BourgeoisieCapitalismJosé Carlos MariáteguiPrivate PropertyWorking Class

ΑΝΟΙ 10 de Noviembre de 1928.
No. MEXICO, DESPUES DE LA MUERTE DE OBREGON, por Martí Casanovas.
LABOR LA RESPUESTA DE ASIA (CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE TOLSTOY) por Romain Rolland.
EL PROBLEMA DE LA LITERATURA EL ARTE PROLETARIO. Encuesta de Monde.
MEXICO VASCONCELOS, por Oscar Cosco Montaldo.
MAÑANAS COLLAS, por Gamaliel Chur ta.
SOBRE EL PROBLEMA INDIGENA, por José Carlos Mariátegui.
LOS LIBROS. 20. ANIVERSARIO DE AMAUTA. VIDA SINDICAL.
QUINCENARIO DE INFORMACION IDEAS PUBLICADO POR LA SOCIEDAD EDITORA AMAUTA.
DEL MES.
CASILLA DE CORREO 2107. Lima, Perú. PAGINAS APARECE EL 20. y 40. SABADO 10 CENTAVOS LA BOR MEXICO DESPUES DE LA MUERTE DE OBREGON, por Martí Martí Casanovas El prupo redactor de esto periódico adhiere a la moderna tendencia periodística al ahorro La modestia on las palabras de presentación. LABOR. adomás, no necesita un programa especial. Es una extensión de la obra de Amauta y sus ediciones Aspira a ser un po.
riódico de gran difusión.
Su poblicación obedece a instancias de muchos de nues.
tros amigos de Lima y provin.
cias que quieren que nuestra obra cultural penetre en capas más extensas del público. PaFR satisfacer este anholo no basta la revista.
Damos, por esto, ride a un periódico.
Por abora, Labor constará sólo de páginas. Pero, tan luogo como su tiraje y publicidad lo consientan, daremos 12 páginas.
encauzar LAS EXPOSICIONES saEl problema creado por el asesinato del General Alvaro Obre.
gón único candidato presidencial en las últimas elecciones, cuya postulación fué refrendada por cerca de dos millones de sufragios, ha creado uno de los momentos más apasionantes y llenos de interrogaciones que se hayan producido en la vida política mexicana. Por gran suerte de México, la política personalista, de caudillismos, está en plena y definitiva decadencia y casi puede decirse que totalmente finiquitada con la trágica desaparición del presidente electo, puesto que con el desaparece del escenario de la vida política mexicana la última figura de ascendiente y a.
rrastre surgida de la revolución, figuras en las cuales, por su inmensa sugestión personal y por su prestigio revolucionario, se encarnaban con la aureola del caudillo, los personalismos políticos. De no ser así es indudable que pese a la energia, al excelente tacto y a la bia perspicacia de estadista del Presidente Calles, las pasiones se hubieran desbordado, y estaríamos frente a una situación extremada mente difícil para México y para la revolución.
El proceso de la revolución mexicana, otras veces lo hemos dicho, ha sido y sigue siendo entorpeci.
do por el mecanismo y los sistemas políticos procedentes y heredados del antiguo régimen, que siguen perpetuándose, sin arraigo ni vínculos con las nuevas realidades, económicas y sociales, creadas por la revolución. Uno de los senadores recién elegidos, licenciado LauYo Caloca, acaba de hacer a este respecto unas categóricas firmaciones: En la integración de las Cámaras, lo importante es te.
ner en cuenta no el criterio legal ni el criterio político, sino el criterio revolucionario, ya que el criterio legal está relajado en las elecciones. es decir, que la realidad y la exigencia revolucionarias y los intereses y aspiraciones que éstas amparan, están por encima y más allá de los sistemas y atavismos políticos del antiguo régimen, que malamente pueden vincularse a aquellas.
Fundamental y exclusivamente, los orígenes y consecuencias de la revolución mexicana son de orden económico y social. Como organismhos nacidos de las nuevas realidades que la revolución impulso, y para la preservación de sus conquistas, al propio tiempo que para su marcha y dirigir sus pasos, tuvieron que constituirse instrumentos de acción social política fieles a los postulados esenciales y básicos que la revolución proclamara e impusiera, es decir, organismos y partidos de acción revolucionaria, empeñados, desde el poder, en la realización de una política constructivamente revolucionaria: de ahí la formación de los partidos nacionales laborista y agrarista y partidos locales de la misma filiación, adheridos a los anteriores. Pero en el seno de estos mismos partidos, en su funcionamiento, se produce, fatalmente, el contrasentido y la paradoja. Estos partidos que responden a necesidades y aspiraciones nacionales, de interés y trascendencias colectivas, que tienen como cimientos los postulados económicos y sociales de la revolución, pronto se vieron entorpecidos en su marcha y sus funciones por los vicios inherentes a todo organismo político, cuando éste, aun siendo social y económicamente revolucionario, se mueve dentro del mecanismo y las posibilidades del estatismo burgués, del orden y el igualitarismo de las democracias burguesas, con los cuales tenían que chocar, necesariamente, los partidos revoluciona.
