BourgeoisieSacco y VanzettiSocialismWorking Class

15 IZQUIERDA 14 IZQUIERDA JUSTICIA BURGUESA tador Rozas y en especial el del 17 de Agosto de 1852 que declaraba nulo la confiscación de las tierras de Rozas y sus amigos; que luego fué generalizada por el del de Febrero de 1867 de Avellaneda, que declaró válidos todos los decretos y enagenaciones de tierra pública.
Detrás pues de todos esos decretos, generales y batallas, el socialismo debe ver la afirmación definitiva de la incipiente burguesía y clase te rrateniente argentina.
El Proceso de de Bragado PALABRAS DE ALBERDI Con respecto a otros proceres, bueno será leer de nuevo lo que decía Alberdi en su Crimen de la Guerra refiriéndose a ellos personalmen.
te: Uno de ellos ha hecho tres batallas deci.
sivas: Caseros, Cepeda y Pavón. Las tres han sido dadas por la libertad, naturalmente. Sin perjuicio de esta mira, que no es un hecho to.
davía, las tres batallas han producido al autor de estos servicios: La primera le ha dado la Presidencia de la República, la segunda una fortuna colosal y la tercera la soguridad de esa fortuna. No pretendo que ésta haya sido su mi.
ra; digo que éste ha sido el resultado. Si esto no fuese verdad, la República no hubiese premiado con la Presidencia, el servicio del que la ha libertado el 1861 de su libertador de 1852 Este otro, que es el vencedor de Pavón, ha servido a la libertad de su país (que todavía se hace esperar) por diez campañas y diez bata.
llas, dentro y fuera de su suelo, contra propios y extranjeros. La República ha perdido, en la última de esas campañas, que lleva ya cinco años, veinte mil hombres, sesenta millones de pesos fuertes, su reputación de salubridad (confirmado por su nombre de Buenos Aires) por la adquisición del cólera asiático, sus archivos in.
cendiados dos veces por casualidad. toda la ri.
queza de algunas provincias; pero su autor con.
serva su vida, ha recibido un premio popular de cien mil francos y una condecoración ducal.
HEROES, REPRESENTANTES DE SU CLASE Así, desprovista de hojarasca, de gloria mi.
litar y exaltación de cualidades que no existieron, debe hablarse de nuestra historia, sin por esto desconocer la obra de algunos hombres, pero viendo siempre en el fondo de toda acción gloriosa o no gloriosa el signo exponente de la clase que dominaban el poder económico que lo entregaron financieramente al capital extranje.
ro, sirviendo en aquella época al proceso histó.
rico de la introducción de capitales.
Estos hombres, hijos de su época, que cum.
plieron su misión en la lucha de clases, asegu.
rando su dominio económico y buscando la es.
tabilidad jurídica de sus propiedades, no pueden ni deben ser exaltados, ni tampoco combatidos individualmente si no expuestos como factores ejecutantes de su clase.
Para ello, hay que estudiar, profundizar nues.
tra historia y no repetir las lecciones de primer grado de las escuelas primarias, Hars, ya varios años, la justicia de clase de los Estados Unidos de América, fraguó un proce50 inicuo contra dos obreros, hasta entonces desconocidos, pero que, por sus ideas y por su nación perturbaban el festín de los poderosos. Durante todo el desenvolvimiento del largo cedimiento, la protesta de las masas prole tarias fué creciendo y cuando las sirenas de los grandes diarios anunciaron en una noche de Agosto de 1927 la consumación del crimen monstruoso que cortó las vidas nobles de Sacco y Vanzetti, el dolor popu.
lar saturó de tragedia el ambiente de la ciudad de Buenos Aires con el cuadro vi.
vificante de una verdadera rebelión prole taria.
Hoy, no ya en los Estados Unidos de América o en cualquier apartado rincón del mundo, sino a pocos kilómetros de es.
ta ciudad capital de la llberal y democrá.
tica República Argentina. tres hombres.
también obreros, también anarquistas, Pascual Vuotto, Reclus de Diago y San.
tiago Mainini, han sido condenados tam bién a perder la vida, que no otra cosa significa una condena a reclusion perpetua, sin que hasta la careel de Mercedes, donde esperan la confirmación de su des.
tino, haya llegado, con la energía y el calor necesarios, la yoz solidaria del proletariado argentino. Si le falta al proceso de Bragado la nota sentimental, que tan to hiere la psicología a veces un poco simple de las masas, de una condena a mujer.
te, no es menos cierto, que la pena san.
cionada es la más gruve que Imponen nuestros códigos, que aqui como alli la sentencia se apoya en confesiones arran.
cadas por la tortura, que aquí como tlí 103 mismos móviles han impulsado a los sueces de la burguesía, que aquí como allí estos Xilografa de buf!
procesos son síntomas reveladores de un mismo estado de cosas. No se explica la pačía, no se explica el silencio apenas interrumpido por las resoluciones obligadas de sindicatos y partidos obreros, no se explica la inacción proletaria frente a un hecho cue al herir a tres obreros hiere a la clasa entera.
TT UN PROCESO INICUO El problema de la reforma de los estatutos del partido será tratado por Izquierda en un suplemento que se repartirá en estos días a todos los centros. En ese folleto se expondrán diversas opiniones de los colaboradores y amigos de Izquierda.
Reclamelo en su centro o agrupación o al que lo provee de este número.
Conozcamos suscitamente los hechos, por otra parte ya divulgados por periódicos en volan.
tes y folletos. El de Agosto de 1931 una enco.
mienda conteniendo aparentemente manzanas llega a la casa del senador provincial José il.
Blanch, obscuro caudillejo conservador de la pro.
vincia de Buenos Aires. Al ser abierta explota una poderosa bomba que contenía en su inte rior, fallecienda la cuñada y una hijita del Senador Blanch. Este crimen estúpido, sólo explicable por algún móvil bajo de venganza perso.
nal, ya que la insignificancia política o social de la persona a quien quiso hacerse victima descartaba todo otro propósito, despertó la indigna.
ción general y puso a la policía, siempre inepta para otras tareas que las de perseguir obreros.