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30 IZQUIERDA IZQUIERDA 31 votad por la Rusia Soviética y contra la guerra del Chaco. Aplastemos al fascismo!
No es un procedimiento muy correcto el de burlarse de los trabajadores que por escribir esas y otras cosas y trabajar también por un ideal, son perseguidos, maltratados y encerrados en Villa Devoto y otras partes.
Aunque la tarea respondiera a un sueldo, hay que convenir que el empleo es un tanto arriesgado y que escribir abajo el fascismo! en una pared, es menos cómodo que suscribir un despacho en una sala de comisiones.
Para usted, esas expresiones son ridículas.
aunque debiera recordar que, en sus comienzos, la propaganda socialista ha tenido las mismas características y que, colocados en la ilegalidad, como los comunistas, quizás nos veamos obligados a recurrir nosotros también a las alcantarillas.
Sostiene usted que con esa propaganda, lo que se hace, es hacer conocer al fascismo. Francamente, eso es inconcebible. Lo único que faltaba ahora, seria sostener que el fascismo existe por la propaganda comunista.
mo vendra sólo, es decir, tranquilamente, por la in fluencia de las ideas o de la cultura. Por que ustedes reniegan y se burlan del materialismo dialéctico, pero sin darse cuenta son idealistas (en el sentido filosófico) y pretenden completar el marxismo con UN POCO de Idealismo. porque, precisamente, no han entendido aún la jerigonza.
Usted cita a Engels y habla del Anti Dühring (y no Antiaühring, como escribe usted erróneamente, ya que el señor Dühring era una persona de carne y hueso que inició la corriente de los De Man y Cía. y, por lo menos, hay que respetarles el nombre. En ese gran libro habría podido usted comprender casos que en mi mala prosa y en mi apresuramiento no puedo precisarlas mejor. 4 OBREROS INTELECTUALES MATERIALISMO HISTORICO MATERIALISMO MECANICO Más adelante se refiere usted a una afirmación mía contenida en mi carta anterior, cuando digo, refiriendome a Marx: jamás escribió sobre materialismo histórico. Para usted, yo no ignoro a Marx. Me he olvidado, sencillamente de él.
En efecto, según Engels. en La Sagrada Familia escribió sobre materialismo, para decir que el materialismo tiene por patria a Inglaterra y por padres a Bacon, Hobbes y Locke!
No ha hecho usted ningún descubrimiento, ni me ha enmendado la plana, ni ha demostrado que yo haya olvidado a Marx.
Marx, vuelvo a repetirlo, jamás escribió sobre materialismo histórico, aunque toda su obra este impregnada por esta teoría, método, o jerigonza, como usted la llama.
Marx habló de materialismo a secas en La Sagrada Fabilia y en otras partes, pero como usted lo ve. no habló de materialismo dialectico o materialismo histórico o materialismo económico. En efecto, no necesitaba explicar expresamente su método o su teoría. Expuso sus ideas a través de esa teoria o de ese método y, al que lo ha leído, le ha sido fácil advertirlo.
Ello es clero, salvo que usted pretenda que cuando Marx habló de materialismo se refirió al materialismo dialectico, lo que es absurdo, pues se lo dije en mi carta anterior. y como se explica en las centenares de publicaciones a parecidas después de la muerte de Marx, el materialismo dialectico nada tiene que ver con el materialismo propiamente dicho o materialismo mecánico.
Precisamente, el marxismo, establece una nueva orientación, que permite ver más claro, cuando en forma realmente genial. Be vele del materialismo dialectico en contraposición al idealismo y ai materialismo mecánico.
Si el materialismo dealéctico fuera el materialismo mecánico, tendríamos que ser fatalistas y negar en absoluto la intervención voluntaria del hombre en el proceso histórico. Tendríamos que negar también la técnica.
El materialismo dialectico no niega la idea ni separa la idea de la materia. Para el materialismo dialectico lo ideal no es nada más que lo real trans portado a la mente y, en consecuencia, la idea es un momento culminante de la materia que, a su vez, influye sobre ella.
Estas cosas, compañero Palacín, para un hombre amante de la cultura, no son simples artificios ni juegos de palabras. Sirven para poder comprender mejor las cosas, especialmente el proceso social e histórico. Y, claro está, que el Socialismo no se reduce ni al materialismo histórico y ni a la teoria del valor, ni ai primer tomo de El Capital. Ahora bien: usted en su nueva incursión sobre esta materia, insiste en el grueso error de confundir al materialismo mecánico con el materialismo dialectico. Sin darse cuenta, usted hace una serie de consideraciones para llegar a la conclusión de que si no existe la voluntad de hacer la historla, para hacer el Socialismo, ello no se hará. Si usted hubiera entendido el materialismo dialectico se habría evitado, todas esas disquisiciones y habría dicho en menos palabras, y en forma más.
exacta, lo que es un forzado rodeo para llegar a la misma. El marxismo nos dijo que no basta explicar el mundo sino que HAY QUE TRANSFORMARLO.
