BourgeoisieDemocracyPrivate PropertyWorking Class

IZQUIERDA 32 IZQUIERDA 33 Todo esfuerzo de los jefes consiste en confundir magistrado y sacerdote. La unión se hace en el imperium que es el derecho a gobernar en nombre de los Dioses. Obediencia sin discusión. Asi el mito solo crea la autoridad de decir la obediencia consentida.
El mito cristianodel poder militar. Además, es sagrado; tiene la investidura de Dios. Representa el poder laico y religioso; usa de la Inquisición en su provecho. Desde que las necesidades de la guerra de 100 años les dió recursos fiscales fuera de su dominio propio y los medios de constituir un ejército extrafeudal, aparece como el único capaz de imponer la paz (tan querida a los burgueses) a los señores feudales. Cuando, en fin él, copia en su parlamento y en su corte de justicia los tribunales de la Iglesia apoyándose en el derecho Romano heredado de los Emperadores; había reunido en en su persona todas las funciones de defensa, de justicia, de policía que aseguran la paz interior y exterior y todas las concepciones místicas que le vuelven legítimo. Entonces los teóricos y juristas fabrican para las muchedumbres el mito de la monarquia absoluta. Dios creador del mundo lo ha dividido en reinos y dió cada uno de ellos a un monarca para que los disfrute él y sus descendientes hasta que le plazca a la providencia. El príncipe es propietario eminente de todos los bienes, etc. Tiene todos los derechos. La monarquía es un absoluto.
El mito democráticoEl mito politeista se hundió ante la avalancha destructora del imperio romano.
La muerte de los dioses deja ese inmenso proletariado del mundo antiguo, sin fe y sin religión.
El mito cristiano surgió de las muchedumbres, por lo menos tuvo su primer arrafgo en las masas miserables de cuerpo y esquilmadas de alma por la esclavitud. Tom.
cuerpo después del célebre proceso de Cristo, que para la antigüedad fuá un acontecimiento universal.
Organizado espontáneamente el cristianismo invade el imperio romano ya en decadencia. La organización, con ritos sacramentos, oraciones y demás atributos externos de todos los cultos le da una fuerza impulsora y de creencias de primer orden.
El cristianismo lucha contra el imperio. Largos los años y más largo el número de fieies sacrificados. Los políticos del Imperio ante la inutilidad de las persecucioles transan y se llega al pacto de Nicea. El emperador reconoce la existencia legai de las comunidades cristianas, respetará y protejerá sus ritos y costumbres, sus jefes, sacerdotes y abispos serán tratados como funcionarios imperiales. En cambio los obispos aceptaron la sociedad romana fundada en la esclavitud y la propiedad privada y predicaron la resignación a las desigualdades de este mundo como condición de la igualdad en ultratumba.
Formando el Santo Imperio, el mito cristiano triunfa e impera por diez siglos.
El mito feudalAl consolidarse los bárbaros en Europa, bandas de aventureros recorrfan sus tieTras unidos a los jefes en el botín y la defensa.
El homenaje y la adhesión al jefe constituían la adhesión sagrada: la felonia era una descalificación suprema; así aparece el sentimiento del honor que hace al hom.
bre noble y forma el vínculo social en todo el occidente de la edad feudal. Los nuevos señores adoptan la ideologia cristiana de los vencidos. El jefe bárbaro hijo de Meroveo o de Pepino se hace consagrar por el obispo cristiano. Después la iglesia cristiana se esforzó por conquistar su vencedor: el caballero debe delante del altar velar las armas, su espada bendecida por el fraile. Es una especie de sacramento que le confiere una autoridad a la vez útil a la comunidad y a él mismo. El mito bárbaro se confunde con el mito cristiano.
