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16 IZQUIERDA IZQUIERDA 17 Notas internacionales Emanuel Suda de la península hubiere de ser vencido, no caben dudas acerca de tres aspectos capitales que serán normativos para la acción político. revolucionaria de las masas obreras, o sea. Hay prespectivas de una eficiente reacción a corto plazo de los partidos políticos de la clase trabajadora?
en un levantamiento revolucionario. En el proletariado espa fiol se registró una voluntad para readaptar los cuadros politicos y sindicales las urgentes circunstancias. Esto es un saldo de inapreciable valor, puesto que señala un vehemente deseo de romper viejos moldes tácticos. si aún se tuvieron algunas contemplaciones con ciertos 10 Que aprendió de la tragedia germano austriaca.
20 Que aplicó la enseñanza en una nueva conducta. El proletariado en la defensiva las riquezas sociales. Se cum.
plon, pues, las predicciones, que a tanto más intensa erisis del sistema capitalista, aumentarán en idéntica medida los feroces instintos de conservación de la burguesía. Al defender el todo, se coloca el mundo capitalista en el terreno histórico que necesariamente le corresponde. La destrucción de las organizacio.
nes obreras, persecución de sus militantes, amorda zamiento de su prensa y movilización de todo el poder estatal para impedir la formación de un frente proletario orgánico, son los medios con los cuales quiere prolongar y reasegurar su existencia. Las orientaciones fascistas, las aspiraciones totalizadoras del poder y los esfuerzos para introducir en las respectivas economías nacionales algún orden, forman los concretos propósitos. De todos modos tienen los beneficiarios de la sociedad capitalista la cada vez mis cierta noción que los momentos actuales entrañan inusitados peli.
gros. La burguesía se formula al respecto el problema con más claridad que los mismos explotados. Ella sabe que se acerca una lucha a vida y muerte, ma terializada en dos soluciones: o la dictadura fascista, cuya resultante más visible sería el aplastamiento de la clase obrera, o la dictadura del proleta.
riado, que se vería obligada a destruir sin contemplación la absurda organización social de la actualidad.
IN exceptuar uno sólo de los países de régimen económico capitalista se halla la clase trabajadora de los cinco continentes desde hace varios años en una desesperada defensiva. Negarlo equivale a engañarse deliberadamente y fuera incurrir en el funesto error de los reformistas de todo tipo, para quienes el repunte incidental de una votación o la aparente benevolencia de tal o cual burguesía constituyen sig.
nos de lucha pareja. Es bien cierto, que la proclamación de las condiciones angustiosas del frente proletario ofrece inconTenientes que pueden traducirse a veces en un decaimiento de los ánimos, pero aparte que tal constatación no implica necesariamente un planteamiento pesimista, es todavía preferible a la desastrosa práctica de coloearle a los obreros las anteojeras de ficticios triunfos. Ni una ni veinte derrotas indican la pérdida de uma campañia, mien tras que una sistemática suges.
tión de las masas con éxitos insubstanciales puede sacarlas de esa imprescindible agitación en que se plasman las verdaderas soluciones.
La violenta ofensiva de la burguesía y algunas posiciones críticas de la clase obrera son, por otra parte, aspectos de la lucha social que están condicio.
nadas por la misma gravedad de las circunstancias que atraviesa la economía capitalista.
Para sus usufructuarios está en juego la totalidad de su exis tencia. Ya no se trata de que los trabajadores pueden conquistar mediante sindicatos y agitaciones políticas mejoras de diversa indole; la lucha por las reivindicaciones parciales e inmediatas la trasladado su centro de gravedad hacia el agudo dilema de la desaparición del presente tipo de producción y distribución de 39 Que la insurrección armada, aún vencida, es preferible a la capitulación, pues en aquella va la simiente de nuevas rebeliones, mientras que en ésta se quiebra por años la moral combativa de las masas.
también en los restantes escenarios políticos, lo que favorecerá sin duda en el futuro la colaboración y el entendimiento.
Un activo coadyuvante les vino a los elementos revolucionarios también por las pretensiones localistas de los vascos y los catalanes. El frente insurreccional ha especulado inteligentemente sobre este punto vulnerable de la burguesía. Desgraciadamente no ha cristalizado la presión revolucionaria en un levantamiento orgánico. Comparys dió una nota falsa que fué hábilmente explotada en Madrid. La pequeña burguesía demostró su incapacidad para ponerse al frente con visos de éxito; y en su debacle arrastro también a la masa obrera. En tre la revolución integral y la capitulación, preferimos la última.
Todo esto demuestra que los camaradas españoles juzgaban bien al suponer que no había revolución victoriosa si no la planteaba una fuerza, eminentemente proletaria. Por lo mismo concentraron durante largos meses su atención en una preparación del espíritu colectivo para la solución inevitable. Desde el parlamento, la prensa y la tribuna, se anunciaba la única salida del caos, o sea un estallido insurreccional. Se inyectaba día tras día una nueva gota de espiritu heroico en las masas.
