BourgeoisieCominternCommunismCommunist PartyDemocracyFascismRussian RevolutionSocial DemocracySocialismSocialist PartyURSSWorkers MovementWorking Class

IZQUIERDA 39 38 IZQUIERDA OTTO BAUER Bloque de Derecha y Bloque de Izquierda en la Internacional En febrero y marzo de 1983, bajo la Impre. marcaba una diferenciación profunda, oual no sión del triunfo de la contrarrevolución en Ale se había conocido desde el Congreso de Hammanla, el Bureau y la Ejecutiva de la burgo de 1923, que sella su nacimiento. La (Internacional Obrera Socialista) se declararon cuestión de la unidad de acción con los comu.
dispuestos a negoclar con la Internacional Co. nistas ha dividido a la en dos bloques munista las bases de una acción común contra de partidos. Uno de ellos 10 forman el partido el fascismo. La Internacional Comunista con laborista británico y los partidos socialistas de testo con desdén. En los grandes partidos pro. Suecia, Dinamarca, Holanda Checoeslovaletarios de Europa seguia viendo los conocidos quia. Corresponden a los países de régimen de. traidores sociales. socialfascistas y bamocrático. Son partidos que, o bien están en el luartes de la burguesía. con quienes toda co Gobierno, como en Suecia y Dinamarca, o bien laboración resultaba imposible e indeseable.
se sienten, a través de una serie de elecciones Desde entonces, la Internacional Comunista parciales consecutivamente ganadas, en vísperas ha cambiado de actitud. Bajo la presión del im de alcanzar el Poder, como es el caso de los la.
ponente movimiento de contraataque con que boristas.
las masas obreras de Francia supieron respon.
der a la tentativa de golpe fascista de de feNadie puede desconocer que los acontecimien.
brero, con sus motines en las calles, que se lle.
tos de los dos últimos años, el triunto del tasvaron por delante al último Gobierno de izquiercismo en Alemania, en Austria, en Letonia, ha da francés, el Partido Comunista, que apenas Ido orientando a ese grupo de partidos cada vez hacía unas semanas acababa de excluir a Do.
más a la derecha. Su interpretación especial de riot de sus filas, por haber iniciado una política los reveses sufridos por la clase obrera les ha resuelta.
semejante en Saint Denis, se decidió llevado a la conclusión de que es inútil que el mente en pro de una acción común con el Par.
proletarlado quiera luchar por las armas contra medios tido Socialista francés, un poder dotado de los proclamando guerreros de como su combate que tiene hoy en sus manos un Estado principal objetivo la defensa de las libertades democráticas. moderno. Si el triunto en las barricadas es im.
posible, habrá que buscarlo por otros procedlEra la nueva consigna, táctica de la Interna. mlentos. En todos los países democráticos, la cional Comunista. No sólo en Francia los co burguesía oscila entre la democracia y el fascis.
munistas proponían a los socialistas alianzas de mo. En todos los países democráticos, el tasese tipo. Cuando en octubre último la Interna cismo fomenta y utiliza el pánico que en los cional Comunista convocó a una reunión con.
núcleos agrarios y de la pequeña burguesía pro.
Junte en Bruselas, para venir on ayuda de voca, bien manejado, el espectro de la alctadura aquellas masas proletarias del continente empe. obrera, para presentar como unica sallda lag fadas en una lucha similar a la de Austria, sus soluciones gubernamentales de fuerza. Partiendelegados, Cachin y Thorez, limitan sus conver. do de tal argumentación, es natural que los par.
saciones con Vandervelde y Adler a ese punto tidos socialistas que forman ese primer bloque concreto. No se habla sino de eso, ni llevan los denuncien como extremadamente peligrosa torepresentantes de la Tercera Internacional manda polſtica de aproximación a los comunistas.
dato que extienda más allá sus poderes. Pero Estiman que cualquier acercamiento pondría en el simple hecho de la reunión de Bruselas aviva peligro su táctica de suavización de los antago.
en grandes sectores del proletariado mundial nismos actuales, y sus esperanzas de ir ellmila esperanza de que dicha Iniciativa conjunta nándolos mediante una prudente conducta de.
de solidaridad sea el punto de partida para una mocrática que fortifique los resortes normales verdadera alianza de ambas Internacionales, del poder liberal, e impida que esos llamados contra el fascismo y contra la guerra sectores intermedios de clase caigan del lado Se explica, pues, que las reuniones recientes del fascismo.
de la Djecutiva de la Internacional Obrera So. El que haya sido justamente esa misma pocialista en París glrasen esencialmente en tor Iſtica la practicada en Alemanla; el que, a pe.
no de dlcho tema. Antes ya de ser convocada sar de practicarla, con singular tenacldad, le la Ejecutiva, le constaba a todo el mundo hasta Social democracia alemana no lograse log re.
qué punto las opiniones de los diversos parti. sultados apetecidos; el que pege a todas las dos que integran la Internacional Socialista prudencias, esos mismos elementos a qulenes ae eran encontradas. Dentro de la ge deseaba no horir de inclinagen en ultimo térmi.
no, de un modo decisivo, al hitlerismo, todo eso.
con ger experiencia histórica reciente, se ha olvidado ya. Hubiesen querido, por lo visto, repe.
tir el ensayo todavía en otras partes, y que el socialismo austriaco hubiese agotado también hasta el fin, cualesquiera que fuesen las dificultades, la cooperación con el Estado. y que en otros sitios se hubiese igualmente sorteado la tormenta del avance reaccionario, sin recurrir a la fuerza, con persuasión, con paciencia, aguardando a que sonase de nuevo la hora democrática.
