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2 IZQUIERDA IZQUIERDA dos liberal burgueses, como el Demócrata Progresista, la Alianza Civil y la izquierda del radicalismo.
No le queda pues al gobierno del General Justo sino continuar extremando la política de represión obrera y de anulación de las libertades públicas que ya ha practicado con meticulosa dedicación. los crímenes impunes de Crispin López, de Hevia, de Alvarez, de Guevara, de Bordabehere y tantos otros que en vano se quieren hacer aparecer como perpetrados por organizaciones desvinculadas del gobierno, se agregan, y esta vez en forma manifiestamente oficial, las deportaciones y procesos contra militantes obreros de significación, las prisiones y torturas de innumerables trabajadores y estudiantes realizadas por una sección policial cuya importancia se acentúa con el apoyo y la impunidad que se le garantiza en las esferas gubernativas y judiciales La ilegalidad en que se ha arrojado a un partido obrero, la maquinación electoral que se está montando en las provincias para impedir el triunfo de otro partido opositor, y que culmina en Buenos Aires con una cínica ley antidemocrática, la planificación económica realizada en beneficio de capitalistas y terratenientes, la tolerancia oficial de que gozan muchos de los elementos más reaccionarios del ejército, el aplauso consagratorio de los parlamentarios conservadores para con la suficiencia displicente del Ministro de Guerra, que esboza ya su silueta presidenciable impuesta por elecciones que se asemejarán a las de 1931, o tal vez realizado de facto por el golpe de mano militar que se rumorea, son hechos más que suficientes para abrir los ojos de los dirigentes políticos, como ya han abierto los del pueblo, sobre las sombrías posibilidades que se avecinan.
Aún en el caso de que el gobierno pactara con algunos dirigentes del radicalismo la reorganización del gabinete, no hay duda que sus colaboradores serán justamente aquellos miembros de la burguesía radical que están más al servicio de los intereses de Inglaterra y Estados Unidos. Burguesía conservadora o burguesía radical que se acerca al gobierno, son ante el altar de los negocios imperialistas, los mismos frailes con distinta sotana. nada tan peligroso como dejarle criar alas y hacerle sentir la posibilidad de que sea ella quien conduzca la lucha. Porque entonces se fascistiza rápidamente, se hace agresiva, ensaya las más absurdas y anticientíficas reformas económicas y al ver que fracasan al fin, se lanza directamente a las soluciones de fuerza que comienzan por la persecusión al marxismo a quien acusa de perturbar el propio «orden» y terminan con el aplastamiento de la clase trabajadora.
De ella han salido todos los grandes y pequeños demagogos. Desde Mussolini y Hitler hasta el minúsculo y prematuramente fracasado Antonio de Tomaso. De ella salen ya en la actualidad los elementos fascistizantes del radicalismo, y los agraristas de tipo Piacenza.
La forma de prevenir la infiltración de las ideas pequeño burguesas dentro y fuera del partido, es afianzar su contenido de clase. Robustecer la acción acordándola con los otros sectores de opinión obrera y tonificarla en el campo sindical infundiéndole savia socialista. entonces veremos a todos esos grupos fluctuantes acercarse a nosotros para la victoria final. Como han visto en Francia los dirigentes del Frente Popular, al ex ministro Daladier manifestar con el puño en alto en los mitines proletarios y declarar públicamente, con la convicción de un marxista. Nosotros, representantes de la pequeña burguesía, venimos a unirnos a la clase trabajadora con cuyos ideales de emancipación estamos solidarizados. SOLO LA UNION DEL PROLETARIADO PUEDE INFUNDIR AL MOVIMIENTO ANTIFASCISTA QUE INICIAN LOS PARTIDOS DEMOCRATICOS EL CONTENIDO SOCIALISTA QUE LO HARA FRUCTIFERO, ESTA UNION HA DE REALIZARSE PREVIA PARALELAMEMTE CON LA QUE SE INTENTE CON CUALQUIER SECTOR DEL LIBERALISMO BURGUES.
Busquemos pues ese acuerdo en lugar de ponerle obstáculos en su camino. Convenzámonos, después de tantos errores que se han cometido en el terreno internacional, de que toda obra grande que realice el socialismo solo puede tener como cimiento a la clase trabajadora organizada, no nos diluyamos en los programas irrealizables o reaccionarios de los grupos de clase media, como aquel de Sismondi al que Marx supo llamar certeramente «socialismo pequeño burgués. y del que quiso distinguirse hasta en el nombre.
a DI Qué debe hacer el partido en estas circunstancias, para interpretar los anhelos de la clase trabajadora que representa?
Esperar que el gobierno de los imperialistas «cumpla con su deber »de dar comicios libres y exhortarlo a esa imposible actividad con llamados a la cordura, mientras todo el pueblo está deseoso de definiciones claras y de programas fundamentales, es no solamente una posición ingenuamente utópica, sino además un balde de agua fría sobre el clamor popular. Prudencia pasiva que lejos de dar popularidad a nuestro partido, debilitaría su prestigio en la misma Capital Federal.
Por otra parte, vamos a parar la conjuración fascista y militar con consejos benévolos a la oficialidad o con la proclama, más ingenua todavía, de que creemos en su prescindencia política?
Tenemos una extraordinaria posibilidad de gravitar con nuestro partido en la política nacional, pero a condición de que demostremos una decisión clara de lucha y de que tratemos ante todo, de aproximarnos a los otros sectores y partidos de la clase trabajadora que demuestran analoga voluntad de acción. UNION DEL PROLETARIADO, COMO BASE PARA CUALQUIER MOVIMIENTO POLITICO MAS AMPLIO. Tal es la directiva que enseñan las necesidades actuales a través de la doctrina del socialismo cientifico. Tal es lo que esta esperando gran cantidad de militantes, deseosa de afirmar la posición clasista del partido y que lee todos los días en los periódicos los resultados tonificantes del frente Popular en Francia ante los amagos fascistas.
Tal es lo que está pidiendo una enorme falange de campesinos, pequeños propietarios, empleados y profesionales pauperizados que componen la pequeña burguesía.
Para que toda esta masa se acerque al partido sin desnaturalizar su finalidad, es previamente necesario robustecer el contenido clasista del mismo y del movimiento. Dejarse llevar y por la pequiea burguesía en vez de dirigirla, sería incurrir en el más nefasto error político, y en la tergiversación más terminante de nuestra doctrina. La pequeña burguesía no tiene soluciones propias. Fluctúa, como lo dice el manifiesto comunista, entre la burguesía y el proletariado y si bien gira constantemente en torno a la sociedad burguesa como satélite suya, no hace más que brindar nuevos elementos al proletariado.