DemocracyHitlerIV InternationalMarxismNazismTrotskyWorking Class

Tribuna Marxista CLAVE CLAVE Tribuna Marxista can a derrotas aisladas. En general, es imposible, sin embargo, hablar de la revolución europea y mundial, sin tomar en cuenta derrotas parciales.
Hitle. el conquistador, naturalmente tiene sueños de vigilia de convertirse en el verdugo en jefe de la revolución proletaria en cualquier parte de Europa. Pero eso de ningún modo significa que Hitler haya de ser lo suficientemente fuerte para entenderselas con la revolución proletaria como ha conseguido entenderselas con la democracia imperialista. Sería un fatal desatino, indigno de un partido revolucionario, el convertir a Hitler en un fetiche, exagerar su poder, desentenderse de los límites objetivos de sus triunfos y conquistas. Es cierto que Hitler ha prometido a gritos establecer la dominación del pueblo alemán, a expensas de toda Europa y aun del mundo entero, por mil años. Pero muy probablemente semejante esplendor no durará ni siquiera diez años.
Debemos aprovechar las lecciones del pasado reciente. Hace veintidos años, no sólo los países vencidos, sino también los victoriosos energieron de la guerra con su vida económica descoyuntada, y solo muy lentamente consiguieron aprovechar en la medida en que las aprovecharon, las ventajas económicas resultantes de la victoria. Por esto el movimiento revolucionario asumió muy grandes nroporciones también en los países de la Entente victoriosa. Lo único que faltó fué un partido revolucionario capaz de encabeza: el movimiento, vida del pueblo no refuerza a un régimen sino lo debilita. La confianza en sí mismos de los soldados desmovilizados que han conseguido las más grandes victorias, habrá alcanzado su altura máxima. Sus esperanzas traicionadas se cambiarán en insatisfacción aguda y en amargura. Por otra parte, la casta de los camisas pardas se alzará todavía más alto por encima del pueblo; su gobierno arbitrario y su desenfreno provocarán una hostilidad todavía mayor. Así como durante el último decenio, el péndulo político en Alemania, como resultado de la impotencia de la tardía democracia y de la traición de los partidos obreros, se ha inclinado resueltamente hacia la derecha, ahora, como resultado de la desilusión respecto de las consecuencias de la guerra y del régimen nazi, el péndulo se inclinará todavía más resuelta y decisivamente hacia la izquierda. Insatisfacción, alarma, protestas, huelgas, choques armados de nuevo se pondrán a la orden del día en Alemania.
Demasiadas preocupaciones tendrá Hitler en Berlín, para poder con éxito desempeñar el papel de verdugo en París, Bruselas y Londres.
En consecuencia, la tarea del proletariado revolucionario, no consiste en ayudar a los ejércitos imperialistas a crear una situación revolucionaria. sino en preparar, fundir y templar sus filas internacionales para situaciones revolucionarias que no habrán de faltar.
El nuevo mapa de guerra de Europa no invalida los principios de la lucha de clases revolucionaria. La Cuarta Internacional no cambia de curso. Trotsky. CRISIS TAMBIEN EN ALEMANIA!
El carácter total, es decir, que lo abraza todo, propio de la actual guerra, excluye la posibilidad de un enriquecimiento a expensas de los países vencidos. Inclusive en el caso de una completa victoria sobre Inglaterra, Alemania, para conservar sus conquistas, se vería obligada, a someterse, en los próximos años, a sacrificios económicos tales, que contrapesarían ampliamente las ventajas que pudiera extraer directamente de sus victorias. Las condiciones de vida de las masas alemanas, en cualquier caso, deberán empeorar considerablemente en el próximo período. Millones y millones de soldados victoriosos encontrarán, al volver a su tierra, un hogar todavía más agobiado de pobreza que el que los vió partir hacia la guerra. Una victoria que rebaja el nivel de 348 349