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16 17 IZQUIERDA IZQUIERDA JUSTICIA DE CLASE nado al efecto, que la letra de la envoltura de la encomienda es distinta a la de los acusados, que los móviles, en fin, que se atribuyen a los presuntos delincuentes son absolutamente pueri.
les.
nos. Sólo queda la remota esperanza de que la Legislatura de Buenos Aires, donde se sienta el mismo Blanch que en un tiempo hizo declara.
ciones terminantes que luego no repitió, sobre la inocencia de los inculpados, ejercite la facul.
tad constitucional del indulto. La constitución de ese cuerpo, hace más que remota sin embar.
go esa esperanza.
No puede llevar pues, nuestra palabra solida.
ria, a la cárcel de Mercedes mas que una espe.
ranza.
en la obligación dificil para ella de cumplir, de descubrir y entregar a la justicia a los autores del torpe atentado. Después de haber querido, sin lograrlo, echar el peso del crimen, sobre miembros del Partido Radical, entonces recien.
temente depuesto, recuerda la policía lugaroña que días antes, el 16 de Julio, se había efectuado en Bragado una reunión de anarquistas, para cambiar ideas sobre un programa de propagan.
da a realizar Encuéntrase entonces la forma de satisfacer a la opinión que pedía el castigo de los culpables, de deshacerse de algunos organizadores y agita.
dores obreros, molestos para la burguesía de la zona y preparar el terrena para nuevas y ejem.
plares persecuciones contra los militantes obre.
ros de las diversas tendencias revolucionarias, Apresados prestamente todos los concurrentes a la reunión oitada y sametidos muchos de ellos a horribles torturas que llegaron a provocar la tentativa de suicidio de uno de los inculpados, torturas que fueron comprobadas por un médico policial que no ha enagenado del todo su con.
ciencia humana, el Dr MACAYA, Se logra ha.
cer que dos de ellos, de Diago y Mainini, vanci.
dos por el dolor físico y moral a que fueron so.
metidos, se reconozcan autores, conjuntamente con Vuotto, del crimen imputado. Es sobre esta prueba manchada en sangre, que el fiscal Silva Riestra no acepta como buena, por lo que es re.
emplazado, que el juez Díaz Cisneros, dicta su sentencia absurda, no obstante demostrarse por la defensa, que las declaraciones de los inculpa.
dos se contradicen, que la forma en que fué pre.
parada la bomba según ellos, es absolutamente distinta a la indicada por el perito oficial desig¿Quién puede honestamente afirmar, como lo hace el fiscal en su acusación, que agitadores peligrosos vayan a atentat contra un modesto caudillejo provinciano, para aterrorizar la so.
ciedad argentina, subvertir el orden promover el derrocamiento de las autoridades constitui.
das. Cómo sostener seriamente que para ate.
rrorizar y escarmentar a la camarilla dei Gral.
Uriburu, se atente contra los familiares del des.
conocido señor Blanch. Cómo creer que para colaborar con el levantamiento radical del 21 de Julio, en la Provincia de Corrientes, se cometa ei de Agosto, cuando ese levantamiento ha sido ya sofocado, un crimen en un pueblo de la Pro.
vincia de Buenos Aires? Los empleados de la es.
tación ferroviaria de Olascoaga, donde fué depo.
sitada la encomianda y que según el sumario policial habian reconocido a los presuntos delin cuentes como los que habían hecho el envío, so rectifican ante el juez, negando haber efectuado nunca ese reconocimiento y echando así por tie.
rra la más seria de todas las pruebas. a pesar de todo, a pesar de tal desmentido, de aquellas contradicciones y de estas reflexiones que hubieran hecho vacilar la conciencia más prevenida, el lúgubre juez de Mercedes, obedeciendo brdenes sin duda, o sirviendo espontáneamente los bajos intereses de su clase, firma la sentencia inicua y la completa condenando a tres años de prisión, por falso testimonio, a quienes se nega.
ron a prestarse a la farsa judicial.
Sabe el juez que dictó la condena, saben los miembros de la cámara que han de ver en se sunda instancia el proceso y que ya han traba.
do la labor de la defensa, saben los funcionarios policiales de la provincia, el señor Blanch y sus partidarios, la prensa burguesa y la opinión dei país entero, que en Bragado se ha cometido una enorme y monstruosa injusticia. sin embar.
go, ni para salvar las apariencias, ni para des.
mentir siquiera formalmente la afirmación de que estamos frente a un caso típico de represion clasista, se ha levantado una sola voz para se.
nalar la injusticia o para pedir clamencia. Cómo no ver, pues, en el silencio cómplice con que se apaña, el crimen la firme y definitiva resolución de los privilegiados argentinos de defender has ta el final sus posiciones echando mano a todos los recursos de la violencia legal o ilegal. Cómo no comprender de una buena vez y aventando definitivamente tantas ilusiones suicidas, que el estado que pone todos los recursos de su máqui.
na judicial para abatir la vida de tres hombres inocentes que no tienen más culpa que la de soñar un mundo mejor, es un estado al servicio de una clase, instrumento de opresión para la clase antagonica, para el proletariado. cómo no condicionar, frente hechos como éste, nues.
tra conducta futura a esa verdad meridiana que nos prohibe esperar ya nada dentro de las formas políticas, del régimen burgues, por más II.
berales que sean?
