BourgeoisieCommunismExtremistIndividualismMarxMarxismSocialismWorkers PartyWorking Class

PAGINA No. No. L во PAGINA L в OR MEXICO VASCONCELOS MANANAS COLLAS, por Gamaliel Churata (Viene de la pág. 3)
Tentado esto, una obra en que las ideas de justicia, en que la verdadera labor que es una cosa tan grande, no encontraría sitio, es desde el punto de vista del arte mismo, corta, incompleta. Una la guna tan grande en la significación humana me parece el síntoma de otras lagunas, de orden técnico éstas.
Nombres de obras? Un indice? Es difícil.
Buscad en Romain Rolland, ante todo; en Barbusse (Clarté, por ejemplo. en Georges Duhamel que ha visto admrablemente el lado pueblo de la catástrofe del 14. 18. en Romains (Le vlanc de La Vilette. en Vildrac (Le paquebot Tenacity. en ch, en Martinet, en Hamp (toda La Peine des Hommes. en la última cereyación, Jolinon, Chamson.
Pero nuestras resoluciones en la vida no están nutridas de cienComo veis, esta lista es bastante incompleta.
PARABOLA DE LA ALEGRIA Religión, Alcool, 1906. Falto de tiempo, no puedo sino referirme a él (1. Una literatura y un arte que expresen las aspiraciones de la clase obrera?
Creo que están todavía por nacer o por lo menos que son muy raros los artistas y los escritores que expresan realmente las aspiraciones de la clase obrera.
Un Constantin Meunier, un Anatole France, un Gorki, un Henri Barbusse, pueden inspirarnos a nosotros una más grande simpatía por estas aspiraciones. Los trabajadores les estan reconocidos por el impulso que llevan hacia ellos. Pero es a libros como Germinal de Zola, a estas obras más conformes. a las que van en realidad sus simpatías. Se puede lamentar, pero hay que constatarlo.
Cambiará esto?
Talvez, pero no cambiará sino el día en que los artistas y los escritores del pueblo, en lugar de ir a él, vendrán de él.
Luc Durtain. Vandervelde.
LEON WERTH: WALDO FRANK: está Lºa) Nó.
b) Una parte es sin duda una reflexión de estas corrientes.
Pero el arte que es una reflexión de un fin social o personal, es un arte inferior a) Naturalmente, tal literatura y tal arte existe: el vasto cuerpo del arte en toda época refleja aspiraciones de grupo. Si se penetra bajo la superficie de las aspiraciones de clase, sinembargo, se encuentra las aspiraciones humanas comunes a todas las clases El arte importante, aunque tenga en la superficie, la marca de clase y de la persona de donde sale, refleja y sintetiza crea aspiraciones humanas más bien que de clases. Los rep:esentantes principales de un arte que refleja simplemente una aspiración de clase son siempre malos artistas. Para qué nombrarlos? amplitud desierta retumbaba con el mugido del toro padre. Mugí. Mugi!
Como está lejos la invita arañando el suelo. Mugi! Mugiii!
La testa grávida se yergue bucando en el viento el dulce olor. Vamos a buscar florecitas, Malica?
Martincho. Martincho. Martincho!
Que sí. Que sí!
La vaca contestaba desde el corral de la chujlla. Múu. Múu!
Los chicos se internaron en la hondonada de los kollis, a través del secano; y hasta las piedras estaban vestidas de fiesta primaveral. Qué de menos ellos! Ambos adornaron sus sombreros con flores de willitika y sankayo. El es bruto; ella consentida pensó el kolli Vienen juntos y, desde luego, caminan juntos; pero así como vinieron se irán.
Uno. Dos! Martincho, él; Malica, ella ¡UF, pestilencia!
Pastores de cuchis se roban la miel de las abejas Acaso pronto regresen: Uno. Dos. Tres! Martincho, Malica, Martincho, Malica Por excelente que parezca el lenguaje del awicho, no lo entendieron Martincho y Malica. Martincho le arrancó de un tirón la rama más jovial de la fronda y el viejo se lamentó justamente herido.
Pero ya Malica estaba preñada!