rios mexicanos, como ocurre siempre que se trata de alterar el orden social y económico reinante, sustituyéndolos por otros, puesto que aquellos son el sistema y procedimientos políticos que concretan y sirven de amparo y defensa al régimen y a las clases sociales que están en el poder. Consecuentes con sus principios y postulados revolucionarios, estos partidos mexicanos hubiesen tenido que ser partidos de clase, al servicio de los intereses de las clases que los integran, pugnando abiertamente por imponer los principios economicos y sociales de la revolución, de los cuales y para la defensa de los cuales, nacieron.
XOCHTIPILLO EN MEDIO DE LA SELVA Fresco de Diego Rivera.
a.
conseJOSE MALANCA, pintor argentino, de fuerte temperamento, que expone actualmente sus cuadros (impresiones del Cuzco y Puno) en la Academia Nacio.
nal de Música ericos, surgidos de la revolución, a la nueva burguesía improvisada en medio del desorden producido por sus trastornos, ingresaron a log partidos formados al calor de la revolución, se han filtrado en sus organismos para medrar en ellos, para velar por sus intereses y para contrarrestar, desde ellos, la política y la obra constructiva de la revolución. Esto no podía ocurrir, no ha ocurrido, sin ocasionar serios trastorros furestas cuencias: en primer término, ha infiltrado en los partidos y organizaciones revolucionarias todas las máculas y los vicios del antiguo régimen, y especialmente la política de personalismos y caudillismos, triste herencia colonial perpetuada por los continuadores de los privilegios coloniales, los criollos de todos nuestros países: ha sembrado, al propio tiempo, la confusión entre las filas revolucionarias, ocultando y desvirtuando sus verdaderos objetivos, porque los hombres procedentes del porfirismo y los nuevos ricos no podían transigir con las realidades económicas y sociales de la revolución, y al introducirse en sus filas, tenían que luchar, precisamente, para impedir el triunfo de esos principios y el desenvolvimiento del programa revolucionario. finalmente, han desvirtuado constantemente, hasta desviar sus funciones y principios, el carácter y la función social de los partidos revolucionarios, obligándoles a la lucha ya la acción política. Ejemplo, de ello, la CROM, la cual ha tenido que crear y fomentar un organismo de acción política, el Partido Laborista Mexicano, pudiendo actuar, como tenía que ser y seguramente hubiesen deseado sus dirigentes, como un organismo o partido de clase, económico, al servicio exclusivo de los intereses del proletariado mexicano, sino que, por haberse desplazado la lucha al terreno político y decidirse en él la suerte y el futuro de la revolución, ha tenido que acudir a este terreno y apoyar, ya en él, la gestión presidencial del General Calles, creándose con ello, una serie de vinculacio.
nes y compromisos politicos que an impedido que la CROM ejerciera y llevara a término un prccrama de clase y una táctica etamente clasista Introducidos en los partidos y organizaciones revolucionarias, encubriéndose y amparándose en llos, los políticos del artiguo régimen y las clases reaccionarias alia.
das al capitalismo, han hecho lo increíble para desvirtuar el carácter económico de la revolución.
En la era porfiriana, el país estaba dividido en inmensos feudos y un reducido número de terratenientes controlaba todas las posibilidades y recursos económicos de México: la revolución acabó con el latifundismo y dió, constitucionalmente, carácter y funciones sociales a la propiedad territorial, considerándola como una institución de utilidad social, y, como atentatoria a la misma. pronunciándose contra la intangibilidad de la propiedad privada. Tierra y el rescatamiento de la tierra, fueron el banderín y la llamada de enganche para la revolución, la cual fue hecha por los indios, por los esclavos de la tierra, por los siervos del terrateniente. Pero los políticos y los nuevos ricos, han intentado, intentan, desvirtuar el verdadero sentido, económico, de la revolución, y principalmente, el funcionalismo social que la constitución de 1917 reconoce a la propiedad territo rial, dirigiendo todos sus intentos y esfuerzos a la creación de una pequeña burguesía nacional, opo0 aPero como siempre ocurre se produce apenas se inicia la política constructivamente revolucionaria, apenas las huestes revolucionarias, triunfantes, pan el poder la confusión, creada por los contrayrevolucionarios, que intentan provecharse de la nueva situación y defender, contra sus avances, sus privilegios. Batidos totalmente los elementos de la reacción. bati dos como fuerza e instrumento político, pero no económicamente, lo cual constituye el principal táculo para la marcha ascendente de la revolución mexicana, entorpeciéndola constantemente, porque el poder politico es inherente al poder e influencia económica, los restos del antiguo régimen feudal y con ellos los políticos de la era porfiriana, unidos a los nuevos obsno SANTO DOMINGO. óleo de Malanca