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El proletariado español en IZQUIERDA arm as CRITICA ACCION SOCIALISTA Año No. Buenos Aires, Octubre de 1934 Nuestra afirmación DI www. related to, or Brava jornada han llevado y están llevando en estos días nuestros compañeros de España. Heroica lucha el de este proletariado combativo, que ha salido a las calles a levantar barricadas para hacer frente a la burguesía clerical de ese país.
Sobre las cúpulas de las viejas iglesias, sobresale el resplandor rojo de la gran llamarada social, y el cielo se impregna de esperanzas y promesas de su porvenir no muy.
bajo la dirección del partido socialista se han propuesto la conquista del poder. La brújula de Marx lo llevará al derrotero ansiado; la dictadura del proletariado para consagrar la Nueva Espana Socialista.
El movimiento no ha muerto, y en las ásperas peñas de Asturias y en las aldeas labriegas, la bandera roja está en el tope de los espíritus. Covadonga se repite.
Nuestra adhesión más ardiente a todos los luchadores de esta hora española, nuestra fe más sincera, nuestros augurios más felices, nuestro apretón más cordial, nuestra expresión es esta: Habéis combatido al fascismo; el mañana es vuestro, Los informes confusos e interesados no nos permiten hacer el estudio necesario que falta sobre el movimiento y que se publicará en el próximo número.
IZQUIERDA es una publicación socialista.
Esto importa, en las circunstancias actuales del desarrollo del Socia lismo, la asunción de una gran responsabilidad, que se traduce en la convicción, por parte de quienes trabajan en ella, que no hay ni puede haber una acción socialista sin la base previa de una doctrina, y que esa doctrina no puede ser sino el marxismo, que resiste victorioso todas las desviaciones.
Sostenemos, en estas horas decisivas para la clase trabajadora, las mejores actividades socialistas deben tender a la enérgica restauración del marxismo, como garantía para la lucha y para la toma del poder en su beneficio. ante el problema concreto de una clase obrera y de un Partido Socialista, que actúan en este país, nuestra tarea estará diri.
gida, en primer término, a realizar el doble objetivo de una reestructuración ideológica de camaradas que aun alimentan las ilusiones demo liberales y la conquista dentro y fuera del partido de los sectores que carecen de orientación ideológica.
Un trabajo de reedificación y de edificación, de esta naturaleza y de esta magnitud, nos colocará forzosamente en la necesidad de desempefar una función de crítica. Ella será hecha sobre la base del propósito y del deber ineludible que nos anima y nos impulsa en nuestra condición de socialistas. Desde luego, esa crítica empezará por nosotros mismos.
No concebimos ni admitimos ya el prejuicio burgués del temor a la autocrítica. Tampoco admitimos la crítica condicionada.
Reivindicamos el derecho de discutir y de opinar públicamente, sobre la orientación de nuestro Partido la que, a nuestro juicio, no está a tono con las horas que nos corresponde vivir.
No permitiremos, en la medida de nuestro esfuerzo, que los equívocos sigan influyendo para que el Partido actúe en un plano simplemente politico, intrascendente y superficial, desde el punto de vista de nuestros obje.
tivos. Es necesario destruir en los espíritus la mística de la legalidad política que, embriagada por los triunfos electorales, nos aleja de nuestra verdadera posición de partido de clase.
Las ilusiones nacidas en los tiempos de prosperidad capitalista, eclipsaron las directivas que Marx y Engels habían trazado en materia de lucha de clases y el alcance revolucionario de su acción en los momentos de crisis del régimen. En esta situación de relajamiento ideológico, los partidos de la social democracia, el nuestro inclusive, se dedicaron a la defensa de las formas políticas impuestas por la democracia burguesa, olvidando que el