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8 IZQUIERDA IZQUIERDA sus con nas almas tapar con cueros sus desfiguraciones?
Sería prolijo y fastidioso detenerse en cada una de las materias contenidas en este centón académico que estamos examinando. El provecho sería parvo, y además ya queda dicho reiteradamente que esta proliferación de asuntos, que nada o poquísimo tienen que ver con el marxismo, es una especie de diversión estratégica para tranquilizar a los señores académicos, o más bien un calabobos para infiltrarse insensiblemente en su dura corteza antimarxista. Sin embargo, para que todos admi.
ren esta maestría de hacer un guiso de liebre sin liebre, aduciremos algunos ejemplos demos trativos, no tantos como quisiéramos y a que el predimioso discurso invita, porque entonces este trabajo no tendría término. Con un breve florilegio bastará.
no cionista y admirador de Roosevelt, como Bes vo, se adivina que en este discurso ha querido teiro, puso de manifiesto su entusiasmo por la darnos un indic de las materias que han táctica de Stalin, que no es un fabiano preci sido objeto de arcanas reflexiones, samente. Otro fundador del fabianismo, aca. hasta ahora casi inéditas. durante cua.
so el más calificado de todos, el profesor Sid renta o cincuenta años. Aquí están, en cierto new Webb, hoy lord Passfield, estuvo hace po modo, sus completas meditaciones, guia o pron.
o en Rusia, y actualmente escribe en colabo tuario de sus futuras obras completas.
racion su esposa Beatriz, una obra Pero todo esto repetimos no es más que monumental de más de mil páginas táctica, y en este caso, ni siquiera táctica faitulada Soviet Communism, que, a juzgar biana, sino prefabiana. Antes de impregnar al por el indice que tengo a la vista y por enemigo decíamos antes. hay que introdualgunos artículos publicados por sus autores, cirse en su plaza fuerte. La táctica que emal regresar de Rusia, en la prensa inglesa, no plea en esta parte de su discurso es la autén.
será, ciertamente, una exaltación de la tácti a tica del caballo de Troya. Construye un gifabiana frente a la bolchevique. Pero al cabo gantesco caballo de madera con astillas ideo.
de más de cincuenta años la Sociedad Fabialógicas cogidas, y protegido por esta estratagena fue fundada en 1884. el fabianismo o imma equina, allà va tras los troyanos de la Acapregnacionismo se presenta en España como demia, que le abren sus puertas y le reciben, una novedad.
incautos, sin recelo. Dónde está el marxismo?
Sin embrago, la táctica infiltrante o im se pregunta el lector no avisado. Ah! El mar: pregnante supone un previo contacto con el xismo está oculto dentro del caballo falaz. Es cuerpo social que ha de ganarse para la bue paramos a mue salga del ventrudo maderamen na cansa. Antes hay que introducirse en la y la sarracina académica será espantosa.
fortaleza del enemigo sin inspirarle descon También nos recuerda esta táctica aquella fianza. En este sentido, el discurso de Besteiro fábula que cuenta Herodoto y que Georg Kaies una obra maestra. El lector impaciente o ser ha dramatizado bollamente en nuestros ingenuo desea que el disertante pierda días con el título de Lederkoepfe (cabezas de tiempo y prosa en entrar en materia y que se cuero. El basileo que en griego es el reyapresure a explicar a los académicos y al pú tiene sitiada una plaza enemiga, que resiste blico en general lo que es el marxismo. Vano honninamento, y cuando ya está a punto de afán. Del marxismo apenas se dice nada hasta abanäonar el cerco, hace una tentadora promuy corridas las cien páginas, de espacioso posición a sus oficiales: el que invente un arformato, del folleto. En cambio, se habla de did para tomar la plaza, será nombrado maristodo lo humano y lo divino, de El caso de cal de campo y además se casará con la herRoosevelt. de El colaboracionismo con la mosa hija del basileo. un oficial se lo ocurre burguesía. de La democratización de la epo uma argucia monstruosa: Se mutila el rostro, peya. de El revisionismo y su superación se arranca orejas, nariz y labios, y de esta (de la critica antes de la doctrina. de Las guisa, convertida la faz en una masa informa principales objeciones al ideario de Marx y sanguinolenta, comparece ante las puertas (seguimos con el carro delante del caballo. de de la ciudadela sitiada, diciendo que sus com La reacción contra la Aufklaerung (que patriotas le han desfigurado de aquella forsiempre se tradujo la Ilustración, aunque Bes ma inhumana por querer pasarse al enemigo.