Chiwa! Chiwá! Dando saltos acrobáticos sobre las piedras, el Chiwanco pitaba febril. Es alegre la vida decía porque se puede saltar con ella y se la puede cantar!
Mientras trituraba hojitas del renuevo el Achaqo pensaba. Hay alegría cuando hay abundancia!
De rama en rama cantaba el kalluncho de pecho encendido. La alegría es don de la inocencia! flores, animales y cosas, entonaban jarawis para la alegría de piés ágiles.
Esta es una de sus parábolas El toro bramaba ſmugil mugi. La vaca respondía múu!
múu!
LA MUERTE DEL CABECILLA claro. Cómo se lo iban a negar, viéndolo judido! Pero se lo dan con desconfianza, con recelo. No lo conocen, no lo conocen. Así veniendo desde el Julis, tata. Está cortado por el aire! Mate de primavera para sudar: violetas, claveles, pensamientos. Flores de panti panti. Sobre todo flores: aire, cielo y nube, pampa y ventarrón, agua y berros y corazón de jampato para el mal aire del sunka.
Pero se arde. Mañana tempranito si vas, tata. No tengas el cuidado.
Esto no es nada. La barrigas también dueles! Vine reclamar garantía contra gamonales. Tata! tata! reclamando mucho tiempo.
Todas partes has ido. Algunos consejan quejar presidente gringos.
Ya le miran de otra manera sus huéspedes. Hay un tácito acatamiento. El cabecilla. El mensajero! Pero Emeterio Champilla se siente sin fuerzas para todo y más para movilizarse al amanecer.
Pasa la noche apretando los dientes por no quejarse. Habría sido temeridad fastidiar a gentes desconocidas! En un jergón piojoso acurrucado oyendo la plácida respiración de sus amigos. Pero cuando ve asomarse las luces del Sol por la ventana liliputiense, como vidrios biliosos, grita; no puede más. La noche ha sido una pesadilla interminable. Todo el infierno se le ha metido al estómago. veces quería gritar, o quizás gritaría, pero nó, se lo atajaba la vergüenza De vez en vez le silbaba el aullido del chokollo penetrante y doloroso. Qué frío dulce haría en la pampa! Paciencia, paciencia: ya se levantaría y volvería a trotar camino de San Pedro de Juli, para irse a su chujlla, al pié de los nevados, a ver a sus wawitas, a su llokallo, el Julicho, tan penrejo.
Pero la fiebre aumentaba. Le manaba sangre de la nariz. luego, como un relámpago, le dijo el corazón que iba a morirse. morirse! allí, y cuando tal vez era conductor de la salvación para la comunidad iqué suerte wiswi! Pero evidentemente se moría. No había quien lo atajara. Siquiera estuviera a su lado el achachi del ayllu para cortar el mal. Algo le habían hecho los mistis! no se engañaba, algo y mucho le habían hecho: lo tiucaron como los sapos. Yo creendo, tata, si has judido. Haceme el caredar entrigarlos papeles mojier. Estás veviendo ayllu Suchurijampato, cerquita nomás del Tatacora se estiró. Su cadáver está enterrado en la pampa de Kancharani, y nada indica su presencia. Tenía dos cicatrices de bala la cara y una en la pierna. En Ayohuma, el cerro blanco, dejó bien muertos muchos gendarmes y cachacos! Pero, todo para nada Quizás después. Acaso sea su hijo, el llokalla Julicho, tan pen19 ¿Quién puede creer hoy que la producción artística e intelectual sea un fenómeno puramente individual? Por poco curioso que sea uno de nuestros contemporáneos de las búsquedas de los sociólogos, no puede ignorar, cómo la noción del individuo, del absoluto individuo, del dios individuo, retrocede ante sus investigaciones.
Esto no disminuye el valor en calidad del individuo sino el número o la naturaleza de los caracteres con los cuales podemos definirlo. El individuo se había adornado demasiado largo tiempo con las plumas de lo biológico y de la social.
El vasto problema que vosotros planteáis no es. pues, sino un aspecto de este problema más vasto: las relaciones de le individual y lo collectivo. Pero para precisarlo, no es bastante decir que una vida humana no sería suficiente. Hacen falta siglos de ciencia para que alcancemos si nó verdades, al menos, aptitudes de verdad.
