. Pura expresión, sí, que para nosotros, que consideramos el arte como vehículo y un instrumento expresivo, y no como materia de especulaciones, es como decir arte puro, neto, ageno a toda suerte de mixtificaciones y virtuosismos vi.
ciosos.
Se ha dicho y se afirma que las escuelas de pintura al aire libre dan a un callejón sin salida: Que, o no se pasará de es balbuceo, de expresión, vigorosa y clara, por su misma pureza y sinceridad, pero que no llega a poderse clasificar como categoría artística, quedándose en la pura emoción; o, que, cuando se intente superar y aventajar CStos primeros resultados y elevar esta expresión a categoría artística, se caerá inevitablemente, en la receta, en el formulismo, en la mecánica de oficio, en una preceptiva académica, todo esto en detrimento de la emoción y el grado de pureza que actualmente tiene esta obra.
No obstante, los últimos testimonios de la. obra de estas escuelas vienen a evidenciarnos, de una forma clara y categorica que este peligro no existe y que, si ha existido, ha sido superado ya, y con él, el momento más difícil, el momento de prueba, decisivo para estas escuel y para la pedagogía de Ramos Martínez. Cuál ha sido el camino salvador, y cómo ha sido vencido el peligro que asomaba, vaticinándosele como ruinoso? El camino no ha sido otro que seguir, sin contrariarlos, sin violentarlos, el curso, el proceso, el desenvolvimiento de la obra de cada uno de esos muchachos: inicialmente, sus obras respondían a un impulso instintivo, a la emoción, virgen y pura, y eran la expresión fiel de esas emociones a través de los recursos y medios expresivos que la pintura da de sí. Pero, la exteriorización de estas emociones y sentimientos por medio de recursos y elementos plásticos, la realización artística, ha creado en esos muchachos una experiencia personal, dándoles un sentido vivo y cabal de las exigencias y usos de los recursos y la técnica pictóricas, sentido y experiencia que ellos mismos, con la práctica, con su propia experiencia, corrigiéndose ellos mismos, han ido creándose, y que por lo mismo, están íntimamente vinculadas a las emociones de que estas formas son vehículo transmisor, y de las cuales, propiamente, nace la forma artística, la realización pictórica, puesto que esta no tiene otra función que la expresiva. Es así como se ha llegado a obtener y se logran, cada día más claramente, en las escuelas de pinturas, valores y categorías artísticos, gracias a procedimientos autodidácticos, al uso y ejercicio de la propia experiencia, dentro de un proceso que es todo lo contrario y opuesto al espíritu y normas de la enseñanza y la preceptiva académicas. Porque ha sido a costa de producirse, de manifestarse, de luchar con una técnica suficiente para expresarse con la claridad a que aspiran, que estos muchachos están adquiriendo un formidable sentido de plasticidad, de materialidad artística, de virtualidad y eficacia expresivas.
He aquí como está surgiendo de las escuelas de pintura, una plástica substancial vivamente revolucionaria con ella un arte, completamente nuevo, desde sus raíces de una genuina y auténtica originalidad, porque cada forma, cada color, cada elemento y recurso expresivo, es decir, la materia plástica, responde a una emoción viva, a un temperamentalismo racial de grandes alientos, produciendo un arte profundamente humano, por lo que tiene de hondamente mexicano y por la categorica universalidad de ese mexicanismo.
Este es el fruto dado por las escuelas libres de pintura, de las cuales, algunos nombres, Juana y Cristina García de la Cadena, Margarita Torres, Ezequiel Negrete, Manuel Villareal, se han destacado ya por el valor intrínseco de su producción, contándose, sin disputa alguna, en las primeras filas del cuadro de la nueva pintura mexicana.
trascenenEDICIONES DC MA T marLUIS VALCARCEL. Tomstad en los Andes 00 JOSÉ EGUREN. Pousias 00 e pacio preciso.
JOSE CARLOS MARIÁTEGUI. Eneros de interpretación de la malidad peruana 80 RICARDO MARTINEZ DE LA TORRE. El Merimiento Obrero en 1919 50 De venta en las principales librerías Boposito: LIBRERIA MINERVA, SAGASTEGUI 669 La Admintstracion de Amauta envía franco de porte a provincias, al recibo del importe en estamplllas.
Próximamente: Obras de Antenor Orrego, Jorge Basadre, Uriel García, Xavier Abril, Magda Portal Armando Bazán, Alberto Hidalgo, Abraham Valdelomar, César Falcón, Emilio Romero, Martin Adár, etc.