Mientras los socialistas austriacos planearon la insurrección como una acción defensiva, con carácter secreto, que tomó a log cbreros en frío, anunciaban los españoles sus propósitos de derrocar al gobierno por la violencia. Es este quizá el aspecto más interesante del agudo pe.
ríodo que se ha iniciado a partir del año 1934 en Españia; sus características recuerdan la clara definición que hace Neuber de los deberes en semejante es.
tado de agitación social: Los planes insurreccionales deben ser elaborados, sin duda, en el más estricto secreto; pero, poLíticamente, y en cuanto a la preparación de las masas para los combates armados, la insuvrección debe prepararse con el concurso del grueso del proletariado. La condición obligatoria quistes del reformismo, servirá el caso español para cortar la próxima vez más hondo.
En la ejecución de los trabajos prerrevolucionarios demuestran los camaradas de España que también han sacado valiosas enseñanzas. La agitación de las masas se ha efectuado de acuerdo con una táctica insu Ireccional orgánica, cuya palabra de orden se puede condensar acaso en ese llamado urgente que se lanzó en Madrid en horas precedentes al levantamiento: todo el poder a las Alianzas Obreras! En lo que se refiere a estas últimas, cabe anotar también un considerable progreso. El frente único, ese eterno motivo de disenciones, se había logrado consolidar con bastante eficiencia en los mencionados instrumentos de la organización obrera. Mientras que hasta hace poco los comunistas insistían en la un tanto impracticable consigna de la creación de los Soviets, sabemos que en víspera del estallido resolvió el la participación de los afiliados en las Alianzas. Desapareció, en consecuencia, una reyerta que estribaba en el prurito de nomenclatura. Los comunistas vienen superando, por lo visto, algunas de sus defectuosas posiciones que nacen de la cerrada aplicación de sími.
les históricos. La misma elasticidad se nota, por otra parte, del éxito es la difusión de la idea de la insurrección armada en las masas, la buena comprensión por los simples obreros de la evolución de los acontecimientos, del sentido de las manifestaciones armadas y de las huelgas políticas de masas cada vez más frecuentes, de los de beres que incumben a cada proletario en caso de combate entre las fuerzas armadas de revolución y las de las clases domizantes.
Es tarea ingrata establecer aqui todas las proyecciones y aicances de la insurrección del proletariado español. Pero hay, sin embargo, algunos puntos que la señalan como la revolución más grande de España y el aporte más estimable que se ha hecho a la causa de la liberación de la clase obrera a partir de la revolución rusa. Aplastada la insurrección, quedará una prolifica simiente que en las primeras de cambio se traducirá en la definitiva destrucción de la reacción, que hoy se asienta en la metralla manejada por legionarios extranjeros. La sangre que ha caido en las barricadas de las ciudades y en los heroicos cantones asturianos dejará un sedimento de odios insalvables.
No hay nada que aglutine mejor que la sangre. De la sangre que corrió en 1905 como un sacrificio aparentemente estéril en el sur de Rusia se dieron los vehementes rencores que doce años más tarde habrían de ofrecer al mundo la primera revolución proletaria triunfante. De la que corre desde hace dos semanas en la península nacerán indefectiblemente las fuerzas que habrá de substituir la dictadura de la burguesía por la del proletariado. El socialismo se supera como acción y método. Los proletarios españoles se agrandan en la misma derrota; su magnifico esfuerzo no quedará estéril.
ENSEÑANZAS QUE RECOGEN LOS PARTIDOS OBREROS A consecuencia de lo primero aparecieron en la superficie del socialismo español los hombres que no se llaman a engaño sobre el corte que se tendria, que dar al complicado problema. La fracción mencheviqui y reformista fué enviada al archivo, si bien es cierto que no se hizo esto con la neceseraria energia, pues en el momento en que el proletariado español descargaba los golpes contra la reacción, no faltaba quien frenaba y trataba de desviar esos golpes. De ahi se deduce la importancia que tiene el proceso de liquidación de los que, por pusilánimes, sentimentales personalmente cómodos, resultan a la postre siem.
pre contrarrevolucionarios. No obstante lo dramática que había sido la lucha interna en el Partido Socialista Español, parece que no ganó la izquierda con bastante nitidez la primera fase de la revolución. El reformismo es la burguesía filtrada en nuestras filas; de su elimi.
nación depende toda acción eficaz de los partidos socialistas hecho más saliente en estos últimos seis meses de actividad socialista internacional lo es la progresiva radicalización de los cuadros políticos. España ofrece al efecto la nota más aguda. Los concretos propósitos acaban de eclosionar en una lucha de contornos tan gigantescos que es menester remontarse a los grandes similes revolucionarios de la historia para hacerles justicia a los camaradas españoles. Aun admitiendo que el movimiento insurreccional del proletariado ESTADOS UNIDOS A Unión sigue presa del caos económico. La se va convirtiendo hasta para la burguesía en un engañoso espejismo. Acaso resul.
taria interesante preguntar de