Pero nuestras resoluciones en la vida no están nutridas de ciencia pura Yo pienso solamente que no hay que contentarse de los procedimientos de la amplificación literaria Es demasiado fácil redactar una especie de defensa donde se opondrían y se balancearían lo individual y lo social. Se logra así esla verdad de abogado, suficiente a las disertaciones escolares y a las crónicas.
Por el instante, no podemos intentar precisar las relaciones del arte y de la sociedad, sino por una observación escrupulosa de las obras y de las condiciones en que estas fueron concebidas. Es un trabajo diverso del pequeño juego de Traine, trucado como una lotería de feria, más al revés; de ese pequeño juego en el cual se gana todos los golpes.
En resumen, no pienso que la obra de arte pueda o debe ser el reflejo de las grandes corrientes. pienso que simplemente lo es.
Pero. cómo precisar esta relación en tan poco espacio? Es evidente que es infinitamente compleja. El arte es un lenguaje. Comporta una trasmisión de signos. estos signos no nacen y mueren al mismo tiempo que se operan las revoluciones y que se transforman las 80ciedades Estoy demasiado mediocremente informado desde hace algunos años para responder con precisión a vuestra segunda pregunta.
Pero creo firmemente en el nacimiento de una literatura revolucionaria. lo que me hace creerlo más, es nuestra literatura rewolucionaria. lo que me hace creerlo inás aún, es nuestra literatura actual de decadencia burguesa, esta curiosa mezcla de saldos de la cultura jesuiia, de clisés barressianos, de inversión sexual y de conversion religiosa, de clasicismo estandarizado y de dadaismo ya comercializado.
Waldo Frank.
MIGUEL DE UNAMUNO: rejo!
HIPERBOREOS primeras, salvo en lo que se refcria al efecto retroactivo de la ley. Concedido el amparo en este punto, se devolvía a las empresas el pleno goce de sus derechos de dominio a perpetuidad adquiridos antes de la sanción de la ley, manteniéndose en cambio, los términos de ésta, para las concesiones otorgadas a partir de su promulgación. Cuál era la actitud que debía asumir el Presidente Calles?
Acatar el fallo de la Suprema Corte pues lo contrario habría significado atentar contra el principio de la diviel sión de los poderes y subvertir orden legal Como se ve, la tesis mexicana y el principio constitucional de la propiedad nacional del subsuelo mexicano han salido incólumes de este duelo. no podía ser de otra manera pues ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Judicial tienen facultades para reformar la Constitución, ya que el poder constituyente pertenece a los Estados reunidos.
He aquí las principales consideraciones que me merecen las críticas for muladas por Vasconcelos al actual gobierno de México.
El ilustre pensador enrostra, además, al presidente Calles, su política de represión violenta. He aquí un punto delicado respecto al cual es aventurado formular una opinión categórica porque, en efecto, por más enterado que se esté de las cosas de México, no es posible discernir a la distancia si la acción represiva alcanzó o no las proporciones del crimen.
No es este un problema cualitativo sino una cuestión de grados teniendo en cuenta, naturalmente, las condiciones de México. Pero lo más probable es que las circunstancias hayan obrado de tal manera que puedan justificarse los procedimientos extremos puestos en práctica. Uno de los episodios de esta política el del fusilamiento de los generales Serrano y Gómez para citar el más sonado tiene un antecedente que bien podría constituir una circunstancia atenuante, y hasta eximente de lo que se reputa un delito político del gobierno de Calles. Es la ida pública y privada del general Serrano.
Serrano era un oscuro joven de clara inteligencia pero de hábitos desordenados y de espíritu discolo. Su inconstanciş lo llevó un día en busc de fortuna mejor hasta las lejanas regiones del Estado de Sonora, donde logró de un amigo de Obregón unarecomendación para éste, que llegó a hacerlo su secretario. Ohregón era en aquella época tan sólo un comerciante. Andando el tiempo y con el triunfo de la revolución maderista y la caída de Porfirio Díaz, Obregón se transforma en personaje politico hasta erigirse en el jefe del movimiento revolucionario que derroca a Cartanza. Encumbrado a la Presidencia de la República a raíz de su triunfo, Obregón llama a Serrano que había sido uno de los jefes más valientes y decididos de la reciente revolucióncolaborar en su gobierno y he aquí como el oscuro amanuense alcanza las más altas posiciones políticas: entre otras la de Ministro de la Guerra.