La forma en que se ha desenvuelto el juicio, la forma en que se ha iniciado el recurso ante la Cámara de Apelaciones, no nos permiten ha.
cernos mayores ilusiones sobre la suerte futura de los compañeros que hoy purgan delitos aje. N І U G.
La de que el noble sacrificio de quienes van a pagar con su vida el haber señalado con pa.
la bra candente las injusticias del régimen capi talista, no sea Inútil, la de que su martirio sea como un llamado de atención que sacuda la conciencia semiadormecida de la clase trabajadora.
argentina y al demostrarle como actúa la bur guesía de este país y cómo tiene el propósito de seguir actuando, la lance a la lucha por la con.
quista de sus legítimos derechos, por la defensa de su existencia. Si esa esperanza se cumple, si la campaña que, venciendo todos los escepticis.
mos y todas las apatías, ha de realizarse como desesperado esfuerzo para salvar a Vuotto, Mai.
nini y de Diago, logra conmover el alma de las masas y provocar en ellas un enérgico moyi.
miento de lucha por la emancipación proletaria, estemos seguros que ello ha de hacer menos amargo el duro destino que desgraciadamente pa.
rece esperar a estos compañeros y a través del cual y como parcial compensación, va a acom.
pañarlos siempre el calor solidario, la fervienta simpatia del proletariado cada vez más cons.
ciente de este país.
BRO R 0 E U EN EL CRIMEN DE LOS HOMBRES LIBRES No nos llama la atención este proceso, no es titucional ley de residencia. Nos habíamos ha.
la primera vez que se traguan causas contra di. bituado eri una palabra a todos los recursos de rigentes gremiales o agitadores obreros. Lo sa.
que echa mano la burguesía en crisis. Pero no bemos bien, como sabemos que al abrazar una habíamos visto hasta ahora, en nuestro propio ideologia obrera revolucionarla, nos exponemos de antemano a persecuciones país un proceso como éste, en que burlándose que serán tanto todas las leyes de procedimientos, entorpeciendo más enérgicas cuanto más eficaz sea nuestr acción cuanto más débil se sienta la burgue hasta hacerla imposible la labor de la defensa sia. Pero sabemos también que por el lugar, los llevando el refinamiento en las torturas hasta el personajes y la forma en que se ha desarrollado extremo de mantener secuestrada a la hijita de este hecho, él cobra un mucho mayor valor sin de Dlago, de seis meses de edad, durante 24 ho.
tomáticu. burguesia de nuestro país casi ras, para obligar a la inadre a declarar contra nunca había llegado tan lejos. Estábamos acos.
su marido, bajo pena de dejar perecer de ham.
tumbrados a ver aplicar con excesivo rigor las bre a la criatura, se atribuya un grave crimen leyes penales tan pronto como cualquier peque a tres hombres honestos, que son absolutamente ña infracelón de las mismas daba pretexto para ajenos al mismo, que ni siquiera registran entracastigar y encerrar a los mejores hombres del das policiales por faltas o delitos comunes y se movimiento obrero. Nos habíamos acostumbra. les condene, no por el capricho de un funclona.
do ya los frecuentes procesos y condenas por rio policial violento o sádico, sino por los órga.
asociación ilícita, por tentativa o incitación a la nos mismos de la justicia estata) burguesa, no rebelión y hasta por portación de armag. Nog simplemente a una privación temporaria de la íbamos casi habituando ya a escuchar las quejas libertad, no simplemente a torturas tremendas de los presos soclales martirizados en las cárce.
pero paga leras, sino a la privación total y defl.
les de la misma Capital Federal. Nos habíamos nitlva de la libertad, a la radiaclón definitiva de habituado a la aplicación delirante de la Incons. todo trabajo, de toda labor, de todo afecto. Socialismo por correspondencia Cree usted que se puede edificar el socialismo con hombres cuyo único contacto con el partido consiste en hacer pagar su cotización de cuando en cuando y devolver un sobre con el voto general sobre un problema que desconocen y del que a menudo no han oido un solo comentario? El proyecto de estatuto de la mayoría contribuye al desarrollo de estos Socialistas por correspondencia puestoque propone que sean los que resuelvan dar validez a las mociones que se discuten on las asambleas.