Tlene usted razón cuando dice que el método dialéctico puede aplicarse lo mismo a un concepto materialista o idealista de la historia. Pero es que el marxismo no se vale de la dialéctica a secas sino del materialismo dialéctico, lo que es otra cosa.
Usted mismo reconoce que en lo filosófico se habla de materialismo histórico, y en lo científico, de economismo histórico. Quiere decir, entonces, que no se trata de una jerigonza ni de una concepción artificiosa. Llamele usted economismo de la historia al materialismo histórico y no habrá pasado nada a pesar de haber pasado usted, en ese momento, de la filosofia a la ciencia, aunque expresando siempre un mismo concepto exacto.
Lo que interesa, en efecto, no es la denominación sino el contenido. el contenido es una de las más extraordinarias conquistas del marxismo.
En esta carta y sus notas, usted ha recurrido con exceso a alusiones personales que no me incomodan pero que rebajan la discusión. Así, por ejemplo, cuando habla de la posibilidad de que el Socialismo viniera solo agrega: iqué alivio para usted. refiriéndose a mí.
Precisamente porque soy marxista creo que el Socialismo no podrá venir sólo. Los que, como usted, hacen una distinción entre el suceso y el proceso y no comprenden que el suceso es un momento del proceso, como la idea es un momento de la materia, son los que creen que el SocialisEn el curso de su carta y de sus notas aclaratorias, usted insiste en colocarse en la situación de hombre egresado de los campos, fábricas y oficinas. alude a su ex condición de obrero fundidor y se refiere a los intelectuales que disimulan los defectos de los obreros y se achican en su presencia.
Al mismo tiempo habla de abogados egresados de Institutos burgueses que se encargan de decir a hombres egresados de los campos, fábricas y oficinas: Salga de ahí con su cultura burguesa clásica. En primer lugar, yo también detesto a los intelectuales que se achican ante los obreros y que disimulan sus defectos. Eso es demagogia.
Pero también hay demagogía en los otros intelectuales. es decir, los autodidactas que lo son tanto como aquellos, pero que a pesar de haber dejado de ser obreros hace muchos años y ser rentistas o felices propietarios con acciones, por ejemplo, siguen batiendo el parche de la época en que fueron obreros. Esta es una demagogía inaguantable y de la peor especie.
También es demagogia eso de decir que como la emancipación de los trabajadores tendrá que ser obra de los trabajadores mismos doy más importancia a la capacitación real de quienes deben salvarse a sí mismos, es decir, los obreros.
Esto, precisamente, significa achicarse? ante los obreros y reavivar la torpe inquina contra los intelectuales que de buena fé trabajan por el Socialismo.
Pero es que usted hace una distinción entre los intelectuales que cursaron las universidades y de los intelectuales que estudiaron por correspondencia. No vé con buenos ojos a los primeros. No contempla el problema como yo lo he hecho.
Yo soy abogado y he cursado mis estudios en un instituto burgués (Facultad de Derecho de Buenos Aires. pero usted no debe dejarse en el tintero el hecho de que fuí socialista antes de ingresar a ese instituto; durante mi carrera, y después de haber obtenido mi título. Además, no debió olvidar que pasando por ese instituto no oculté mis ideas y, en todo momento, en lo que me fué posible, trabajé por ellas.
En la Facultad aprendimos la letra muerta de los códigos y de las leyes para ganarnos la vida como se la habrá ganado usted. Pero se dá el caso de que quienes hemos egresado de los institutos burgueses defendemos el Socialismo y trabajamos por él, mientras que los que tienen antecedentes lejanos de obreros y que en el subconciente lamentan ser autodidactas y no poseer un título universitario, sienten el más profundo desprecio por los trabajadores y los constructores del Socialismo en Rusia, y no disimulan una chocante simpatía por las cosas del pasado argentino y la democracia norteamericana que juzga al fascista raptor del hijo de Lindbergh, pero que también envió a la silla eléctrica a Sacco y a Vanzetti, Yo no me avergüenzo de ser abogado, como no me avergüenzaría de ser médico (de cuya profesión nada dice usted. Soy un abogado al servicio de mi partido como profesional y como militante, y tengo la seguril