De inteligencia natural y de probado coraje; pero de escasa cultura, Serrano se entrega a una vida de disolación y de slespilfarro que pasa a soportar el eracio público. Como semejante comportamiento arroja descrédito sobre el gobierno y sus instituciones, se busca al mal una solución y Serrano es enviado a Europa en una misión oficial Regresa al parecer regenerado y Calles le confiere el alto cargo de Gobernador del Distrito Federal de México. Pero bien pronto se repite el bochorno de otros días. Es en estos momentos que se plantea el problema prosidencial. Quién sucedería a Calles? Entonces Serrano se entrevista con Obregón y le pide su compro miso de no aceptar una nueva proclamación para la Presidencia de la República, y de apoyar, en cambio, su candidatura. Obregón se niega. Replica que si la opinión nacional lo proclama, aceptará su candidatura. Serrano invoca entonces el principio antireleccionista de la Constitución y 0bregón, argumentando con sobrado fundamento, manifiesta que lo que el programa del partido y la Constitución proh. on las reelecciones consecutivas, no pudiendo reputarse reeleccióa la que tiene lugar después de transcurrido un periodo presidenNo creo que haya alguna manifestación del espíritu humar. o, como la producción artística y literaria, que sea un fenómeno puramente individual, ni tampoco, un fenómeno puramente social. Un individuo humano, consciente sin sociedad, en tan imposible, como una sociedad sin individuos, lo que los ingleses llaman un ouism. El individuo por si mismo es un producto social, pero la sociedad humana, no es, a su vez, un producto individual? por lo que concierne a la literatura y al arte, una masa humana, un grupo humano es incapaz de crear una canción, un aire musical, un idilio. No creo en el arte popular. Lo que hace el pueblo es adoptar o rechazar lo que individuo le ha dado La producción artística y literaria, refleja, sin duda, las grandes corrientes que determinan la evolución econónica y social de la humanidad, pero refleja, igualmente, y mejor, las eternos deseos del alma individual, el anhelo de verdad, el anhelo de sueño consolador, el anhelo de amor y el anhelo de inmortalidad. Refleja las aspiraciones del hombre en cuanto hombre, en cuanto individuo humano, y estas aspiraciones, comunes al rico y al pobre, al amo y al esclavo, al grande y al pequeño, son las más universales, pues no hay nada más universal que lo individual. Los poetas que viven más en la conciencia de los pueblos del suen humano son los que poner más al desnudo, a la luz del sol y al aire que canta entre las hojas de los árboles, su propio corazón; y diciendo ecce homo, soy yo dicen a cada uno de los hombres que los escuchan: itu eres así! aquel que los escucha se reconoce a si mismo y se dice. soy yol Lo que hace que eso que se ilama frecuentemente el egoísmo, de ego, yo, podría llamarze, euismo, de tu. El verdadero poeta, dirigiéndose a una masa de hombres, no se dirige a la masa sino a cada uno de ellos. Si creo en la existencia de una literatura y de un arte que expresen todas las aspiraciones de la clase obrera? Las aspiraciones íntimas, profundas eternamente humanas de cada hombre obrero, son las mismas de cualquier otro hombre que tiene aspiraciones humanas.
El obrero se enamora, como aquel a quien se llama burgués, como él tiene hijos, como él sufre cuando una persona querida se le muere, como él teme o desea la muerte, como él se preocupa del fin de la vida, como él se extremece ante el misterio trágico del destino.
aspiraciones han hecho el arte y la literatura cuyo objeto, como el de la religión, es consolar al hombre de haber nacido para morir.
En las preguntas que se me hace, no figura expresamente la expresión literatura proletaria. Me seria difícil definirla. Cuanto más leo libros de Sociología y de Economía Política, menos comprendo lo que quiere decir el proletariado. Si no he encontrado un ienómeno humano ni puramente individual ni puramente social, no he encontrado hombre que sea puramente proletario, ni ninguno que tenga algo de este género. Creo poco en las clases y en las castas. Lo mismo que creo que cada uno lleva en sí el tirano y el esclavo, el verdugo y la víctima.