teiro la crea ahora intraducible. del beha. Como la prueba de lo que declara no puede ser virurism. y no behavionrisme, porque es pala más convincente, se le recibe como a un amibra inglesa y no francesa. de la Wertphilo go, y, una vez dentro, a favor de la noche, abre sophie y mil cosas más que se suponen im las puertas a los sitiadores. No se habrá mupregnadas de doctrina marxista; pero si el lec tilado Besteiro también su fisonomia marxista tor no sabe previamente lo que es el marxismo, para hacerse admisible en la ciudadela enemisaldrá de la copiosa y abigarrada lectura po ga? Por lo menos, habla en el discurso de su co más o menos como el negro del sermón. alma convaleciente de pasados quebrantos Besteiro le ocurre lo que a todos los que El héroe brutal de la fábula antigua tremen.
tienen escaso hábito de escribir: cnando se po. da diatriba contra la guerra en el drama de ne a hacerlo, trae materia excesiva o incon. Kaiser tiene que cubrir su destrozado rostro gruente con el tema, con daño de las proporcio con una capucha d: cuero para no horrorizar nes arquitectónicas y hasta del buen sentido. a sus compañeros de armas y, sobre todo, a la Temperamento más cogitabundo que expresi. hija del basileo. No necesitan también alguLa panacea Empecemos por Roosevelt.
de Roosevelt ¿Quién ha dicho y escrito y ya hay voluminosa hibliografía que la politica de Roosevelt no tie.
ne otro objeto que salvar de la quiebra al capitalismo norteamericano, pagando en unos casos sus pérdidas a costa del erario nacional, aumentando en otros fabulosamente sus ganancias y sosteniendo al proletariado como la cuerda sostiene al ahorcado? Besteiro lo sabe mejor: El presidente Roosevelt afirma amparándose en los principios del liberalismo tradicional americano, de un liberalismo cons.
tructor de una gran nacionalidad, quiere proseguir su espíritu de lucha contra la injusticia y la tiranía, y declara la guerra a la oligarquia financiera de su país. Muchos sentirán estupor al saber que esas palabras las ha es.
crito un marxista. Roosevelt enemigo de la obligarquia financiera norteamericana. Pero no fué él quien, como introducción a su politica, abolió las leyes que existían contra los trasts. Era eso acaso volver a los principios del liberalismo tradicional. del liberalis.
mo constructor de una gran nacionalidad?
Por lo visto, eran esas leyes contra los trusts la causa de una sobreproducción inmensa y de un paro obrero descomunal; pero se abolieron talns leyes, se restauró el liberalismo tradicional y los Estados Unidos han vuelto a ser el paraiso de los tiempos de la prosperity.
Para Besteiro, el experimento de Roosevelt va camino de superar, en eficacia transformadora, a algunos de los experimentos que hasta la fecha se han intentado en Europa por Go.
biernos socialistas puros, mayoritarios o minoritarios, q, por Gobiernos mixtos con colaboración de partidos socialistas. Yo no conoz o más Gobierno socialista puro y mayoritario que el de la Unión Soviética; luego el experimento ruso es inferior, en eficacia transformadora. al New Deal de Roosevelt, a juicio del nuevo académico. Es decir, que uma politica determinada, en un país capitalista y sin modificar lo más minimo las bases de la propiedad privada, tiene más potencia revoluciomaria que la de un Gobierno francamente socialista. Estos son milagros históricos que sólo podrán entenderse y explicarse desde el punto de vista de un marxismo académico.
En los propios listados Unitlos no les entienden ni se los explican, no ya los marxistas auténticos ni los académicos, sino los que ni siquiera son socialistas, como el prestigioso semanario The New Republic. En su número del 20 de marzo de 1935, publica un artículo titulado Qué hacer con la La como se sabe, es el plan de reconstrucción nacional de Roosevelt) He aquí lo que la re.
vista neoyorquina piensa del insuperado e insuperable experimento de Roosevelt: Después de cerca de dos años de ensayo, la en conjunto, ha fracasado en su propósito principal. Todavia hay unos 22 millones de personas que reciben socorro, según cifras oficiales, y algo más de 10 millones sin trabajo. Aunque los salarios nor hora han aumentado, por los contratos de trabajo, al nivel de 1929 o por encima, las ganancias reales del obrero han subido mucho menos a causa de la reducción de horas por día y de las jornadas semanales.
Entre tanto, se ha elevado el costo de la vida. Qué hacer, pues, con la A? Segin The New Republic. hay que sustituirla por un nuevo cuerpo de legislación en que se elimine completamente la idea de sociedad (partner.
ship, comunidad de intereses) entre la industria y el Gobierno o los trabajadores. Pero tampoco esta solución le parece muy viable, por lo siguiente: No tenemos mucha esperanza en esta clase de tentativas, porque, en tanto sobreviva el capitalismo, los dueños del ca.
pital tendrán probablemente más éxito en utilizar el Gobierno que los tabajadores. Lo probable es que todo el esfuerzo fracase, a memos que se socialice la industria.
Curiosa paradoja: mientras los liberales nore teamericanos van descuhriendo poco a poco que no hay más solución que en el socialismo, nuestros marxistas se rooseveltizan. Pero qué es, en su entraña, la política de Roosevelt?
Nada más que esto: una forma especial del faso