IZQUIERDA 35 IZQUIERDA 34 VOLVAMOS AL PRINCIPIO rios de la tarde tienen una tarifa inferiora los de la mañana, los avisadores, en el duro trance de comprar o perecer, optan por comprar al que se vende por menos precio.
Algunas publicaciones aisladas, como Carátula y Martin Fierro. traen, a veces, algunas cosas muy interesantes. también varias revistas llamadas gremiales.
rascar la nobles HABLEMOS DE CRITICA PARA TERMINAR acuesta a a las al jante precipitación en el recitado produce, naturalmente, dos revoltijos: uno al que dice la obra y otro al que la escucha. lo que podríamos llamar decadencia de los actores hay que sumar la decadencia de los productores. Aunque la mayoría de ellos jamás salieron de las cuatro paredes francesas del sainete o del agujero de la milonga sentimental, antes, por lo menos, sabían rascar guitarra y estropear dig.
namente el lenguaje. Ahora parece ser que a fuerza de hacer siempre las mismas macanas, terminaron por olvidarse de maca.
near como gente. Ya no da gusto ir al teatro ni siquiera para hacer la digestión o para cumplir aquel delicioso mandamiento rabele siano de rascarle la barriga al cerdo. Extrañia que elementos que se constriſien tan sólo a cultivar el negocio, en caren tan pésimamente el asunto. Ningún negocio prospera vendiendo mala mercadería. Esta verdad se ha difundido tanto, que la conocen hasta los literatos. El negocio no finca en dar obras malas, sino obras buenas; sólo que la perversión de los empresarios ha llegado a tal grado, que las obras buenas son consideradas malas y las malas excelentes.
Del teatro nacional no quedan más que los restos. Al entrar en una sala ahora se experimenta la dolorosa impresión de pe netrar en una cámara mortuoria. Hay olor a cadaverina. La carencia de público, ade más, le imprime al lugar un carácter concluyente de velorio artistico. La tragedia ya no está en el escenario: está en la platea.
a La cinematografía ha alcanzado tal grado de perfección, que puede servirnos de escuela a todos aquellos que nos interesamos seriamente por el arte escénico: ali tores, actores, pintores, maquinistas, etc.
En el teatro nos ocurre lo contrario: olvidamos lo poco que sabemos. Cuand no llegamos embrutecernos totalmente. Ahora, bien. Siendo el cine una manifestación más importante por sus resultados prácticos. cómo es, entonces, que todos los diarios tienen una sección formal de teatros donde derrochan su talento algunas personas de mérito, y no tienen una sección se.
mejante para la producción cinematográfi ca. Nótese que se le dedica mucho espacio, pero poca atención. Hay una página de cine, como hay una página de carreras. Por qué estas personas de mérito, en vez de tir al teatro a ver El casamiento de Chichilo y escribir al otro día una crítica de dos columnas, no van a a ver Metrópolis o Iván el Terrible. Acaso no merece una atención superior La barca de la muerte que Tu cuna fué un conventilas nueve en el con en el convento ¿Por qué en los grandes diarios persones expertas comentan la producción rastrera del teatro y personas inexpertas comentan la producción cinematográfica. Por qué no hacen un cambio y pasan a los críticos teatrales a la sección cinematográfica y viceversa a los del cinematografo a la sección teatral?
llo las ción con que se las ensaya y a la falta de interés que ponen los intérpretes, que no disponen siquiera del tiempo indispen.
sable para aprenderse el papel. Represen.
tar, ya no es una labor bendita del espí ritu, ni es una alegría del corazón: es un castigo. El actor, a menudo, sale a escena como baja un condenado a las bodegas de un buque. Esta es la segunda parte de la tragedia: la tragedia del actor que paulatinamente se embrutece por exceso de trabajo y que consume paulatinamente, con su salud, los arrestos más de su alma ¿Qué preocupación artística puede alimentar un ser humano que trabaja como una bestia. Un hombre una mujer que se tres de la mañana, se dieventa a la una de la tarde, corre ensayo que termina a las cinco, acude a la Ver mouth, que empieza a las seis, cena a la disparada y vuelve al teatro para empezar la función completa que lo dejará libre a las dos? así un dia y otro día, incluso el día de los muertos. Puede una criatura que lleva semejante vida estudiar, pensar o vivir como un ser inteligente y sensible?
De esta manera, claro, nuestro teatro ha ido decayendo día a dia, hasta llegar a la hora de este hora, que puede llamarse la hora fatal.