Lo que he podido obscrvar, en aquellos que llamamos con más o menos razón proletarios, es que lo que se escribe para ellos en cuanto cial.
En una palabra; en este debate privado se esgrimen los mismos argumentos que desde la fundación del Antireeleccionismo han dividido a los hombres de la revolución mexicana en dos sectores, cada uno de los cuales interpreta a su manera el lema común: Sufragio electivo, no reelección. bajo el cual combatieron juntos a Porfirio Díaz.
Comprendiendo Serrano que por las vías legales no habría de alcanzar la Presidencia, pues Obregón era el hombre de mayor prestigio civico en el país, se lanza a la revuelta. Vencido por las fuerzas del gobierno, es ejecutado de acuerdo con las disposiciones del Código Militar mexicano, porque Serrano no es un civil sino un miembro del ejército.
He aqui el relato aproximado de los hechos; pero aún cuando de ellos se desprendería la absolución en favor del gobierno de Calles prefiero abstenerme de juzgar, en definitiva, el epílogo de este doloroso episodio de la vida política mexicana.
He dicho que debemos rehuir las cuestiones privadas. Sin embargo, cuando estas se ofrecen intimamente ligadas a las cuestiones de interés público, y cuando, además, se refieren a la conducta de hombres que constituyen en sí mismos una bandera, simbolo de una ideología, no hay más remedio que abordarlas.
Debemos reconocer como cierto el hecho que nos consta a todos los que nos interesamos por las cosas mexicanas de que Obregón posee dominios en el Estado de Sonora; pero entiendo que ello no puede afectar el buen nombre de Obregón ni la probidad de su apostolado. Bien es sabido que Obregón nació en Sonora, de humilde orígen, y que allí, gracias a su esfuerzo y a su tesón, aunque sin duda alguna favorecido por su influencia poKítica posterior, logró transformar campos fecundos y regiones de vida social primitiva en vastos cultivos con grandes obras de irrigación y en centros de civilización y de progreso. Por lo demás, mediante la formación de Cooperativas de producción y de consumo, el prestigioso caudillo asoció a sus negocios y a su obra de progreso a muchos campesinos y colonos del lugar y de otras localidades de México, con lo que se justificaría el préstamo de 000. 000 de pesos de que nos habla Vasconcelos.
Finalmente, no debe blvidarse que Obregón no formó nurica en las filas del comunismo agrario ni en la de ningún otro partido adherido a las doctrinas económico políticas llamadas extremistas. recordemos que tanto Obregón como Carranza, como Vasconcelos y como el propio Made.
To combatieron a Emilio Zapata, el leader del agrarismo extremista. Porque, en efecto, es preciso que se sepa que la revolución mexicana no se ha inspirado nunca en los principios económico políticos del socialismo marxista a pesar de las acusaciones de izquierdismo que los reaccionarios o los ignorantes han dirigido al régimen actual de México sino en la táctica politica conciliadora de un laborismo liberal, lo que es perfectamente lógico dadas las condiciones del medio mexicano, en que el único partido extremis a posible seria el agrario; pero que, por carecer de organización dado anafalbetismo de los campos y por no contar con leaderes propios, quiero decir, salidos de la masa campesina, se ve obligado a marchar a la zaga del partido obrero urbano, mejor organizado y más apto aunque muy dividido, pero que, actuando en un medio caraterizado por un industrialismo rudimentario e incipiente, y no hallándose favorecido, falta de este factor permanerte de insurreceión, por ningún otro factor accidental por el momento, no puede ser 0tra cosa que lo que es: un laborismo prudente y conciliador.
Muchas otras cuestiones interesantes plantea o sugiere la carta del Vasconcelos.
Respecto a algunas de ellas mi opinión coincide totalmente con la del exMinistro mexicano. Comparto particularmente el juicio que le merece cierto género de radicales y concuerdo en la necesidad, que 61 señar ka, de fomentar primordialmente en América Latina, el espíritu colonizador, el pioneering. como capítulo previo a las grandes reformas sociales y políticas Por lo demás, me sentiré siempre unido a la brillante prédica vascuncelisLeón Werth.