De otro lado, hay que tener en cuenta que en todos esos sitios, excluyendo Checoeslovaquia, las fuerzas comunistas son más bien insigniti.
cantes. Sus partidos socialistas están convencldos de que una acción común con los comunis.
tas apenas significa un refuerzo de sus posiciones. Por el contrario, tales aproximaciones pue.
den enajenarleg la simpatia o la neutralidad de algunos sectores de la pequeña burguesía y del campesinato. De ahí que declinen rotundamente toda unidad de acción.
Ya antes de la reunión de Paris había decla.
rado abiertamente Albarda, el lfder de la Socialdemocracia holandesa, que su partido saldría de la si ésta se decidía a entrar en ne.
gociaciones con la Internacional Comunista para una alianza de lucha. No cabía duda que contaba con el apoyo del Partido laborista bri.
tánico y de los socialdemócratas de Escandinavia y Checoeslovaquia.
Frente al bloque de derecha se halla la iz.
quierda de la profundamente convencida de que en los momentos actuales no hay nada más urgente ni más indispensable que la unidad del proletariado, y que el primer past hacia esa unidad es la inteligencia con la in.
ternacional Comunista. la cabeza del bloque de izquierda se halla el Partido Socialista francés. La razón es clara: está en los acontecimientos del de febre.
ro de 1934, que dominan aún hoy la polftica de Francia. El hecho de que las algaradas fascistas de Paris consiguiesen dar en tierra con un Gobierno de izquierda que disponia de una in.
equivoca mayoría en la Cámara, abrió los ojos a las gentes sobre los verdaderos vuelos que iba tomando el fascismo en el solar de la Repúbllca. Para realzar todavía más la trascendencia de todo aquello, estaba la coincidencia con los sucesos de Austria. Una poderosa contraco.
rriente de defensa sacudió cuanto hay de más auténtico en el republicanismo francés, reverdeclendo en el pueblo de París su mejor tradición Jacobina. No son sólo 109 partidos socialistas y comunistas los que se aprestan al contraata.
que Instantáneamente cesan las disputag inútiles dentro del movimiento obrero francés. Mlles de obreros a quienes el espectáculo de discordla, de controversia envenenada y estéril de los últimos diez años, habían alejado con repugnan.
cia de las asambleas de uno y otro partido, vuelven a llenar las salas, donde la palabra alterna de propagandlstas socialistas y comunis.
tas deja entrever ya un camino claro de esfuerzo solidario y eficaz. el resultado es tal, que hoy día, dentro del Partido Socialista fran.
cés, donde siempre fué abundante la variedad de matices, no hay nadie que se pronuncle en contra de la unidad de acción.
Si eso ocurre en un país como Francia, en que el fascismo no pasa todavía de ser una amenaza, habrá que preguntarse si la unidad de acción no está más que sobradamente justificada allí donde el fascismo es ya un hecho.
Donde socialistas y comunistas han pasado por la misma experiencia amarga, la polémica entre la táctica del reajuste, de ir tirando, de ir sor.
teando el peligro fascista, y la otra táctica, carece de sentido. Es la llamada burguesía liberal la que se ha encargado de dejar dicha contro.
versia reducida a un debate insubstancial, rebasado por la realidad. En los sitios de que se ha adueñado ya el fascismo, toda dispersión de fuerzas es disparatada y suloida.
Pero no es sólo la situación especial en cada pals la que debe ser tenida en cuenta, sino la.
situación total. Para la marcha ascendente del fascismo no ha sonado todavía la voz de alto.
SI es cierto que la magnífica reacción del pro.
letariado francés ha detenido sus avances en Francia, no creo que el sentido bien agudo de nuestros camaradas franceses les incline a juzgar la batalla como definitivamente ganada. en Francia se decide la suerte de la democracia europea. Es inútil que sobre esto se hagan ilu.
siones nuestros camaradas de otros países de mocráticos más pequeños. Una derrota de las Instituciones democráticas en Francia por ata.
que fascista, supone la desaparición, más o menos rápida, de las otras democraclas continen.
tales. Es así, con ese concepto de totalidad, como hay que enfocar la conveniencia de la uni.
dad de acción.
Al mismo tiempo, cada día crece el peligro de una nueva guerra. En el Sarre, en el Danublo, en varios sitios a la vez, se acumulen y agravan los conflictos que amenazan la pex mundial. El desequilibrio producido en las re.
laciones potenciales de fuerza, por la carrera armamentista de Alemania, da a cada conflicto local los riesgos de convertirse en cualquier momento en pretexto de una nueva conflagración. Un estadista tan sobrio y temperamental.
mente tan adverso al pesimismo sensacionalista como Benés, decfa hace poco en el Parlamento de Praga que en los próximos doce o dieciocho meses se decidiría la suerte de la paz. el proletariado europeo tiene que pensar ya desde ahora en que puede llegar un momento en que en el centro de los nuevos conflictos se encuen.
tre todo el futuro de la gran revolución rusa.
Debe preguntarse si ante tales perspectivas y los deberes que una tal posibilidad le impone, le es lícito tolerar que las fuerzas proletarias sigan cada una marchando dispersas por su lado.
Es cierto que hasta hace poco era la Internacional Comunista la que, con su actitud, hacía imposible todo acercamiento. Pero es ése el caso hoy? La Unión Soviética se encuentra amenazada por dos sitios distintos: en el Este, el imperialismo japonés; en el Oeste, el fascis.
mo alemán y polaco. El pellgro de una guerra doble tenía que llevarla, como la ha llevado, a buscar ayudas eficaces. Su nueva política de acercamiento le ha permitido entenderse con Francia, con la Pequeña Entente y los países del Báltico. Ha entrado en la Sociedad de las