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16 IZQUIERDA IZQUIERDA 17 CapiEmanuel Suda HORA DE TRANSICION su obra marxista que más se acerca al tal. ROSA FRENTE LA PSICOSIS GUERRERA El estallido de la guerra de 1914 puso en descubierto que la gangrena reformista hacia en el voluminoso cuerpo de la social democracia alemana. El Partido, que en el Congreso Internacional de 1907 en Stuttgart aprobara una resolución antiguerrera redactada por Bebel y completada con dos paragrafos de Lenin, Luxemburg y Martow (5) de un contenido revolucionario; el Partido que en dos congresos posteriores (de 1910 y 1912) ratificara dicha resolución, ese Partido se encontró en Agosto de 1914 completamente desorientado e incapaz de materializar sus declaraciones antibélicas. es que el nacionalismo iba desde hacía mucho tiempo atrás minando la ideologia marxista de sus líderes y de la masa partidaria.
En 1914 los social demócratas alemanes no fueron más que alemanes a secas, tal como lo quiso el Kaiser Guillermo que en esa hora agitada anunciara desde el balcón de su palacio en Berlin En las luchas que se avecinan no quiero saber nada de partidos en mi pueblo. No haya en: tre nosotros sino alemanes (6. La psicosis guerrera se apoderó, pues de la social democracia alemana. Las CLAUDICACIONES EN LA TEORIA SE TRADUJERON, como fatalmente DEBIA OCURRIR, EN CLAUDICACIONES EN LA PRACTICA. Ya lo dijo Lenin: Sin teoria revolucionaria, no hay acción revolucionaria.
La Descomposición de los Partidos de la Burguesía En esa hora trágica la socialdemocracia alemana escribió su propia sentencia de muerte. Rosa, enferma, denuncia la traición y es detenida.
Permanece en la cárcel desde 1915 hasta 1918. en que, triunfante la revolución, recobra la libertad.
Desde la cárcel lejos de callarse, escribió artículos fulminándolos, Desemascara a los maresencia internacionalista del proletariado y xistas, a los ortodoxos de ayer e insiste sobre la misión revolucionaria.
Frente a los nuevos descalabros de los socialdemócratas en el poder, frente a su politica tortuosa llena de compromisos con la burguesia, Rosa se alza llena de coraje. Desde las tribunas callejeras y des de las columnas de ROTHE FAHNE (Bandera Roja) órgano del grupo Espartaco fundado al estallar la guerra y dirigido por ella, preconiza la revolución proletaria para la implantación del socialismo auténtico. El ejemplo de Rusia la anima y la exalta.
Su inflamada palabra siembra un entusiasmo delirante entre la masa obrera. La burguesía se enfurece por momentos. Luxemburg y Liebknecht son acorralados, perseguidos y amenazados de muerte.
Rosa no cede. Sigue dirigiendo ROTHE FAHNE con un soberbio desprecio del peligro.
La insurrección espartaquista estalla bajo su impulso electrizante, el gobierno social democrata, de Ebert, de Noske y demás, lleva a cabo su represión inhumana, digna de un Pobiedoustzew.
Contratanta traición y tanta vergüenza se levanto Rosa, asqueada, terrible. Despliega una actitud extraordinaria. Arenga a las masas, cribe, no se dá un momento de reposo. Sus artículos son rechazados por el Vorwärts, órgano oficial del Partido.
Enferma, en medio de un recrudecimiento de una vieja afección al corazón, lucha sin desmayar un solo instante contra la gigantesca ola nacionalista que todo lo invade.
Hay que hacerla enmudecer. la detienen.
es(4) Lucien Laurat Acumulación del capital.
Prólogo. Página 20. 5) Max Beer. Historia general del socialismo, Página 494. 6) Ferdinand Tönnies Desarrollo de la cuestión social. Página 138. 7) Ministro del Interior del zar Alejandro TIT.
padre de Nicolas II.
Dentro de las concretas cuestiones que deben preocupar a las fuerzas proletarias, se encuentra el rápido proceso de descomposición que experi.
mentan algunas fracciones de la burguesía argen.
tina. Con preferencia vale esto para el radicalismo, que ha sentido con singular rigor las sacudidas de los últimos seis años.
Mirado a primera vista, da el radicalismo la impresión de una fuerza politica en ascenso, y todo parecería indicar que el futuro le habría de ofrecer posibilidades cuantiosas para alianzarse como partido gobernante. Pero desde la famosa elección bonaerense, ha quedado en evidencia que el régimen institucional de la escasa democracia argentina se mueve con enormes dificultades.
Las jornadas políticas, más o menos normales, que tanto amoran los ingenuos adoradores del liberalismo democrático. han pasado a la historia.