Pero no tuve otro conocimiento con la familia de León. Sólo la ví una vez. Había nublado sobre la pampa y yo venía fiestas pataleando de embriaguez en los carrillos del alba. El ayllu me recibía con ladridos; yo le daba mis gritos y mi tórax. Pocas veces me quedo atrás. IGáu! Gáu! Gáu. Obo! Obo. Ooo!
Una ala de viento belado pasó rezando el techo de la chujlla; las pajillas se resquebrajaron dejándole sitio. Adentro estaba la familia acurrucada en poyos de tierra, cubierta con mantones de tejido avasca, cernidero de fríos.
Sacando la cara de gesto fiero, gritó el padre. León. León!
Su voz rcr. ca se enlodó en el silencio.
Tenía sesenta años, pocas ganas de morir y muchas de sembrar todos los surcos del ancho mundo.
Por la ventanilla enana la madre asomó dos ojos de una mirada FRANCIS ANDRE: Un largo camino le quedaba por hacer. la saliente del pueblo, morralla del Tiempo, el cerro dibujaba su cresta rebelde, y al fondo se desesperaba la ciudad antiquísima lamentándose en las campanas de sus torrezuelas. San Pedro de Juli! Vieja afición de frailes y garaonales El salía destinado a tumbarla toda, desde sus cimientos! pulverizar la curpa de sus casas destartaladas. eso le mandaban los comunarios. Para eso viajó repetidas veces al Limas. a lo mismo salía esta vez, y saldría mil si fuese necesario. Nadie estaba a su lado, mientras sus ojos esperanzados contemplaban las hileras de casucas y los moginetes de jichu. Su mujer y sus hijos quedaban esperando en la chujlla junto al neyado ¿Qué te harás ahora, Emeterio Champilla. Ahi. El kelkerel Es mañoso el bribón, pero tu le conoces sus triquiñuelas, has aprendido a conocerlas; a puntapiés te enseñó a que las conocieras ¡No hay miedo! Engañarte ahora no es fácil, aunque a decir verdad tampoco sería raro si te echara tierra a los ojos. caminar, caminar. acullicando la cuca de los tristes; alto, membrudo, de ojillos de vizcacha, al andar, se le ensanchaba el tórax y temblaba la musculatura de sus muslos de piedra.
Así llegó a la Prefectura, al Obispado. Así, reverente y macizo visitó al periodista, al abogado, al proindígena. Ante todos expuso la ferocidad con que se roba las tierras de comunidad; la brutalidad con que se trata a los miserables indios, peones y alcahuetes gratuitos del zamonal. Le dan oficios, le regalan promesas, una sonrisa una mirada de estupor. Ah, y si él no estuviera habituado a tanta basura! Pero, en fin. Al periódico! El periódico La publicación que abre esperanzas en el corazón del sunka. Ya le preguntarán. qué has hecho? Aquí está la publicación. Dónde. Dónde? Aquíl jaquí! El papela, el perrudicus para rematar la aventura, reune a sus corifeos en la tenducha, y pide cañazo. Sí, ahora si vas. Pero esta vez judemos. Lo que dirán los mistis. Ah, yo también puedo algo! Lo mal es que el comunarios no sabes entender estos. Hasta ahora estás gastando mis platas. Ahl¡Ah! Cuando lo hablé con el Prisidente Limas. TOdo lo ofreció. nadas! Veremos, veremos.
Está fiebrolento. El alcohol le hace algún bien. Al salir de Juli estaba triste y sudaba frío Weino! Se levanta y se despide. La mañana es clara, como siempre. Ha avanzado una milla y siente que sus piernas flaquean y que se le revienta la cabeza.
