BourgeoisieDemocracyFascismMarxismNational LiberationSocial DemocracySocialismURSSViolenceWorkers MovementWorking Class

IZQUIERDA 13 12 IZQUIERDA Marianetti El programa inmediato de la insurrección española La Estrategia de la Derrota 20 40 10 Todas las tierras de los grandes terratenientes, de la Iglesia, de los monasterios, de las municipalidades y del Estado serán confiscadas, sin indemnización, como así también los útiles de labranza y demás pertenencias, y que serán entregadas gratuitamente y repartidas a todos los obreros agrícolas y campesinos trabajadores, para que las trabajen individual y colectivamente, según decidan por su propia volutad.
29. Todas las deudas, obligaciones y gravámenes de los campesinos con los terratenientes, los usureros y los bancos serán anuladas; todas las cargas feudales y semifeudales. foros. rabasa morta. Condominio, etc. serán, abolidos, y todos los impuestos del régimen burgués terrateniente, suprimidos.
39 El Gobierno Obrero Campesino proveerá a los campesinos trabajadores de maquinarias, útiles de trabajo, simientes, créditos y los elementos técnicos para aumentar en el mayor grado posible la producción agrícola, con objeto de terminar con el hambre y la miseria espantosa que existe en el campo y elevar sistemáticamente el bienestar de las masas trabajadoras El Gobierno Obrero Campesino tomará inmediatamente medidas de gran envergadura para mejorar rápida y radicalmente la situación de los obreros agrícolas, aboliendo todos los contratos explotadores y usurarios, aumentando los salarios lo suficiente para las necesidades de los obreros agrícolas y sus familias.
50 El Gobierno Obrero Campesino confiscará y nacionalizará las empresas de la gran industria trustificada y establecerá el control de la producción y la distribución por medio de los Soviets; nacionalizará los Bancos, los ferrocarriles y todos los medios de transporte y de comunicación, hoy en manos del gran capital.
69 Establecerá la jornada de horas y de para las minas y los trabajadores jóvenes; aumentará el nivel de vida de las masas trabajadoras, concederá subsidios a los parados hasta que sean absorbidos en las diversas ramas de la producción, la que será adaptada a las necesidades de las masas trabajadoras, y establecerá el seguro general para todos los trabajadores en caso de paro, enfermedad, accidente, vejez y maternidad.
70 Liberación nacional de todos los pueblos oprimidos.
El Gobierno Obrero Campesino reconocerá a Cataluña, Vasconia y Galicia el pleno derecho a disponer de sí mismas hasta la formación de los estados independientes.
89 Liberación inmediata y completa, sin restricción ni limitación, de Marruecos y demás colonias.
99 Disminución radical de los impuestos a los pequeños comerciantes y pequeños productores. Anulación de sus deudas con los bancos, grandes comerciantes y empresas capitalistas. Prohibición del embargo de su propiedad y desalojo de los locales que ocupan.
100 Supresión de todas las fuerzas armadas de los capitalistas y terratenientes. Armamento de los obreros y campesinos. Liquidación de la burocracia hostil y elección de los funcionarios públicos por los Soviets.
119 Supresión del ejército permanente como de la clase capitalista. Liquidación de los generales y cuerpo de oficiales, Elección democrática de los comandantes por los soldados.
120 Solidaridad proletaria con los oprimidos del mundo y la alianza fraternal con la Unión Soviética Rusa.
DIE Comité Central de los Socialistas Revolucionarios Austriacos, en mayo del corriente año, dirigió una carta a Otto Bauer, intitulada: Lo que esperamos de la Internacional.
