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24 IZQUIERDA IZQUIERDA 25 La Realidad del Chaco ra Publicamos esta primera nota sobre la guerra del Chaco que tiene el mérito de haber sido escrita por un hombre joven de origen burgués y de nacionalidad boliviana. Su relación y la de su apellido con los círculos gobernantes de Bolivia hacen que oculte su identidad bajo el seudónimo Tupac Amarú. Es interesante constatar, que la visión de la realidad del Chaco, se abre paso aún entre las capas de población que se han mostrado en general dispuestas a aceptar la fuerza como una necesidad histórica, y la defensa de la patria como una sagrada obligación se con las condiciones regulares del desempeño de un régimen de economia y política burguesa. esta altura de la vida del movimiento obre.
ro internacional, una rica y útil experiencia nos permite tratar estos problemas sin sujetarnos, exclusivamente, dentro del recinto de la teoría.
Europa nos ha ofrecido, durante y después de la guerra, el ejemplo vívido y claro de hasta qué punto más perjudica que beneficia. para los fines inmediatos y mediatos de la politica obre.
la participación de hombres socialistas en gobiernos capitalistas.
Cuando un socialista se formula el interroga.
torio simple que supone plantear el problema de la participación en el gobierno, tiene en cuenta que el socialismo es una organización política de olase, con fines concretos de destrucción del sis.
tema económico y político burgués, para reem.
plazarlo por una economia colectiva y una for.
ma de régimen politico que sirva a osa econo.
mía. Así planteado el problema, sabemos que el desprendimiento de dos tres afiliados socialis.
tas para ocupar cargos en un gobierno de tipo capitalista, redundaria en perjuicio fe las posi.
bilidades de expansión, afianzamiento y logro de las finalidades renovadoras de nuestra polí.
tica obrera y socialista. Porque metidos en el engranaje de la máquina administrativa burgue.
sa, los afiliados socialistas se ven obligados así sucedió en los países europeos de experien.
cia realizada. a desenvolver su acción dentro de una tupida y compleja red de principios teó.
ricos y medios prácticos montados por la clase burguesa para asegurar su interes particular de clase dominante.
Cierto es que los socialistas, individualmente, han sabido destacarse par su honestidad admi.
nistrativa y su inteligente actividad, Prieto, de los Ríos y Largo Caballero, en España, son ejemplos recientisimos y casos concretos. Pero lo evi. A L dente es que, aparte de no poder realizar tarea de fondo alguna en bien y provecho de la clase trabajadora única, que como clase represen.
tamos y nos interesa fundamentalmente el desgaste obligado e inevitable a que conduce el ejercicio del gobierno, produce una desilusión peligrosa y crea un estado de conciencia, en la clase obrera, propensa al excepticismo.
Muy otra cosa es cuando en lugar de la participación de uno varios afiliados, es la misma organización la que ejerce el gobierno, por man.
dato de los electores o por imposición de los acontecimientos dirigidos por la clase obrera.
Aquí cabe preguntar. está el Partido Socia.
lista en condiciones de gobernar? Nosotros afir.
mamos que no, partiendo del principio de que vamos al gobierno para hacer gobierno socialis.
ta: usar del poder político para iniciar la transformación de fondo que anhelamos. Si se aspira al gobierno para administrar honradamente y ejercer funciones de suplencia, estamos, si, en condiciones de gobernar.
Basamos nuestra afirmación en el hecho pri.
mario de que el Partido Socialista, en el día de hoy, carece del apoyo efectivo de la clase obrera gremialmente organizada. Con el sólo apoyo de los votos recontados y sumados en las urnas, poco o nada podrá hacer, como tarea sustancial, el socialismo desde el gobierno.
Si no contamos con el concurso activo de la fuerza, vanas serán nuestras ilusiones e ingenuas nuestras esperanzas de que podamos rea.
lizar tarea alguna así sea cualquiera la fun.
ción política que se desempeñe en sentido ne.
tamente socialista.
Todos sabemos que gobernar en socialista es restar al capitalismo sus privilegios, así como sabemos que el ejercicio del gobierno en la organización económica actual son funciones apoyadas por la fuerza.
Bs. As. Abril 18 de 1935. А Hombres harapientos, vencidos, faltos de fe, exaltando a diario su brutalidad sanguinaria, cumplen trágicamente una sola misión: la de matarse. Por qué lo hacen. Qué es lo que defi enden? Nada. Palabras huecas: Honor, Patria, Dignidad Nacional. por estas palabras, una caravana interminable de hombres jóvenes ha ofrecido su tributo a la muerte. Por qué luchan? Por el territorio más inhospitalario de la tierra.
Su suelo de arena blancuzca, en verano es charco interminable y en invierno crisol de polvo candente.
Una maraña de bosque impide la fácil penetración y es traicionero peligro para el que no sabe orientarse. Cuarenta grados de temperatura hacen más insoportable la sed, que en época de sequía, sólo es colmada en algunas charcas inmundas e infectas. Viboras venenosas, animales salvajes, insectos ponzoñosos, completan las delicias del infierno verde.
Allí, en simulacro de fortines, apiñados como bestias, enloqueci.
dos por el hambre y la sed, la juventud tanto paraguaya como boliviana se han sacrificado en aras de intereses que no son suyos y sin otro objetivo que el hambre insaciable de los Casado, la Standar Oil y la Royal Duch.
Ante este cuadro horripilante, los que poseemos hermanos, parientes o amigos, no podemos menos que elevar las manos crispadas, en busca de aquellos que tienen la culpa.
No es posible callar, bajar la voz, temer persecuciones, si nuesDibujo de Ligner INCOMPATIBILIDADES En el congreso socialista nacional de 1927 y en el voto general de 1929, una mayoría elocuente y decisiva estableció el régimen de la limitación a un tercio de legisladores nacionales en el Comité Ejecutivo y de legisladores provinciales en las Juntas de las federaciones respectivas.
En el cosgreso de la federación socialista de la Capital realizado en 1932, los dos tercios de votos de los delegados de las agrupaciones metropolitanas resolvieron someter al voto general la limitación a un tercio de legisladores nacionales en la junta de la federación local. El voto general que se verificó después de una amplia discusión en la prensa interna y en los Centros socialistas, sanciono por más de los dos tercios de votos la incompatibilidad.
No obstante estos elocuentes y claros pronunciamientos, la mayoría aspira ahora a que el Comité y las Juntas respectivas sean integrados por legisladores, sin limitación alguna.