BourgeoisieJoaquín García MongeLeninSacco y VanzettiSocialism

IZQUIERDA 12 13 IZQUIERDA Historia de una Monserga En un número pasado del Repertorio Americano. Leopoldo Lugones, publicó la siguiente carta dirigida a Joaquín García Monge. Los ideólogos bolchevisantes y socialistas que colaboran en su excelente Repertorio. proporcionanme con frecuencia la oportunidad de escribirie.
servicio involuntario, pero real, que les agradezco de veras. Ello contribuye, además, a ratificarme de hecho una conclusión histórico que deduje, tiempo há, de mis estudios sobre el Imperio Romano: la identidad de la primitiva propaganda cristiana con la del socialismo presente, su última secta filial, como que los fanáticos fueron y son los mismos en todo tiempo. Figuraba entre los elementos de aquélla, con una eficacia tal, que hasta hoy subsisten muchas de sus pabrañas, el fraude piadoso. o sea la falsificación sistemática cometida por los Padres de la Iglesia en los textos de los escritores paganos, mediante el fruncamiento, la añadidura y la interpolación, con el objeto de refutarlos cómodamente, o presentarlos adictos a su doctrina, procedimiento que siguen practicando los jesuítas, sus famosas ediciones castradas de los clásicos griegos y latinos, por supuesto que ad majorem Dei gloriam :A. Gu, según la marca de fábrica. San Basilio y San Agustin, por no mencionar sino los más célebres, nos han revelado el motivo de acción tan infame y dlevosa: siendo el cristianismo la única verdad, todo debía sacrificarse a su triunfo. Este propósito justificaba el delito, fuese de pensamiento o de obra, trocánddo en actividad benéfica; y tal fué la siembra que tuvo en la Inquisición, su monstruosa Flor de sangre y fuego. La inquisición rojo cuyo Vaticano está en Moscú, sin que falten ni el consistorio Permanente llamado Tercera Internacional, ni la tumba de San Pedro parodiada por el sepulcro de Lenín, practica exactamente aquel sistema. Su farsa piadosa ante la ejecución de Sacco y Vanzetti, simultánea con centenares de fusilamientos sin formación de causa en la Rusia de los Soviets, es gemela del piadoso fraude que la moral práctica del socialismo enseña bajo fórmula catequista, según el conocido programa de la Tercera Internacional Debo a este sistema con que la secta colectivista ha corrompido el alma de tantos, para quienes, según va viéndose, el honor es un prejuicio burgués. las atribución de un falso texto que su Repertorio transcribe sin la acostumbrada noia de remisión (lo cual me extraña) en cierto artículo tomado de la Revista de Revistas de México, y suscrito por don Jaime Torres Bodet. Hé aquí lo que dicho señor me atribuye entre comillas, es decir bajo apuriencia textual, y la manera como elude la responsabilidad de su travesura. Hace un año, en ocasión de la demasiado célebre polémica Chocano Vasconcelos, Leopoldo Lugones que, en los días de nuestra adolescencia, suponíamos digno de representar el pensamiento de la Argentina pacífica, hizo publicar en un diario de su patria y en las páginas del Repertorio Americano que dirige en Costa Rica el sereno y un poco equidistante García Monge, una carta en que se exponían sin disfraz los conceptos del egoismo más descarnado. El problema del indio no es nuestro. afirmaba en esos renglones la firma que redactara en otro tiempo los versículos iluminados de Las Montañas de Oro. Es un problema que México ha querido imponer a los demás países de la América Latina, como ha tratado también de imponerles el problema de defensa común contra los Estados Unidos, que es sólo suyo. la Argentino no le interesan más estas dificultades. añadía más adelante. Es rica, en tanto que México es pobre; y goza de una paz abundante, mientras que México atraviesa por un turbulento perio.
do de destrucción social. Cito de memoria, porque no tendría el valor de volver a penetrar en el tejido de esa literatura, que parodia tan de cerca el estilo y los modos suficientes de los estadistas norteamericanos. Véase, ahora, lo que dije yo exactamente. Lo que mi país no puede ni debe, es endosar cuestiones que no sean de su directo interés; porqué, dadas las exigencias de la vida nacional para todos los pueblos en este momento histórico, es ya inmensa la tarea de bastarse. El problema del indio será muy interesante para México; mas para nosotros no, porque acá no hay ya indios. El del negro preocupará a los Estados Unidos o el del chino al Perú, pero no a la República Argentina donde no hay negros ni amarillos, sino en mínima proporción. Me país no entrará en conciertos de americanismo sentimental, porque no se hace política internacional con sentimientos, sino con hechos; ni aceptará, por inminentes que parezcam, la suspicacia de peligros imaginarios. Esto fué todo. De suerte que los conceptos despectivos para México, transcriptos entre comillas por el señor Torres Bodet, resultan de su erclusiva invención, es decir absolutamente falsos. Cuando se va a transcribir un texto ajeno, sobre todo si pertenece.
a un adversario, hay que tener el valor que le faltó al señor Torres Bodet, y leerlo con atención para no cometer una bajeza, poniéndose e merced de aquél. Pero, dicho señor, es de la escuela de Vasconcelos, según se infiere, y adopta como aquél la cómoda posición de los irresponsables a mil leguas. En esto, más que en otra cosa, aunque muchas son, es pernicioso el ejemplo socialista. Así hemos llegado, acá también, al espectáculo de una juventud degradada por el sectarismo en la renuncia de todo atributo viril, empezando por la rectitud del espíritu: ese honor que lejos de constituir un prejuicio, es la definición del hombre como entidad social. En lo que a México respecta, básteme recordar lo que sigue de ese mismo artículo interpolado por el señor Torres Bodet. No soy de los que han entrado a interesarse por la noble y querida nación, sólo cuando la