Bastó una relativa anarquización de la vida económica del país para que se hicieran sentir gra, ves tormentas políticas.
Por lo mismo que su capital electoral se recluta de todos los sectores de la población, aparecen en las circunstancias económicamente difíciles con más claridad los intereses irreconciliables de las diversas capas sociales.
Es lo que ha ocurrido también en otros escenarlos. En Alemania y Austria hemos asistido a un parecido disloque de los viejos partidos. El ala izquierda del Partido Centrista, formada por los sindicatos católicos, se había colocado por momentos en abierta oposición con los dirigentes.
Por desgracia hubo allí un partido socialdemócra.
ta que contemplaba las dificultades internas de la burguesía solamente desde el ángulo electoral. Se hizo, más o menos, esta conjetura: los integrantes de los sindicatos cristianos se cansarán de la política reaccionaria. del Centro y votarán un buen día por los socialistas. En lugar de transformar la energia latente de esos inquietos sectores en una fuerza revolucionaria, esperaban que el millón y medio de obreros en cuestión apare cerían en los locales socialistas para pedir una boleta electoral. Es decir, igualito como aquf se imagina mucha gente candorosa la clarificación del complicado panorama político.
La situación política en los países sudamerica.
nos, tiene, por supuesto, algunas características distintas. La modificación de los partidos burgueses se efectúa en forma más acelerada. Sin duda se debe esto a que tales fuerzas no han al canzado entre nosotros el grado de composición orgánica que tienen o tuvieron en el viejo mundo.
Falta una gran fuerza sindical de la derecha; faltan las secciones obreristas netas de los parti.
dos burgueses.
No obstante, se notan ya claros indicios de una perturbación objetivamente prerrevolucionaria.
Aún cuando no ha aparecido en el país una fuerza que se podría llamar específicamente fascista, existe ya una subversión catastrofal de las instituciones. Dietadura y fascismo existen en estado de potencia. La parte más reaccionaria de la burguesía, los terratenientes, el capital financiero, los intereses del imperialismo y gran parte de la industria navegan desembozadamente al estableel miento del objetivo concreto del estado fascista.
Entretanto empeoran las condiciones económicas de la masa obrera y de importantes sectores de la pequeña burguesía; chacareros, comerciantes y la industria de menor cuantía. toda esta enorme masa políticamente ineducada la atrae sin duda el radicalismo más que ninguna otra fuerza. Tucumán vuelve a confirmarlo. Pero, dado el miedo y los crudos procedimientos que luce la reacción ante el vuelco de las masas, es un tanto problemática la participación de los radicales en las próximas jornadas políticas; acaso no lleguen más a los comicios. Sin embargo, los radicales llega.
rán probablemente al poder; por la revolución o las elecciones. la larga no se podrá mantener alejada una fuerza popular tan cuantiosa, Si bien es cierto que la toma del poder de los radicales no interesa a la clase trabajadora, puesto que irán a la casa de gobierno prisioneros de los intereses económicos netamente capitalistas de su plana dirigente, nos interesa el proceso de mutación que experimentará este sector en el futuro inmediato.
Qué ocurrirá con el radicalismo en el transcurso que mide desde ahora hasta el gobierno? Cómo se manifestarán en la masa partidaria obrera y en los núcleos más activistas las represiones, persecusiones y vejámenes?
No hay duda que en su seno se están almace.
nando pasiones de elevada potencia. Rehabilitados ante los ojos del pueblo por las torturas, encarce.
lamientos y deportaciones, acumulan rencores que pugnan por estallar. Quizá se disminuiria la violencia del estallido si la llegada del radicalismo se basara en elecciones. Habría la aislada repre.
Poco despues Rosa caía, serena y altiva como los héroes legendarios.
Fué una criatura ideal, perfecta. Ni por un momento sostenemos tal absurdo, Cómo iba a serlo una criatura de carne y huesos? Cómo no iba a tener sus flaquezas y sus errores. Pero por sobre todos los que pudiera adolecer, se erguía su espiritu viril y su fuerte intelecto, puestos al servicio de la lucha proletaria.
Ello basta y sobra para tributarle la más fervorosa admiración.
Lenin le comprendió muy bien. En medio de los furibundos improperios que los comunistas rusos dejaron caer sobre Rosa a raíz de su actitud en el Congreso que dió por fundado el Partido Comunista Alemán, abogando ella por una Constituyente, el gran jefe de la Revolución Rusa dijo con esa diáfana manera: No se tiene el derecho de asirse blistinadamente a sus errores. También el águila puede volar más bajo que una gallina, pero no deja de ser por eso un águila de las montañas. ROSA SCHEINER