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7 IZQUIERDA IZQUIERDA Carlos Sánchez Sánchez Viamonte EL MOMENTO POLITICO al rectivas impresas el partido son las más exac.
tas.
El Triunfo en Cuando esto ocurre, las derrotas se justifican con las consabidas conjunciones de fuerzas elec. la Federal tajes desde adentro.
Nuestro partido ha triunfado amplianten En realidad, no era otro el resultado que se podia esperar en Entre Ríos. Hacer una cam.
te contra la reacción en la Capital Federal.
paña electoral sobre la base fundamental de la El candidato de la Concordancia burguesa defensa de la democracia, cuando al electorado fué derrotado a pesar del despliegue de fuerse le presenta el partido radical como única sa y propaganda realisada. La cantidad de fuerza capaz de vencer conservadorismo, y motos que polarizó el candidato socialista fue por lo tanto a la reacción en nombre de la de mocracia, debia de ser lógicamente fatal.
mayor que el esperado. Es que nuestro partido no tiene otro fin que Ciento ochenta mil votos que afirman elccel de aparecer ante las masas como defensor de Toralmente los ideales de la democracia. No la democracia como único in. los eternos negamos el valor que representa esta cantiproblemas de las masas obreras que no tendrán dad ¿Pero quiere decir que todos son volor solución dentro del régimen capitalista. el hambre y la miseria del campo argentino. Es socialistas. Quiere decir este triunfo que la que no ha llegado el momento de que algunos reacción fascista ha muerto? No olvidemos piensen si los principios contenidos en las pla. que veinticuatro horas anteriores a la ascentaformas socialistas sobre el problema agrario, sión del poder de los nacistas en Alemania, no cuajan porque no contemplan las aspiracio.
la social democracia había conquistado millenes de las masas campesinas? todos estos aspectos generales, en La Pamnes de volurlades electorales. Sobre la urna pa se ha agregado el hecho de que hayan que triunfal de los escrutinios, la crus gamada dado fuera del partido elementos de gran valor impuso su voluntad y su poder por la ariaideológico y personal, que habían conducido al lencia y el crimen.
movimiento socialista a un grado de desarrollo Este triunfo reconforta, pero no podemos hasta ahora inigualado. Basta observar los re.
sultados, para comprobar que es en las locali vi debemos dormirnos sobre la cantidad de dades donde más actuaban dichos camaradas, los votos, por que sabemos que la expresión.
donde los resultados han sido más desfavorit electoral no es nada, si detrás no existe la bles, y no porque de parte de los mencionados fuersa socialista capaz de defender en cualex afiliados se haya hecho nada para provocar quier circunstancia y en cualquier terreno la derrota.
Nos halaga el hecho de que en localidades los grandes ideales que representa para nosdonde existen para las ideas que difunde nues. otros la clase trabajadora, y que se halta tra revista un excelente ambiente, se hayan ob. acechada por las reacciones sangrientas de tenido resultados que contrastan con los del res la burguesía to de la gobernación. Isquierda ve Agitar los problemas que contemplen las necon alegría los ciento cesidades de las masas obreras, con directivas ochenta mil votos que acompañan al partido, socialistas, saliendo del marasmo actual, es la pero hará lo posible para que esos votos necesidad del momento.
sean socialistas.
Desde el 20 de Febrero de 1932, es decir, desde que ocupó la presidencia de la República el General Justo, hasta ahora, el país entero ha vivido esparando acontecimientos decisivos.
El viejo pleito entre el régimen y la causa vuelve a presentar sus antiguos aspectos. El régimen otra ves en el gobierno; la causa en la oposición, en el ostracismo.
Sin embargo, las líneas no aparecen claramente tendidas ni se definen del todo las posiciones. Entre los hombres del régimen hay quienes afirman perte? lecer a la causa. Son radicales por su origen y no dejan de serlo cada vez que les conviene, sin perjuicio de usufructuar las posiciones que, como régimen disfrutan.
La causa no hace oposición, No la hiso nunca. Su vieja arma de combate, acaso la única que posee, es la abstención, ribeteada de conspiración inofensiva. Vuelve a emplearla ahora, con la misma eficacia de antes.
Los términos de esta lucha se definen en las respectivas actitudes, por eso)
revisten ciertas formas transaccionales. El régimen sabe que vá a ceder, como la otra vez a esta fuerza multitudinaria y ambigua que la Unión Civica Radical y representa como expresión de una clase media muy numerosa y de una buena parte del proletariado, aspirante a clase media.
Uriburu y sus huestes constituyen la parte del régimen que resiste o quiere resistir esta ves a la fatalidad, y que no cree en ella por haberla vencido con su audacia el de Setiembre.
Los fascistas de ahora son una parte del régimen, cebada y engolosinada por aquel triunfo efímero. Un grupo de políticos apolíticos. claramente advertidos de que las fuerzas vivas de la Nación la alta burguesía terrateniente e industrial ejerce todavía una influencia política decisiva, pero en trance de agonia. su turno la se halla constituida por un grupo de políticos desa lojados del gobierno que, tras la dura lección, han llegado a comprender la necesidad de cultivar otra enorme fuersa política, aún no decisiva por falta de organización y dirección, pero madura ya para imponerse como avasalladora voluntad mayoritaria. Esta fuerza la forma la pequeña burguesía en su mayor parte. Nietos e hijos de extranjeros comerciantes, industriales y profesionales, conocedores de las ventajas pecuniarias del oficialismo, aliados de una escasa porción de la alta burguesía rival del régimen.
El movimiento del de Setiembre fué un estallido colectivo provocado por los resíduos más típicos del régimen, encontró su cabal expresión en el grupo uriburista y su más poderoso apoyo en el imperialismo extranjero y en la natural complacencia del ejército conmovido en su fibra conservadora de casta Enseguida se le acopló la Iglesia, lista siempre para el coronamiento de toda triunfador y predispuesta en este caso por una probada experencia de su falta de arraigo y simpatías en la masa.
La causa se sintió humillada y ultrajada, pero no vencida del todo. Ella podia reaccionar neutralisando con mansedumbre heróica y sentimental la acción opresiva de aquellas fuerzas organisadas: ejército, iglesia, imperialismo financiero e industrial. Abrigaba, además, una legitima esperanza. El gobierno no le era adverso. Acaso serconvertiría en su aliado en el momento oportuno.
Los herederos de Uriburu en el estaban con el régimen, pero no querían ser el régimen propiamente dicho, aleccionados por la experiencia anterior de su efímera estabilidad. Hacían y hacen aún su doble juego que no deja nunca e