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Henri Barbusse, o la Lección de la Inteligencia ridad deslumbradora y lugaz de tantos peleles de la farsa diaria, Rolland y que proclamaba la necesidad de hacer la revolución en astros de cine, principes de Gales, campeones de box, cortesanas los espíritus, se fué oponiendo cada vez con más precisión esta otra: de lujo. Sólo la clase trabajadora puede redimir al mundo. los intelec¿Cómo pudo un simple esclitor, un anovelista. enlazar a su tuales han de sumarse a ella si es que tienen amor por la humanidad vida los hilos cordiales de tantos millones de seres de diversas razas, y respeto por la cultura. Porque la clase trabajadora es hoy la únihabitantes de tierras tan lejanas, bara consternar con su muerte aún ca que puede defender el patrimonio de la cultura, remozándola a muchos que no lo leyeron nunca, y a tantos que no saben siquie en su propio molde, injertándola en su tronco silvestre.
ra leer?
Es que Barbusse, para honra de la inteligencia, había sabido Frente al fascista que dice: cuando oigo hablar de cultura dissaltar el cerco de la literatura. No se detuvo en el espectáculo del paro mi revólver, Frente a la actitud barbarizante de la Kultur mundo; se desangró con él.
nazista, Barbusse opone dos corazas de acero: La Unión Soviética cuyo proletariado construye la única gran realidad del socialismo Hay en su vida dos obras sucesivas que marcan las posiciones y donde los hombres de ciencia de todo el mundo tienen acogida antagónicas del escritor. El infierno y El Fuego. fraternal, y los amplios boulevards de París, donde los sabios como En El Infiernos un hombre mira por el agujero de la puerta Paul Rivet y Langevin saludan con el puño en alto en los mitines del frente Popular Antifascista.
de una casa de hospedaje la vida que se desarrolla, palpitante, en el cuarto de al lado. Todas las pasiones, desnudas en la intimidad Este es el período decisivo en la vida de Henri Barbusse. Funde esas cuatro paredes; el amor, el dolor, la muerte. Este panora da la revista Monde» La más alta tribuna del pensamiento socialista ma tremendo y sombrio se abre a la mirada del espectador pasivo occidental, organiza congresos de escritores, comités mundiales que lo ve desfilar, conteniendo el aliento. El Infierno es un li contra la guerra y el fascismo. Alrededor de su magra figura, debie bro caótico, donde el barro humano se hace ceniza y se dispersa litada por el trabajo y la tuberculosis, al sonido de su voz, en la que por el aire. Es la obra de un gran literato, que no sabe que hacer. los gases de las trincheras han dejado una lenta vibración emocioSi Barbusse hubiera muerto después de escribirlo, sólo las socie nada, se van agrupando los trabajadores intelectuales de todo el dades de escritores hubieran honrado su memoria.
mundo que afirman su lé en la cultura de la clase obrera. Los que Pero Barbusse escribió después «El Fuego y en El Fuego se han salvado en China de las horcas de Chang Kai Sek y están luchando contra la rapacidad de las grandes potencias colonizado ya no es el hombre que se asoma a la ventana abierta sobre el mundo. El fuego es la obra del soldado que vuelve de la guerra, que ras. Los que han huído de los campos de concentración de Ale.
mania, los intelectuales de color amenazados por la ley de Lynch Manacor ha luchado en el frente y se ha carcomido los pulmones con el gas en la democrática Yankilandia, los emigrados de Bulgaria que tiedeletéreo de las trincheras. El espectador emocionado de ayer se ha convertido en protagonista. Lo que escribe le sirve ya para ennen todavia huellas de las torturas sufridas, los artistas japoneses que pueden ser enterrados vivos porque piensan contra el emperador señar, para protestar, para sublevarse. Ya el barro humano, en lulos estudiantes evadidos de las cárceles del Bisonte Gómez, los que gar de ceniza, es ladrillo para la construcción del futuro.
estuvieron en la gloriosa insurrección de Asturias, todo lo que la Había sido necesario el bautismo de la metralla, que él fué intelectualidad mundial tiene de más afirmativo, de más puro, se conDesaparece con Henri Barbusse el más grande de los intelecbuscar voluntariamente, engañada como tantos otros, para que es grega periódicamente en París para estrechar la mano del Maestro tuales de nuestra época. La emoción de su enfermedad y de su muerу te ha dado varias veces la vuelta al mundo con la misma rapidez con te hombre comprendiera que en los tiempos actuales, la actividad y compartir su tarea emancipadora.
que corren las noticias por los cables telegráficos y con la misma del escritor no puede ser indiferente al destino de la humanidad.
Ya el novelista amargado que no sabía cómo orientarse frente sacudida eléctrica de las descargas que las trasmiten.
En Francia, se marchitaban entonces las flores de invernáculo al desfile de miserias humanas de «El Infierno. ha llegado a la total realización de su destino.
Ha invadido las usinas, ha atravesado los campos en Flor, ha de las literaturas decadentes, entre las cuales la más refinada y expenetrado en el tibio corazón de las parvas recién cortadas, y esquisita había sido la de Marcel Proust. La guerra calcinó definitivatremecido los tendones de acero de las máquinas segadoras. En los mente toda aquella flora aristocrática. En la tierra arada por los obulocales de las bibliotecas públicas donde los hombres luchan por ses, germinó un nuevo fruto. El Fuego de Barbusse.
saber, en los talleres y en las fábricas, donde los hombres luchan paHenri Barbusse ha muerto en Rusia, donde todo lo que él dera vivir, en los centros revolucionarios donde los hombres luchan fendió se va convirtiendo día a día en una maravillosa realidad. y por su dignidad humana, en todos los rincones del mundo desde las tundras boreales hasta las factorias de los trópicos, la noticia de los campesinos de los kolioses soviéticos le han enviado, en lugar Pero faltaba todavía una tercera etapa que salvar: la que va de la enfermedad y muerte de Barbusse ha conmovido a las conciencias de las orquideas de invernáculo que amaba Marcel Proust, una cola protesta vibrante a la disciplina de acción. Barbusse la recorrió libres.
en su camino a Rusia.
rona trenzada con las espigas de los trigales de Ukrania. Cómo pudo la fama de este intelectual desvanecer la popula la consigna del Grupo Claridad que él fundó con Romain Magnífica gloria del escritor.