comando muid La monarquia fracasa en la organización de Europa desde el punto de vista de la paz y de la economía. Entonces por una honda transposición del mito real se transfiere la soberanía del monarca al pueblo. Parecía que desde el momento en que el poder fuera ejercido por los mismos que lo sufren, los individuos obtendrían el máximum de seguridad en el máximum de estabilidad. En verdad esto parece una furiosa paradoja. eso de hacer ejercer el poder por un soberano de 10 millones de cabezas. Fué necesario inventar todo un mecanismo de la representación. elecciones de primero y segundo grado, asambleas legislativas únicas o parlamentos con dos cámaras, presidente encargado del ejecutivo o sirviendo de árbitro entre los ministros y los partidos. Todo el esfuerzo político del siglo XIX se agota en la resolución de estos problemas. La ley fué tenida por la expresión de la voluntad de todos. por lo tanto no se concibe ninguna resistencia: el problema especial de la obediencia consentida, está resuelto por definición. De hecho jamás bajo ningún régimen, monarca dictador o tirano no ha ejercido sobre el individuo su persona su familia o sus bienes, su actividad de las creencias políticas, los frecuentes cambios de ideas el nacer de insderno jamás nadie ha estado mejor obedecido. El mito democrático confundiendo el soberano con el sujeto realiza el máximum de autoridad. Fué hasta este día la pa.
lanca de más potente y más perfecta. Estos nacimientos, desarrollo y muerte de los mitos, evidencia la relatividad de las creencias políticas, los frecuentes cambios de ideas el nacer de ins.
tituciones. Si asi no fuera, el instinto creador del hombre no existiria, tornando a ser el vertebrado de mayor involución.
Aún en religión lo sagrado no es inmutable. Si no hay ningún valor eterno más allá de la vida del cuerpo y del alma que sofoque el espíritu, tampoco hay nada que justifique una serie interminable de inquisiciones, persecuciones contra sentimientos y conciencia creadora en nombre de ideas hechas, mitos hechos, o ingtituciones hechas.
Por misteriosa paradoja, mitos e instituciones hijas del hombre, influyen en otros hombres, Los primeros vitalizan las segundas cuando llevan un alto significado, otras veces los hunden cuando agotan su finalidad por viejos y extraños. Cada época tiene un gran mito. Genio y aliento hasta un limite de creaciones societarias.
Hay una estrecha relación de creación y existencia entre mitos e instituciones.
Tomemos nuestro tiempo. El mito democrático domina la filosofía política, absorbe lo superficial de grandes masas y pesa como inmensa montaña sobre las libertades humanas.
Las instituciones del poder, siempre se unen al mito dominante, cuando no son sus hijas directas. La observación de varias culturas demuestra que muchas de ellas son resabios de antiguos mitos no correspondientes con la vida y actividad actual.
Todas las nuestras corresponden al siglo XVII, al empuje popular y burgués creador de la democracia liberal, europea, pero no al espíritu de América.
Un mito viejo o un resto de mito, de ser mera figura histórica, no perjudicaria a nadie. Activo en la vida social, presionando sobre las consecuencias parásitas, es peso muerto. La herencia de los muertos. Si como alguien dijo los muertos man dan es por esos mitos pasados en los cuales creemos y por la falta de vitalidad de instituciones contagiadas y sin rejuvenecencia. No comprendemos nuestro tiempo.
Incomprensión nacida de la diferencia de alma entre lo antiguo y lo moderno. No hay continuidad o vida entre parlamentarismo actual y el hombre de la calle; dictadura El mito papalEn el siglo los monjes de Cluny descubren en Roma la tumba de San Pedro. de la cual la tradición cristiana había perdido el recuerdo; organizan peregrinajes de todos los países donde tenían conventos. Esto le permite establecer sobre Tu es Petrus del Evangelio la primacía del obispo de Roma sobre los otros obispos. Encargado por Dios del poder en la tierra, se forma la teocracia en la cual el papa es jefe de guerra y juez supremo. Durante tres siglos el mundo occidental desde Hildebrando a Bonifacio VILI es es dominado por este mito.
El papado no puede ser una fuerza militar. Al fin tiene que luchar con otro mito más antiguo y y del mismo origen: el del emperador cristiano protector de la Iglesia nacido con Constantino después del pacto de Nicea y conservado por el Santo Imperio Romano Germánico. Obispos y señores feudales aceptaron ambos partidos. Los papas excomulgaron a los emperadores, los emperadores depusieron a los papas, hasta que un día el mundo cristiano contemplo, con horror, tres papas y dos emperadores disputárdose la obediencia con todas las armas de la tierra y el cielo. Finalmente las masas fieles se desprendieron a la vez del mito imperial y del mito papal dirigiéndose a los reyes.
El mito monárquico El rey en virtud del homenaje feudal es el jefe indiscutible de la jerarquía de los barones, condes, marqueses, duques, dispone en los límites del pacto de vasallaje