La prosperidad de un arte permite siempre una mejor organización. La desorgani les siempre un producto de la pobreza y un sintoma de disolución. En el cine todo es magistral, incluso la organización. Más que la obra de uno, es la dibra de una colectividad. Es el arte colectivo por excelencia. Su amplitud de miras le presta esos contornos amplios. No es el pretendido arte de un actor que encabeza una compañía o de una actriz que quiere lucirse al frente de un elenco. Es el arte de todos. Hay, entre los que lo cultivan, quizás en virtud de la comunión de tan tas inteligencias, un sentido universal del arte y no se produce para tal o cual país, sino que se produce para todos los países.
Se ha desterrado de allí el egoismo indi vidual que mina los cimientos de todas las irremisiblemente la representación, que es empresas colectivas, en cuya cuenta cae siempre una empresa colectiva. Como se manejan grandes capitales y concurren grandes inteligencias, no se se atienden las pasiones menudas de las personas que in tegran el el espectáculo. Aqui el actor es todo. All el actor es una parte. Allí se ha ce todo bajo la inspiración de la mayoría y consultando los intereses del arte y de la especie. El espectáculo, entonces, tiene la grandiosidad y, a veces, la perfección a que puede llegar la síntesis de muchos. cerebros reunidos. Aquí, en cambio, todo se hace bajo la inspiración de un solo hombre, generalmente el menos indicado para inspirar a nadie, por falta de talento y de inspiración.
zación LO BUENO SE IMPONE TRIUNFA Crítica es un diario que ha prosperado y prospera a fuerza de esos hábiles interrogatorios periodísticos que se llaman oficiosamente chantages. En otra jerga. negocios sucios. Advirtamos que no da puntada sin nudo.
En poco tiempo pasó a la Avenida de Mayo y, de seguir así, ocupará pronto la Dia gonal o el Pasaje Barolo. Lo más curioso de esto es que Crítica habla todavía rui dosamente de la moral y se atreve vuelta a vuelta a enrostrar a los demás diarios su inmoralidad. Aquello que escribió Schopenhauer: Es fácil predicar moral; lo dificil es practicarla. le viene como de perilla a!
gran rotativo de las colectas.
En la página que anuncia los espectáculos hay una advertencia que reza así: Critica ha devuelto los palcos que tenía asig nados en todos los teatros y cines de Buenos Aires. Cree, así sentar un precedente necesario en el periodismo argentino, para afirmar la independencia de sus juicios a sobre los espectáculos públicos. Luego, en el programa, viene una clasificación escolar de los espectáculos: bueno, regular, suficiente, malo. La independencia que se refiere Crítica es la independencia de cobrar tres mil pesos por un anuncio diario, precio que muchas casas se negaron a pagar en aquel número especial que fué el motivo de la devolución de los palcos. Sabemos de buena fuente que la resolución de Crítica la motivó la casa Max Gluckmann, la primera que se rebelo. adviertase que ahora todas las películas que pertenecen a Gluckmann figuran con esta clasificación: n: Sala boicoteada. Lue.
go se dan casos como estos. La casa de Botana es una madriguera de literatos, particularmente engendros del orden teatral.
Cada vez que uno de estos sujetos estrena figura en el programa con una clasificación elevadísima, aunque se trate de un bodrio fenomenalmente cósmico, como Un auxilio en la 34. esto podemos añadir que quien dirige la página es un dramaturgo que tiene una extensa parentela que se dedica a escribir o a trabajar en las tablas.
RESUMEN DE LA CRITICA que fue En el cine, por el contrario, todo es floreciente. El público acude en grandes cantidades. Se dice que el pueblo no tiene un sentido de lo bueno, pero aqui revela tener un sentido optimo. La cinematografía moderna encara los espectáculos con toda la seriedad que el arte y la empresa requieren. La representación de una obra obra es un problema complejo y grave. El cuidado es.
pecial que se coloca en la ejecución de las grandes películas El barquero del Volga. Varieté demuestra la la santa preocupación de verificar una obra de arte irreprochable. En nuestros escenarios, en cambio, se procede a puntapids. Se ha dado el caso de poner Resurrección con cuatro ensayos y Santa Juana con tres La precipitación con que suben y bajan las piezas del cartel responde a la precipitaDe todos los diarios y revistas el que mejor encara la crítica cinematográfica es La Prensa. Hemos leido allí algunos comentarios sensatos y valientes. La Nación. en cambio, muy pocas veces dice la verdad. el dia que la dice lo hace entre lineas, de una manera tan suave, que sólo los entendidos o los amigos del critico la llegan a embarajar. Luego, el criterio del comentarista es de lo más Carolina Invermer nizzo que hemos conocido. Hasta se nos antoja que esa sección oción está a cargo del señor Hugo Wast. Sólo aquellas peliculas calificadas de salón merecen un elogio o aquellas otras que pertenecen a una marca determinada, cuya exaltación paga, naturalmente, el productor.
Si excluimos a estos dos grandes diarios de la mañana, los de la tarde opinan reglamentariamente, en razón de la cantidad de avisos que se les entregue. Como los dia