Ya no poides más! Se arrima a una chujlla a pedir hospedaje. Se lo dan, fiel Hasta el punto en que mi humilde voz de trabajador (1) pueda hacerse escuchar en este debate, yo pienso que el arte no es individualista, que tiene su fuente en las capas profundas de la sociedad humana y que brota con la espontaneidad de una necesidad vital, a través de las: sensibilidades privilegiadas. El arte es el reflejo, la espiritualización de una vida material, condicionada a su vez por la naturaleza, por los modos de producción y por las formas sociales que se han edificado en ella. Cuando, siguiendo un arado o bien comiendo mi pan entre mis compañeros me es dado poseer un poema que canta, siento que este poema no viene solamente de mi, sino de la vida que nos circunda, de la vida de todos, de nuestras necesidades, de nuestras aspiraciones, de nuestras fuerzas, que quieren expresar un poco de ese Bentimiento inmenso y pesad que mis hermanos portan en su carne y no han podido expresar.
Es seguramente difícil, en la enorme masa caótica que constituye la literatura contemporánea, establecer la demarcación precisa entre el arte hurgués y el arte proletario. Estamos en una época de transición, en que, paralelamente a las fuerzas económicas y sociales, se entreveran todavía raíces y ramas. El espíritu burgués, pequeño burgués y democrático, impregna el alma naciente del proletariado.
Sin embargo, debe caer uno de los dos árboles que aglomeran en sus cuerpos todos los elementos humanos de nuestros dias.
En ianto que el uno, de tronco podrido, no habla al viento que pasa sino de la tristeza de la descomposición y de la muerte, el otro, más joven, se desprende poco a poco de su sombra y de su follaje, cantando ya a la luz.
Si consideramos como primicias del arte proletario las tentativas, que, apoyándose sobre los movimientos sociales, tratan de expresar al hombre en pugna con el pasado, al hombre que lucha y crea en la con ciencia ascendiente de su destino, hay en muchos paises voces que nos responden. Ya las anchas páginas revolucionarias de un Jack London, la vasta epopeya campesina de un Ladislas Reymont, y cerca de nosotros, en esta Rusia roja en que las fuerzus nuevas de la historia han roto la vieja armadura, el Ciracut de Gladkov, obra henchida de tumulto, de fe, y de vida, están todas cargadas de este espíritu.
En la medida en que se acentuará la descomposición burguesa, en que se desvanecerá la ilusión democrática, el arte proletario se asimilará energías nuevas y se enganchará hacia la universidad liberada de los medios de producción y de las relaciones humanas Francis André. estas. León. Leoncito. Vieja de buen ánimo, era dulce en la palabra y suave en la acción.
Tampoco pensaba en la muerte. La eternidad andaba a su lado en cada una de sus Wawas. El relente madrugador le obligó a entornar los párpados. Venía afectuoso saturado en los alientos de la campaña aromada. Viento de primavera, de claros ojos! Viento niño, amador de ovarios, amoroso viento de las mamaqunas.
Airosa y altiva, refregándose al viento que la abraza los muslos, salió también Auquilla, la phasña, hocico verde, y la teta atrevida por los campos en flor. Sembradora de pájaros cantores, tienes risueño el sexo, dulces son tus caricias, mamay!
Gritó a su vez. Leoncitol. Gua. León. Debajo de su corazón de mimos, Siligito, vociferaba en el regazo de su madre. Lelón. Lelón! Lelón! Lelón. Reposadamente se acercaba por el ojo del cielo, Lelón, el indio forzudo.
EL MITMAK es Vandervelde estudia en este libro la situación del artista en el régimen capitalista. Lo muestra sufriendo la dominación de una pequeña minoría privilegiada, a la cual está obligado para vivir a vender sus obras y que le impone necesariamente, bajo pena para él de morir de hambre, sus gustos y sus prejuicios. Muestra la explotación vergonzosa que sufren los artistas de parte los intermediarios, la lucha que deben librar constantemente para escapar a la miseria y a la influencia envilecedora, degradante, que todas sus condiciones ejercen sobre el arte. este situación de los artistas en el régimen capitalista el autor opone la que los creerá el régimen socialista. En virtud de la cultura y de la instrucción pública y de las facilidades de desarrollo que el nuevo régimen, no basado sobre el provecho, dará a los artistas: el arte, dice, en lugar de refle la ocridad del espíritu de las clases poseedoras, volverá a ser lo que fué en sus mejores épocas, la más alta expresión del ideal de un pueblo entero. El estudio de Vandervelde, contiene igualmente excelentes reflexiones sobre el arte llamado socialista.