Uno de los párrafos de esta interesante misiva, decia lo siguiente: Pero los socialistas austríacos esperan también de la Internacional el concurso ideológico de un estudio detenido y profundo de sus problemas. La dictadura fascista ha destruido en mitestro pais, dentro de las masas proletarias, todas las ilusiones democráticas y reformistas: los obreros están convencidos de que la violencia faseista no puede ser anulada más que por la violencia proletaria; por la insurrección popular. Provocar y dirigir esa revolución, he aquí la tarea que han tomado a su cargo los socialistas austríacos y el!
objetivo de ella no puede ser otro que la conquista del poder público, la dictadura del proletariado, que deberá destruir las bases económicas y políticas de la sociedad capitalista, para substituirlas por una sociedad sin clases, regida por una democracia socialista.
No puede haber duda alguna en el sentido de que la posición del Comité Central de los socialistas revolucionarios austríacos es clara y categórica. La carta a Otto Bauer no es nada más que el complemento de la Declaración de Praga, hecha poco después da los ancesos de febrero. Ambas revelan el firme propósito, de parte del sector más capaz de los socialistas austríacos, de rever el programa, los métodos y la táctica que sucuntbieron definitivamente ante la criminal arremetida de Dollfus, a pesar de la heroica, como inútil y tardía resistencia de los obreros de Viena y algunos otros lugares de Austria.
De la misma manera como el Comité planteara enérgicamente su posición a la Internacional, ésta tuvo la obligación de dar una respuesta que no se prestara a titubeos y a una doble interpretación, llevando alguna esperanza a los exilados.
Pero no ha ocurrido así. No podría haber ocurrido.
El Comité Ejecutivo de la Internacional, después de escuchar la lectura de la carta de los camaradas austríacos, encargó la redacción de la respuesta a Federico Adler.
Esa respuesta no es otra cosa que una nota confusa, desconcertante y derrotista, de consecuencias lamentables no sólo para los camaradas austríacos sino también para todos los partidos socialistas del mundo.
Adler se remite a lo resuelto en la Conferencia de la Internacional celebrada en Paris en Agosto de 1933, insistiendo en la bondad de la consigna lanzada en ella y que consistía, como se recordará en lo siguiente: En los países donde el fascismo amenace directamente a la democracia, la clase obrera debe estar resuelta a usar todos los medios de lucha, no debiendo retroceder ante ningún sacrificio para defenderse de los ataques, del fascismo.
Ni el de la ni Adler, han comprendido que precisamente consigna llev a la derrota a la socialdemocracia austriaca; como llevó a la derrota a la socialdemocracia alemana; como llevará a la derrota a cualquier movimiento obrero y socialista que no sean capaces de reaccionar a tiempo y no dar a su acción otro conte nido que el de no retroceder ante ningún sacrificio para defenderse de los ataques del fascismo.
Frente al problema de la reacción organizada para el aplastamiento del Socialismos, a la Internacional no se le ocurrió otra cosa que aconsejar una táctica de defensa. Defensa de qué? Lógicamente, de la democracia burguesa y de sus derivados. este error suicida ha hecho escuela. Así, por ejemplo, nuestro órgano La Vaxguardia. refiriéndose a los recientes sucesos ocurridos en España, sostiene que el movimiento tenía por objeto defender las conqnistas de la república democrática. No sé si eso será exacto, aunque lo dudo. Pero si fuera cierto, habrían estado muy mal los socialistas españoles y peor nuestro diario, al no criticar los alcances y propósitos de esa revolución.
Pero, volvamos al tema. La Internacional, apartándose de las directivas marxistas, sostiene con toda impavidez que, en los períodos revolucionarios, la clase obrera debe obligar a la burguesía a respetar sus propias instituciones.
Hoy, esto resulta inconcebible e inadmisible. Nosotros no podemos convertirnos en guardianes a mano armada de las instituciones democrático liberales, cuando la burguesia se deshace de ellas. Y, desgraciadamente para nosotros, esta cuestión no es una cuestión simplemente teórica. Los camaradas austriacos que siguieron al pie de la letra esta consigua, ya saben perfectamente qué consecuencias tiene para un movimiento sociaesa