El autor muestra que, por lo general, este arte no tiene de socialista sino el nombre. Lejos de reflejar las aspiraciones de la clase obrera, sus condiciones de existencia, no expresa sino la revuelta individual de los intelectuales burgueses. No habrá, dice Vandervelde, verdadero arte socialista sino sobre la base de las condiciones nuevas creadas por la sociedad socialista.
Aunque escrito en 1906, el estudio de Vandervelde se lee todavía con interés.
Sin embargo, haremos al autor el reproche de no haber avanzado suficientemente en su análisis del arte, en cuanto expresión de una época determinada. Lo que él dice al respecto, permanece demasiado en el dominio de las generalidades.
Realmente, es más una obra de propaganda para uso de los artistas que un estudio marxista sobre los problemas del arte.
proletarios, no les interesa más que lo que los adultos hacen para los niños, poniéndose a balbucear a fin de ser mejor comprendidos, algo que hace reir a los verdaderos niños.
La vida intima de cada hombre que ha sido verdaderamente grande, aún si es un eremita o un tirano. los ha habido grandes por el espíritu. interesa más, con mayor suma de emoción estética a un obrero, que cualquiera tostada sobre la cuestión social. si el teatro que podríamos llamar socialista tiene tan poca duración, es porque no interesa a los socialistas, ni aún a aquellos que leen a Marx.
que no se vá al teatro para aprender, sino para aprender a sentir y aprender sobre todo a sentirse hombre. uno no se siente hombre sino ante Otelo, Hamlet, Rey Lear, El Cid, Fedra, Don Juan, Tartufo, Felipe II, etc.
Aun suponiendo que la historia sea el juego de la lucha de clases, el arte, la literatura, lo poesía, están, por encima o si se quiere por debajo de esta lucha, y unen a los combatientes en la fraternidad humana. Una obra de arte que vosotros llamáis burguesa, emocionará e interesará a aquellos que vosotros llamáis proletario, si es una buena obra de arte, y una obra de arte que vosotros llamáis proletaria emocionará e interesará a aquellos que vosotros llamáis burgueses y les enseñará a los unos y a los otros ser hombres. ser hombres es vivir en función del destino final de la hunianidad.
El vasto territorio del Tawantinsuyo, poblado de gentes varias por educación y orígen, a pesar del cuidado de sus monarcas y kamayojs, era fecundo semillero de estrabismos morales. Los chacareros atribuíanlo a los jóvenes de la Corte cuyo aliño rivalizaba con el de las ajllas de dulce y delicada belleza. el Inka que no dejaba de lamentarlo mandaba consultar en la asadura del llamo sacrificado, inquiriendo por el remedio.
En buena porción los hombres eran diligentes y las mujeres caminando por sendero limpio descubrían las ventajas de la honestidad.
Unos hacían las usutas; otros hilaban maravillosamente lana para el cumpi.
Pero esto no le tranquilizaba. Ninguna preocupación era mayor para él que la relacionada con la enfermedad de sus jóvenes.
Solía mandar a grandes voces. Mata! Descuartiza! Ahorca! Quítame tan feas costumbres. No des tregua a tu severidad los servidores tornaban desconsolados. Anka phaway, tatay. Tatay, Apu Intil imprecaba al Sol: Padre mío, aconséjame.
Al verle pasar los chacareros detenían su labor y él los bendecía.
con sonrisas paternales. Se estaban disponiendo a sembrar. Hundían la tajlla unos, otros rociaban escremento; las mujeres dejaban caer las semillas y cubrían los surcos. pensó el Inka. Pasa la página 7)
EMILE VANDERVELDE: He pnblicado hace algunos años, donde Alcan, un ensayo que intenta responder a vuestras preguntas. Essais Socialistes, Art, La Francis André, es un joven campesino del Luxemburgo belga, que Bcaba de publicar en las ediciones de Ecrivains Réunis un hermoso volúmen de Poenas Campesinos. Pasa a la pág. 6)
Miguel de Unamuno.